— ¿Ahora qué? — pregunté molesto — no ha pasado ni un día y ya los estoy volviendo a ver —

— Rey Jeon, no aprobamos el compromiso con el joven Taehyung. Estuvimos hablando toda la tarde al respecto y hemos llegado a la conclusión de que no es apto y mucho menos confiable —

— ¿Qué?, no pueden hacer eso —

— Podemos, Rey Jeon ya tenemos a la persona indicada para usted, de hecho desde que volvió ya lo teníamos todo decidido, pero con la llegada del joven Taehyung hubo una pequeña variante, la cual hoy hemos descartado y nombrado como imposible —

— ¿Y según usted quién debe de casarse conmigo? —

— Yo — escuché la voz de Nayeon detrás mío — desde el principio yo fui la elegida por los ministros, por el pueblo y por mis padres — dijo bajando lentamente las escaleras — tú y yo nos debemos de casar, así debe de ser —

— Me niego —

— Rey Jeon, usted no se puede negar. Por muchos años ha estado evadiendo su cargo como rey y nosotros lo hemos permitido, la princesa Nayeon a demostrado su madurez y se ha encargado perfectamente del reino, ha sido muy competente en cada decisión y acción —

— No me casaré con ella, ¡Me niego rotundamente! —

— No puedes. Si te niegas me veré en la lamentable decisión de escoger a un prometido y casarme con él, eso sería quitarte tu puesto de rey. Así es, te descoronaría — dijo Nayeon sin borrar su sonrisa

— ¿Desde cuándo tienes planeado esto? — me acerqué a ella

— Yo... leí la cláusula ayer, tú también deberías de hacerlo, así no vivirás en la ignorancia — se río — soy la elegida por el reino entero, no puedes contra eso —

— El joven Taehyung debe de dejar inmediatamente el castillo, no puede ver a otro omega que no sea su prometida, la princesa Nay-... ¡Rey Jeon! —

No escuché más disparates, salí de ahí hecho furia, ellos no podían hacer esto, yo soy el rey, soy la máxima autoridad.

— ¡No!, ¡Humm! — escuché la voz de Taehyung que de dejó inmóvil por un momento

Corrí de inmediato al lugar de donde provenía los gritos, los establos, corrí con todas mis fuerzas, escuchando los gritos de Taehyung.

— ¡HOSEOK! — grité al ver como Hoseok tenía en sus brazos a Taehyung, lo estaba subiendo a una carroza

— Ju-ungkook — dijo con el rostro pálido, pero sin soltar a Taehyung

— ¿Qué haces? — pregunté al ver como Taehyung tenía las manos amarradas, además de un trapo en la boca

— Yo-yo... —

— Suéltalo, ¡AHORA MISMO! — grité acercándome a él, arrebatando a Taehyung de sus brazos

— Ju-ungkook, yo... —

— ¡Mi señor! — exclamó cuando desaté el trapo de su boca

— Dime todo — dije viendo fijamente a Hoseok

— Mi señor. El señor Jung me intentó llev-... —

— Fue plan de Nayeon — dijo Hoseok retrociendo — ella me ordenó que me deshiciera de Taehyung, ella quería que lo mate, pero no quería así que lo iba a alej-... —

— Suficiente — dije rodeando a Taehyung, estaba temblando — Hoseok queda prohibido que estés cerca de Taehyung, no te voy a matar porque eres mi am-... eras mi amigo, ahora, si te acercas a él, por cualquier cosa, yo te cortaré la cabeza —

— Ju-ungkook, tú-tú no puedes hacerm-... —

— Tampoco te quiero cerca mío, así que será mejor que te vayas del castillo — dije sin dejar de verlo — no doy terceras oportunidades, ya son dos veces, esta será la última advertencia, a la siguiente si te mato —

○●○●⊙●○●○

Mi señor me abrazó, le dijo al señor Jung que no lo quería ver y me sacó de ahí, pensé que volveríamos al castillo, pero no fue así, agarró un caballo y me subió junto a él.

— ¿A dónde vamos, mi señor? — pregunté viendo como nos alejamos con rapidez, incluso los soldados que estaban en el camino se alejaron al vernos, el caballo iba con prisa

— Taehyung... quiero que estemos solos — dijo mirando el camino mientras bajábamos

No muy lejos vi el acantilado, hacía frío, últimamente llovía seguido y, pronto empeorará. Llegará el invierno, la corriente del río también será más fuerte y la gran desembocadura que está en lo bajo del reino se congelará, será hermoso.

