Pov. Munkustrad

Pasaron algunas horas mientras viajábamos. Los humanos se detenían solo para cargar el tanque con combustible y para comprar comida. Se ve que iban en un viaje muy largo. Los chicos se quedaban dormidos mayor parte del tiempo. Necesitábamos dormir para ahorrar energías ya que en cualquier momento tendríamos que irnos. Nos daban de comer parte de su comida y de vez en cuando jugaban con nosotros. Era agradable pero les dije a los chicos que no se acostumbraran a estar con ellos ya que cundo llegáramos cerca de la estación donde estaba el tren de Skimbleshanks íbamos a seguir por nuestra cuenta. Paso ese día y llego la noche. Los humanos necesitaban descansar así que se detuvieron en algo que parecía un hotel...creo que así les dicen a esos lugares donde se quedan a dormir. Fuimos con ellos. La habitación era amplia. Estábamos viendo todo y revisando cada esquina para acostumbrarnos. Ellos después de comer se fueron a dormir. Tugger fue a andar por la zona para ver si encontraba alguna gata por ahí. Mistoffelees también fue a andar por el área. La que se quedó ahí fue Victoria quien se quedó dormida después de un rato. Yo me quede ahí en la habitación mientras miraba a la luna. Me subo al techo y veo todo a mí alrededor. Vi como Tugger andaba por ahí casando y de vez en cuando se topaba con alguna gata de la zona. Mistoffelees estaba practicando su magia a unos metros de donde estábamos. No vi peligro alguno en este lugar. Me recuesto en el tejado de concreto mientras sigo mirando la Luna. Pensé en muchas cosas mientras estaba ahí en lo alto. Una de ellas era como estaría mi padre y la tribu. El pensamiento de dejarlos solos me agobiaba. Confiaba en Alonzo pero...aún tengo la angustia. También pensé en cómo le aria cuando llegara con la tribu que mi padre me indico. Eran gatos nuevos y que no nos conocía. Nosotros no somos como los humanos que se familiarizan con los demás, tan fácil. Somos muy territoriales. No sabía si nos iban a recibir de buena manera o...si en realidad eran de confianza. Cualquier cosa podía pasar; y más estando en Londres. Escuche rumores de que esa era la ciudad donde Macarvity tenía su tribu de gatos criminales. Apuesto que el crimen de los gatos abundaba en ese lugar y con ello, el peligro. Macavity no era tonto. Apuesto que de alguna manera él sabía que yo me dirijo haya. Quizás tendrá algo planeado. Un gato como él nunca se queda tanto tiempo sin hacer nada. Todo eso me preocupaba y más por los chicos que por mí. Siempre fui alguien que suele preocuparse por los demás antes que por sí mismo. Es por eso que no dude en enfrentarme a Macavity en esa noche del encuentro de los Jellicles. No me importaba si me mataba esa noche, pero no permitiría que alguien de la tribu resultara herido. Si el intenta algo para lastimar a cualquier Jellicle, defenderé a ese gato con garras y dientes sin importar las consecuencias.

Pensando en todo eso provocó que el sueño cayera sobre mí. Poco a poco me fui quedando dormido sobre el tejado. No paso mucho (bueno, según lo que en mi consiente) para que cayera en un sueño oscuro. Tanto pensar en Macavity que se metió en mi mente.

(Autora: poner música de fondo)

 Vi todo oscuro y luego vi la gran luna en un lugar un poco desconocido o quizás era por el hecho que no podía ver muy bien el área. Vi ha Macavity corriendo y saltando por ese lugar. Su figura parecía un rayo rojo sangre que pasaba por las sombras de la noche. Cada moviente tenía una fuerza indomable. Parecía un animal que andaba al asecho por una presa. La tenia acorralada y solo era cuestión de tiempo para que le cortara la garganta y la sangre corriera como agua por el suelo que pisaba. No solo podía verlo. Podía oírlo. Su risa gruesa y macabra era algo que siempre me puso los pelos de punta. Quizás mostraba una valentía ante todos pero al igual que ellos yo tenia mucho miedo del. Era un ser lleno de maldad, una criatura de la noche que no se podía definir en palabras, un ser que era capaz de hacer cualquier cosa para poder lograr su ideal. Era un Monstruo.

