Capítulo 1
Advertencia: No queria llegar a este punto pero de verdad ya no puedo mas todos mis lectores merecen respeto y vivir la misma experiencia al leer, por lo que para las personas que están volviendo a leer la historia y saben lo que pasa dejo claro ¡los SPOILERS están PROHIBIDOS así como tambien la palabra "RELEYENDO" o "R" de aqui en adelante.
¡Spoiler que veo, usuario que bloqueo!
— ¡No te vas a escapar de mí maldito omega! — Jimin escuchó el grito del furioso alfa que lo perseguía.
Él era ágil pero tenía tres días sin probar comida y sus fuerzas se estaban agotando, sentía sus pulmones arder por la falta de oxígeno y empezaba a ver borroso el alfa lo mataría.
Su corazón latía tan rápido que más bien parecía un zumbido y prácticamente sin fuerzas cayó de bruces al piso raspándose la rodilla y las palmas de manos, Jimin se puso de pie como pudo para empezar a correr de nuevo pero la mano del alfa se cerró en su muñeca en un fuerte y doloroso agarre que le saco una lagrima.
—Lo siento— susurró Jimin como pudo.
Pero en el rostro enojado el alfa no existía ni una pisca de piedad — Un lo siento no lo solucionará ¡Maldita basura! — Gritó antes lanzar a Jimin contra un muro tan fuerte que detrás de su cabeza empezó a brotar sangre.
Jimin lo miró aterrado cuando el alfa que tenía un olor a tabaco que le repugnaba al omega levantó su puño cerrado contra él y Jimin apretó sus ojos solo esperando el golpe.
— ¿Por qué golpear a un omega? — Escuchó que una voz diferente habló y por la firmeza en el tono Jimin dedujo que era otro alfa y abrió los ojos lentamente.
Había un hombre alto de cabello negro bien arreglado, vistiendo un elegante traje gris que envolvía su fuerte y alta figura a la perfección, un intenso olor a café invadió las fosas nasales de Jimin, el aroma era fuerte y atrayente incluso logró opacar el desagradable olor a tabaco del otro alfa.
El Alfa desconocido sostenía la muñeca de su agresor y la amenazante mirada en los fríos ojos azules dejaban ver que estaba enojado.
— ¡Qué diablos! — Gritó el alfa soltándose — Ese omega tiene asuntos pendientes conmigo— Gruñó.
—Si lo golpeas te vas a arrepentir— Aseguró el alfa desconocido con una voz calculadoramente suave pero llena de advertencia.
— ¡Este no es tu asunto! — Espetó el alfa con desdén.
— ¿Qué está pasando aquí MinHo? — Interrogó una voz diferente.
—Alcalde In, este maldito omega me ha robado de nuevo en mi puesto en el mercado y ese tipo no quiere que le dé su merecido— Acusó el MinHo con enojo aun acorralando a Jimin contra el muro.
Los ojos del viejo alfa In quien tenía el puesto de alcalde de esa pequeña ciudad estudiaron a Jimin de pies a cabeza — ¿Ahora eres un ladrón? — escupió de forma desdeñosa.
Los ojos de Jimin ardían con lágrimas acumuladas y no pudo responder nada.
—Es la tercera vez que lo hace— Musitó MinHo.
— ¿Qué te ha robado? — Preguntó el alfa de cabello negro.
—Una bolsa con manzanas— Respondió indignado Minho.
El alfa le miró con incredulidad y luego se llevó la mano al bolsillo sacando su cartera — ¿Cuánto es el precio de las manzanas en los tres robos? —
—Yo no quiero tu dinero es este omega inútil quien lo va a pagar — Sentenció — Es solo basura ya es hora que lo destierre de aquí — Exigió MinHo.
—Desterrar a alguien es algo demasiado arcaico, las leyes actuales protegen a los alfas y omegas por igual— Gruñó el alfa desconocido sus ojos increíblemente azules casi violetas se estaban tornando rojizos.
—A este omega nadie lo quiere, hasta su alfa lo rechazó— Escupió MinHo.
—Eso es verdad alfa Jeon, este omega es solo un desecho de la basura y merece ser castigado, serás encerrado y esta vez por más de una semana y recibirás diez azotes — Ordenó el alcalde.
Para ese momento los ojos del alfa parecían dos brazas ardiendo — Me parece totalmente indignante que sigan empleando castigos como el azote en estos tiempos, usted es el alcalde debe hacer cumplir cada ley y estatuto promulgado por el gobierno, los omegas no son cosas, no son desechos, ni mucho menos basura las leyes los protegen y si estoy tratando con hombres con pensamientos tan retrogradas no pienso invertir en este lugar— sentenció.
El alcalde palideció —Déjalo ir MinHo— Ordenó de inmediato y el fuerte alfa a regaña dientes se apartó —Alfa Jeon espere…
Jimin al ver que los tres alfas estaban entretenidos emprendió de nuevo su huida pero esta vez con más dificultad ya que cojeaba de una pierna, este día era un total infierno, necesitaba regresar al bosque al menos allí empezaría a sanar manera tranquila, aunque con su falta de una buena alimentación tardaría mucho más.
