Capítulo 17


Jimin sonrió con timidez mientras observaba el cuerpo de su alfa estaba sentado justo frente a él, mirando hacia el bosque, Jungkook era fuerte tenía una amplia espalda, y brazos bien formados, por no mencionar sus largas y musculosas piernas.

Por un momento se permitió imaginar cómo sería su forma lobuna, dada su aura y apariencia podía intuir que la forma de lobo de su alfa debería ser muy poderoso.

Jimin hizo un pucherito, Jungkook había cambiado por completo el tema de conversación desde hace mucho evitando el de su transformación, de verdad quería verlo, su omega estaba ansioso y en ese momento se le ocurrió una idea así que se puso de pie y con un poco de pudor empezó a quitarse la chaqueta que traía puesta.

El alfa lo miró — ¿Jimin que haces? — Le preguntó con los ojos muy abiertos.

— ¿Ya lo olvidaste?, para la transformación es mejor quitarse la ropa a menos que quieras que se dañe me gusta esta ropa— dijo para empezar a desabotonar su pantalón.

— ¿Te desnudaras ahora? — El alfa tragó grueso.

—Sí, quiero transfórmame antes de que empiece a llover, al parecer lo hará pronto— Jimin hizo un pequeño puchero.

Jungkook tomó toda la fuerza de voluntad que le quedaba para apartar la mirada, tenía que respirar lentamente, después de murmullo de ropas siendo quitadas y un crujido de huesos pudo volver a mirar y la imagen frente a él era tan jodidamente adorable.

Un hermoso lobo de pelaje color castaño estaba frente a él, el tamaño era de un omega promedio, pero los juguetones ojos color caramelo de Jimin hacían la diferencia, su omega tan hermoso en su tanto en su forma humana como en su forma animal y eso era demasiado para su corazón.

El alfa en su interior estaba tan emocionado que aullaba por salir, Jungkook intentó con todas sus fuerzas mantenerlo bajo control pero esta vez en particular estaba siendo difícil, el hermoso lobo castaño  se sentó en sus patas traseras y lo miraba con ojos soñadores como esperando que el también se transformara.

Jungkook se llevó una mano al pecho y respiró hondo, en ese momento el pequeño lobo se movió acercándose a sus piernas con curiosidad y luego retrocedió de forma juguetona, lo hizo un par de veces más, en una clara invitación a jugar pero como vio que Jungkook no hacía nada empezó a gimotear.

Y su alfa interior estaba cada vez más desesperado por salir para atender las necesidades de su omega.

La respiración de Jungkook empezó a acelerarse a medida que sentía que perdía el control, la verdad era que en realidad Jungkook temía dañar a Jimin en la transformación, hacia tanto tiempo que no hacia esto y la última vez no resultó tan bien y por eso siempre intentaba reprimir todos sus instintos animales.

Ese dia había estado tan furioso que…

Jungkook negó con la cabeza y trató de concentrarse pero fue demasiado tarde sentía que su cuerpo ardía como llamas encendidas, en ese instante el pequeño lobo se acercó a él rosándose en sus piernas, una dulce fragancia a caramelo lo invadió y logró recuperarse por un par de minutos.

Pero estaba claro que en esta lucha contra su alfa interior él iba a perder así que no le quedó más remedio que empezar a quitarse la ropa y ceder ante sus instintos, un crujido de huesos se escuchó y un enorme y fuerte lobo negro con peculiares ojos violetas cayó en sus cuatro patas sobre la hierba.

El gran alfa doble del tamaño del omega incluso un poco más, el omega agachó las orejas y bajó su cabeza hasta el suelo mostrando su cuello en signo de sumisión, el imponente lobo azabache dio fuertes pasos hacia el antes de olisquearlo.

El pequeño lobo espero hasta que el alfa le lamió las orejas y el rostro, luego se paró sobre el dejándolo en medio de sus patas y lo cubrió de alguna manera extraña pero sin dejar su pero sobre el lobo más pequeño, se frotó un poco sobre él dejándolo totalmente impregnado con aroma.

Y el omega estaba más que encantado de dejarse hacer lo que el alfa quisiera, el alfa solo lo dejó ir hasta que estuvo seguro que el hermoso omega solo olía a él.

El pequeño lobo castaño movió la cola hacia el alfa y se acercó a él de nuevo solo para alejarse al instante, los instintos le dejaban claro al alfa que el omega solo lo estaba provocando,
Cuando el omega se acercó nuevamente en un rápido movimiento casi lo atrapa, pero Jimin tenía la ventaja de ser más pequeño lo que lo hacía más ágil, corrió hacia unos arbustos con el alfa persiguiéndolo.

En ese momento comenzaron un entretenido juego donde el alfa intentaba cazar al precioso omega, corretearon entre arbustos y árboles justo cuando el alfa creía que tenía acorralado al omega este escapaba burlando sus ataques.

Ambos lobos se habían aceptado y estaban disfrutando de su tiempo juntos, sin que ninguno de esos pensamientos humanos que solo echaban las cosas a perder.

El tiempo pareció detenerse, con pisadas fuertes clavándose en el suelo, la brisa fría que anunciaba la lluvia moviendo sus pelajes, cada aroma, cada movimiento era captado por la hermosa pareja de lobos que corrían con libertad y aullaban de felicidad, en ese instante el alfa logró atrapar al omega entre sus fauces, el lobo cayó con el lomo en el suelo sus patas estaban sobre el pecho del alfa.

