Capítulo 19
Me siento en el escritorio con la puerta abierta y viendo el de Charlotte vacío. Solo faltan unos días para su regreso, eso sí Won no decide otra cosa. Últimamente se han agotado las excusas para hablar con ella y me estresa no poder hacerlo cada día que pasa.
—Por fortuna estas aquí —habla Jason entrado a la oficina. —no tengo mucho tiempo.
—¿Vas a viajar?
Su ropa no es la acostumbrada, luce como Isabella cuando estaba a punto de ir a una excursión y ese enorme bolso color piel le delata. Afirma sin dar detalles y lo observo con detenimiento. Al parecer, el luto por su amiga ha disminuido, pero no el enojo con su padre.
—José Luis Dentón Paddock no es nativo, ni siquiera mestizo —empieza a decir sentándose en la silla frente a mi y dejando los documentos en el escritorio —eso nos retira un dolor de cabeza de encima.
De ser nativo, tendríamos que lidiar no solo con él, también con los suyos. La prensa avivaría el fuego hablando de las tierras que usábamos para la extracción y como fueron obtenidas por nuestro bisabuelo.
—Aun hay recuerdos de ese mestizo y su familia muerta por miembros de esa iglesia —me recuerda.
—Y sería peor en nosotros. ¿Qué mas tienes?
—"Tu chica" lo hizo todo —puedo percibir la risa y guardo silencio —todo lo que encontré fue gracias a esa carpeta que te dejó. Sus apellidos son "coincidencias" no registra padres o familia; aunque, si un historial delictivo bastante extenso. Estúdialo lo suficiente hasta memorizar, es todo lo que necesitas para reunirte con sus abogados.
Los consejos los recibo como ordenes algo muy común en él, a quien parece olvidarse con quien habla algunas veces. Saca un documento de su morral y lo deja frente a mí. No podrá asistir conmigo pues tiene algo importante que hacer, estará por fuera un buen tiempo.
—¿Algo más? —pregunto en tono irónico y sonríe afirmando.
—Si deseas llevar a un abogado de la compañía llama a este —deja la tarjeta encima del documento y se levanta —te aconsejo no llevar a nadie, puede que creas te sientes derrotado o muy seguro. Cualquiera de las dos te servirá.
—¿Puedo saber a donde irás? —Se pone en pie instalando su morral al hombro.
—¿Ahora mismo? —suelta el aire y niega —hubo un problema de corto circuito en los lugares que tenían a ...
—Los renacuajos. —sigo por él.
Mi comentario lo hace reír y me veo deseando que se hubieran dañado. De esa manera tendría que buscar a una mujer para tener sus hijos, creando ese lazo al que le huye por la razón que sea.
—¿Se dañó el plan? —insisto y niega.
—Es lo que voy a averiguar, pero de ser asi... lo haré que lamente ese error. Voy a dejarlo en la ruina, porque no hay dinero que pague lo que insinúa...
—No puedes acusarlo porque la luz haya bajado, un puto fusible estalló o tu esperma sea de mala calidad —comento levantándome y avanza hacia la puerta. —ni siquiera lo intentes Jason...
—Es amigo de maldito padre de Susan y eso lo hace sospechoso.
Con la promesa de enviarme un mensaje sobre como quedó todo y la mia de decirle lo de Dentón se marcha. Me dijo que se dirigía al sitio al que había dejado a Gregory y Des, según sus propias palabras el único lugar en que podría encontrarse a sí mismo. Demostrando con esas palabras que la calma que ha manifestado en estos días era falsa.
—¿Nos vamos? —alzo la mirada de los papeles y me encuentro con a la mujer de piel trigueña y ojos azules que me mira sonriente.
—¿De dónde has salido? ¿Ir a dónde? —pregunto levantándome de la silla y rodeando el escritorio para abrazarla.
—Escuché que necesitas un abogado y yo estoy muy aburrida —retira de mis manos el documento y sonríe —tu reunión es en una hora y no tendrás tiempo de memorizar esto.
Apoyo mi mano en su cintura y sonríe acercando su cuerpo al mío de forma provocadora. Ella ayudó a elaborarlo, por lo que conoce el caso. Aprieto su cintura con los dedos y lanza un jadeo bastante exagerado que me hace reír.
—Mamá no le gusta estos roces —le recuerdo y se encoje de hombros —fuimos castigados muchas veces.
