Capítulo XXXII

"La belleza es el esplendor de la verdad"

Platón

⁎⁎⁎

Me termine de preparar para verme una vez más en el espejo antes de irme directo a la sala, está será mi primera navidad lejos de casa, con una diferente familia, con el descubrimiento de nuevas tradiciones y por supuesto, con la espera de un bebé. No pensé llegar de esta forma en esta importante fecha cuando hace tan solo unos meses atrás aún creía en esa posibilidad en pasar las fiestas con Rade, lo cual ya no me resultaba emocionante tener que hacer lo mismo cada año cuando solo se trataba de visitar a sus amigos para embriagarse, hablar de un futuro incierto y jugar con sus increíbles apuestas.

Realmente la última navidad que recuerdo que me la pase bien con él fue hace cinco o seis años, en donde nos quedamos en casa, cocinando juntos y preparando nuestra propia festividad en cantar, bailar y estar cerca de la chimenea esperando que se hiciera de medianoche mientras recordábamos todos nuestros éxitos del año. A estas alturas el valor de disfrutar esas festividades con él, parecieron caducar como una leche vencida, pero ahora que estoy en Grecia y con la familia de Demian, me hace sentir tanto feliz como nerviosa por lo que descubriré está noche.

A plena mañana del veinticinco de diciembre —sí, veinticinco de diciembre porque los griegos no celebran la navidad el veinticuatro, sino hasta el siguiente día—, toda la familia de Demian fue a misa, luego de ello, descubrí que una de las tradiciones principales e importantes había comenzado con los niños, en donde las sobrinas y el sobrino de Demian participaron en la llamada Kálanda que es ir de puerta en puerta de cada casa cantando villancicos navideños para las familias utilizando el instrumento del triángulo, eso es algo común pero lo que me dejo sorprendida que esta tradición se asemeja un poco a Halloween, sí, se escucha extraño pero a mí, así me parecía luego de que Cassandra me mencionará que mientras los niños cantan, las familias de dichas casas les entregan dulces, frutas o dinero.

Realmente cualquiera diría para qué unos niños necesitan dinero, agregando que la familia Thalassinos es adinerada y tienen una posición económica estable para hacer eso; pues al menos el grupo de infantes donde está Rhea, Tess y Phineas recogen ese dinero con el fin de donarlo a fundaciones de niños que tienen cáncer o enfermedades crónicas, añadiendo que a veces con ello, resulta ser que lo ocupan para comprarles regalos y darles una alegre navidad y año nuevo a esos niños y niñas. Sinceramente la idea resulta ser un poco madura para niños pequeños que no comprenden mucho el mundo que los rodea aún pero como me lo dice Cassandra no están exceptos de saber que hay otros infantes que en estas fiestas no las pasan en casa, sino que dentro de un hospital o fundación esperando que un milagro alegre les llegué, haciendo que este pequeño grupo de niños coritas les den ese momento feliz.

Por supuesto, esa solo es la primera tradición que descubrí por la mañana, la siguiente que supe fue el tradicional Karaváki, un barco de madera que está fuera de casa y tiene espectaculares luces azules y blancas que iluminan una parte del majestuoso jardín, podría decirse que para los griegos el árbol de navidad es ese barco, sin embargo, con el paso del tiempo la señora Dionne me ha explicado que dicha tradición se ha ido borrando de la lista de varias familias para poner el tradicional árbol de navidad en casa, no obstante, la familia de Demian al valorar la cultura e historia de su país, cada año en esta fecha siempre construyen una maqueta de un barco velero, lo adornan de luces y bolas navideñas. Aunque a pesar que estemos en la actualidad también han aceptado el árbol, el cual es enorme y está en la sala, ya que la señora Dionne como el señor Basil, han aceptado dicha tradición extranjera solo por sus nietas y nieto quienes desde pequeños les han insistido en tener su propio árbol navideño en casa.

El resto de tradiciones de Grecia es historia, ya que principalmente es de saber que cada país tiene diferentes formas de celebrarlo con su familia, como por ejemplo: la comida, la fiesta y por supuesto, como finalizan está época. Al menos he podido actualizarme un poco está mañana sobre como los Thalassinos la celebran, lo cual es de admirar que ellos todos los años se reúnan en Tolo para celebrar estas fechas juntos, ya que por lo que entendí del señor Basil, es que la familia es lo primero que se debe de agradecer cada año por estar unida.

