Capítulo XXXVI

"El infortunio pone a prueba a los amigos y descubre a los enemigos"

Epiteto

⁎⁎⁎

Me froto las sienes mientras no dejo de escuchar a cada uno de mis amigos del trabajo hacerme las mismas preguntas solo que de diferente forma, lo que logra que no pueda concentrarme en una sola para poder responder las demás con el orden que debería ser; simplemente veo como siguen consternados como llenos de diversas dudas que van desde el principio de la historia hasta su final, hubiera querido explotar y decirles que se callaran pero no sería lo correcto cuando tenemos a media población de empleados de Kavala's Industry quien podría escuchar mi grito y sin dudarlo, luego sería la noticia del día hasta que Demian terminara por descubrirla.

— ¡¿Por qué no hablas?! —Dice angustiado Vladimir.

— ¿Por qué crees que ha sido? —Le doy una sonrisa falsa. —Si todos se callaran, el trabajo de explicarles fuera más fácil pero no me están dando alternativas de levantarme de la mesa e irme. —Los amenacé.

Alen, Fabijan y Vladimir se mantuvieron callados luego de la pequeña amenaza que les hice, así que cuando me di cuenta que ya no serían capaces de abrir la boca, busque la forma adecuada de resolver sus dudas luego de haberles contado la forma en como termine quedándome embarazada de mi jefe. No tenía planeado terminar por contarles aquel suceso, pero luego de saber que tenía una conversación pendiente con Alen, preferí mejor hacer una junta entre amigos para poder darles la noticia, de todas formas, terminarían enterándose de la verdad, por lo que sería injusto ocultárselas cuando solo me faltan dos meses y medio para que nazca mi bebé, en donde se darán cuenta de la relación que Demian tendrá con mi hijo o hija.

—Fue algo que surgió de improviso, no era planeado y cuando me dieron la noticia simplemente no supe que hacer —les dije más calmada.

— ¿Ahora tendremos que tratarte diferente? —Dice Vladimir preocupado.

— ¿Qué? ¡No! Por llevar el hijo de nuestro jefe no hace que me convierta en su superior, además, dentro de la empresa ambos nos comportaremos con profesionalismo, ya fuera de ella, simplemente nos encargaremos del deber de ser padres. —Les expliqué.

—Sigo impactado, no puedo creer que lleves un bebé de él en su vientre —Fabijan habla con cautela.

—Ni siquiera lo veo a él como padre —murmura Vladimir.

— ¿Cómo ha sido contigo? —Pregunta Alen.

—Creo que quedaré como Vladimir quien a veces ustedes dos no le creen en sus palabras —señalé a Alen y Fabija —, pero si les soy sincera, el bipolar —como lo he apodado como un código para que nadie se entere que es Demian —es todo lo contrario a lo que ustedes han visto de él. Es generoso, amable, cariñoso y... —Me interrumpe Alen.

— ¿Ya tuviste sexo con él? —Resalta él dejándome impactada.

Sí, ya tuve sexo con mi jefe en donde no sabes lo bien que me lo pase pero dudo que la ocasión se vuelva a dar cuando él me ha enviado de una sola vez a la Friendzone porque no quiere romper la buena amistad y aprecio que nos tenemos, añadiendo que siente que es lo más saludable que podemos tener para llevar la paz al convertirnos en una pareja de padres que cada quien tendrá su vida a parte mientras intentan criar a su hijo o hija con el fin de hacerle ver que a pesar que sus padres no estén juntos por lo menos se llevan bien.

— ¿Qué? ¿A qué viene esa pregunta? —Dije incomoda.

Sinceramente ni siquiera a mis propias amigas les he podido hablar sobre ese reencuentro que he llegado a tener con Demian, lo he considerado demasiado personal y privado que es probable que me lo lleve a la tumba; porque a estas alturas no soy capaz de revelarlo por el simple hecho de que me avergüenza todavía pensar en una posible repetición en un futuro cuando no debería ser así. Sé que somos humanos y tenemos de vez en cuando ciertos impulsos en donde no tengo duda que esa noche fui quien más deseaba que sucediera, pero es algo que no me pondría a discutir con él luego de pensar que esto sólo ocasionaría que ambos reveláramos cosas que al final nos pueden herir.

