Capítulo XXX

"La verdad es la primera víctima de la guerra"

Esquilo de Eleusis

⁎⁎⁎

Intento no ponerme mucho maquillaje en esta ocasión, realmente ni siquiera tengo idea de cómo lucir ante este momento importante porque a pesar que los nervios sean porque Demian me presentará al resto de su familia, en verdad, no sé qué tipo de sorpresas me llevaré ahora, sin decir que aún no puedo sacarme de la cabeza si su padre llegará a reconocerme luego de haber pasado mucho tiempo. De alguna u otra forma, este es un día que, aunque no debería considerarlo especial, sí lo es, porque a pesar que me asusta lo que pueda pasar cuando el resto de su familia empiece a preguntar la razón por la que llevo a una disque amiga a pasar las fiestas de fin de año con ellos, estando embarazada y sin pareja.

Sé que no es necesario que una mujer embarazada tenga que tener a un hombre colgado de su brazo como si fuera una cartera u accesorio para decir que es su pareja y el padre de su hijo, sin embargo, tomando en cuenta quién es Demian, tengo muchas probabilidades que su familia se pregunte por qué hasta hoy ha llevado a una chica embarazada a su hogar; hasta dudo que se crean el cuento de que el bebé no es su hijo cuando la tendencia es que se hagan teorías o suposiciones de la razón para evitar la verdad.

Lo peor de ello es que Demian no sabe nada de que su madre ya está enterada de todo, pero a pesar de ello confío en que ella no dirá ni una palabra o comentario ya que me lo prometió. Sin embargo, no me siento ni cómoda ni conforme de seguir rechazando y diciéndole a medio mundo que el padre verdadero es mi difunto marido cuando en sí, quisiera decir que Demian es el verdadero papá.

Escucho desde afuera de mi habitación como mi jefe pregunta si ya me encuentro preparada, así que con un suspiro y dándome mis propios ánimos como consuelos, agarro mi cartera y salgo del cuarto para ir a la puerta principal en donde Demian me debe de estar esperando. Me hago a un lado un pequeño fleco de mi cabello que se ha salido de mi coleta para dejarlo detrás de mi oreja, en mi mente repaso una lista de cosas de las cuales llevo en la maleta para estos dos días en que nos quedaremos en Tolo, así que mientras recuerdo que nada me ha faltado, termino por llegar a la puerta principal en donde me encuentro con mi jefe quien va vestidos de unos jeans azules, camisa roja y unos botines.

— ¿Cómo me veo? —Le digo nerviosa. —No sé qué debía ponerme para esta ocasión, sé que no es algo formal pero tampoco quise vestirme muy informal... —Me interrumpe.

—Ven acá. —Me alza su mano para que la tome.

Me acerco con pasos toscos hacia él hasta entregarle mi mano en donde inesperadamente me da un giro en el que observa con cautela la forma en que me he vestido, nada extravagante, sino que sencillo, ya que no quiero dar una mala impresión y también que su familia no crea que soy alguien muy exigente o lujosa consigo misma de acuerdo a su aspecto físico, sino que, tengo mi sencillez, pero a la vez, resalto por mi belleza interna.

— ¿Me permites? —Asiento al ver que quiere hacer algo con mi imagen.

Agarra mi coleta y la deshace rápido dejando que mi cabello termine por caer en mi espalda y en mis hombros; se toma la molestia de arreglarme varios mechones hasta que siento como sus dedos dejan de acariciar cada hebra de mi cabello para separármelo una parte y sentir su aliento cálido rozar mi cuello.

—Te vez preciosa. —Trago hondo. —Y más con el cabello suelto, no vuelvas a recogértelo, ¿sí? —Asiento despacio.

Cerré los ojos y presione duro los lazos de la cartera para no perder el control de mi cuerpo, desde la noche anterior no he hecho más que tener imágenes poco prudentes en mi mente, lo cual hizo que no pudiera dormir a gusto hasta que decidiera darme un baño nocturno para quitarme de encima la excitación que me dejo él con su increíble cuerpo. No obstante, me doy cuenta lo mucho que le gusta provocar a los demás, ya que si no fuera mi jefe, en este instante me daría la vuelta y sin permiso alguno, lo empujaría hasta la pared para besarlo, sin embargo, estoy aquí, teniendo que controlar mis impulsos y hormonas para no hacer lo que tengo en mente, porque ya es suficiente tener que imaginar su cuerpo encima del mío, sus manos tocar cada parte de mi piel y sus labios besar mi boca, mi cuello o mis pezones para tener que seguir permitiendo que mi imaginación navegue en aguas muy profundas.

¡No pienses en eso Danika! ¡Piensa en cosas bonitas! Sí, ¡en cosas bonitas!