Salgo de mi habitación para hacer protagonismo nuevamente en esta casa, sinceramente no es de sorprenderme que todos estén interesados en mí luego de saber que en mi vientre llevo al próximo Thalassinos pero sin dudarlo, desde que todos supieron de la verdad, no sólo fue un respiro en mi conciencia sino que también para la señora Dionne, Cassandra y el mismo Demian que ahora parece estar de mejor humor luego de soltar aquellas palabras de que estoy esperando un bebé de él.

Gracias a Dios todos entendieron bien la situación que vivimos y como el destino nos unió, al menos nadie de la familia de mi jefe me señalara como una vividora que se ha querido aprovechar de él al llevar a su bebé en mi vientre. Eso también me ha relajado y al menos, me dio la suerte de haber tenido una noche llena de paz y tranquilidad.

—Oh cielos, ¡te ves hermosa! —Escuché el primer elogió de la noche.

Cassandra quien lleva puesto un vestido púrpura corto, con unos tacones negros y un collar en su cuello me hace sentir un poco fuera de mis parámetros al ver lo elegante que se ve mientras llevo un vestido de cuadros escoces con mangas, unas medias negras y unos botines del mismo color; debí suponer que mi sencillez se vería opacada con la belleza de las mujeres de esta casa, pero una parte me hace sentir conforme en usar algo que para mi estilo me hace sentir bien y más con la barriga que tengo.

—Tú estás radiante. —Le devuelvo el elogio.

— ¡Gracias! —Dice sonriendo. —Ven, acompáñanos un rato con mi madre.

Toma mi brazo y lo enrolla con el suyo mientras nos dirigimos al comedor, ahí nos encontramos con la señora Dionne y Sapphire quienes están terminando por ordenar la mesa antes de llamar a todos a participar en la cena navideña.

—Miren quién está preparada para esta noche —dice Cassandra llamando la atención de las otras dos mujeres.

— ¡Oh Danika! ¡Te vez preciosa! —Se acerca la señora Dionne a mí.

—Ese vestido te queda espectacular Danika. —Dice admirada Sapphire.

Wow, realmente no sé si lo dicen por complacerme o porque en serio me veo bien, la verdad es que nunca había recibido tantos cortejos que fuesen de otras personas que no sean mis amigas; la verdad es que, al escuchar aquellas palabras, además de mi ego, mi orgullo se incrementa al saber que tome una buena elección.

—Ustedes también se ven hermosas, irradian belleza y alegría en este lugar —les digo a todas.

—Gracias Danika —dice Sapphire con una enorme sonrisa.

—Es muy lindo de tu parte decirnos algo así, pero tú también formas parte de esa belleza y alegría —añade la señora Dionne.

—Se lo agradezco, ¿les ayudo en algo? —Intento cooperar.

—No es necesario querida... —Hago una mueca con la respuesta de la señora Dionne.

—Me gusta ayudar, además aún puedo moverme bien y agarrar cosas a pesar que está pancita comienza a crecer más. —A todas les da ternura escuchar eso.

—Está bien, que Cassie te enseñe donde están los cubiertos, debemos de ponerlos en la mesa. Faltan diez minutos y aún no está todo preparado. —Dice con agilidad la señora Dionne.

Termino por ayudarlas a poner los cubiertos, platos y copas en la mesa mientras que ellas llevan la comida; enciendo tres velas que ya están puestas sobre la mesa y observo si ya todo está preparado mientras que Sapphire se va a llamar a todos para que vayan al comedor. Me quedo cerca de mi silla esperando que los demás lleguen para poder sentarme, pero apenas giro mi rostro hacia la entrada del comedor cuando mis ojos chocan con los de Demian quien se ha vestido de una forma semi-formal; siento como el corazón me comienza a palpitar rápido y de cómo suelto un suspiro al verlo muy guapo, intento no morderme el labio y recordar que hace dos noches lo vi solo con sus bermudas mientras nadaba en su piscina, su cuerpo me provoca aún cosquilleos entre mis piernas y también una línea de calor que invade mi cuerpo al imaginar cosas que no debería desear de él.

Se acerca a mí, pero antes de decirme unas palabras respondo a todos los elogios que me hacen los demás miembros de la familia, regalándoles una sonrisa y unas sinceras palabras por lo amables que son conmigo no sólo al recibirme en su casa, sino que al tratarme como alguien más de la familia.