—No te negaste —empezó a decir Alen.

—Pero tampoco afirme —lo contraataque.

—Bueno, no nos interesa si tuviste sexo o no con... el bipolar. —Recordó el código Fabijan. —Lo que importa es saber si te sientes cómoda con esta situación.

—Al principio estaba insegura pero ahora he cambiado opinión, él quiere formar parte de la vida del bebé y es lo único que me interesa. Ya lo demás queda en segundo plano —digo mientras pienso que ese segundo plano me incluyo.

—Me alegra que De... el bipolar... —Vladimir interrumpe la oración cuando ve que casi lo asesino por nombrar a nuestro jefe. —Te esté tratando con mucho aprecio y respeto, al menos se encargará del bebé y te ha ayudado en este tiempo luego que el estúpido de Rade casi te deja viviendo en la calle. —Asiento.

Es algo de lo que estoy segura que siempre se lo agradeceré a Demian, porque a pesar que al principio tuvo sus dudas sobre mí, se dio la oportunidad de conocerme para darse cuenta que no soy una mujer que estaba buscando su dinero u obligarlo que se encargara de su hijo o hija con el fin de recibir una manutención. La verdad es que esté tiempo, aunque hemos tenido altos y bajos, hemos aprendido a conocernos e intentar llevar la paz para que eso no perjudique al bebé.

—Sigo sin creer que ya tengas seis meses y medio de embarazo, dentro de un mes y medio te darán de baja por maternidad y no te veremos por casi cinco meses —dice Fabijan con aire melancólico.

—Créanme que en los siguientes meses también extrañare mi trabajo y a ustedes, pero convertirme en madre es lo que deseo y al menos quiero disfrutar con mi bebé un buen tiempo antes de volver a Kavala's Industry —sugiero.

—Tienes razón, pero ¿aún no te han preparado un baby shower los de tu área? —Niego.

—Nah, no necesito eso. Ya he recibido muchos elogios últimamente que siento que ya es un regalo que los demás empleados de mi planta quieran mantenerme segura en la bodega para ahora recibir algo material de ellos. —Les hago saber.

—Podríamos hacerte un baby shower privado, al menos con las personas que quieras dentro de ese evento. —Propone Vladimir.

—Es una buena idea, si tú no quieres uno, nosotros podemos organizártelo. —Lo apoya Alen.

Realmente un baby shower es lo que menos he llegado a tener cabeza en los últimos días, apenas he podido disfrutar de la alegría de saber que gane la demanda con Tomislav para ahora tener una nueva preocupación y es saber que para pagar el dinero que me debe, Franjo tuvo que hipotecar la casa y tener que usar algunos ahorros de los cuales tenía reservado para el futuro de mi prima, en donde ahora me siento mal que esto le sucediendo a Marinella pero no dudaré que cuando ella vaya a la universidad, me encargaré de recompensarle también su ayuda al haber dicho la verdad en frente del juez.

—No es necesario... —Me interrumpe Fabijan.

—Vamos, somos tus amigos y aunque seamos hombres, le pediremos a nuestras mujeres que nos ayuden —comenta él.

—Ya vez, podemos invitar a tus amigas más cercanas y hacer ese pequeño evento como algo solo entre nosotros, ¿qué te parece? —Se escucha buena idea, pero no sé qué pensará Demian.

—Está bien, pero lo discutiré con el bipolar, él también debe de enterarse de esto —ellos asienten.

—Pero, antes que nada, ¿es niño o niña? —Pregunta Alen.

—Lo he dejado como sorpresa hasta cuando nazca. —Todos dejan salir un gruñido.

—Bueno, tendrán que ser colores neutros. —Apunta Alen antes que empiecen a organizar el próximo evento que será para mí y mi bebé.

(...)

Les doy unas indicaciones a unos obreros para que lleven unas cajas llenas de licores hacía unos camiones que van directo a Pula para hacer la entrega a una tienda de vinos; el día ha estado un poco más movilizado luego de que la época de las fiestas ha acabado y varios sitios o licorerías se han quedado sin sus bebidas más compradas como promocionadas.