¡Demonios! Demian entra en esa categoría de cosas bonitas.

Luego de que aquel momento logrará ponerme con la piel erizada y la mente sucia, terminamos por salir de su casa para emprender el viaje hacia Tolo el cual durará un promedio de dos horas si no hay mucho tráfico. A pesar que de ello, durante todo el camino no dejamos de hablar y de cierta forma comer ciertos bocadillos supuestamente naturales de los cuales sabemos que es poco probable cuando las bolsas de frituras siempre mienten con respecto a las grasas naturales.

De un momento a otro ya me encontraba cabeceando en donde el cinturón de seguridad es el único que me sostiene para no caer hacia adelante, pero de repente me despierto al escuchar cómo alguien se ríe de mí.

— ¿Por qué te ríes de mí? —Le pregunte adormitada.

—Anoche te fuiste a dormir temprano, pero te estás quedando dormida —dice extrañado —, ¿no dormiste bien? —Oculto la sorpresa de mi rostro.

Mmm, será porque cierto individuo se le dio el gusto de querer nadar a casi medianoche en la piscina de su casa. Si no hubiera sido por mi curiosidad, pude haber seguido durmiendo, pero la llamada de atención ante aquel ruido de que alguien andaba en el jardín y circunstancialmente en la piscina logro que descubriera que tengo una mala elección en elegir a hombres que no me convienen en mi vida, porque hasta la noche anterior fui capaz de reconocer que empiezo a desear a Demian en mi cama y no exactamente para leerme cuentos y hacerme masajes muy sensuales que me llevan a otro mundo, sino más bien, a querer que me haga el amor.

Pero qué puedo esperar, si llevo más de ocho meses sin tener sexo, y lo poco que ha resistido mi cuerpo durante los meses previos del embarazo han sido una tortura, más ahora que mi jefe se ha acercado cada vez más a mí, pero en el sentido de conocerme y no a querer tener algo conmigo. Además, los últimos tres años que estuve manteniendo relaciones sexuales con Rade dejaron de ser excitantes y placenteras, así que, ¿para qué negarlo? Esos años de por sí, ya no sentía nada, el sexo perdió interés y sinceramente fue aburrido, peor que a veces me convencí que mis orgasmos eran falsos, sin añadir el sonido de los gemidos que creo que, en eso, si me volví en una buena actriz para hacerlos reales.

—Ya te dije, es el embarazo. —Últimamente uso de excusa que el embarazo me tiene de está u otra forma como si por eso fuera.

—Duerme entonces, te despierto cuando lleguemos. —Suspiro, pero le agradezco esa opción.

Inclino un poco hacia atrás el asiento para que pueda dormir un poco más conforme en el auto, realmente nunca me ha gustado quedarme dormida durante el trayecto de un viaje, pero está ocasión necesito aumentar mi energía antes que me presente como una zombi en frente de la familia de Demian.

(...)

Hace solo un par de minutos Demian me despertó luego de haber dormido casi en todo el camino, lo increíble de ello es que hemos llegado antes del almuerzo, lo que implica que es probable que haya una conversación con sus padres antes de pasar al comedor. El nerviosismo es la típica emoción que cualquiera podría sentir ahora mismo en mi lugar, sin embargo, además de que mi cuerpo últimamente se la pasa cambiando de estado de ánimo, ahora lo único que siento es preocupación hacia lo que puedan suceder el resto de los próximos días, no es que tenga que temer de lo que suceda cuando Demian me ha dejado claro que buscará la forma de que su familia intente hacerme menos preguntas posibles sobre nuestra relación y de mi embarazo.

A través de la ventana de mi lado, observo una enorme casa con paredes blancas y ventanales que dan a la vista del contenido de aquel hogar, el estilo es tan griego y neoclásico que sin dudarlo sería la representación de algún templo donde adoraban a los dioses, solo que en está ocasión es una simple casa lujosa. Me bajo del vehículo para poder verla con más detenimiento mientras que el sol se posiciona en mi rostro haciendo que deba poner mi mano encima de mi frente para que mis ojos reciban la sombra.

Dos empleados aparecen para saludarnos a Demian y a mí mientras que sacan nuestras maletas del baúl del vehículo, cada quien se lleva una logrando que desaparezcan de nuestra vista pronto; veo cuatro autos extra que me pregunto si alguien más que los padres de mi jefe estarán en casa, no obstante, me calló la boca mientras solo miro el panorama de la zona logrando escuchar a lo lejos las olas del mar.

—Antes que veas a mi familia, solo quiero darte un punto clave si conversas con mi padre —tomo suficiente aire porque sé que eso sucederá, aunque no lo deseé ahora.

— ¿Qué es? —Digo directa.