—Te vez espectacular. —Me susurra cerca de mi oreja.

Trago hondo y las palabras no me salen cuando mi nariz detecta ese delicioso olor a cuero y canela. No sé cómo mi cuerpo se puede controlar ante cualquier impulso al tenerlo cerca, a veces desearía no ser su empleada, sino que al menos una conocida en la que se sintiera segura en poder dedicarle o devolverle sus cortejos con un coqueteo, pero no soy muy experta que digamos en poder hacer eso, apenas tengo el valor de verlo de frente sin bajar la cabeza y sonrojarme como una universitaria que empieza a tener sus primeros encuentros con un chico guapo y maduro.

Toma la silla y la jala hacia atrás para que pueda sentarme, así que, tomando su caballerosidad, lo hago para luego sentir como él empuja hacia adelante siempre dejándome un espacio para que mi vientre no choque con la orilla de la mesa; todos se sientan y luego de haber mucho ruido más de parte de los niños, termina por darse un silencio en donde el señor Basil mira a toda su familia y agarra una copa de vino en la cual la deja medio alzar.

—Es agradable saber que un año más mi familia se encuentra reunida para esta celebración; que mis tres hijos estén presentes, que mis nietos estén con nosotros brindándonos alegría y que mi esposa nuevamente haya preparado una cena espectacular y deliciosa. —Empieza a decir el padre de Demian. —Hace exactamente un año pedí de regalo que alguien más se uniera a nuestra familia, sinceramente creí que mi hija Cassandra terminaría por darme otro nieto, pero al final las cosas terminaron a la inversa. —Todos reímos hasta los más pequeños al ver a Demian. —Pero nunca imagine que mi deseo se llegaría a cumplir, no sólo en traer a una persona más sino a dos. —Dejé salir una sonrisa al ver como el señor Basil dirige su mirada en mí. —Esta será una navidad diferente, para todos y más para Danika quien ahora forma parte de la familia Thalassinos. —Todos sonríen mientras me ven. —Danika, bienvenida a casa. No sabes la alegría que nos has traído a todos estás fiestas con tu llegada y la noticia que tendremos un nieto o nieta, un sobrino o sobrina y un primo o prima más. —Ahora alza la copa. —Brindo por nuestra familia, para que podamos conocer pronto a ese bebé, ¡salud! —Termina por decir.

— ¡Salud! —Terminan por decir todos hasta yo.

Durante la cena todos comimos el típico galopoula un pavo relleno de uvas, castañas, nueces y almendras, servidas con papas horneadas. Otros platos también se encontraban en la mesa, sin embargo, no pensé que el protagonismo se lo llevaría también la taramosalata quien Demian me la quito de las manos antes de saber qué era eso al estar en un recipiente con tapadera, algo de lo que le agradeceré porque me salvo de ir a vomitar al baño si llegara a sentir el olor. Lo esperado después empezó a llegar con conversaciones amistosas y llenas de humor mientras Lander hablaba sobre cosas de su infancia junto con la de sus hermanos, aunque fue extraño que en ninguna de las historias contadas por todos se mencionará a Karsten quien supondría yo que no deberían ignorarlo cuando es la imagen de Demian también.

Tess y Phineas empezaron a jugar de forma oculta con la comida mientras se lanzaban nueces o uvas haciendo que sus abuelos o sus padres nunca se dieran cuenta, ver aquella escena infantil solo me inspiro a imaginar que dentro de unos años, mi bebé así estará jugando con sus primos, a estas alturas no tuviese que imaginar tantas cosas pero me agrada pensar que formara parte de una familia unida y amorosa; sé que los problemas existen pero aquí no se han mostrado hasta el momento, ni siquiera esa diferencia entre hermanos porque a pesar que Lander o Cassandra les gustan molestar a Demian, él hace lo mismo con sus hermanos en su defensa al ser el menor; realmente verlo divertirse es algo fabuloso, tanto que, no quiero que termine el día.

—Tu familia debe de extrañarte ahora, ¿no? —Me dice el señor Basil.

—La verdad es que es lo contrario, yo los extraño a ellos. —Respondo. —Pero no es porque no esté con ellos celebrando este día, sino más bien, porque llevo años sin celebrarlo con mi familia. —El padre de Demian se sorprende.