Sinceramente, eso de tener que estarme moviendo de un lado hacia otro ha comenzado a agotarme, sin decir que he tenido que cambiar mis zapatos de tacón por unos zapatillas deportivas cómodas para poder moverme con más agilidad, me doy cuenta como con cada semanas que pasa ya casi me estoy convirtiendo como una secretaria que solo tendría que pasar en su oficina, correspondiendo correos y organizando la papelería, pero al pensar aquello creo que tomo la suficiente fuerza para seguir supervisando mi área para que esta pueda mantenerse o incrementar en sus servicios antes que mi mando tenga que pasárselo de forma temporal a Stephan quien cada día lo veo ansioso para que llegue el momento en que dejé mi gerencia por unos meses.

No quisiera hacerlo, pero no tengo de otra luego de tener que aceptar la discusión que tuve con Demian sobre que Stephan es el único que puede tomar mi lugar al estar capacitado para la gerencia de logística, ya que los demás empleados aun necesitan de ciertas habilidades para poder tomarlos como una opción. Al fin y al cabo, tuve que aceptar, aunque no tuviera alternativas, ya que por lo menos dispongo de un promedio de cinco meses que estaré fuera de la empresa que corresponden a los últimos dos meses de mi embarazo y los tres que cuidare a mi bebé, esperando que Demian no se interponga en ello y quiera que me mantenga en casa durante más tiempo.

—El equipamiento probablemente llegue a su destino entre las cinco y seis de la tarde, señora Blažević —dijo el conductor del camión mientras registraba el número de cajas que lleva.

—Bien, le informaré al dueño de la tienda que más o menos a las seis de la noche llegará la entrega del pedido —retroalimento sus palabras.

—Está bien. Nos vemos, señora Blažević —Se jala la gorra el dueño del vehículo en forma de despedida.

Espero que el camión se marche para luego volver a realizar una de mis obligaciones diarias que es planificar como desarrollar los procedimientos de salud y seguridad con el movimiento y almacenaje de los productos; así que yendo a la bodega en donde debo de supervisar el mantenimiento que se le están dando a la mercadería, alguien se cruza en mi camino haciendo que me detenga.

— ¿No crees que ya es tiempo de que te retires? —Ruedo los ojos y paso a un lado de Stephan.

—Veo que ya te quieres deshacer de mí, pero te voy a hacer un recordatorio —siento como casi pisa mis talones —, aun me falta un mes y medio.

—Oh vamos, Danika. Ni siquiera puedes moverte con agilidad, además estar acá es un peligro para ti y ese bebé —enarqué la ceja y me doy la vuelta.

— ¿A qué viene eso? —Nos enfrentamos nuevamente.

—Ya sabes, este lugar no es para una embarazada. Puede haber cualquier tipo de peligro, desde moverte mucho de un lado a otro sin descansar como también que una caja llena de botellas de vino pueda caerte encima. —Agito mi cabeza.

¿Debería tomarlo como una advertencia o una amenaza? Quizás sea mejor dejarlo como un comentario estúpido y vacío en el que será mejor enfocarme en mi trabajo antes que en sus palabras, de todas formas, durante los meses anteriores a pesar que Stephan ha querido seguir insistiendo a que Demian le dé mi puesto, sigue sin poder conseguirlo, algo que dudo que suceda cuando nuestro jefe parece no cambiar de opinión.

—Ocúpate de lo tuyo, ¿sí? —Me doy la vuelta y regreso al área de embotellamiento.

Compruebo los controles analíticos los cuales debe de tener el vino antes de ser almacenado para obtener un producto mucho más estable y límpido; así que escuchando como uno de los empleados me explica el volumen total del vino, como la evaluación organoléptica en cata, registro que los niveles de alcohol, azúcar, acidez total y volátil, pH, sulfuroso, color, turbidez, filtrabilidad, estabilidad tartárica, proteínas y hierro se encuentren respetando el reglamento que la Unión Europea constituye para la fabricación como venta y exportación de los vinos.

Luego de ello, proceso a ver los controles de material seco, con el fin de que las botellas como los tapones también correspondan al reglamento que exige la Unión Europea, en donde obtengo la ficha de trabajo en donde están con detalle el inventario de los materiales que nos proveen laboratorios especializados en la producción de botellas con tapones de corcho, sintético o de rosca.

—Las botellas que llegaron el día de ayer, han sido sanitizadas, ¿no? —Le pregunto a uno de los empleados encargado de la parte de limpieza de botellas.

