Capítulo 26
El día en que DoYeon acompañó a sus abuelos al hospital vio que el automóvil del doctor Choi se encontraba en el estacionamiento, imposible equivocarse, era la misma placa de patente, la cual vio cuando fue a la fundación junto a MinKi.
Ese mismo día se dirigió a casa de la familia Choi y las luces de la sala estaban encendidas.
Ellos seguían en la ciudad.
Preguntó por sus nombres en la recepción del hospital pero nadie lo tomó en serio, era un adolescente molestando. No sabía dónde ir y como el único lugar que conocía era urgencias, se quedó allí, esperando a que aparecieran.
Esa tarde SeungCheol bajó por el ascensor con los documentos que le enviaron de rayos x, frunció el ceño cuando vio a un chico bastante parecido a DoYeon, debía estar equivocado.
Era ilógico que siguiera buscando a MinKi cuando gran parte del tiempo, JiHoon y él pasaban en el hospital cuidando de su hijo, la casa parecía estar en venta o abandonada.
Lo ignoró y continuó su camino.
Al día siguiente volvió a pasar por aquel pasillo que daba una vista completa de la sala de espera en urgencias, el mismo chico estaba de espalda, mirando por los enormes cristales hacia la calle. SeungCheol se detuvo a mirarlo y DoYeon finalmente se volteó haciendo que el mayor se escondiera.
SeungCheol lo vio caminar hacia una de las sillas, sacó un sándwich de la mochila y se quedó mirando la pantalla de móvil.
Seguramente estaba allí por sus abuelos.
O eso quería creer.
Averiguó si los abuelos de DoYeon habían ido a urgencias y no encontró ningún paciente con sus características.
Estaba ahí por MinKi.
Cualquiera se hubiese dado por vencido, cualquiera lo hubiese olvidado para continuar con su vida.
Se lo comentó a MinKi y éste le repitió hasta quedarse dormido que no quería ver a DoYeon.
Pasó una semana y en su turno de noche se dirigió a farmacia, estaba enfadado por no tener soluciones fisiológicas de 500cc en la bodega del servicio así que en lugar de enviar a un paramédico, él mismo fue a buscarlas.
Encontró a DoYeon durmiendo en urgencias, con una sudadera oscura y la capucha puesta sobre la cabeza, revisó la hora del reloj de muñeca, era las doce de la noche.
—Tus abuelos deben estar preocupados —SeungCheol metió las manos en los bolsillos de su delantal blanco cuando se paró frente al menor.
DoYeon levantó la cabeza y se levantó rápidamente —Señor Choi.
—Regresa a casa por favor, es tarde.
—No, no me iré de aquí sin saber de él —Negó con la cabeza —Por favor dígame dónde está MinKi.
SeungCheol suspiró y buscó las llaves de su auto —Iré a dejarte a casa.
—No —DoYeon agarró su mochila apretándola contra su pecho, sus ojos se humedecieron y SeungCheol se quedó en silencio, sorprendido por la actitud del adolescente —¿Qué le pasó a MinKi? ¿Dónde está? ¿Por qué lo sacaron del instituto? Necesito verlo y decirle cuánto lo extraño, por favor, dígame dónde está.
SeungCheol condujo hasta la casa de DoYeon, detuvo el motor y apagó las luces, probablemente MinKi lo odiaría, no lo perdonaría por lo que estaba a punto de hacer y aunque él mismo no quería ver al chico que en ese momento estaba sentado a su lado, asustado por saber dónde estaba la persona que quería, con un millón de preguntas en la cabeza y con los ojos llorosos pensando en lo peor, no era justo lo que MinKi había hecho con él porque a pesar de que no le agradaba, DoYeon iba cada día al hospital esperanzado de tener un poco de información, una pista de dónde podía estar MinKi.
Su hijo le arrebató todo de golpe y se imaginó a él en el lugar de DoYeon.
—A los cinco años le diagnosticaron cáncer —Habló finalmente y DoYeon levantó la cabeza sintiendo como su corazón se detenía en ese instante —MinKi tenía una personalidad y una forma de ver la vida muy distinta a la que seguramente conoces, él a once años quería morir, evitaba a sus padres a pesar de ser las personas más dulces y atentas que he conocido. Al poco tiempo después decidieron acabar con sus vidas por su hijo aunque el pronóstico no era bueno, ellos perdieron todo para costear el tratamiento de MinKi y sabían que sin familiares el hospital se haría cargo, ahí entramos JiHoon y yo —Sonrió sin ganas al recordarlo —Lo adoptamos y hubo una oportunidad de llevarlo al extranjero, afortunadamente lograron detener el cáncer hasta hace unos meses atrás donde volvió, ha estado hospitalizado en estos meses, no quería que te dijéramos nada por miedo a que sintieras pena por él y sufrieras a su lado.
—¿Se va a morir? —Preguntó DoYeon con el corazón en las manos y lágrimas cayendo por su rostro.
—Actualmente se encuentra muy débil —Respondió SeungCheol —Necesita un trasplante de células madre pero no hemos encontrado a un donante compatible con él.
—¿Eso es una operación?
—No, termina siendo como una transfusión de sangre para MinKi pero el donante sí entra a pabellón bajo anestesia general.
—¿Yo puedo hacerlo? —Preguntó sin pensarlo dos veces.
—¿Qué? —SeungCheol lo miró sorprendido.
—Que me saquen a mí lo que necesiten para MinKi.
—Su tipo de sangre no es muy común, tendríamos que hacerte análisis —Habló pensando en todos los pasos a seguir —Además eres menor de edad.
—Tengo dieciocho años, puedo hacerlo —Dijo haciendo que SeungCheol alzara sus cejas —No me va muy bien en el instituto y tuve que repetir un año.
—Pero tus abuelos...
—Les diré ahora lo que quiero hacer —DoYeon abrió la puerta del automóvil para bajarse pero fue detenido por la mano de SeungCheol.
—Espera, espera, las probabilidades de que tengan el mismo tipo de sangre son muy bajas, no quiero que te ilusiones tan rápido.
—¿Y usted prefiere quedarse con la duda? —Preguntó DoYeon mirando al mayor —Porque yo no.
Lentamente SeungCheol fue aflojando el agarre, sacó las llaves del automóvil y volvió a mirar a DoYeon —Yo iré a explicarles a tus abuelos la situación y el procedimiento.
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