— ¿No tienes contacto con ellos? —La señora Dionne se da cuenta que su esposo está a punto de tocar el tema menos adecuado para el momento.

—Basil... —la madre de Demian no sabe cómo decirle a su esposo la verdad.

— ¿Qué sucede? —Él le pregunta a ella.

—Realmente la mayor parte de mi familia ha fallecido. —Dije sin miedo.

No es de sorprenderse que después de haber ruido haya silencio con mi comentario, solo Rhea, Tess y Phineas son los que no dejan de hablar mientras que los adultos son quienes se han quedado consternados con saber aquella dura noticia sobre mi familia. Sé que en tiempos de navidad es de hablar sobre amor, familia y éxito, pero en mis circunstancias, ya no me da miedo o dolor hablar sobre lo que les sucedió a mis padres y a mis abuelos; fue difícil superar sus muertes, pero al menos aún mantengo sus recuerdos vivos en mi memoria.

— ¿Tendré una prima o un primo? —Pregunta la pequeña Tess.

De un segundo a otro el ambiente dejo de estar tenso para enfocarnos en la más pequeña de la familia quien no deja de vernos al darse cuenta que acaba de interrumpir un momento en que ya nadie sabía que decir, al menos, eso salvo a todo el mundo a que sintieran lastima o compasión por mí, como a su vez, guardando las palabras de consuelo.

—Es cierto, ¿ya saben el sexo del bebé? —Prosigue Sapphire.

— ¿Qué es lo que quisieran tener? ¿Niño o niña? —Dijo también Cassandra.

—Niño.

—Niña.

Demian y yo dijimos al unísono logrando que nos viéramos mutuamente, realmente no esperaba que él deseará una niña, mientras que yo, un niño; sinceramente nunca pensé que esté momento llegaría tampoco, además de que en ningún momento llegamos a discutir el tema sobre si nuestro bebé es niño o niña.

—Una niña sería increíble, se unirá a nuestro club. —Dijo Ophelia emocionada.

—Oh no, debe ser un niño, necesito jugar con alguien. —Protesto Phineas.

Nuevamente Demian y yo nos damos una mirada para soltar una risa, porque a partir de esa discusión entre primos se empieza a dar un debate entre familia sobre el sexo del bebé; realmente no importa si es niño o niña, creo que mi jefe y yo coincidimos con la típica frase sobre con que "el bebé nazca saludable lo demás no importa".

Luego de la cena, todos nos fuimos a la sala en donde los niños empezaron a cantarnos villancicos mientras Sapphire repartía melamakárona que son galletas de miel con naranja, canela y nueces por encima, como también kurabiédes que son una especie de polvorones.

Las tradiciones que hay en Grecia acerca de la nochebuena suelen tener un punto muy diferente, el cual me maraville al saber que en esta fecha no se entregan regalos de navidad sino hasta el treinta y uno de diciembre, ya que para los griegos no existe Santa Claus, sino más bien, la persona quien entrega los obsequios es San Basilio. A la vez, antes de medianoche, los hombres de la casa incendiaron un enorme tronco en una esquina de la casa para mantener alejados a los Kalikántzari, que pueden considerarse unos duendes a veces amables pero traviesos que llegan al hogar para asustar a las personas, hacer unas cuantas bromas, devorarse la comida de la casa, etc.

Después que el tronco fue incendiado, todos de nuevo entraron a la casa excepto yo, quien preferí quedarme viendo aun las llamas del fuego hacerse cada vez más pequeñas; mediante la madera del árbol se va quemando, deja cenizas que se ocuparon luego para hacer una señal de la cruz en la puerta de la casa; adentro de aquel hogar se escucha diferentes melodías de música en donde al girar por un momento mi rostro veo como la familia Thalassinos ha empezado a festejar el veinticinco de diciembre; sin embargo, dejo de prestarle atención a la música para ver como Demian se va acercando a mí.

—Estoy agradecida por esta noche, convivir con tu familia, ha sido fantástico. —Le soy sincera.

—Me alegra escuchar eso. —Ambos sonreímos.

Nos quedamos un momento en silencio mientras seguíamos observando el tronco incinerarse, realmente a pesar que esta navidad fue muy diferente de las que he pasado con mi familia y con Rade, sin dudarlo, ha sido muy especial; no sólo con haber disfrutado nuevas tradiciones, sino que también al haber obtenido mucha alegría luego de tanto tiempo lleno de angustia y dolor.