— Taehyung... —

— ¿Sí? — pregunté al ver como paró el caballo de pronto

— Bajemos aquí —

— Pero... — dije viendo a lo lejos el castillo, se veía demasiado pequeño desde aquí, estábamos en la parte trasera así que no se podía ver el pueblo, pero sí la desembocadura — ¿Qué hacemos aquí? —

— Vete ahora —

— ¿Qué? — de inmediato lo miré

— Debes de irte, es peligroso que estés aquí — bajó del caballo

— Mi-mi señor — sentí como me alzó para también bajarme

— Puedes irte ahora, no te pasará nada — dijo acariciando mi mejilla

— ¿Porqué me dice esto? — pregunté viendo su rostro sin expresión

— Taehyung... —

— No me quiero ir — lo abracé — no me pida que me vaya, no me deje, por favor. Es la única persona que me queda, no-no me deje, haré lo que pida, seré muy obediente, no me tiraré al piso o lloraré —

— Taehyung... —

— Yo-yo lo amo, no me deje, sin usted me voy a morir, po-por favor no me deje — dije tirándome de rodillas, abrazando sus piernas — no me deje, se-se lo ruego —

— Ponte de pie —

— No-no me deje —

— Taehyung... — me empujó, haciendo que suelte sus piernas — lo lamento, pero debes de irte —

— Se lo ruego, ¡Por favor no me deje!, ¡Tengo miedo! — exclamé cuando se acercó al caballo — ¡Yo lo amo!, ¡Y si eso lo aleja no lo amaré más!, ¡Pero por favor no me deje!, ¡YA NO LO VOY A AMAR MÁS SI ESO QUIERE, PERO NO ME DEJE!, ¡NO QUIERO ESTAR SOLO AQUÍ!, ¡MI SEÑOR, TENGO MIED-...! —

— No puedo... no te voy a dejar — sentí de pronto sus brazos rodearme — no puedo dejarte, no quiero hacerlo —

— Mi señor... — sonreí, envolviendo mis brazos a su torso

— No puedo dejarte, tengo que hacerlo, pero no quiero —

— No-no me deje, por favor —

— Mírame — dijo alejándome de él — no llores — limpió mis lágrimas — mira como se ha corrido todo tu maquillaje, está peor que antes — se río

— ¿Estoy feo? —

— Mucho —

— A-ah... —

— Pero sigues siendo hermoso —

— ¿Ah? —

— Todo esto es... demasiado — dijo quitando los adornos de mi cabello y tirándolos al suelo

— Se-se van a romper... —

— No importa — dijo quitando todos — tu cabello suelto, es hermoso — quitó el gancho que lo sujetaba — Todas estas prendas son horribles — desató mi ropa

— Pe-pero... —

— Taehyung, eres como una flor, pero no sé cuál — dijo riéndose

— Mi mamá me llamaba pequeño azafrán — dije viendo como me miró con interés — me decía que era porque era travieso y risueño pero en apariencia era como un ángel, decía que el, que hacía renagar a todos, pero que con mi dulce olor hacía que todas mis travesuras se le olviden — me reí al recordar eso

— Azafrán, tiene razón tu mamá, eres como un azafrán —

— Mi señor... yo quiero estar siempre a su lado — dije arrugando la tela que cubría su pecho — no me deje —

— No lo haré, confía en mí, mi pequeño azafrán — dijo uniendo nuestros labios — vamos al pueblo — dijo llevándome hacia el caballo

— Pe-pero las joyas —

— No importa eso, hay muchas más en el castillo —

Fuimos al pueblo pero era tarde, muchos no estaban afuera por la lluvia, hace unos minutos se hizo más fuerte. Mi señor dijo que no quería ir al castillo, que solo quería estar conmigo y que nadie debía de saber que estábamos aquí.

— Mi casa... — dije viendo lo maltratado que estaba

— Vamos, necesitamos un lugar en el cuál dormir —

Entramos, yo con algo de miedo. Todo estaba igual, era nostálgico, y no pude evitar llorar, me traía muchos recuerdos.

— Flores, ¡Flores! — exclamé recordando que mi hermano siempre guardaba las semillas de mamá, nunca las plantó porque dijo que eran recuerdos, pero yo sí lo haría, las sembraría en su tumba

— Taehyung... ¿Aquí dormías? —

— Sí — dije volteando, quedando helado al ver como se quitaba su camisa — mi-mi se-señor —

— Deberías de quitarte tu también la ropa, está mojada —

— Sí-í — fue vergonzoso, pero lo hice, solo me envolví con su capa

— Nunca he dormido en el suelo —

— Se tiende las colchas para que no sea molesto — dije señalando una caja — ahí guardaba mis colchas —

— Siguen acá... tienen aún tu olor —

— Yo-yo —

— Me gusta — dijo teniéndolo en el piso, lo hizo mal — ya está, vamos a echarnos —

— Sí... — con cuidado me eché a su lado, todo estaba oscuro pero por algunos huecos entraba la luz de la luna y algunas pequeñas gotas

— Taehyung... —

— ¿Sí-í? — pregunté alzando mi mirada

— Déjame abrazarte — dijo poniéndose encima mío

— Mi señor... —

— Necesito tenerte, por hoy — no entendí eso pero accedí

Él me besó y empezó a tocar, de inmediato sentí mi cuarto caliente, al igual que el suyo.