—Ella creía que mi virtud corría riesgo —me hace un guiño y sonrío —mis papás nunca se molestaron, sabían que quien corría peligro era la tuya.
—No es lo que yo recuerdo. —su sonrisa se ensancha y beso ambas mejillas.
—Hace tanto tiempo que no me porto mal que he olvidado como se hace. —me mira inocente y acaricia mi barbilla al decir —además que le traigo muchas ganas a esa Aryana.
—¿Solo Aryana? —pregunto inocente.
—Por el momento solo a ella.
El ruido de la puerta nos hace alzar la vista y ver a la entrada. Mi acompañante no se aleja y se limita a verme a mi con curiosidad al intentar zafarme. Charly palidece al vernos abrazados y retrocede asustada.
—Lo lamento señor, la puerta estaba abierta y... —sus mejillas están rojas y sus manos tiemblan toda ella es una bomba a punto de detonar.
—No pasa nada Charly, no te preocupes —intento retirarme de ese abrazo, pero me es imposible miro a Sam quien sonríe y niego —¿Podrías soltarme un momento?
Charlotte que blanca como el papel, parece estar a punto de desmayarse. De mala gana se suelta y se aleja tomando el bolso de manos.
—Te espero abajo —pasa por el lado de Charly y se detiene cerca de ella.
Es celosa, posesiva y peligrosa con todos sus primos. No importa que edad tengas o tu estado civil, Sam siempre peleará por puesto privilegiado que tiene dentro de todos.
Ser la primera mujer que nació en la familia.
—Samantha D'angelo —se presenta.
—Charlotte Joly —dice con voz inaudible.
Suelto el aire aliviado por no ver rastros en mi prima de querer competir. En cuanto a Charlotte, si el anillo de casada no le ha calmado lo hará cuando asocié el primer apellido de Sam con el segundo mío.
—Prima del semental que tienes a tus pies — Charly solo baja el rostro, Sam la toma el mentón y la hace verla. —cabeza en alto querida o se te caerá la corona. Ya tendremos oportunidad de conocernos mejor.
Le hace un guiño, lanza un beso y se larga dejándola sorprendida viéndola partir. Me acerco a ella tomando sus manos y sigue viendo a la entrada. La abrazo fuerte y se relaja un instante antes de alejarse.
—Es hija del tío Pierre.
—Si que es hermosa —comenta distraída.
—Es casada Charly, no hay posibilidades entre ustedes dos. —mira en mi dirección observándome, pero sin decir nada. —¿Cómo estás? No te esperaba.
—No me ha llamado y creí que ...—se alza de hombros y mira su escritorio.
—Que te había puesto reemplazo. Me alegro de que haya llegado —sigo por ella y vuelvo a abrazarla. — ¿Viste a Won? —afirma en silencio y decido seguir —¿Qué te dijo?
—Que no era necesario más tiempo en casa si le prometía cuidarme —responde y avanzamos al ascensor.
—¿Cómo te va con Mila?
—Creo que tiene problemas en Toronto.
—¿Si? ¿Cómo es eso?
—Fue lo que insinuó, me dijo que su familia estaba mejor sin ella y que era mejor asi —afirmo y la veo tomar sus manos nerviosa.
—¿Hay algo más? —presiono el botón del ascensor y espero por respuestas que no llegan —¿Charly?
—Solo extraño trabajar —las puertas de la caja metálica se abren y entra a pasos rápidos —es todo.
—¿Con quién llegaste?
—Sola, papá está en el trabajo y Mila con mamá en la iglesia.
Sigue pareciéndome que algo le sucede. Al llegar al primer piso me acerco a Juno viendo a Samantha a lo lejos hablando por móvil.
—Hola Charlotte —saluda.
Los ojos de Juno van a sus manos que tiemblan ligeramente y me mira expectante.
—Lleva a la señorita Joly a su casa.
Averigua todo lo que puedas, intento decirle con la mirada. La acompaño hasta el vehículo y la veo mirar en todas las direcciones nerviosa. Al descubrir que la observo intenta sonreír, pero le sale fatal.
—¿Sigues percibiendo lo mismo? ¿Te siguen? —le pregunto y afirma — ¿Solo percepción? ¿Los has visto?
Su silencio empieza a impacientarme por lo que la tomo por el brazo alejándome del grupo con solo Juno siguiéndonos. Esta asustada, algo me dice que el temblor que vi en ella no fue por verme con Samantha, sino por otra cosa.