Su imagen se vio interrumpida por una flama ardiente y luego la imagen paso a lo que parecía un bosque que se estaba incendiando. Vi una vez más su figura entre las llamas pero parecía que alguien peleaba con él en medio de ese caos. Vi con atención y era yo. No recordaba haber tenido ese combate con el pero se veía aterrador. Los dos estábamos llenos de ira y la descargábamos cada uno asía el otro. En ese fragmento me vi como si no fuera yo mismo. Algo me había pasado para que estuviera tan enojado como para atacarlo de tal manera. Yo era temperamental pero no para llegar a ese límite. Ni me recocía. Era...algo horrible.

En todo ese caos, vi a algunos de los gatos Jellicle que miraban eso con miedo. No sabían que estaba pasando pero eso parecía una batalla que el resultado cambiaría todo. En eso, veo como Macavity usa su magia oscura para romper un árbol y cuando fue a caer sobre mi todo se tornó negro y luego escucho una vez más la risa de Macavity muy cerca de mí. Luego, se me aparece de la nada al frente mientras me dice a gritos una frase que no entendida.

-QUIEN ES EL CULPABLE?! – dice con su aspecto demacrado y luego vi su rostro al frente de mi apuntándome. Eso fue suficiente para despertarme de esa pesadilla.

Estaba alterado. Vi a mi alrededor y me di cuenta que seguía en el tejado de ese hotel. Aún era de noche y se veía que habían pasado como unas tres horas por la posición de la luna. Estaba sudando y templando. Mi pelaje se había erizado con esa pesadilla y note que mis garras estaban sobresaliendo. Nunca había tenido una pesadilla como esta antes. Trataba de recordar si eso ya lo había vivido para estar seguro si no se trataba de un recuerdo pero, era inútil. Eso no estaba en mis recuerdos. Trataba de encontrarle lógica a lo que había pasado pero casi nada tenía sentido. Si eso no era un enfrentamiento que había tenido antes con Macavity, será un enfrentamiento a futuro? No. No creo que eso sea verdad. He visto cosas en esta vida pero, nunca creí en lo que eran las visiones. Sentía que solo eran recuerdos alterados de lo que antes nos ha pasado. Quizás de tanto pensar en Macavity soñé con lo que fue nuestra batalla de hace como unos dos meses. Todo cuadraba. Ese lugar estaba cerca de donde estaba la tribu Jellicle y nos encontrábamos los dos. Creo que el hecho de que estuviéramos en un bosque solo fue producto de mi imaginación. No creo que ese loco quiera volver a repetir eso. Ya sería como un intento desesperado de su parte. Él sabe lo que paso la última vez. No tuvimos miedo al enfrentarlo antes y no lo tendremos en un futuro.

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Después de viajar unas cuantas horas después que salió el sol una vez más, llegamos a la ciudad de Brimingham. Recuerdo que en esta ciudad se encontraba uno de las estaciones de trenes donde salía el tren donde vivía Skimbleshanks. Teníamos que llegar antes de que se fuera ya que no sabía si iba a ir directo a Londres y si es así, nos sería de gran ayuda para llegar antes de lo planeado. Los humanos llegaron a un lugar para cargar gasolina y luego fueron todos a un restaurant que estaba cerca para comer. En ese restaurant no se permitían animales así que era nuestra oportunidad para seguir por nuestra cuenta.

-bueno chicos – les dije saliendo del auto y estirándome un poco – hora de seguir por nuestra cuenta.

-aaaaahhh pero ya me había acostumbrado a lo cómodo que son estos asientos – dice Tugger mientras estaba acostado.

