♤ 25 ♤
— Traje la comida — dijo mi señor entrando con una gran bandeja
— ¡Sí! — exclamé aplaudiendo
— Espero comas todo — dijo poniendo la bandeja al frente mío
— Se ve delicioso —
— Todo está delicioso, yo mismo lo ordené para tí —
— ¿En serio? — pregunté apartando mi miraba de la bandeja, notando que su rostro bastante cerca
— Sí — me sonrío, haciendo que mis mejillas quemen — ¿Cómo lo haces? —
— ¿Qué-qué? —
— Te acabas de levantar, estás despeinado y tu rostro brilla mucho pero... te ves hermoso —
— A-ah, yo... — no sabía que decir, me sentía muy avergonzado y no entendía por qué
— Vamos a comer de una vez, tengo planes para ambos —
— ¿Planes? —
— He ordenado que les preparen unas tumbas especiales a tu hermano y su esposo, no te lo había dicho porque no estabas bien —
— Mi señor... —
— No pongas esa cara llena de tristeza, no me gusta —
— Pe-perdón — sonreí
— Así está mejor. Iremos en la tarde, pero primero debemos de ver al senado —
— ¿Senado? —
— Son un grupo de ancianos que se encargan junto a mí del reino, son realmente viejos y todo lo quieren a base de las reglas, están en contra de nuestro compromiso y es por eso que quiero que te conozcan —
— No entiendo —
— Solo sé tú... no tanto, muéstrales tu lado amable — dijo acercando un pan a mi boca — ahora comamos —
Cuando terminamos de comer mi señor mandó a unos sirvientes a que me vistan, fue algo incómodo, no me gustaba que me vean el cuerpo o me toquen, pero mi señor dijo que debían de hacerlo para vestirme, el vestido también era incómodo, pesaba mucho, pero mi señor dijo que solo sería por hoy.
— Es muy delgado, debería de comer un poco más joven Taehyung — dijo una sirvienta mientras me amarraba en la parte de atrás
— Es porque está creciendo, seguro cuando tenga veinte será un omega con un buen cuerpo, ya lo verás —
No decía nada, solo me miraba en el espejo, viendo como me arreglaban de pies a cabeza, incluso me hicieron un peinado, era un moño adornado con ganchos lindos. Me perfumaron y pintaron, incluso me hicieron comer unas yerbas que me dejaron fresca la boca, sentía como entraba el aire frío, era extraño.
— Está listo. Se ve tan hermoso —
— Gracias — sonreí, sintiéndome nervioso de que todos me miraran
Bajé con sumo cuidado, los tacones eran altos, sonaban con cada paso que daba, no me gustaba, me gustaba los que eran bajos, era más fácil caminar con ellos.
En la mesa habían cinco personas, dos de ellas eran mi señor y la princesa Nayeon, los otros eran ancianos, tres. Sin pensarlo reverencié, debía de mostrar respeto.
— Siéntate aquí — dijo mi señor señalando la silla a su costado
Con ayuda de los sirvientes me senté, viendo en frente de mí varios cubiertos, sabía como usarlos, había aprendido con los profesores que tuve, pero tenía nervios, siento que esto es importante, además de eso todos están serios, me da algo de miedo.
— Veo que el joven prometido está muy diferente a comparación de la última vez — dijo uno de esos ancianos
— Ha aprendido mucho —
— Hubiera aprendido más, pero por la muerte de su hermano todo se detuvo — dijo la princesa Nayeon haciendo que dirija mi mirada a ella
El recordar eso me hizo sentir mal, me hizo querer llorar.
