"LOML"

— ¿Tú mamá te dio permiso de salir de noche?

Todos en la mesa se rieron de inmediato, yo solo alcé los hombros cuando Jungkook me volteo a ver de mala manera.

— Lo siento bebé, pero sabes que es cierto.

— Ella tiene razón, por culpa de Sunhee llevas más de un mes sin salir con nosotros —me apoyó Hoseok.

— He tenido mucho trabajo.

Rodé los ojos y en lugar de seguir peleando le di otro trago al delicioso rompope que trajo Jimin a mi casa.

— Olvidémonos de cualquier persona que no está aquí y ¡A disfrutar!

Grite apoyando las sabias palabras del rubio.

— ¿Trajiste lo que te pedí? —me preguntó Yuna discretamente.

— Si ¿Quieres que sea ahora?

— Pues estamos todos, solo hagamoslo de acuerdo al plan.

Asentí y fui por los nueve vasos de shots y el tequila con más alcohol que encontré en el supermercado, Yoongi diría que no es demasiado 45%, pero si tomo más de tres shots me quedaría tirada en el suelo una semana entera con cruda extrema.

— Es hora de un juego —subí y baje ambas cejas—. ¿Quién juega verdad, reto o shot?

— ¿Seguimos en prepa? —refunfuñó el pelinegro.

— Si el viejito no quiere jugar, dejemoslo fuera —Ryujin le saco la lengua y no pude evitar reír.

Todos formamos un círculo al rededor de la mesa de centro de madera oscura y llene los vasos de todos.

— Oh, esperen.

Busque con la mirada una cerveza casi vacía y vi que la de Jeon le faltaban pocos tragos, se la arrebate de la mano y me bebí lo que faltaba.

— Gracias por tu contribución.

La puse en el centro ignorando su mal humor notorio y la gire.

— Yeji le pone el reto a...

La volví a girar.

— ...a Yeonjun.

— ¿Verdad o reto?

— Reto.

— Mmh —se quedó pensando por algunos segundos—. Besa en la mejilla a la chica que te parezca más bonita de la habitación.

— Es fácil.

El de cabello azul se puso de pie y mis manos sudaron cuando camino en mi dirección, repentinamente se giro a la derecha y le dio el beso a Ryujin, fue ahí cuando me relaje y todo el momento paso.

— ¿Y si mejor jugamos yo nunca nunca? —sugirió Yuna.

La mire con el ceño fruncido ya que ese no era el plan, no tenia idea de la razón por la cual decidió modificarlo.

Todos asintieron estando de acuerdo y les seguí la corriente.

— Ok, yo empiezo —sonrió emocionada—. Yo nunca nunca he tenido pensamientos indebidos con alguien de esta habitación.

Al principio todos nos quedamos congelados, se supone que todos somos amigos, pero Jimin fue el primero que bebió.

— ¿Qué? Solo quería saber a qué sabía este tequila.

— Si claro...

Lo abucheado y el siguiente turno le tocó a Yoongi.

— Yo nunca nunca he besado por accidente a uní de los presentes.

Me arme de valor y bebí el shot de una.

— ¿Cómo es que no sé esa historia? —reclamo Yeji.

— Bueno...

— Vamos, diles la verdad —insistió el pálido.

Después de esto ne las va a pagar.

— Lo que pasa es que un día Yoongi y yo fuimos al boliche con sus amigos del extranjero y a la hora de que me enseñó a lanzar la bola fui muy torpe y caí encima de él con...bueno ya saben, mis labios y sus labios.

Hice un gesto de beso con las manos y mis mejillas se sonrojaron, no supe si era el alcohol o la vergüenza de aquel momento.

— Fue horrible, me lave los dientes todo el día.

— ¡Cállate Min!

El timbre de la casa nos interrumpió y me levante un poco mareada para ver de quien se trataba. Una larga cabellera negra junto con unos pupilentes azules y kilos de maquillaje sonrió.

— ¡Hola! ¿Es la dirección correcta de la mejor amiga de Kookie?

Mi nariz se arrugó al escuchar el apodo.

¿Quién diablos la invitó? ¿Mejores amigos? Hace meses que no hemos conversado como solíamos hacerlo y todo por culpa de la persona frente a mi.

— Sunhee —el castaño se acercó—. Ven, pasa.

La jaló de la mano y lo fulmine con la mirada, definitivamente tuvo que notar mi incomodidad, pero fingió que nada pasaba.

— Para los que no la conocen ella es mi novia Sunhee.

La mayoría simplemente fingió una sonrisa, yo me senté sin decir ni una sola palabra.

— Bienvenida —dijo Yeji entre dientes.

— Estábamos jugando nunca nunca —habló Jeon.

— ¡Me encantan esos juegos! Así conozco mejor a tus amigos.

Le sirvieron un vaso de shot y la próxima en decir algo era yo, no supe si fue el coraje de sentirme desplazada o lo hice por pura diversión.

— Yo nunca nunca he sido rechazada al declararle mi amor a mi mejor amigo o amiga.

Yuna abrió demasiado los ojos al igual que Ryujin y Yoongi que eran los únicos a los que les conté la historia. Volteé a ver a Jungkook que me miraba con tanto odio, el nunca se había portado de esa manera. Estiro su mano y bebió el shot a la fuerza, la expresión de su novia pasó de felicidad a seriedad en cámara lenta.

— Sigues tú Sunhee —le sonreí.

