Capítulo 3

Para ti bu Marisakookmin

¡Con poco más de una hora para pensarlo y el omega no sabía qué diablos hacer!

Jimin se pasó las manos por el rostro y dejó salir un grito al aire para desahogarse, el omega sentía toda esta situación lo volvería loco, se encontraba en una de las encrucijadas más difíciles de su vida, ¿Cómo se metió en esto?

Esa mañana había iniciado con Jimin siendo el omegas más despreciado del pueblo casi  apaleado por un alfa por robar un par de manzanas para comer, luego milagrosamente fue salvado por un imponente alfa desconocido el cual Jimin pensó que era bueno pero terminó siendo un imbécil como todos los de su linaje y ahora ese imbécil del que ni siquiera sabía el nombre se quería casar con él.

¿Había lógica en todo lo que le había pasado en un solo día?

¡Por la luna! ¿Qué había hecho mal Jimin para merecer esto?, el omega no lo sabía, ¿por qué la diosa luna lo castigó de esta manera?, nunca permitiéndole conocer a su padre, quitándole a su madre y a su abuela y destinándolo a un compañero equivocado que lo rechazó y ahora llevándolo a conocer a este alfa que…

Jimin ni siquiera podía imaginar el por qué ese hombre lo eligió a él ¿Lastima? Era lo único que se le ocurría. ¿Cuáles eran las malditas razones reales para querer convertirlo en su omega?

Jimin sentía que su cabeza explotaría con tantos pensamientos y situaciones viniendo a su mente, ¡unir su vida a un alfa con que el había hablado por media hora! Eso era totalmente descabellado.

¿Pero qué otra opción tenia?

Si se quedaba en el pueblo lo más probable seria que terminará muerto por el crudo invierno que se avecinaba y la falta de comida, y si en caso de sobrevivir ese alfa lo amenazó con no permitir que consiguiera un trabajo entonces ¿Cómo pagaría sus deudas con el banco?

¿Acaso la luna decidió que su destino seria vivir entre desgracias?

Estaba entre la espada y la pared, ¡Una maldita espada de doble filo!, el omega se levantó del pequeño sofá donde dormía el cual los resortes salidos se le clavaban en las costillas, ahora solo tenía 45 minutos antes de la hora que dijo el alfa Jeon según su viejo reloj de pared que era un milagro que todavía sirviera.

El alfa prometía pagar sus deudas y hacerlo su esposo y todos los beneficios que traía llevar ese título, A Jimin ahora le hubiera gustado quedarse más tiempo y saber de qué diablos hablaba el alfa, pero lo más importante Jeon quería un cachorro, un hijo los uniría de por vida.

¡Es que toda esta situación sonaba a una locura por donde quiera la mirara!, ¿Cómo criaría un cachorro con alguien a quien no amaba? O ¿Si aceptaba y todo resultaba ser una mentira? El tiempo iba corriendo y su lado racional estaba más confundido que nunca.

Ahora el omega en su interior estaba calmado, incluso parecía estar feliz moviendo la cola como un sabueso, el aroma del alfa lo dejó fascinado y por supuesto que el lobo en su interior votaba por la idea de unirse al alfa.

Su omega interno estaba tan falto de afecto que esos pequeños gestos del alfa curando sus heridas e incluso detectando su aroma lo hicieron surgir de la oscuridad en la que se encontraba desde el rechazo.

¿Cómo hacerle entender a su lobo que esto era solo un trato con el alfa?, su lado animal confiaba en el alfa, pero su raciocinio lo dejaban en un choques de idea una avalancha de pros y contras.

Tomando una profunda respiración y dejando salir el aire lentamente tomó una decisión, confiaría en su omega de todos modos no había mucho de donde escoger, ¿Qué podría hacerle ese alfa que fuera peor que todo el infierno que había vivido todo este tiempo?

Busco entre unos cajones sus papeles y puso en un pequeño bolso el resto de ropa que tenía, faltaba media hora para las 4:00Pm cuando salió de su destartalada casa rodante, caminaría a ciegas a un futuro incierto.