—Puedo hacerte una pregunta. —Giro mi rostro.

—Claro, sólo si tú me permites hacerte una —Demian elevó una ceja.

—Intercambios de respuestas, ¿eh? —Encogí mis hombros.

— ¿Aceptas? —Asiente sin remedio.

Veo como antes de hablar formula muy bien su pregunta, no tengo idea de lo que dirá, pero al menos debo de estar preparada para cualquier cosa que venga en el camino.

— ¿Qué le sucedió a toda tu familia? —Enarco la ceja. —A tu papá, mamá, abuelos...

Suspiro para luego tomar su mano y llevarlo hacia una de las tumbonas que están cerca de la piscina, realmente ambos necesitamos estar sentados antes de que conozca los detalles de la historia de mi familia.

—Mi madre murió de un paro cardiorrespiratorio durante el parto, ella sufría de un problema cardiovascular con hipertensión pulmonar. —Juego con mis manos. —Y mi padre murió en vuelo aéreo. El avión en el que iba chocó contra el pentágono de Estados Unidos. —Sus ojos se abrieron en grande.

— ¿El del once de septiembre? —Asiento. —Pero, ¿qué hacía en ese vuelo tu padre?

—Mi padre apenas empezaba a trabajar para la National Geographic Society, el vuelo 77 de American Airlines llevaba a un grupo de niños con sus padres o responsables y un grupo de miembros de la asociación para hacer un viaje a las Islas del Canal cerca de Santa Bárbara para ir al Santuario Marino Nacional. —Comienzo a decir. —Lo eligieron a él para que hiciera un documental fotográfico sobre ese lugar y acepto ir para luego programarlo en televisión, sin embargo, el vuelo no llegó a su destino. —Mi piel se erizo.

Aún recuerdo ese día, una de las noticias más catastróficas para aquel año y para un país que tiene una gran potencia económica; si alguien me hubiera dicho que pasaría si mi padre una subía a ese avión, sin dudarlo, hubiera hecho hasta lo imposible para que se quedara en el apartamento que rento por su trabajo para salvar su vida. No obstante, todos tenemos un destino y no podemos cambiarlo. Ni siquiera sé cómo pude sobrevivir a ese dolor, sólo sé que mis abuelos al enterarse de lo que le había ocurrido al avión, su mundo se derrumbó, lloraron durante horas y horas hasta que se prepararon para darme la noticia, ¿qué iba a ser de mi vida sin mi padre a mi lado? No lo supe hasta que ese día llego.

Saber que mi padre nunca volvería a casa fue la peor noticia que recibí en mi vida, no habría más abrazos, ni besos de buenas noches y tampoco momentos entre padre e hija que lograran que hubiera sonrisas y buenas experiencias que recordar. Simplemente, ese día, una parte de mí murió tanto que, pase meses sin poder superar el suceso y más cuando un mes después llegó su última postal y fotografías de él en Estados Unidos; eso me hizo caer casi en una profunda depresión. No tenía padres, solo dos abuelos y una tía, pero me prometí ser fuerte por ellos, así que tuve que hacerle frente a la muerte de mi padre quisiera o no.

—Y mis abuelos, bueno, mi abuelo murió de diabetes y mi abuela creo que simplemente no tolero estar sin él. —Encojo los hombros.

—Lo lamento, creo que fui muy extremo en mi pregunta —dice avergonzado.

—Sé que a todos les incomoda hablar sobre ello, pero quiero que sepan que ya es parte del pasado, sí es doloroso, pero estoy aquí, no sólo se trata de recordar lo malo, sino lo bueno que dejo mi familia. —Respondo a lo que él sonríe con sinceridad.

—Dios, ¿cómo es que eres tan fuerte? —Limpie una parte de su rostro donde le ha caído hollín de las cenizas del tronco.

—La vida te enseña a serlo. —Le digo a lo que él vuelve a sonreír.

Suspiro para ver por unos minutos como el viento mueve el agua de la piscina, esa paz que hay fuera de la casa es tranquilizante y por supuesto, el sonido de las olas del mar también ayuda a que me sienta bien a pesar de los difíciles recuerdos de la muerte de mis padres y mis abuelos.

