MinKi se sentía como un idiota al estar tan nervioso mirándose en el espejo de su habitación, tenía la cama hecha un desastre porque había sacado toda la ropa del armario buscando qué ponerse para ir al hospital.
No era como si fuese a su primera cita, iba a ver a DoYeon, quien ya lo había visto con ropa de dormir, recién levantado, con ropa de descanso y completamente despeinado y ojeroso.
¿Acaso quería llamar su atención?
Se sentía patético pero aquello no lo detuvo para entrar al servicio de oncología pediátrica donde trabajaba su prometido porque sí, DoYeon lo seguía siendo a pesar de no querer casarse el día acordado.
Ellos seguían juntos porque nadie terminó la relación.
—Buenos días —Se acercó al mesón de la estación de enfermería donde estaba sentado MinGyu, uno de los mejores amigos de sus papás y su padrino junto a WonWoo.
—¡MinKi! —Se levantó y rodeó el mesón para poder abrazarlo —¿Cómo estás?
—Bien —Le regaló una sonrisa, MinGyu siempre fue atento y no solo en las festividades, con su esposo solían llamarlo preguntándole por él, cómo se sentía y cómo iba en su carrera, si necesitaba ayuda en algún momento sabía que podía recurrir a ellos —¿Estará DoYeon?
—Sí, lo he visto en la última sala —Respondió MinGyu acariciando los brazos del castaño y miró hacia un lado encontrándose con uno de los paramédicos del turno —Ve a buscar al doctor Jeon, por favor.
Mientras que esperaba MinGyu le estuvo hablando del hospital, del clima y de comida pero no colocó atención a ninguno de esos temas, su corazón latía con fuerza al pensar que tendría que hablar con DoYeon, le diría que lo amaba, que lo perdonara por dejarlo solo y que no le importaba que la boda se atrasara o que nunca llegara, simplemente quería estar a su lado porque era el gran amor de su vida y no se imaginaba con nadie más.
Los problemas los solucionarían, él dividiría el tiempo del trabajo y su familia.
Pero ese lindo discurso que fue preparando durante el camino en su mente lo olvidó tan rápido como MinGyu le habló de las nuevas donas que vendían en el casino del hospital.
Apenas vio a DoYeon sus ojos se centraron en el mesón frente a él, sus manos temblaron y la boca se le secó.
Parecía un adolescente, y ni siquiera en la adolescencia se había comportado así.
—¿Ocurrió algo? —Preguntó el pelinegro al acercarse a MinKi, quien no podía sostenerle la mirada.
—No —Contestó con nerviosismo —¿Tío WonWoo tardará demasiado?
—¿Cómo? —MinGyu levantó las cejas sin entender a lo que se refería.
—Me dijeron que me estabas buscando —Habló DoYeon apoyándose en el mesón, intentando mirar el rostro de MinKi y que lo mirara a él.
—Vine por mi tío WonWoo —Mintió y se detestó por ser tan cobarde —Necesito ayuda con unos exámenes.
—Te puedo ayudar si quieres.
—No, gracias pero prefiero esperarlo a él.
—Bien —Miró por última vez el perfil de MinKi antes de darse la media vuelta —Entonces me retiro.
—¿Qué fue eso? —Preguntó MinGyu apenas DoYeon se fue.
El castaño dejó caer la cabeza en el mesón —Nada.
—Disculpa pero no puedes estar aquí dentro —Una voz desconocida lo hizo enderezarse y voltearse, había un chico delgado y un poco más alto que él, enfermero, el cual lo miraba de pies a cabeza.
—Él es Choi MinKi, hijo del doctor SeungCheol, está esperando a WonWoo —Habló MinGyu escuchándose para cerciorarse de que esta vez no estaba equivocado.
—¿Eras el prometido de DoYeon? —Preguntó curioso.
—Soy su prometido —Corrigió MinKi.
—Creí que habían suspendido la boda.
—¿Qué? —Exclamó MinGyu.
—No ha sido suspendida.
—Es lo que nos dijo DoYeon al venir a celebrar —Comentó con malicia, sosteniendo una sonrisa cuando pasó junto al castaño.
—Aquí nadie ha celebrado nada —MinGyu abrazó a MinKi por los hombros.
