Prólogo.
Los jadeos comenzaban a sonar por todo el taller, el ambiente caliente y tenso junto con gotas de sudor resbalando por la frente de aquel asiático. La adrenalina de que los encontrarán en el acto hacia que la excitación subiera más. Los gemidos audibles, música para el jefe del taller. Arañazos en la espalda sintiendo aquellos roces y caricias, las piernas del Chino enredadas en la cintura de Armando haciendo que cada estocada fuera más dentro y ruda. Su espalda arqueando la sintiendo como estaba apunto de terminar. Da un leve gruñido al sentir como su jefe se venía dentro de el haciendo lo mismo teniendo leves espasmos de placer. Sus respiraciones se encontraba agitadas, acomodándose en aquel sillón que está arriba subiendo las escaleras para entrar de servicio. Yun se acostó en el pecho de Armando cerrando lo ojos intentando descansar.
- Vamos chaval, levántate -. Suspiro Armando moviendo un poco al Chino. Sabía perfectamente que si no se cambian alguien podía entrar y verlos juntos.
- Uhm... No quielo, estoy comido así -. Murmuró él pelirrojo renegando. Quería estar más tiempo acostado arriba de la persona que ama.
- Joder, estamos en el taller Chino, en cualquier momento pueden entrar y ver nos así -
Dio un suspiro para seguir moviendo lo levemente.
- Estoy cansado Almando -. Se quejo el asiático sentándose en el sillón. Comenzó a buscar su ropa, tenían puesto el mono por lo cual tenían que agarrar la talla correcta.
- ¿Cómo? Si nunca trabajas, solo te veo cada vez que vienes a vender y comprar autos -. Hablo Armando poniéndose su uniforme de trabajo acomodándose lo.
- Es un tlabajo muy difícil eh -. Termino de ponerse su mono levantándose del sillón estirándose un poco. - Melezco unas vacaciones.
- Como sigas así te degradó, anda vamos -. Soltó una leve risa pasando aún lado del Chino bajando las escaleras.
Yun Kalahari, el menor novio, amante y trabajador que podías tener, además el jefe de una de las mafias más respetadas.
En la sede Emilio y Tonet se encontraban acomodandolos encargos para la venta de Droga y Heroína. Nadie más que ellos estaban en la ciudad. El gringo estaba de vacaciones, el Calavera con sus investigaciones y movidas secretas, El culebra de vacaciones. Los demás trabajando en el taller. Que bonito.
- ¡Ya me cansé! -. Grito Tonet quejándose para acto seguido tirarse al suelo. - No quiero seguir.
- A ver pendenjo, ya dejé de chingar y siga, lo tenemos que tener listo, no tardan en llegar Nadando y Xiaomi -. Hablo Emilio terminando de poner la última caja adentro del Helicóptero. Se voltea viendo a Tonet tirado en el suelo dando un suspiro cansado.
- Pero ya terminaste -. Se volvió a quejar haciendo su pequeño berrinche.
Suspiro el mexicano poniéndose arriba de el. Para no aplastarlo recargo sus brazos a los costados acercando más sus rostros haciendo que Tonet se pusiera nerviosa. Miro su rostro con detalle. La respiración de ambos ya se podían escuchar y tocar. El ambiente paso de ser calmado a tensó.
Emlio poco a poco comenzó a rozar los labios de Tonet. Este cerro los ojos con la respiración agitada. El mexicano tomo el rostro de Tonet plantandole un suave beso, tierno y lleno de cariño siendo correspondo al instante.
Se separo lentamente mirando con detalle sus facciones
- Emilio... -. Susurró el moreno mirando sus ojos.
Continuar~
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