—Y bien, ¿qué hay de ti? —Me da una extraña mirada.

— ¿De mí? —Pregunta extrañado.

—Sí, ¿qué es lo que te hirió tanto para ser indeciso en tus decisiones? —Su rostro cambia de repente.

Bien, quizás no se esperaba que le llegase a preguntar algo sobre su vida pasada, aunque tampoco sé qué es lo que podía haber pasado por su cabeza al creer que podía hacerle cualquier tipo de pregunta; la duda que pronto viene a mi mente es sí, ¿será capaz de decirme la verdad?

—Por Alétheia[1]... No vi venir esa pregunta —dijo cabizbajo.

— ¿Es tan malo para que no quieras contarlo? —Asiente despacio.

—Al menos para mí, sí. —Suspiro. —Pero, creo que te lo debo, luego de que me confiaras en decirme lo de tu familia. —Hago una mueca.

—Demian... —Me interrumpe.

—Estuve casado... —Mis ojos se abrieron en grande. —Su nombre era Gredel, nos conocimos dos años antes de graduarnos de preparatoria en un club de teatro de la escuela. —Lo escuche. —Ella siempre llamo mi atención, ambos éramos muy diferentes, mientras yo era introvertido, ella era extrovertida. Yo pertenecía a clubs de lectura mientras que ella era porrista y Dios, ni siquiera teníamos gustos musicales o de comida por igual. —Dijo riendo. —Sin embargo, a pesar de esas diferencias, algo nos unió. —Encogió los hombros. —Quisiera decirte que nuestra relación era estable, pero no sé si al estar ciego por el amor o porque ella era muy buena actriz nunca descubrí quien realmente era. —Se relamió los labios y miro al cielo. —Nos casamos muy jóvenes, es estúpido lo que uno hace por amor, pero para aquel entonces pensaba que, con sólo tenerla a mi lado, mi vida estaba completa —cerró los ojos —, a los veinticuatro años tomamos por decisión formar una familia. —Sentí un extraño mareo al ver como la historia comienza a tornarse.

Mire como Demian apretaba sus ojos mientras su respiración se volvía agitada, realmente contar aquello se le está haciendo difícil, pero creo que ya no puedo detenerlo cuando se ha empeñado a relatarme la verdad de su pasado, aquel que no tengo duda que lo sigue atormentando y es el causante por el que al principio no quería hacerse cargo del bebé a pesar que su lado de padre, le exigía hacerlo por amor.

—Lo intentamos varias veces, pero no resultaba. Pensaba que uno de los dos o ambos podíamos tener un problema, pero nunca encontraron algo deficiente que dijera que no podíamos convertirnos en padres. —Abrió los ojos. —Así que le pedí a Cassandra si podía hacerle una inseminación artificial a ella, lo cual Gredel acepto sin ni un problema, y ahí está la razón por la que en el banco de semen de Croacia tenían mi esperma. —Me dio una corta mirada para luego ver la piscina. —Comenzaron los tratamientos, la prueba y bueno, un día simplemente surgió la noticia que estaba embarazada. —Lo dice con tristeza. —Esos meses fueron los más complicados para mí, no entendía su forma de ser ni siquiera la conducta que tomaba conmigo —trago hondo —, no me permitía acercarme a ella, no quería que fuera a las citas con el obstetra y mucho menos le gustaba que tuviera una relación con el bebé, pensé que podían ser los cambios hormonales o algo similar pero no quería disgustarla, así que, me distancie un poco —suspiró —. Para aquel entonces ella se quedaba sola en casa mientras viajaba a Croacia para tomar el mando de la empresa, lo peor fue que cuando mi padre mencionó que era tiempo que yo me adueñara de su lugar, a Gredel no le pareció la idea de acompañarme a vivir a Zagreb, ella uso miles de excusas que para mí eran incoherentes, pero qué podía hacer, era la madre de mi bebé y no quería que, con un mal paso, me alejara de mi hijo. —Sentí el temor de su voz al decir aquello.

Ahora entiendo porque Demian se mantuvo todo esté tiempo muy distante de mí, no era que no quisiera compartir conmigo la alegría de llevar un bebé de su sangre, simplemente la mala experiencia que se llevó de Gredel hizo que desconfiara hasta de sus propios propósitos que podía haber pensado que actuaría igual que ella.