—Sí, señora Blažević —responde —. Hemos revisado con cuidado que no vaya algún resto de cristal, polvo del empaquetado o alguna gota de condensación —asiento.

— ¿La temperatura está en 20° centígrados? —Pregunto al acercarme al termómetro de la planta.

—Sí. —Responde el empleado caminando detrás de mí.

—El grifo de la máquina filtradora de vino, ¿está ajustada al volumen de las botellas de vino? —Vuelve a afirmar el empleado moviendo de arriba hacia abajo su cabeza.

Hasta el momento no he encontrado ningún problema entre toda la supervisión que estoy haciendo para el almacenamiento de los vinos antes de su entrega, así que la primera parte de la enología está en perfectas condiciones.

Termino de evaluar el proceso de lavado de botellas, el llenado y el lavado para luego pasar irme a otra bodega en donde se encuentran las reservas exclusivas y especiales para poder hacer el conteo del inventario que tenemos hasta la fecha, en donde tengo que calcular el promedio de vinos que se venderán en los próximos días antes de que se nos acaben las etiquetas especiales que tenemos.

— ¿Cómo va el trabajo? —Escucho una voz conocida luego de salir de la bodega de las reservas.

— ¿Qué haces acá? —Saludo a Alen.

—No respondías tu celular, así que preferí venir para anunciarte que a las cuatro y media tendremos una reunión con el jefe. —Hago una mueca.

Dios, sigo preguntándome por qué a veces a Demian se le ocurre hacer este tipo de reuniones a último momento, la verdad, es que ya tenía planeado irme a descansar una vez que llegara a la casa, sin embargo, creo que las probabilidades de hacer un cambio de horario y planes quedaran nuevamente en mi lista de espera porque al final a alguien se le ocurrió reunirnos cuando sabe que, a esa hora, ya todos quieren irse de la empresa para llegar pronto a casa.

—Deberías decirle que cambie la reunión para mañana —me insinúa Alen.

Elevo una ceja y le doy una mirada seria mientras que él deja ir una carcajada haciendo que se escuche un enorme eco en la planta por su risa contagiosa.

—No empieces con eso, una cosa es llevar a su bebé y otra que empiece a tomar un poder que no está al alcance de mis manos —le digo en voz baja.

—Bueno, al menos lo intente —encogió sus hombros.

Aun así, Demian no aplazaría una reunión que probablemente pueda ser muy importante para él, ya que conociéndolo querrá resolver el problema antes de irse de la empresa, además sólo por llevar a su hijo o hija, no quiera decir que ahora podré tener un control sobre él cuando sería estúpido intentarlo sabiendo que la única forma de interrumpir esa reunión será que yo invente que me siento mal a punto de que se preocupe para irme a ver y poder tranquilizarse al saber que nada me ha sucedido junto con el bebé.

— ¿Qué hace él acá? Este no es su lugar —Alen y yo dejamos ir un gruñido.

—Alen puede venir cuando lo deseé, no está excepto a no pisar el área. —Le recuerdo a Stephan. —Además, ha venido a darme una noticia.

— ¿De qué por fin salió del closet? —Pongo los ojos en blanco y respiro profundamente.

—Salí del closet desde que tenía quince años, idiota —respondió Alen molesto.

—Entonces, ¿qué ya estas preparando una boda gay? —Me acaricié las sienes antes de poder asesinarlo.

— ¿Cuál es tu problema con su sexualidad? —Le pregunto.

—Ninguno. —Alza sus manos.

Realmente no me gusta que traten a Alen de una forma diferente, ni siquiera tengo idea como en los próximos meses el pobre de mi mejor amigo tendrá que trabajar con este idiota, porque así como Stephan lo trata, no dudo que un momento Alen termine por acallarlo con algún golpe o terminando por decirle algo de lo que le resultara vergonzoso; porque con eso que Vladimir nos cuenta últimamente muchos chismes de cualquier empleado de la empresa, Stephan es uno de los que debería mantener su boca cerrada antes que en frente de otros trabajadores se revelen sus secretos más íntimos.

Empuje a Alen para que nos marcháramos a otra área antes de que ambos termináramos por romperle la cabeza a Stephan con una botella de vino que no tengo duda que al final saldrá de nuestro sueldo por dañar un material de la empresa y por agredir físicamente a un empleado.