—DoYeon —Chilló el enfermero haciendo que MinKi se volteara a verlos —Necesito ayuda con un tratamiento de antibióticos, MinSo sigue con protección de contacto, ayer le tome nuevos exámenes y ya llegaron —Hizo una pausa y rodeó el brazo del azabache con sus manos, apoyando ligeramente la cabeza en su hombro, estaba siendo muy evidente en su coquetería batata —¿Podemos ir a tu oficina para verlos?
—Sí, adelántate, yo iré enseguida.
—Bien —Le sonrió al médico y se dirigió a su oficina.
—¿Qué demonios pasó con ustedes? —Preguntó MinGyu en un susurro —¿Terminaron?
—No.
—MinKi —DoYeon se acercó al castaño y lo tomó de la muñeca —Acompáñame.
—Estoy esperando a mi tío WonWoo —Dijo mientras caminaba detrás del mayor.
—Deja de mentirme.
—Debo volver a la fundación —Entraron a la sala de reuniones y la puerta fue cerrada —DoYeon, me estás lastimando.
—Lo siento —Soltó rápidamente el agarre en la muñeca de MinKi, no se había fijado en la fuerza que había ejercido.
—No te preocupes —Acarició su muñeca.
—¿Cómo estás?
—Bien —Contestó levantando la cabeza, mirando a DoYeon —¿Y tú?
—Trabajando.
—¿Y qué querías hablar conmigo?
—Pensé que tú venías a buscarme para hablar.
—Vine por unos exámenes.
—¿Y dónde están tales exámenes? —Arqueó una ceja y buscó con la mirada en las manos de MinKi, no llevaba nada —Bien, mira, quiero que sepas que lo de la boda no fue porque conocí a alguien más, no te he sido infiel en todo el tiempo que llevamos juntos, nadie me ha llamado tanto la atención como tú lo haces.
—Las llamadas del otro día —Murmuró MinKi.
—Trabajo con ese chico y nuestros turnos coinciden, no puedo tener una mala relación con él.
—¿Tanto para ayudarlo en cada procedimiento? —Dio un paso hacia el mayor —¿Acaso no se preparó en la universidad?
—Estas exagerando, no lo ayudo en cada procedimiento.
—Veamos —Levantó la cabeza cuando estuvo frente a DoYeon y cruzó sus brazos —Afuera te ha tocado con una gran confianza, confianza que normalmente no se le da a un colega y lo sé porque también trabajo, ¿Acaso me has visto abrazando, coqueteando o acariciando descaradamente a los enfermeros o médicos de la fundación?
—No.
—Y ese chico te coqueteó en mi cara —Explicó con tranquilidad —Además de decirme que llegaste informando que habías roto nuestro compromiso, que yo era tu ex novio y que lo celebraste aquí.
—Eso no es cierto.
MinKi separó los labios para hablar pero el móvil comenzó a sonar en su bolsillo, lo sacó para ver de quién se trataba —Es de la fundación.
—Contesta.
—Estoy en el hospital —Respondió el castaño con el móvil en la oreja —¡¿Qué?! Iré enseguida.
—¿Qué pasó?
—Dos niños se colocaron a discutir y terminaron en golpes —Dijo MinKi guardando el móvil —Debo irme.
—Sí, ve.
El menor asintió con la cabeza y se dio la media vuelta para salir de la sala pero DoYeon no podía dejarlo ir tan fácilmente.
—Espera, espera —Con rapidez lo alcanzó y lo giró hacia él, uniendo sus labios en un beso que sorprendió a MinKi, sus párpados cedieron y cerró los ojos subiendo las manos por el pecho del mayor hasta llegar a sus hombros, DoYeon quien tenía ambas manos en sus mejillas las descendió hasta su cintura y profundizó el beso apenas tuvo el permiso de MinKi, lo extrañaba, se extrañaban y se lo dijeron en ese beso y en las caricias que se proporcionaron, eran jóvenes y tenían mucho que aprender, mucho que mejorar como pareja pero su amor seguía intacto. Tomaron distancia y DoYeon acarició la cintura de MinKi mientras el menor lo hizo en su mejilla —Anda.
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