—Cuando el bebé nació, mi vida di un enorme giro inesperado. —Rió. —Su nombre era Obelix, realmente ese pequeño era mi pilar de fuerza en aquel momento, pero la verdad es que la alegría de tenerlo no duro mucho. —Me acerque a él y tome sus manos. —Una noche llegue tarde a casa, Cyrene me dijo que Gredel se había marchado con Obelix, no tomó ropa ni nada, simplemente se fue de mi casa. —Tomó suficientemente aire para seguir hablando. —No supe de ella por horas luego de que no me contestara las llamadas y nadie me diera una explicación sobre por qué mi esposa se había llevado a mi hijo sin decir nada, pero luego, en la madrugada del día siguiente me llamaron diciendo que habían encontrado el cuerpo de ella... —Su voz se le entrecorto. —Murió incinerada con el bebé en un accidente de auto...

Me aparte un poco de él y le di una mirada llena de sorpresa cuando escuche eso, porque no era primera vez que lo mencionaba, hace dos meses también me había contado que su hermano gemelo Karsten había muerto en un accidente de auto y que esté exploto luego de volcar.

—Demian, no me digas que... —Da un profundo respiro antes de responder.

—Karsten y Gredel era amantes desde que nos casamos —suelta de forma inesperada mientras cierra los ojos e intenta no llorar, pero no pudo evitarlo —, esa noche escaparon para rehacer sus vidas, pero las cosas no le resultaron como eran. —Absorbió su nariz. —Al principio no supe como ellos dos murieron juntos hasta que a los tres días me llegaron sus cartas explicándome porque jamás me dijeron la verdad —hace una pausa hasta que recobra el aliento —. La relación entre hermanos que teníamos Karsten y yo se deterioró luego que descubriera que nuestro bisabuelo no quería que él tomara el mando en la empresa, sino que yo. Lo veía incompetente porque mi hermano era alcohólico y dirigir una empresa de vinos no le traería nada bueno, además de que él se empeñó a no querer estudiar una carrera universitaria y se la pasaba gastando el dinero de nuestros padres. —Comento.

—Pero, ¿por qué anteriormente lo eligieron a él? —Pregunte.

—Porque siempre el último hijo o hija del sucesor de la empresa es quien se adueñará de la empresa. Y Karsten era el último, porque yo nací primero. —Explicó. —Esto empeoro la situación porque siempre pensaba que nuestros padres me veían a mí como el bueno mientras que a él como el malo solo por meterse en problemas y nunca querer cooperar en sus asuntos del alcoholismo. —Suspiró. —Cuando tome el lugar de nuestro padre en Kavala's Industry, él me vio cómo su enemigo al creer que lo había traicionado pensando que no le había dejado la empresa en sus manos, pero ¿qué podía hacer? Mi padre y mi abuelo aceptaron la decisión de mi bisabuelo y me dijeron que, si yo no aceptaba mi lugar, a uno de mis primos se lo concederían cuando nadie excepto yo se encontraba preparado para manejar la empresa. Además, dejarle a Karsten la compañía solo provocaría la destrucción del legado de los Thalassinos porque él no tenía como meta sacarla adelante, sino que aprovecharse de la fortuna que daba por sus ventas; así que tuve un duelo de conciencia antes de tomar una decisión, pero en sí, nunca sentí que hice lo correcto. —Mencionó.

Por Dios, todas las cosas por las que Demian ha tenido que lidiar todo este tiempo, primero con su esposa, ahora con su hermano y por último la empresa; nunca creí que su vida habría sido tan complicada hasta entonces, pero siendo sincera, me duele saber de qué ni Grendel ni Karsten le pudieron hacer la vida más fácil.

—Pensé que lo que había hecho Karsten era una venganza, pero luego de leer sus cartas llegó un dolor más fuerte —Me dio una mirada. —Ambos mantuvieron relaciones sexuales durante el proceso de inseminación artificial, donde Gredel me aclaro que nunca se la había hecho y para ocultar la verdad, le pago a una doctora para que no revelara el secreto. —Mi piel se erizo con esa noticia.

—Entonces el bebé... —Le pregunte.

—Era de Karsten y Gredel —Respondió.

—Pero Demian, ¿estás seguro? —Encogió los hombros.