Antes de poder proseguir escucho como alguien grita un «apártense de ahí» logrando que no pueda recapacitar a tiempo en el momento en que Alen me da un empujón terminando por caer lejos de él y escuchando pronto un fuerte ruido, en donde termino por ver cómo varias botellas de vino terminan por romperse a punto de que caen en la pierna de mi mejor amigo quien al final no pudo prevenir las heridas que traerían las botellas al caerle encima logrando que varios cristales terminaran por incrustarse en su piel y a la vez, rasguñaran su ropa.

— ¡Alen! —Me acercó a él.

Varios trabajadores se nos acercan para ayudarnos mientras que él gime del dolor y veo como de su pierna sale sangre, haciendo que no pueda levantarse del suelo; uno de los empleados llama a emergencias y una ambulancia no tarda en llegar cuando terminando por llevarse a Alen en una camilla y directamente al hospital en donde termino por acompañarlo mientras los paramédicos intentan quitarles los trozos de cristal y limpiar la herida para que esta no siga desangrando a punto de ocasionarle una hemorragia o infección.

Llegamos al hospital más cercano mientras que a él lo llevan a una sala de emergencias, así que teniendo que quedarme en sala de espera, una enfermera se me acerca para tomar los datos personales de Alen. Termino en aquel lugar esperando tener pronto noticias de mi amigo, pidiendo que solo sea más que una herida y no haya daños más profundos que puedan empeorar la situación.

(...)

A los veinte minutos, escucho como alguien me llama pero no es exactamente el doctor quien me viene a reportar el estado en que se encuentra Alen, sino más bien, es Demian quien ha llegado preocupado luego de haberse enterado sobre lo que sucedió en mi planta de trabajo; me levanto y ambos nos damos un abrazo mientras que él registra si no me ha llegado a suceder nada, pero intentando calmarlo le digo una y otra vez que no soy yo la que he salido herida, sino que Alen quien aún sigue ingresado y no he obtenido noticias de él.

— ¿Qué fue lo que sucedió? —Me pregunta angustiado.

Quisiera poder explicar qué diablos fue lo que sucedió hoy por la tarde cuando se cayeron las botellas de vino de un estante, pero siendo sincera, ni con teorías podría descifrar ahora como es que exactamente cuándo Alen y yo íbamos caminando en esa zona, termino por caer la caja logrando verse como un accidente inesperado que para mí ha resultado más que planeado por alguien que quiso lastimarme, pero al final termino por salir herido mi compañero de trabajo.

—Unas botellas de vino cayeron del estante de forma inesperada, Alen se dio cuenta antes al escuchar que alguien nos quiso prevenir el daño, pero ya era demasiado tarde cuando solo a mí pudo empujarme para evitarme una herida mientras que él, se llevó una herida profunda en la pierna con unos cristales que se incrustaron en su piel. —Le explique.

—Mierda, esa es la razón por la que te decía que ya no quiero que vayas a trabajar, en el área de las bodegas se dan muchos accidentes y no quiero que un día algo peor te pueda suceder. —Ruedo los ojos.

—No pongas de pretexto eso, Demian. Sabes que tenemos un acuerdo de llegar hasta mi octavo mes de embarazo trabajando en la empresa —le dije disgustada al ver que cambiamos de tema.

—Pues con esto, rompo el acuerdo. No quiero poner en peligro a nuestro bebé por tu terquedad de seguir en la empresa —dice molesto.

—Por el amor de Dios, Demian. No te das cuenta que será una tortura pasar en casa en los próximos dos meses y medio. —Quise que me entendiera.

— ¡Acostúmbrate! —Abro la boca admirada.

— ¡No quiero! ¿Qué quieres que haga en los próximos meses? ¡¿Hacer calcetines de croché?! —Pone los ojos en blanco.

— ¡Buscaremos alternativas para que no te abrumes estando en casa! —Gruño al escuchar eso —. Pero solo quiero que tomes en cuenta que a partir de hoy ya estás de baja por maternidad en la empresa, no permitiré que salgas herida después de ver lo que sucedió hoy. —Hago ejercicios de aire antes de matarlo.