-tenemos que seguir Tugger – dije mientras miraba alrededor. Victoria y Mistoffelees salieron pero él seguía hay como el holgazán que eran.

-vamos Tugger. – dice Mistoffelees – no me digas que quieres convertirte en un gato doméstico.

-la comida que dan ellos no es tan mala. Creo que me podría acostumbrar – dice acostándose como si nada.

-ok, si eso es lo que quieres – le dije mientras avanzaba un poco – espero que disfrutes tu nueva vida, que contiene todo lo de un gato doméstico. Solo te digo que no intentes matar al veterinario cuando te lleven a que te castren. – le dije en broma y luego escucho como él se sienta.

-qué es eso? – dice nervioso.

-bueno, digamos que es cuando te quitan algo para que no tengas generaciones por ahí regadas – dice Mistoffelees.

-tranquilo, solo será por un momento pero luego no será un gato macho por completo. – dije mientras caminaba con los brazos atrás al igual que Mistoffelees y luego el corrió a donde estábamos.

- y donde esta ese gato del tren? – dice mientras va caminado más adelante junto con Victoria. Yo me reí por eso y solo seguimos adelante como si nada.

Fuimos caminando por esas calles mientras seguíamos los letreros que nos llevarían a la estación del tren. Todo era tan hermoso y brillante. Las grandes casas rupestres con esos senderos estrechos por los que solo pasaba la gente, locales que tenían aun las decoraciones de las épocas de oro de esta gran ciudad, los diferentes lugares por donde podíamos andar, sinceramente, algo increíble. Me imaginaba a mi padre andando por estas calles igual de maravillado que nosotros. Vi como los chicos miraban todo a su alrededor con gran asombro. Parecíamos los 4 unos gatos jóvenes que apenas estaban mirando el mundo con la inocencia en nuestras mentes. Llegamos a una parte donde había grandes canales por los que pasaban botes con personas a bordo. Quizás yo le temía al agua pero era algo muy bello de ver. Había varios negocios donde las personas iban y comían a la orilla de esas canales. Los postes de luz le daban un toque más bello y mejor sería cuando fuera de noche, ver como esas áreas brillaban a esas horas sería lo mejor. 

Fuimos caminando y luego nos detuvimos cerca de un local de comida para descansar y ver si algún humano nos daba algo de comida, si no lo asían, tendríamos que esperar a la noche para cazar algo. Tugger estaba tomando el sol mientras se recostaba en una de las aceras y Mistoffelees estaba mirando los lugares mientras caminaba cerca de la canal. Yo estaba tranquilo sentado en una de las bancas mientras vigilaba a Victoria. Todo parecía tranquilo y luego creí que escuche como un ruido. Volteo y no vi nada al principio. Creí que solo fue mi imaginación así que solo seguí limpiándome el cuerpo con la lengua. Pasó un momento y volví a escuchar algo. Era como si hubiera roto algo. Veo a mí alrededor y veo a unos gatos del otro lado de la canal. Nos estaban vigilando. Los vi directamente y luego ellos siguieron su camino. Los seguí con la mirada y note que cuando pasaron por un farol desaparecieron. Me quede extrañado por eso pero también un poco nervioso.

-que sucede señor Munkustrad? – me dice Victoria y eso hace que me sobresalte un poco al verla.

-...nada. No pasa nada – le dije con un poco de calma pero al parecer ella se dio cuanta.

-estaba un poco alterado. – dice mientras se sube a donde estaba yo sentado y me ve con sus ojos inocentes – es algo malo?

-no...no te preocupes – le dije mientras le acaricio la cabeza – creo que solo estoy un poco ansioso con todo esto. Nunca estuve tan lejos de mi hogar.

-yo tampoco...y eso que aun soy muy joven y estoy en un viaje con ustedes por todo Reino Unido.

-si jejeje que loco – le dije y ella también se ríe un poco. – bueno, pronto llegaremos con Skimbleshanks y el viaje será directo a Londres.

