XI
¿Dónde estás?
Lo buscaba por todos lados, le preguntaba a las personas que había en ese local si lo habían visto, pero no obtenía ni una respuesta.
Por favor...
Tan solo tenía 13 minutos más para encontrarlo.
-Ah... creo que lo vi caminando hacia la cascada- uno de los trabajadores le dio la respuesta que estaba buscando.
-Gracias- y corrió hasta el camino de piedras que conducía hacia una cascada no tan grande ni ruidosa, era muy bonita, ¿Por qué Sunoo caminaría por ahí sin saber qué hay?
Corrió hasta dar con la cascada, y como dijo el trabajador, Sunoo se encontraba ahí, sentado en la orilla, con sus pies en el agua, como si estuviera esperando algo.
-¡Sunoo!- Niki lo llamó para que venga a él, pero Sunoo al verlo volvió su calmada y tranquila vista al río que corría por sus pies. -Ven, o perderás tu forma humana, rápido.
-Está bien- movió sus pies en el agua -Yo ya no quiero ser un humano.
-Sunoo, por favor- quiso acercarse, pero Sunoo solamente se alejaba.
De a poco, saladas gotas salían de los ojos del menor, pero ningún sollozo se hacía presente.
-Por lo único que estoy aquí, es para amarte y que me ames- se paró -pero tú...no te enamorarás- cruzó miradas con él -especialmente de mi.
-Déjame explicarte.
-Yo ya no tengo un destino en este mundo si no puedo cumplir tu deseo, por eso, déjame convertirme en una medusa y quedarme en el agua... como las cosas deben ser- ahora los sollozos se escuchaban suavemente -Pero si en algún momento te hice feliz... te saqué una sonrisa o te hice sentir menos solo... entonces significa que hice algo bien.
-Ven...- estiró su mano.
-No... no puedo estar al lado de una persona que amo y no me ama, esto es menos doloroso que estar contigo.- se refería a convertiste en una medusa y dejar su vida como humano.
-Por favor, ven- se acercó más aprovechando que Sunoo estaba con los ojos cerrados y no se alejaba.
-Pensé que me querías- sus manos temblaban -pero estas últimas horas me hicieron dar cuenta que amarte sin que me ames es tan doloroso...- llevó sus manos hasta su cabeza sosteniendo sus oídos para no escuchar los pedidos de Niki- ¡Si el amor duele tanto entonces ya no quiero amar!
-Sunoo- tan solo dos minutos más...
-Quiero volver a ser una medusa y no saber nada sobre esto y--
-¡Si te amo!- en un rápido movimiento sostuvo su cintura y su rostro, plasmando sus labios en los contrarios para reiniciar el conteo.
-Eres... un mentiroso- pronunció Sunoo cuando se separaron, lo había tomado por completa sorpresa, pero tampoco podía creerle.
-No es así, en verdad me gustas- lo levantó del suelo para llevarlo al camino de piedras para llevarlo de nueva cuenta a su vehículo.
-Mientes...- sus pequeñas manos se juntaron en puños.
-Mírame- estaban en el asiento de piloto, Sunoo sentado en las piernas contrarias. -¿Me veo igual desde el día en que nos conocimos? cambié mucho, ahora me gusta la fresa.
Antes la odiaba, pero tus labios sabes a ella así que es mi fruta favorita.
-Me gusta el azul y verde.
Antes solo me gustaba el negro y gris.
-No hay día en el que no sonría.
Porque tú eres la razón de mi sonrisa.
-Y mi rostro en este momento debe de ser un desastre porque corrí tanto para poder encontrarte, mi ropa es un desastre... yo soy un desastre... pero te juro que te quiero.
-Dijiste que nunca serías capaz de amar a alguien...- las lágrimas seguían cayendo de sus ojos.
-Solo... no quería hacerte daño, quería protegerte de todo lo malo del mundo y eso implicaba protegerte de mi- lo miró -antes le hice daño a mucha gente, no quería dañarte a ti también, eres diferente a todos ellos, nunca me sentí tan seguro en un abrazo, nunca me sentí tan querido con una mirada- a él igual le dolía.
-Pero...
-Pero no quiero perderte- se aferró a él -eres... más de lo que yo merezco- las lágrimas brotaban sin permiso de sus ojos -soy tan egoísta al pensar solamente en lo que podría hacerte bien en vez de ver que en realidad te estaba dañando.
-Niki...
-Odio cuando sales mucho tiempo con Sunghoon, odio que hablen mal de ti y también odio el hecho de que yo que hice daño... solo quería... protegerte para que no sufrieras lo mismo que yo.
Se escuchó un suspiro de Sunoo antes de corresponder el abrazo de Niki.
-Te amo- acarició el cabello de Niki. -Y eso no va a cambiar, nunca.
-¿Aún cuando te hice daño?
-Lo hiciste sin saber que me harías daño, lo dijiste, solo querías protegerme- secó las lágrimas de Niki -siempre te voy a amar.
-Sal conmigo- unió sus frentes -por favor.
-Mmm...- pensó un poco -Deseo cumplido- y besó sus labios, esta vez se sentía más... especial, más bonito, más cálido.
Eres la única persona que no puedo perder.
Cami~
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