Realmente este accidente le dio la afortunada idea de suspender mis horas laborales con el propósito de proteger a nuestro bebé, pero sigo rehusándome a poder tomar su decisión cuando necesito mi empleo para sentirme útil antes que los últimos meses ya sean de mi pesar, pero me estoy dando cuenta que Demian me está retirando esas oportunidades.

—Tengo la impresión que eso no fue un accidente —musito.

— ¿Qué? —Dice desconcertado.

—No tengo duda de que Stephan planeó esto para que me dieras de baja y ahora él comenzara su legado de ser gerente temporal —dije sacando a luz mi única teoría.

— ¿Tienes pruebas de lo que dices? —Suspiro al imaginar que eso me dirá.

—Solo una frase que dijo, pero conociéndote no valdrá mucho para que lo suspendas o despidas —dije malhumorada.

—Para mala suerte de ambos, sí. —No me contradijo.

Realmente es difícil que Demian pueda tener evidencia accesible para que pueda investigar si Stephan estuvo involucrado en el accidente cuando es normal que estás cosas sucedan en el área de logística, sin embargo, no dejo de pensar en lo que me dijo Stephan antes de que comenzara a realizar las evaluaciones del embotellamiento, lo cual no tengo duda que él pudo estar implicado en esto.

— ¿Familiares de Alen Stanić? —Llegó un doctor.

—Su familia no está aquí, pero soy una amiga muy cercana a él —intento convencer al doctor para que me dejé pasar a ver a mi amigo.

—Acompáñeme. —Asiento mientras persigo al doctor.

Demian al final se quedó en la sala de espera mientras que voy detrás del doctor para saber cómo está mi amigo; él no me explica más que solo le han hecho unas puntadas en la pierna de Alen luego de que detuvieron el sangrado, que lo bueno fue que los cristales no habían perforado algún musculo o articulación que podía dañar el movimiento de su pierna, añadiendo que unos analgésicos y días de descanso lograran que las heridas se cierren y pueda volver a su rutina.

Paso a una habitación y veo como mi mejor amigo se encuentra acostado en una cama con una bata azul reemplazando su ropa; me da una mirada y sonríe con un poco de tristeza al ver que estará unos días en casa sin poder moverse con libertad debido a las heridas que ha obtenido. Me acerco a él y agarro un asiento para ponerlo a un lado de la cama para poder charlar antes que le den de alta para regresar a su casa y descansar.

— ¿Cómo te sientes? —Le pregunto con una mueca.

—Bueno, el seguro médico cubrirá los gastos y pasare unos días en casa donde serán unas vacaciones temporales, es bueno, ¿no? —Encojo los hombros.

Realmente no sé por dónde empezar, pero lo que sí, es que no debo de olvidarme de darle las gracias por haberme salvado de un buen golpe del que hasta mi bebé podía haber sufrido alguna lesión y eso, si no me lo hubiera perdonado.

—Quizás vaya a cuidarte, recompensando lo que hiciste por mí. —Veo que empieza a negarse. —De todas formas, Demian me acaba de dar de baja porque temé que esto vuelva a suceder y pueda dañar al bebé. Por lo que tendré muchas horas libres en casa. —Le comento

—No lo culpo, yo hubiera hecho lo mismo. —Forme una línea en mi boca al ver el apoyo que él le da a nuestro jefe.

Realmente no quiero discutir sobre ello y tampoco sobre mi teoría que Stephan pudo estar involucrado en el accidente, por el momento, solo quiero hacerlo sentir mejor antes que pueda ponerse melancólico al saber que suspenderá ciertas actividades importantes para él por cuidar de la salud de su pierna.

—Te agradezco por salvarme y salvar a mi bebé, Alen —le digo con mucho cariño.

—Oh, no es nada Danika. Sabes que ustedes dos me importan, no me hubiera gustado que sus vidas corrieran peligro y en vez de mi lugar, se encontraran ustedes —puso su mano encima de la mía.

—Siempre has hecho muchas cosas por ambos, que ya no sé cómo agradecértelo —le murmuro a lo que él ríe.

—Bueno, por ahora, solo te pido que le llames a Nikola para que me pase recogiendo y me lleve a casa —elevo una ceja y lo miro con picardía.

—Mmm, ¿tú y él...? —Achicó los ojos y sonrío.