-me agrada mucho Skimbleshanks. – Dice emocionada – fue muy divertido cuando canto sobre el mismo en el vals Jellicle.

-sí, él es muy animado. Aunque también un poco exagerado.

- oiga...donde cree que estén Mungojerrie y Rumpleteaser? No los vemos desde que salimos del bosque.

-bueno, te digo una cosa. Ellos son así – le explico – en un momento están contigo y al otro los pierdes de vista. Son unos gatos muy inquietos y traviesos. Deben de estar por ahí o quizás regresaron a la Tribu. – Dije mientras miraba a mi alrededor y noto que ya se estaba haciendo tarde – bueno, se ve que ningún humano nos dará comida – dije mientras bajaba de donde estaba – vamos, debemos cazar algo para el camino de la noche.

-está bien – dijo mientras bajaba y llamo a los chicos y nos vamos.

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-dinos, que vamos a comer ahora? – dice Tugger mientras me distrae y ya había perdido de vista a un grupo de ratones en un callejón.

-mmmrrr sabes, mucho ayuda el que no estorba – le dije para luego bajar del balcón donde estaba. Mi estómago rugía y al parecer no era el único.

- Munkustrad! – me llamo Mistoffelees y yo lo veo – ya tengo uno! – dice teniendo un rato en la mano pero luego este lo muerde y se le escapa y yo lo veo con una mirada de ''enserio?'' y luego sigo con mi camino.

Me voy a uno de los callejones y espero a que salga algo y luego, ciento un aroma que llamo mi atención. Fui siguiendo el aroma y al parecer, los chicos también lo sentían.

-huelen eso? – dice Victoria mientras olfateaba.

-huele a...- dice Mistoffelees llendo mas cerca y se pone sobre unas cajas y luego sus orejas se ponen levantadas y sus ojos grandes – huele a pescado...

- pescado? – dice Tugger – donde?! – dice mientras va por todos lados.

-cálmate. No debes dejar...dejar... - dije entre delirio ya que no podía resistirme a ese olor – mmm....a la Mierda! – dije mientras salgo corriendo tras eso y también los chicos van detrás de mí.

Fuimos corriendo por unos dos minutos y luego, llegamos a una pescadería de esa calle.

-ok, ahora debemos ver como entrar sin causar...- les dije y luego vi que no estaba Tugger – y Tugger? – luego escucho arañazos y veo que este se estaba montando en una mesa y pego un brinco a la manija eh intento abrirla pero nada y solo se calló al suelo.

-maldita puerta!! No ves que quiero comer?! – dijo mientras le gritaba.

-ahí dame paciencia por favor – dije mientras me acercaba a el – no seas idiota – dije para luego darle un golpe en la cabeza – como crees que los humanos dejarían una pescadería abierta? Pues obvio que esta serrada.

- Bueno, si eres tan listo – me dijo – como entramos?

-mmmm – veo eso y luego a Mistoffelees – Misto, tienes algún hechizo para abrir esta puerta.

-mmmm – el ve la puerta y luego toma su varita mágica – déjame ver – dijo mientras unos rasos mágicos salían de sus patas y con unos movimientos lanza el hechizo a la manija de la puerta y luego esta se abre - bon Appetit – dijo con su confianza mientras miraba eso.

-valla, eso fue increíble – le dice Victoria.

-solo es un pequeño truco – dice mientras guarda la varita y entramos a la pescadería. Se veía de todo hay: desde peses grandes, pequeños, con espinas, sin ellas, de todos los colores, mariscos, langostas, cangrejo, pulpo...nunca había visto tanta variedad marina en mi vida.

-todo se ve...- dice Victoria.

-delicioso...- dice Mistoffelees.

-¡EL MAS GRANDE ES MIO!- dice Tugger mientras corre y va directo a donde estaban los pescados y nosotros no dudamos en ir también. 