—El taxista nos dijo que nos seguían —confiesa soltándose a mi —Hizo muchos desvíos, con el auto oscuro siempre allí detrás de nosotros. No nos sobrepasaba o se acercaba, nada, solo estaba allí detrás siempre. Hasta hoy solo eran impresiones y mi piel erizarse...hoy lo vi.
—Intimidar —comenta Juno detrás de nosotros —suelen hacerlo cuando buscan algo o le deben ¿Es su caso?
—No. Estoy al día con todo. —sonrío ante su inocencia y me observa intrigada.
—Deudas ilegales Charly...
Abre los ojos sorprendida y mira a Juno en espera que niegue, pero el hombre afirma.
—Ninguna —responde —tampoco papá puedo dar fe de ello.
—Encárgate... de todo —le ordeno y asiente retirándose.
—Matt...
—Ahora no Sam —le interrumpo abrazando a Charlotte —no tienes nada que temer. Te llevará a casa y te darán un número de teléfono, si necesitas salir le envías un mensaje.
—Usted tienes muchos problemas señor... —apoyo el dedo en sus labios interrumpiendo sus protestas.
—Tu eres mi prioridad, no tienes competencia con nada en mi trabajo. —recalco cada palabra con ella aun asustada — Tienes un lugar en mi vida, mi apoyo y puedes contar conmigo siempre...solo no me falles —finalizo y guarda silencio viéndome a los ojos.
—Solo por ser mi jefe.
—Matthew, llegaremos tarde. —alzo el rostro viendo a Sam señalando el reloj y le pido esperar, rueda los ojos entrando al auto fastidiada.
—¿Es lo que crees en realidad? —pregunto regresando a ella quien baja el rostro ruborizada y sonríe —si no lo has entendido, te haré dibujitos más tarde.
—¿Mas tarde?
—Lo haría ahora, pero voy a una reunión —sin esperar respuesta dejo un beso fugaz en sus labios y otro en su frente entregándola a Juno —las veinticuatro horas —le pido cuando ha entrado al auto y no nos escucha —a su prima también, pero de lejos.
—Entendido.
Entro al auto viendo a Sam cruzada de brazos y molesta.
—Eres un cólico enamorado Matt, espero que esta vez sea la correcta.
—Se que lo es —respondo viendo el auto alejarse y a ella mirar por la parte trasera diciendo adiós.
—¿Por qué tan seguro? es hermosa y con unos retoques...
—En ningún lado Sam —le advierto arrancando el auto —es hermosa asi tal cual, sin dañarla. —señalo y la veo negar —Se que es la correcta porque el mundo se detiene, con ella me siento...
—¿Un héroe? Porque asi es como te mira.
Iba a decir perfecto, aunque no lo sea. Por ella deseo siempre sacar la mejor versión de mí, ser un ser mejor hombre y estar a su altura. Entiendo a su padre por querer protegerla, a su madre por amarla con locura y hasta a su prima por sentir envidia de ella.
Yo tengo todos estos sentimientos cruzados cada que estoy con ella.
(...)
No me extraña que Samantha tome la silla frente Aryana y al lado de Denton o que me halla dejado justo al lado de mi ex. Es tan rebelde como su madre e igual de impredecible. Samantha D'angelo Padilla, heredó el espíritu rebelde y deseo de libertad de sus padres.
Quienes conocieron a la tía María y al tío Pierre, hoy ven ella y en su hermano partes de lo que solían ser en su juventud. Quizás por eso le perdonan tanto, crecieron siendo ellos mismos sin ninguna restricción.
—Lamentamos hacerlos esperar —ayudo a Sam a sentarse y apoya sus manos en la mesa entrelazadas —hola bebé, tiempo sin verte —saluda a Aryana quien se limita a asentir y vuelve la mirada a Denton —era mi cuñada, bueno casi —la señala y luego a mi —se casó con mi primo, pero lo dejó. Hay que ser bien estúpida y cabeza hueca para hacer eso... —sonríe divertida y mira al hombre a su lado —¿NO crees?
En respuesta el hombre mira a su abogada, pero Aryana parece tener una pelea silenciosa con Sam. Esta última se burla abiertamente de ella y mira al mesero que espera por entregar la carta.
—No eres abogada de los Frederick.