Prácticamente tuvo que volver a correr para llegar a tiempo afortunadamente la comida del hotel le dio un poco de fuerzas y cuando llegó al lugar habían estacionadas frente al hotel tres camionetas como la que lo recogió al principio y Jeon estaba saliendo por las puertas principales del lugar con otros alfas y betas siguiéndolo de cerca.

El imponente alfa miró su reloj antes mirar a sus lados como buscando a alguien y Jimin sabía perfectamente que era a él, sus ojos avellanas se cruzaron con los azules del alfa y el hombre arqueó una ceja caminando hacia él.

—Esto significa que aceptas— Murmuró y no era una pregunta.

—Pero tengo preguntas y condiciones—Afirmó Jimin.

—Lo discutiremos en el camino— Musitó el alfa antes de guiarlo a la camioneta que estaba en centro y abrirle la puerta.

Jimin tragó grueso al subir al vehículo ¿Ya no había marcha atrás verdad?

El alfa se sentó a su lado y los autos empezaron a andar — ¿Cuáles son tus preguntas y condiciones? — Preguntó directamente el alfa mirándolo.

—Creo que primeramente quiero saber su nombre — Susurró Jimin nervioso, apenas y le estaba preguntando el nombre su futuro esposo, ya no estaba seguro de que esta era la decisión correcta.

—Jeon Jungkook— Le informó el alfa — Pero ya que de ahora en adelante serás mi omega tendrás permitido tutearme y llamarme solo Jungkook—

—Está bien, “solo Jungkook”—Murmuró Jimin y se sorprendió mismo por la especie de broma que se le salió por los nervios.

El alfa levantó una ceja como si no pudiera creer que el omega se hubiera mofado.

—Lo siento— Susurró Jimin bajando la mirada.

—No bajes la mirada— Ordenó el alfa— No hiciste nada malo no tienes que disculparte—

Jimin levantó el rostro y miro los ojos del alfa, ¡Esa actitud del hombre lo confundía!

— ¿Otra pregunta? —

— ¿Por quiere convertirme en su omega?, necesito saber eso—

El alfa pareció pensarlo un momento antes de responder —Razones, motivos no es algo que deba preocuparte—

Jimin rodó los ojos — Está hablando de mi claro que me preocupo— suspiró — ¿Perdió a su omega o algo así? —

Los ojos del alfa se endurecieron —Eso no es de tu incumbencia Jimin—

— ¡Claro que lo es!, si aún no lo encuentra algún día aparecerá ¿Y qué será de mí? —

— ¡Tú eres mi omega ahora y no hay más discusión sobre el tema! —El alfa gruñó molesto.

Jimin le miró un momento aturdido.

El alfa le miró con el ceño fruncido— ¿Qué condiciones tienes?, debemos discutir eso para enviar los datos a mi abogado y redactar el contrato—

—No quiero ser tratado como un objeto por usted ni por nadie— Respondió el omega.

—Ya te lo dije serás mi esposo, tratado como tal con todos tus derechos, vivirás en mi casa y serás tan dueño de ella como yo, seremos un matrimonio real ante los ojos de cada alfa, beta u omega que nos vea— Afirmó Jungkook.

— ¿Eso significa que va a marcarme? —Jimin se llevó la mano al lugar donde se supone debería estar la marca de su alfa.

—Para una marca permanente tendríamos que llegar muy lejos — El alfa lo miró y las mejillas de Jimin se tiñeron de rojo.

Se suponía que un alfa marcaba a su omega en pleno acto de amor, cuando ambos estuvieran en el clímax, así se reafirmaría su lazo uniendo sus almas, se suponía también que era un momento único donde incluso podría escuchar los pensamientos de su compañero destinado en su propia cabeza y si su lazo era lo suficientemente fuerte no habría distancia alguna que los pudiera separar porque se encontraría el uno al otro atraídos como imanes. O eso le habían contado a Jimin.