— ¡Ahg! — gemí moviendo mis caderas lentamente

— ¿Se siente bien? —

— U-ujum — gemí sintiendo como me alzó de la cintura — hu-humm, ¿Sé siente bien para usted, mi-mi señor? —

— Muy bien, todo de tí me hace sentir bien —

— ¡Ahg! —

Mi señor me abrazó, no se dejó de mover mientras me besaba, intentaba calmar mis gemidos, no quería que nadie nos escuche, las casas no tenían paredes muy gruesas y además todo estaba tan silencioso.

— Mi-mi — no podía calmarme, se movía muy rápido

— Ya-ya casi —

— Mi-mi señor — gemí mientras me corría

— Ya, espera —

— ¡A-ahg! — tuve que taparme la boca, sintiendo su nudo

— Lo hiciste bien — dijo besando mi frente — fue fantástico —

(Una semana después)

Seguíamos en el pueblo, mi señor no salía, yo iba a comprar lo necesario y volvía.

— Está listo, mi señor — dije con algo de miedo, no sabía si sabía bien

— Está... delicioso — dijo acariciando mi cabello

Era relajante estar así, hablábamos de muchas cosas, pero más que nada mirábamos el cielo, íbamos a la parte trasera de mi casa y nos echábamos en el suelo, viendo el cielo gris. Pero al día siguiente todo cambió, mi señor parecía molesto.

— ¿Iremos al castillo, mi señor? — pregunté mientras lo veía vestirse

— Sí... — dijo sin voltear a verme — alístate, es temprano y será mejor llegar ahora —

— Entiendo —

○●○●⊙●○●○

Estaba emocionada, hoy anunciaría el compromiso ante todos los sirvientes, iba a ser oficial y no me importaba que Jungkook se haya ido, de todos modos sabía donde estaba y ya lo había mandado a llamar, sabía que él no quería perder la corona, que vendría a mí con tal de no perderla.

— ¿Todo listo? — pregunté mirando como me quedaba la corona

— Sí, princesa —

Me puse de pie y salí, todo iba a cambiar desde hoy, estoy segura, lo siento dentro mío, Jungkook no querrá perder la corona y yo soy su única opción, estoy segura de que así será.

Bajé para los últimos preparativos y vi a Jungkook pero no solo, traía consigo a esa zorra.

— Bienvenido — dije viendo como él me ignoró e intentó subir — recuerda las reglas — 

— ¿Cuales reglas?, no molestes —

— Jungkook —

— No voy a dejar a Taehyung, olvídalo —

— No tienes opción, seré tu es-... —

— Llegamos, princesa Nayeon — dijo uno de los senadores con otras personas del senado detrás de ellos

— Bienvenidos, pasen a la mesa — dije intentando sonreír — desaste de él y ve a cambiarte — susurré

— Tú no me das ordenes —

— ¡Sirvan la comida! — exclamé ignorando lo que dijo — lamento, ocurrio un pequeño contratiempo con el rey, pero no se preocupen que dentro de unos minutos estará solucionado — sonreí, debía de mostrar confianza

— Rey Jeon, por favor venga a la mesa —

— Voy a aclarar una cosa con todos ustedes — dijo acercándose con esa zorra — no voy a dejar a Taehyung, yo ya elegí a la reina, no van a tomar esa decisión —

○●○●⊙●○●○

— Ya todo está dicho, sácalo de aquí — dijo Nayeon viéndome fijamente

— No —

— Jungkook... —

— Nayeon —

— Mi-mi señor, yo... —

— Saca de aquí a la peste — dijo acercándose — Jungkook estoy de buenas y no querrás que empiec-... —

La dejé de escuchar al sentir como el agarre de Taehyung se hizo débil, de inmediato volteé, viendo como se desvaneció, lo logré agarrar antes de que cayera al piso.

— ¿Taehyung?, ¿Qué pasa? — vi su rostro, notando que estaba inconsciente — ¡LLAMEN A UN DOCTOR! — grité angustiado — ¡AHORA! —

Continuará...

Lamento la tardanza, mi gatito fue mordido en su ojito y tuve que ir a buscar un veterinario con desesperación. Realmente fue horrible, no podía parar de llorar. Gracias a Dios está bien, solo fue algo superficial y tratable.

¡Espero les haya gustado el capítulo!
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