— B-Bueno...no se me ocurre nada —torció su boca—. Yo nunca nunca me he acostado con mi mejor amigo sin ser novios.

Podía jurar que Jungkook se atragantó en su mente al oír esa frase y la verdad es que yo no me atragante, sino que me cagué en los pantalones al procesar su nivel de deducción.

Él bebió, yo bebí y lo único que nos salvó fue que Jimin también bebió.

— Lo que uno hace cuando es un adolescente hormonal —Jimin se paró con dificultad—. En fin, creo que no me siento nada bien.

Hobi tuvo que sostenerlo junto con Jungkook para que no se cayera.

— Hay que llevarlo a mi cuarto —sugerí y los chicos me siguieron.

Una vez ahí ellos lo acostaron de lado y acerque una cubeta por si vomita, no quiero que manche mi preciosa alfombra de los escandalosos.

— ¿Y tú donde dormirás? —me preguntó el pelirrojo.

— ¿Quién dijo que hoy se duerme? No, no, no, hoy se festeja hasta amanecer.

El salió y yo estaba a punto de hacerlo, hasta que Jungkook cerró la puerta frenando mi festejo.

— ¿Qué ha...

— ¿Qué crees que estás haciendo? —cuestionó molesto.

— ¿Bailo y bebo?

— Sé que no estás borracha, así que deja de fingir —me arrebato el vaso de la mano y lo dejo en la cómoda.

— Esta bien, tu ganas ¿Y ahora qué?

— ¿Es que no te das cuenta? —apretó sus puños—. He logrado hacer una vida sin ti, tengo una linda novia, hago dibujos profesionalmente ganando un buen sueldo, aprendí a manejar una moto, me gradué en inglés y no te necesité para lograr nada de eso.

La impotencia y el dolor de sus palabras me impactaron.

— Entonces ¿Porqué no me siento tan bien como cuando tu estás a mi lado?

Eso fue aún más impactante.

— Y-Yo... —traté de tomarle la mano, pero el la alejo enseguida.

— Una vez te pedí, te rogué que me dieras una oportunidad y me hiciste quedar como un pobre tonto que solo podía ser tu mejor amigo ¿Porqué actúas como si tuvieras celos ahora?

— Porque no me gusta que nos hagas a un lado por Sunhee, son celos de amiga.

Golpeó con su puño el mueble de madera y Jimin seguía durmiendo tan pacificamente como el bello durmiente.

— No vuelvas a mentirme —me tomó de los hombros desesperado—. ¿Porqué no quieres admitirlo?

— ¡Ya basta! —lo empujé—. Me gustas ¿Contento? Listo, empecemos una relación en donde habrá peleas y problemas luego de jurarnos amor eterno y terminar como desconocidos, el amor siempre es lo mismo solo cambia la persona por la que lo sientes y yo no deseaba que nuestra amistad se quebrará, una lastima que de todas maneras terminó.

Traté de salir, pero Jungkook me tomó de la muñeca deteniéndome, intenté soltarme de su agarre, pero fue inútil.

— No juegues con fuego —amenacé—. Porque le voy a contar a Sunhee la noche que estuvimos juntos.

— ¿Osea la mejor noche de tu vida?

— Quisieras.

— Sé que así fue.

Repentinamente ya no era yo quien tenia el control de la situación, sus fuertes brazos me acorralaron contra la puerta y bajo su rostro hasta el mío.

— Dime que me odias y no quieres volver a verme, esa es la única manera en la que dejaré de rogarte y nunca más volveré a tu vida.

— Te odio y no quiero volver a verte —mentí tragándome todo mi sentir.

Aunque al parecer no le importo, ya que sus labios colisionaron contra los míos, fue como si ambos lo hubiéramos esperado por miles de años, pase mis manos por su cabello y al rededor de su cuello queriendo cortar toda distancia que se interpusieron entre nosotros, por su parte las yemas de sus dedos fueron bajando desde mis costillas hasta la cintura y me apagó más a su cuerpo sin intenciones de dejarme ir.

Incluso cuando alguien llamó a la puerta no nos detuvimos.

— ¿Jungkook? ¿Todo bien?

Fui la primera que se hizo a un lado al oírla al otro lado.

— Si Sunhee, estoy atendiendo a Jimin.

— Oh, claro, es que tengo que volver a casa.

— Dame unos minutos y te llevo.

Agache la cabeza sintiéndome culpable de ser un tipo de amante, esto no es lo que quería lograr. El me tomó de la barbilla para que volteara a verlo.

— Jungkook —pronuncié su nombre—. No quiero ser la otra.

— No lo serás, terminaré con ella si me lo pides.

— Pero tienes razón —admití entre lágrimas repentinas—. Tienes una vida exitosa y sin una ancla que te frene de lograr lo que te mereces.

— Era solo una broma, eso no es...

— Este es el fin de nuestra relación.

Los dos guardamos silencio, no podía hacerle esto aunque lo mara tanto.

No dijo ni una palabra, se acercó y deposito un beso en mi frente, pude sentir la humedad que resbaló de su rostro al mío.

— Te deseo lo mejor y para que lo sepas, siempre serás el amor de mi vida.

Cuando escuché que la puerta se cerró me dejé caer al piso y el llanto ya no era una simple opción, sino una forma de sacar todo mi dolor que guardé durante tanto tiempo.

Yo también le deseaba lo mejor y también es el amor de mi vida.

— F.M.