Lo cual el omega nunca podría experimentar ya que él no tenía más un compañero destinado y no había oído jamás sobre lobos que no fueran destinados que tuvieran ese tipo de conexión, y de todos modos su unión a este alfa no era real.

— ¿Tendré una marca temporal? — Preguntó Jimin suspirando.

—Estaba pensando en ello, renovada cada cierto tiempo eso mantendrá mi olor en ti— Explicó Jungkook.

Jimin se mordió el labio inferior — ¿Sera un contrato a corto o largo plazo? — Preguntó.

—Creo que los primeros 3 años serán obligatorios en ese tiempo podremos tener al cachorro tú decides si quieres el divorcio o no después de eso— Le dijo el alfa— Si quieres divorciarte será un acuerdo mutuo y tendrás una pensión por el resto de tu vida—

— ¿Y qué pasará con nuestro hijo si nos divorciamos? — Preguntó Jimin de inmediato.

—Se quedará conmigo por supuesto— Afirmó Jungkook — Tú me cederás la custodia completa—

— ¿Por qué haría eso? — Interrogó Jimin exaltado — ¡Sera mi cachorro también! —

—Porque eso estará en el contrato, sin embargo no pienso quitarte todos tus derechos como padre omega del pequeño podrás visitarlo y estar en contacto con el— Le informó el alfa— Pero como te dije será tu decisión divorciarte o no—

Ahora pensaba que este alfa era peor de que lo imaginaba, ¿usaría a un cachorro que aún no existía para mantenerlo como su esposo para siempre?, porque obviamente Jimin no renunciaría a su hijo.

Un sabor amargo se formó en su garganta y prefirió mirar por la ventana antes de seguir hablando con el alfa, en ese momento ya no quería saber más de ese jodido contrato que aún no había firmado y ya no estaba seguro de querer firmar.

Dejando su pequeña ciudad atrás de lo único que estaba seguro era que vida cambiaría radicalmente para bien o para mal.

Jimin sabía que el viaje era largo y poco a poco su agotado cuerpo empezó a traicionarlo y sus ojos empezaron a cerrarse no supo en qué momento se durmió pero cuando se despertó fue por el llamado del alfa.

— ¡Despierta es hora de subir al avión! — Le informó Jungkook.

Jimin bostezo — ¿Avión? —

—Por supuesto, estamos en el aeropuerto de Incheon, llegaremos a Seúl en una hora—

El omega abrió sus ojos completamente, ¿viviría en Seúl?, esto que aún seguía siendo como un sueño se iba volviendo más real, Jimin sabía que si salía de Incheon no volvería de nuevo.

El alfa le dio una mirada de nuevo incitándolo a salir, Jimin lo hizo con resignación aceptando nuevamente el injusto destino que la luna lo había orillado a tomar.

¿Qué tenía la diosa Luna en su contra?, eso le gustaría saber.

El alfa guio hasta un avión en el cual subieron junto a todos los que suponía trabajaban para el gran alfa, Jimin tomó asiento al lado de Jeon con nerviosismo ¡Jamás había subido a un avión! — ¿Por qué no hay mas pasajeros? — Pregunto.

—Este es mi avión privado— Le hizo saber el alfa ayudándole a ponerse el cinturón — Despegaremos en unos minutos—

Jimin asintió con su corazón latiendo demasiado rápido, cuando encendieron las turbinas el omega sintió que el avión vibraba y apretó el su asiento con fuerza.

— ¿Por qué estás tan nervioso? — Preguntó el alfa.

—Nunca había subido aun avión— Le confesó Jimin.

—Entiendo, una despeguemos te sentirás mejor— Aseguró Jungkook.

Jimin no estaba seguro de eso, pero para su sorpresa el alfa posó su gran mano su la suya más pequeña cuando el avión empezó a elevarse.

Holitaaaa preciosas cositas del infierno, pregunta sería ¿yo les caigo bien?



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