— ¿Muerte? —
— Fue todo un drama, el hermano y su esposo murieron, el hermano envenenado y el esp-... —
— No es necesario hablar de eso ahora — dijo mi señor molesto
— Es necesario. No fuimos notificados de eso —
— No veo el por qué tendrían que ser notificados de cualquier asunto como ese —
— El reino no pertenece a usted hasta tener una reina. El reino necesita estabilidad y con este escándalo del que recién nos enteramos vemos que usted ve todo como un juego —
— No es así —
— Pues demuestre lo contrario, si un sirviente o soldado empieza a divulgar esto en el reino usted se verá manchado, pedirán otro rey y sabemos a qué lleva esto —
— Mi-mi señor es un buen rey — dije viendo mi plato — él siempre se queda hasta tarde ocupándose de los asuntos del reino, no es... no es un mal rey —
— Modales. Cuando tus mayores hablan debes de permanecer en silencio, omega — dijo uno de ellos mirándome mal
— Entiendo mi posición pero... si seré la futura reina es necesario que entiendan algo — dije mirándolos fijamente — defenderé a mi señor de cualquiera que hable mal de él, no importa quién sea —
— Que descaro — se río la princesa — ¿Acaso no entien-...? —
— Veo agallas, me parece bueno, una reina necesita tener autoridad, el rey se ocupa del exterior y la reina del interior — dijo uno sonriendo — sigue así y serás una buena reina —
— Gra-gracias — sentí mis mejillas quemar
— Tienes razón, además de tener agallas también parece ser dulce, es muy bonito también, al parecer podemos esperar de él herederos muy apuestos — se río uno de los viejos
— Claro, y con su edad seguro traerán unos cuatro herederos, recordemos que el reino crece, tener herederos es fundamental —
— Lo haremos, cuando tengamos su aprobación, la del reino, y se consuma la boda — dijo mi señor agarrando mi mano
— Esto es... esto es una locura, ¿Acaso están todos locos? — preguntó la princesa poniéndose de pie — no puede ser la reina, me niego rotundamente —
— ¿A qué se debe su molestia, princesa? —
— Es un niño, el pueblo no lo verá bien y esto se empezará a divulgar en todos los reinos, además... no es un habitante de este reino —
— Nayeon... —
— No nació aquí, es originario del reino Lee, todos sabemos el pasado con ese reino, nos quieren destruir, ¿Quién nos asegura de que no es un espia?, ¿Y si su plan es ser la reina para luego matar al rey? —
— Es del reino Lee... no sabíamos eso —
Los ancianos me miraron, sus miradas eran oscuras, me dieron miedo, los tres se miraron, murmuraron entre ellos y se pusieron de pie.
— La comida estuvo deliciosa, lamentablemente la charla no. Esperemos que solucione esto, rey, no tengo que explicarle porque sé que usted entiende de qué hablo —
— Lo entiendo... —
Se fueron, dejando todo en silencio, la princesa sonreía en grande, miraba a mi señor fijamente sin borrar su sonrisa.
— ¿Llegué tarde?, ¿Me perdí algo interesante? — preguntó el señor Jung entrando a la sala
— No te has perdido mucho — dijo la princesa riéndose
— Tenemos que hablar — dijo mi señor poniéndose de pie
— Uy... — dijo el señor Jung sentándose a mi lado — cuéntame qué pasó —
— Los señores del senado... — dije en voz baja, viendo como mi señor se fue con la princesa arriba
— Entiendo, puedo imaginarme qué pasó, pero no te preocupes pequeña zo-... pequeño Taehyung, todo saldrá bien para tí — dijo palmeando mi cabeza, me hizo doler
— Yo me retiro, quiero ir a ver a mi hermano — dije poniéndome de pie
— Taehyung... deberías tomarlo como un lección —
— ¿Lección? — pregunté mirándolo con confusión
— La comida se ve buena —
No me respondió y no insistí, quería ir a ver a mi hermano, llevé las pocas flores que encontré en el jardín, le pregunté a un soldado y me llevó de inmediato, me dejó solo apenas llegamos, ni siquiera me dió tiempo de darle las gracias.
— Hola, hermano... — dije viendo dos pequeñas lápidas — yo... te-te extraño mucho —
Sentí mis piernas débiles, caí sobre la tierra, sintiendo mis rodillas doler, pero el dolor de mis rodillas era menor a comparación del dolor de mi corazón. Aún recuerdo todo tan bien, la muerte de mis padres, de mi hermano, de Namjoon. En especial las palabras de Namjoon, él tiene razón, todo es mi culpa, yo fui quien los mató, a todos, yo fui quien inició el incendio, yo estuve jugando y fue por mi culpa que todo empezó.
— Her-hermano, vuelve —
○●○●⊙●○●○
— No me jodas, Nayeon no quiero que te metas —
— Ay, mi pobre hermanito — se río de mí — solo dije la verdad, no sabemos sus intenciones —
— No me interesan, sé tus intenciones y eso es lo que quiero aclarar — me acerqué a ella — no te acerques a Taehyung, si por alguna razón le pasa algo te mato —
— Si me matas perderás todo tu criterio, no te olvides que todo el reino me ama, yo he sido su imagen y organizadora por años, yo — dijo tocando mi pecho — dejemos esto Jungkook, no entiendo por qué hacerlo, podemos olvidar todo, ser felices, como siempre hemos querido... —
— Déjame — la empujé, viendo como su sonrisa se volvió más grande
— Entre más me rechazas, más crece mi odio ante esa perra, ¿Qué tiene él?, soy mucho mejor, tengo mejores modales, ¿Cómo puedes preferir a ese en vez de a mí? —
— Él siempre será mucho mejor que tú —
— ¿Así?, bueno, si muere no olvides que fue tu culpa, no me quedaré tranquila, lo sabes, incluso ahora estoy buscando una manera de deshacerme de él, así que si no quieres que le pase algo cásate conmigo, te lo pido amablemente —
— No me interesa tu amabilidad — dije saliendo de su alcoba al escuchar la lluvia caer
Bajé con prisa, hacía frío y no había podido llevar a Taehyung ante la tumba de su hermano.