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Pov. Munkustrap

-aaaahh....nunca había comido tan bien en mi vida – dije mientras estaba recostado en el suelo de esa pescadería – creo que con esto aguantamos hasta llegar a la estación de tren.

-Eso mismo digo – dice Misto mientras estaba en una de las estanterías y Victoria estaba ya dormida al lado de unas espinas de pescados – mmm – él toma como la cabeza de uno de los pescados – comerte o no comerte? Esa es la cuestión. De mi vida no hay nada más delicioso que tu...- le dice a la cabeza imitando una obra de teatro muy famosa.

-jajaja y Tugger?

-está abrazando al Salmon mientras duerme – dice apuntando y si era verdad.

-mmmm dulce salmón...- dice dormido y luego lo chupa un poco aun dormido.

-jajajajja ahí dios. – Dije mientras veo eso – bueno, creo que debemos dormir un poco. – dije mientras me acomodaba y no paso mucho y nosotros también nos quedamos dormidos.

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-listo hermano? – dice la gata al ver que ya estaban dormidos

-listo – dice y los dos van ejecutando su plan con cautela y descaro.

Los dos entran en silencio en esa pescadería. Ven que todos se encontraban durmiendo pero ellos solo miraban ha Munkustrad. Van con unas sonrisas en sus rostros y lo sacan de ahí aun estando dormido. Lo alejan de ese lugar y lo dejan en una de las calles de ahí. Pasaron unos minutos y luego un auto pasó por ahí. Se detuvo y una señora vio a felino durmiendo hay completamente solo. Los dos hermanos estaban mirando desde una grieta lo cual sus ojos brillantes se veían si prestabas atención. La señora sintió compasión del pequeño gato así que lo tomo aun dormido y lo monto en su auto y se lo llevo a su vivienda.

-listo – dijeron los dos gatos mientras se alejaban de ahí.

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Paso la noche y nadie del grupo de los gatos Jellicles sabía que había pasado. Llegaron los primeros rayos de sol y eso despertó al pequeño gato negro.

-mmmm aaaawwww – él se estira mientras va despertando – mmm – ve a su alrededor y ve que RumTumTugger seguía dormido con el Salmón y Victoria también dormía.

Él sonríe y luego ve al suelo y su sonrisa desaparece. Munkustrad no estaba. No se alteró al principio y solo comenzó a buscarlo por la pescadería. Salió de la tienda y no lo encontró. Hay si se estaba preocupando y noto que su aroma no estaba.

-esto...no es bueno – dijo para luego entrar y despertar a los demás – despierten! Despierten ya! – les dice asustado y ellos van despertando.

-mmm que pasa? – dice Victoria.

-Munkustrad desapareció! – dice preocupado.

-desapareció? – dice la gata blanca mientras se levantaba.

-sí, no lo encuentro por ningún lado – dice el gato negro mientras iba directo con el gato negro con naranja. – Tugger! RumTumTugger! Despierta! – dice moviéndolo.

-mmmmrrr 5 minutos más mami – dice entre sueños mientras le da la espalda.

-RUMTUMTUGGER!! – le grito y el gato alto despertó.

-ah! Qué?! – Dice mientras ve a todos lados y luego lo ve – que mierda te pasa?!

-ya ahórrate eso. Tu hermano desapareció – le explico el gato negro.

-qué? Esas son tonterías – dice mientras lo ve.

-pues es la verdad! – dice mientras baja de ahí y luego los tres salen de la pescadería. – si es mentira, dime en donde esta? – dice mientras ven a todos lados pero nada.

-ok, esto debe tener una explicación – dice Tugger- Munkustrad! Ya estuvo pues! Se ve que entendiste lo que te dije de tomarte las cosas más calmado y hacer bromas! – dice pero nadie respondía – jeje...Munkustrad! Ya puedes salir! – Nada - ....donde estará? – dice ya un poco serio.

-hay que encontrarlo. – Dice Mistoffelees – antes de que algo más pase. – dijo el gato negro y luego fueron a buscar a su amigo.