El lobo negro empezó a dejarle lamidas en el cuello y detrás de la orejas de forma cariñosa cuando fueron interrumpidos por la torrencial lluvia que empapó el bosque y sus pelajes.

Pero eso no fue impedimento, siguieron corriendo incluso cuando lluvia solo en el momento que el viento era demasiado recio el alfa condujo a su omega hasta una cueva que conocía para buscar refugió, se acurrucaron uno al lado del otro para darse calor mientras se resguardaban, el pequeño lobo castaño prácticamente estaba en medio de las patas del gran lobo negro.

Dormitaron disfrutando de su calor mientras afuera llovía a cantaros, cuando volvieron a despertar el cielo estaba despejado, ambos salieron de la cueva pero al llegar al lugar donde habían hecho su picnic se dieron cuenta que la ropa que dejaron olvidada no solo estaba mojada sino que también estaba cubierta de barro.  

El alfa rosó su cabeza contra la del omega consolándolo ya que le había escuchado decir que le gustaba esa ropa, pero no lo dejaría volver a usarla en esas condiciones así que decidió que volverían en su forma animal a la mansión.

Si Jeon Jungkook en su forma humana era jodidamente intimidante, ahora en su forma de lobo causaba terror, incluso para los otros alfas que trabajaban en la mansión, algunos de los empleados se quedaron petrificados cuando un enorme lobo negro entró acompañado de un lindo lobo castaño.

Subieron las escaleras y de alguna forma el alfa abrió la puerta de la habitación del omega empujándola con la cabeza, se frotó un poco más contra el omega antes de darle un par de lamidas a su rostro como despedida.

Cuando Jimin convocó su transformación de nuevo estaba en medio de su habitación, la sonrisa en su rostro no podía ser más grande y el lobo en su interior aullaba moviendo su cola encantado, su alfa lo aceptaba plenamente y su matrimonio era solo en pocos días, definitivamente las cosas no podían estar mejor.

A regañadientes Jimin había ido darse una ducha es que no quería lavar el aroma de su alfa que estaba en su cuerpo, pero debía limpiarse, además el agua lluvia podría causarle un resfriado.

Pero luego de un rato cuando salió del baño recordó que tenía varias de las camisas de su alfa que traviesamente le había robado de su armario.

Es que el alfa le dijo que le regalaría mas pero se tardaba en hacerlo, así que Jimin tomo la decisión de tomarlas por sí mismo, eran pareja no había nada de malo en ello.

Así que con la camisa de su alfa puesta se dejó caer en la cama, moviendo sus piernas de felicidad, ¡Lo que pasó en el bosque era indicios de que tendría un matrimonio real con el alfa! Así que estaba demasiado emocionado.

Unos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos y se levantó para abrir, se encontró con el atractivo rostro de su alfa y este sostenía una bandeja de comida en sus manos.

—Estuvimos tanto tiempo en el bosque que nos perdimos la hora el almuerzo — El alfa se aclaró la garganta — Traje un poco de comida para ambos —

—Gracias — Dijo Jimin abriendo más la puerta para que pasara —Se ve delicioso—

Jungkook sonrió —No tanto como la que preparas tú— Murmuró.

Las mejillas de Jimin se tiñeron de rosa ante el elogio, en las últimas semanas el alfa había dejado claro que amaba cada platillo que el omega preparaba.

Jungkook dejó la bandeja sobre una mesita mientras se acomodaban para comer —
Jimin había olvidado decirte, tengo que salir fuera de la ciudad para realizar unos negocios que no dan espera —

Eso tomó a Jimin por sorpresa e hizo un puchero — ¿Cuándo te iras? —

—Saldré mañana, solo serán un par de días regresaré un día antes de la boda, es imperativo que vaya, así estaré totalmente libre de trabajo para ir a nuestra luna de miel — Le informó.

Jimin asintió ahora con una pequeña sonrisa en sus labios, el alfa estaba viajando para terminar de despejar su agenda para pasar tiempo junto y eso le animó mucho.

—Entonces cuídate mucho — Dijo sonriendo.

El alfa asintió mientras veía a Jimin comer, pero pronto descubrió que eso era una distracción incluso comiendo su omega era hermoso, debió su mirada por la habitación captando algo que no había notado antes — ¿Te gustan los muñecos de felpa? —

Jimin miró a la misma dirección que su alfa, en una pequeña repisa había colocado algunos osos pequeños que trajo con el hacía poco —Si — Confeso — Esos me los regalo mi abuela, cuando me presenté como omega e hice mi primer nido, ella decía que era importante para un omega tenerlos —

—Oh— el alfa asintió mirando a los oso.

Jimin sonrió no  quería parecer un cachorro, pero esos osos eran preciados para él, ellos y su medallita en forma de la diosa Luna era lo único que le quedaba de su abuela.

Terminaron de comer y siguieron charlando mientras se daban cortas miradas furtivas llenas de muchos sentimientos que empezaban a florecer.

 Jungkook le contó lo que haría en su viaje, mientras Jimin le hablaba sobre todos los detalles que él y Ji-Hyun habían arreglado para la ceremonia.

Y al día siguiente antes de salir de la mansión el alfa fue a la habitación de su omega por un largo y dulce beso de despedida.

Hola mis amores míos de mí, ¿Qué tal les parecio ese par de lobitos enamorados?
 

Bueno bebés estoy intentando escribir el siguiente cap., si lo logro lo publicare más tarde, si no pues nos leemos mañana ¿Okí?
 

Nunca olviden el mucho que esta Pottercita los ama.
 
 

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