— Que buena estuvo la comida — dijo Hoseok poniéndose de pie
— ¿Has visto a Taehyung? —
— No, pero escuché que estaba con su hermano, algo así —
— Bien... —
Salí de la sala y de inmediato me dirigí a la parte trasera del castillo. Mientras caminaba por el pasillo escuchaba las gotas caer, no era una lluvia fuerte. Vi a Taehyung a lo lejos, estaba sentado en frente de las lápidas.
— Perdóname, po-por favor, perdóname —
Me detuve en medio del camino, no quería interrumpir su dolor, yo no entiendo que tan difícil sea sobrellevarlo, realmente nunca he perdido algo así de importante, creo que nunca lo perderé, si algo le pasa a Nayeon pues realmente no suma o resta en nada, es mi último familiar, pero no me interesa en lo absoluto nada que tenga que ver con ella.
— Yo-yo me quiero morir —
Cuando lo escuché sentí algo frío en mi espalda, no había perdido algo pero el solo pensarlo me dejaba un mal sabor de boca, me hacía sentir raro, y no perder cualquier cosa, si no a él, sobre todo lo que tengo, a él.
— Por favor llévame contigo, no-no me dejes solo —
○●○●⊙●○●○
— No te dejaré solo — escuché la voz de mi señor atrás mío, al mismo tiempo que una capa cayó sobre mí — Taehyung ponte de pie —
— Mi-mi hermano... —
— Ponte de pie, es una orden —
Lo hice, con dificultad me puse de pie, pero no volteé a verlo hasta limpiar mi rostro, no quería que note que había llorado, a mi señor no le gusta.
— Taehyung —
— Mi señor... —
— No tienes permitido dejarme — dijo agarrándome de la mano — tú eres mío y no puedes dejarme, ¿Entiendes? —
— Sí... —
— Si te vas me voy a enojar mucho e iré a donde sea que estés, así sea el mismísimo infierno y te traeré, ¿Lo entiendes? —
— U-ujum — asentí sintiendo mis lágrimas caer
— No llores, mañana iremos a un bonito lugar — dijo acariciando mi mejilla — vamos adentro, aquí hace algo de frío —
— No... me quiero quedar un rato más —
— Pero... —
— Rey Jeon, los senadores han vuelto y piden su presencia en la sala —
— Voy — dijo sin dejar de mirarme — volveré rápido, espera aquí, ¿Entendido? —
— Sí — sonreí ligeramente
Mi señor se fue y yo seguí ahí, quería estar un rato a solas, ver mi alrededor. Estaba pensando en sembrar semillas de pequeñas flores moradas, son lindas y huelen rico, en especial unas de Azafranes.
— Plantaré muchas flores de colores a tu alrededor — dije emocionado
— Taehyung — escuché la voz del señor Jung que rápidamente me hizo voltear — Taehyung, ven conmigo —
— ¿Qué pasó? — pregunté preocupado
— Ven conmigo —
— ¿A-adónde? — pregunté intentando soltarme de su agarre
— Solo ven, rápido —
— No, no puedo, mi-mi señor me espera — dije intentando alejarme de él
— ¡Taehyung escucha! — exclamó agarrándome de los hombros — no hay tiempo, debemos de irnos ahora —
— No-no —
— Si te quedas cosas horribles pasarán, lo sé y lo sabes —
— Mi-mi señ-... —
— No seas estúpido. No significas nada para él, él se casará con Nayeon, no contigo —
— Pero... —
— Taehyung, no quiero matarte, te doy la opción de que te vayas, te llevarán a otro reino a que empieces de nuevo —
— No... —
— Vamos —
— ¡No! —
— ¡Taehyung! —
— ¡Suéltame! —
— ¡Vamos! —
— ¡No! —
— Taehyung... debes de irte —
— ¡No!, ¡AYUDA!, ¡AYUDA! —
Continuará...
¡Nos vemos el domingo! 🌈
Besos en el rabo 💋💋💋
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