—Solo somos amigos. —Dice con seriedad.

Quisiera creerle eso, pero últimamente solo lo escucho hablar de mi obstetra que no tengo duda que algo está sucediendo entre ellos dos, por lo que me emociona porque ambos serían una bonita pareja y Nikola me agrada demasiado que espero que pronto se revele que ambos tienen una relación, ya que, así como Alen habla muy bien de él y no necesariamente como un amigo, no tengo duda que Nikola debe hacer buenos comentarios de mi mejor amigo con sus amigos.

—Oye, he pensado una cosa mientras veníamos en la ambulancia —le comento.

— ¿En qué pedirás una consulta extra para conocer el sexo del bebé y facilitarnos la temática del baby shower? —Rio al escuchar su propuesta.

—No, nada que ver. —Suspira desganado. —Más bien, quiero saber si tú quieres ser el padrino de mi bebé —sus ojos marrones casi se salen de la sorpresa.

— ¿Qué? ¿Yo padrino de tu bebé? —Asiento. — ¿No es una broma? —Niego —Pero, ¿por qué yo? —Se extraña.

—Por Dios, Alen. Me sorprende que dudes de todo lo que has hecho por ambos desde un inicio —veo como no se lo cree aún —. Desde antes de mi embarazo has sido el primero que me ha apoyado en todo, desde mi elección de la gerencia hasta ver cómo hoy arriesgaste tu vida para protegernos a ambos, has sido ese amigo gay fiel que siempre he querido tener, porque nunca me has juzgado y lo loco es que hasta estás planificando de forma entusiasta un baby shower sabiendo que nuestro jefe puede estar presente pero no tienes miedo a lo que suceda —le explico.

Veo como sonríe para luego darme una mirada en la que sus ojos ya están completamente llenos de lágrimas, no creí que le pediría ser el padrino de mi bebé cuando antes de conocerlo ni sabía elegir a cuál de todas mis amigas tendría que ser la afortunada de ser la madrina, pero luego de analizar todo lo que Alen ha hecho por mí durante estos meses, creo que se merece ese honor, además mis amigas serán como las tías de mi bebé, por lo que no las estoy excluyendo.

— ¿Segura que quieres un padrino homosexual para tu bebé? —Sigue dudando.

—Alen, no estamos en la Era prehistórica, sabes que jamás he juzgado tu sexualidad, por lo contrario, la apoyo y cómo te digo, me gustaría que tú fueses el padrino. Pero aceptare si te niegas a eso. —Él se queda callado.

Parece pensarlo por un momento hasta que veo una sonrisa en su rostro la cual me deja saber cuál será su respuesta final.

—Sabes que Fabijan y Vladimir se molestaran porque no los incluiste, ¿no? —Me rasco la nuca.

—Ups, espero que me perdonen —sonrío con inocencia.

—Me encanta la idea de ser el padrino de tu bebé, pero, ¿Demian ya sabe de esto? —Hago una mueca porque en realidad él no tiene idea.

—No creo que se niegue, pero lo hablare con él. Mientras tanto, alégrate porque serás padrino de un bebé con apellido Thalassinos. —Alen silba a escuchar eso.

—Será todo un honor ser el padrino de ese pequeño o pequeña.

Me acerco a él y pronto nos damos un abrazo, sellando un perfecto momento que a pesar que ambos nos llevamos un susto, al final la emoción fue cambiada por una de felicidad luego de que ya tengo el padrino perfecto para mi bebé y no tengo más duda que Alen sea el indicado luego de sentir como para mí, él suele ser como mi hermano mayor también.

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Continuará...

Ay, lo que me gusta de todo esto, además de que Danika haya elegido a Alen como el padrino de su bebé, es que ya faltan poco capítulos para conocer al próximo Thalassinos; así que ya lo conoceremos, yeih!

Les deseo un buen comienzo de semana, esperando que todo este bien en sus vidas y más, en su salud :)

A la vez, pido a Dios que le dé fuerza y fortaleza a Colombia por la situación que está viviendo, esperando que la política reaccione ante el daño que le está haciendo a su población y que recapacite pronto para que todo mejore y no vuelva a ser como antes.

Nos vemos en el próximo capítulo!

Isabel Moz

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