—La demanda tampoco —replica Sam abriendo las manos hacia ella —Matt quiso buscar a uno de los mejores ¿Y qué crees? Estaba en el país.
El mesero nos entrega la carta a cada uno, a mí sin sentarme aun lo que evidencia incomodidad al estar allí. Sam le brinda una sonrisa genuina mientras se reclina en la silla y me siento en el único lugar que ha dejado disponible.
—Buenos días —saludo cortes tras sentarme. —señor Denton, aún no hemos presentado, soy el cardiólogo a quien usted pretendía quitarme varios dólares.
—¿Qué te hace pensar que no? — Aryana se dirige por primera vez a mí y sonríe—Estas aquí ¿Quieres negociar?
—Estamos aquí —repite Sam—Mi cliente esta dispuesto a no levantar cargos, lo único que le pide señor Denton es levantar ese trasero y retirarse con la frente en alto. Nosotros prometemos no levantar cargos en una muestra de buena fe.
La risa de Aryana llama la atención de varios clientes y Sam solo sonríe inclinando la cabeza a manera de excusa. Froto los dedos de mi mano derecha distraído mientras leo el menú o finjo hacerlo.
—¿Y eres la mejor? —le pregunta divertida.
—Una de las mejores, —decide ha tenido suficiente con Aryana y mira a Denton — ¿Quiere seguir señor Denton?
—El señor Denton quiere...— alza las manos indicándole guardar silencio y saca varios documentos que extiende hacia el hombre.
—El señor Denton quizás quiera leer esto antes de seguir —comenta divertida.
Se lo que contiene, fue lo encontré en la carpeta que Charly dejó en su pc, alguien sacó la física guardada en su cajón. El registro de los delitos de José Luis Martínez V. o José Luis Denton Paddock como se hace llamar en Norte América.
—Robo y saltado a mano armada, secuestro, extorción, coacción, falsedad en documentos y ...Estafa—señala golpeando sus uñas en la mesa —¿Aun tienes apetito amore mio? —le hace un guiño a Aryana y mira a Denton.
—¿Cómo...? —pregunta el hombre viendo su historial no solo en su país, también en este.
—Tengo mis fuentes. —responde indiferente.
—Eso no tiene relevancia en este caso, al señor Denton le fueron...—¿A dónde mierdas vas? —le pregunta a su cliente que se levanta arrugando la hoja —cobarde hijo de puta.
—¡Auch! —sonríe haciendo una mueca de disgusto —¿Con esa boca besas a tu hijo?
—¿Quieres negociar el resto de las demandas? —le pregunto y en respuesta lanza la copa a mi rostro ante la sorpresa de todos que se alejan espantados.
—Creo que eso es no cariño.
Sam sonríe sacando un pañuelo para limpiar mi rostro viendo Aryana salir con la frente en alto ante la mirada curiosa de todos.
—Gracias por acompañarme. —agradezco —Tenías razón, Jamás lo hubiera hecho sin ti —Sam niega quitando mi corbata que se ha manchado de vino tinto antes de responder.
—No fue mi victoria Matt —toma el documento que han dejado en la mesa y me lo entrega —todo esto es obra de la chica perfecta, era ella quien merecía está aquí. Pensé que la ibas a traer.
—Aun no es el momento.
Ella aun se siente insegura y es demasiado pronto para hablarle de amor. Voy a asustarla. Yo mismo estoy asustado ante la velocidad que va mi corazón.
—Es mejor no desaprovechar esta mesa, dicen que hacer reservas es complicado.
Hacemos nuestro pedido y nos quedamos esperando. Ella chatea con su esposo de quien se burla al insinuar tiene una cita con un americano millonario y yo con el trabajo de Charly en mis manos.
Envío un mensaje a Jason con los detalles de la reunión y espero el suyo. Mientras lo hago recuerdo los interrogantes que se han presentado con la llegada de Aryana a mi vida.
¿Quién dejó entrar a Aryana hasta mi oficina? ¿Quién dejó hizo el cambio de los medicamentos de Charly? Y ¿Quién retiró los documentos de esa carpeta?
"Mis hijos están a salvo. No tendré señal en tres meses"
Leo el mensaje de Jason varias veces y miro a Sam a quien le muestro el mensaje.
—Esto no va a acabar bien —lee de nuevo y tuerce los labios en una mueca divertida —estaré en primera fila para burlarme de él.
—Estaremos...
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