El frio se estaba volviendo implacable, el gélido viendo golpeaba su rostro con ferocidad agrietando aún más sus resecos labios, Jimin ajustó el cierre de su desgastada chaqueta intentando protegerse del clima, esta era la señal de que el invierno estaba cerca y si quería sobrevivir era mejor pasarlo en su forma animal.
Miró a todos lados antes seguir caminando, habían personas desconocidas en el pueblo, muchos rostros de extraños, hombres con trajes elegantes aquí y allá, Jimin estaba seguro que venían en compañía del alfa que lo había salvado de una paliza, Jimin había pasado los últimos tres días internado en el bosque cazando o mejor dicho intentando cazar pero no tuvo nada de suerte y tuvo que arriesgarse e intentar tomar un par de manzanas.
Robar no era algo de lo que se enorgulleciera, pero a veces no tenía otra opción, nadie le tendía una mano a un omega como él, huérfano y rechazado por quien se suponía era su pareja destinada.
Y como su abuela decía “Pueblo chico, Infierno grande” cuando se enteraron de que había sido rechazado todos empezaron a evitarlo como si tuviera peste.
Jimin llevó su mano detrás de su cabeza y tocando la humedad de la sangre le dolía demasiado y su estómago seguía gruñendo, ahora estaba hambriento y mallugado.
¿Acaso las cosas podían empeorar?
¡Maldición! No debió preguntar eso, porque en ese momento un beta y un alfa se acercaron a él ambos vestidos de forma implacable, Jimin no tenía fuerzas para huir.
—Debe venir con nosotros— Dijo el alfa con voz firme.
Jimin tragó grueso — ¿P-por que? — preguntó nervioso mirando cuál sería su mejor salida para empezar a correr.
—El alfa Jeon solicita su presencia — Informó el beta.
Los ojos de Jimin se abrieron totalmente asombrado ¿Para qué querría verlo ese hombre? — ¿Para qué? — Susurró.
—El Alfa Jeon se lo dirá cuando lo vea— La mano del Beta sostuvo su antebrazo y Jimin supo que no tenía escapatoria, una camioneta negra se estaciono el Alfa le abrió la puerta.
Tenía que entrar a ese auto con esos desconocidos Jimin se sentía aterrado pero lo haría porque nadie lo ayudaría aunque el empezara a gritar.
El Beta tomó asiento a su lado y el alfa se sentó en el asiento copiloto al lado de otro alfa que conducía.
Jimin tragó sonoramente y miró por la ventana conducían al centro de la pequeña ciudad, habían demasiadas preguntas en su cabeza y el miedo empezaba a consumirlo ¿Qué querría ese alfa con él? Lo había defendido de MinHo no podría ser tan malo ¿verdad?
¿Pero y si lo había hecho para Jimin creyera que era bueno?, el omega ya no confiaba en nadie, las personas no se acercaban a el con buenas intenciones nunca, así que empezó a dudar si quería llegar a ver a ese desconocido.
¿Si abría la puerta y saltaba del auto solo obtendría unos mallugones mas no es así? Estaba acostumbrado a ellos.
Miró el rostro del beta a su lado el hombre era delgado pero alto y elegante tenía su rostro estoico mirando al frente ¡Esta era su oportunidad! Sin llamar la atención llevó su mano a la puerta pero el seguro de esta se trabó.
Jimin miró al frente y vio como a través del espejo los ojos del alfa que conducía estaban sobre él, el hombre negó con la cabeza.
Jimin suspiró resignado, bien esto podía terminar bien o muy mal y con la suerte que el omega tenia, Jimin se inclinaba más a la segunda opción.
—Llegamos — Murmuró el beta cuando el auto se estacionó frente al único hotel que había.
El alfa bajó y les abrió la puerta, de nuevo la mano del beta fue a su antebrazo guiándolo por el vestíbulo hasta el ascensor, todos se lo quedaron mirando.
Jimin sabia que debía estar viéndose horrible, los jeans que tenía puesto estaban rotos en las rodillas y vaya que no era por moda eran demasiado viejos y desgastados y habían terminado llenos de agüeros a los cuales ya no podía remendar, dejaban ver sus heridas, su cabello revuelto y enmarañado no ayudaba a su apariencia.
El ascensor se cerró frente a él y empezó a subir luego se abrió en el quinto piso este era el último, las manos de Jimin estaban sudando haciendo que las heridas en sus palmas ardieran.
Siguieron por el pasillo y se pararon frente una puerta, el beta tocó y la puerta se abrió — Alfa Jeon— Saludo haciendo una reverencia.
Los ojos color avellana de Jimin se encontraron con los azules del imponente alfa y tragó sonoramente.
¿Qué diablos quería ese alfa con él?
Hola mis amores míos de mí, aquí estoy de nuevo con mi primera historia ¿larga? Omegaverse, decirles que estoy muy nerviosa, ¡Dios la verdad me siento aterrada!, nunca me había atrevido a usar esta temática para crear una historia larga porque no sé si pueda manejarla.
Espero que me apoyen y me ayuden si hay algo mal, estoy para aprender.
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