—No sé, ese es el problema. Mi hermano y yo somos gemelos idénticos por lo que nuestro ADN es igual... —Me quede impactada con esa noticia. —Pero, ya llevaba más de nueve meses sin tener relaciones sexuales con Gredel y si quedo embarazada creyendo que pudo haber sido por la inseminación artificial cuando nunca se la hizo, la verdad es que el bebé era de Karsten, no mío. —Dijo decepcionado. —Lo que me enfureció más porque arriesgaron la vida de Obelix, quien solo tenía una semana de nacido cuando murió. —Se acarició el rostro. —La razón por la que me fui a vivir a Croacia es esa, quería olvidar todo y más el dolor de una traición que no me la merecía. Mis primeros cinco años viví con odio e ira y desafortunadamente me convencí a que Cassandra eliminará mi esperma porque había optado por no tener más hijos o una mujer que formara parte de mi vida. —Dijo con seguridad. —Al cumplir treinta años dejé de odiar a Gredel y Karsten, de nada servía enojarme porque sólo me estaba haciendo más daño. Entendí que las cosas se dieron por alguna razón, pero aún me es difícil pensar la forma tan dura en que ellos me hicieron eso. —Me dio una mirada. —Y esa es la historia.

Mierda. Si mi vida fue dura no sé diga la de Demian, perder a hermano, su esposa, a su hijo... Bueno, no sé si sería así el término, pero a lo que voy es que es difícil y más porque luego supo la conexión que todos tenían. No soy quién para decirle que debería dejar el pasado atrás y reclamarle por haberme tratado mal hace unos meses sobre un asunto delicado que no tenía conocimiento, realmente la experiencia que ha tenido ha sido muy cruel y difícil que apenas ha podido ir superándola con el paso de los años, no tengo idea porque Gredel lo hizo, pero sinceramente, no me gusta como daño a Demian.

Me acerque a él y lo abrace mientras que él se deja reconfortar en aquel instante, quisiera tener magia y poder hacer que Demian olvidase todo ese pasado tormentoso como liberarlo del dolor, pero hay cosas de las que el ser humano debe de vivir y afrontar, y está es una de esas situaciones.

—Demian, yo no te haría algo así... —Lo tomo de las mejillas.

—Lo sé, lo sé, pero tengo miedo, Danika. El amor para mí acabo ese día y siento que ahora es como caminar en un lugar oscuro porque no sé qué podrá pasar... —Dice temblando.

Agarro sus manos y las situó encima de mi vientre, las dejo ahí un momento mientras que lo miro a los ojos buscando las palabras indicadas para hacerlo sentir mejor.

—Déjate amar, Demian. Nuestro bebé te necesita, yo te necesito. —Digo sin miedo a lo que pueda pensar.

Antes de poder decir otra palabra termino por ser la primera en cruzar los límites prohibidos que hace tiempo marcamos y dejamos en evidencia que no se debían sobrepasar, pero ¿qué se le puede hacer cuando empiezas a sentir algo por alguien? Sé que la cabeza debería permitir que no se haga tonterías, pero el corazón simplemente a veces maneja ese sentimiento que aparece por sí solo.

Lo beso, sintiendo sus cálidos y delgados labios. Por un momento estoy a punto de declinar esa idea y retractarme, pero siento como una de sus manos me sujeta el cuello para no separarme, una exorbitante sensación se introduce en mi cuerpo y más cuando la presión del beso me hace sentirme mareada y en otra dimensión; mala suerte que no duro mucho tiempo cuando reaccionó ante lo que estábamos haciendo, separándose de mí con sorpresa y levantándose de la tumbona para después huir como si hubiera hecho algo incorrecto.

Me quede sola en aquel lugar, desconcertada y anonadada con ese beso que me ha dejado paralizada; la razón por la que quizás no lo seguí, fue para darle el tiempo de que pensara bien lo que hemos hecho, porque es lo que también necesito. Bese a Demian y él me beso a mí... ¿Qué significará eso?

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[1] Diosa de la verdad.

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Se descubrió la verdad de la vida de Demian...

En sí, su situación es realmente complicada con todo lo que vivió, así que, ¿qué les pareció?

Después de todo, a partir de aquí ya empieza la química de ambos, por lo que veremos que suceden en los próximos capítulos, ¿no?

Les deseo una bonita semana y nos vemos con el próximo capítulo en donde me alegra saber que cada vez más les gusta está historia :D

Isabel Moz

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