—No le recuerdes o le hables sobre el cáncer de pulmón que tuvo, es algo que no le gusta que se lo mencionen. Así que, solo dejado omitido, ¿bien? —Y yo que pensaba partir de ahí con una conversación.

—Bien. —Acepto a sabiendas que tengo que conseguir un nuevo tema del cual hablar.

—Entonces, ¿preparada? —Demian se pone a mi lado.

Hago una mueca para pensar mejor las cosas, sé que no debería estar pensando en la única alternativa que me haría sentir bien, pero a estas alturas, es mejor decir la verdad que estarla escondiendo cuando puede que tenga sus consecuencias.

—Demian, ¿por qué debemos seguir mintiendo? Es tu familia, ellos no se pondrán en contra de tus decisiones además guardarán el secreto —suspira con pesadez.

—No, Danika. —Se niega a aceptar mi opinión. —No quiero que mi familia se haga ilusiones y esperanzas con el bebé, es mejor evitar el dolor. —Cruza los brazos.

Quisiera tener la libertad de poder decirle que sólo nos estamos engañando nosotros mismos, es una estupidez grande seguir negando al bebé y por supuesto, que sólo somos amigos algo que nadie ni siquiera un abuelo se llegaría a creer esa realidad porque la vería como una broma.

De todas formas, no puedo obligarlo a que diga la verdad cuando tendrá sus propias razones para seguirla ocultando, sé que no sólo él, sino que también yo nos estamos engañando, pero a estas alturas prefiero que sea Demian quien tome la decisión y valentía de revelarle a sus padres que, aunque esté esperando una hija o hijo suyo, al final no se hará cargo por los motivos específicos que él tiene, debido a que solo a él le corresponde decir esa noticia a su familia.

—Suspiro. —Bien, hagámoslo a tu manera. —Digo antes de seguir caminando.

No es la mejor opción, pero qué puedo hacer en dicha ocasión, ¿montar un espectáculo con toda su familia diciendo que espero un bebé de Demian? No, sería una tontería e inmadurez hacerlo y más, luego de todo lo que él ha hecho por mí. No puedo pagarle su ayuda de la forma más estúpida y cruel que conozco; es una noticia que se debe de decir con sutileza y tranquilidad, no es que sea para desmayarse o que provoque un paro cardiorrespiratorio, pero al menos quiero hacer bien las cosas por una vez en mi vida, porque a pesar que la señora Dionne acepte a mi bebé como su nieto o nieta, le he ocultado esta noticia a Demian, quien no sé cómo se lo llegará a tomar.

— ¡Danika! ¡Es una alegría que estés aquí! —Me recibe la señora Dionne.

La madre de Demian empieza a bajar los seis escalones que hay cerca de la entrada de la puerta de la casa para abrirme los brazos y pronto darme dos besos, uno en cada mejilla para después darme un abrazo en donde es reconfortable saber que ella se encuentra muy alegre al vernos llegar a su hogar.

—Hijo. —Camina hasta Demian y lo abraza.

Demian le regresa el abrazo para luego dejar que ella le diga unas palabras llenas de cariño antes de invitarnos a entrar a su casa; a pesar que estoy nerviosa, tengo una extraña corazonada acerca de que todo saldrá bien, al menos en tener una buena relación con los demás miembros de la familia en los próximos días que esté en Grecia porque de todas formas, esto es algo limitado, luego de que nazca el bebé, sé que intentaré mantenerme lejos y desapercibida de la familia de mi jefe, ya que él sigue insistiendo en no querer decirles la verdad.

Mi jefe se pone a mi lado para darme una mirada sabiendo que nuestra actuación estará a punto de comenzar, a ver si no me gano un Oscar o Emmy con toda está desfachatez sin tener que dejar a un lado la idea de que su madre ya sabe toda la verdad mientras que hago una fantasía con el resto de su familia; a estas alturas seguiré recolectando más mentiras a pesar que siempre sea la misma.

Al entrar a la casa encontramos una casa hecha un arte, si la finca Dionisio y la casa de Demian son hermosas, pues esta no sé queda atrás al mostrarse como un hogar en estilo neoclásico con paredes blancas, pilares, enormes ventanales que dejan en descubierto el exterior de toda la casa y con puertas de madera que es probable que sean de roble. Por Dios, es como estar viendo una galería de arte, con pinturas, esculturas y adornos antiguos por todos lados que es una tontería dejar de caminar y admirar por todo mí alrededor lo que estoy viendo.

Cuando llegamos a la sala puedo decir que hasta me dio miedo tener que sentarme en los sillones aterciopelados de color verde oscuro; apenas me queda tiempo para observar la chimenea, la mesa de vidrio y madera y el candelabro que está en el centro de la sala cuando escuchamos otros pasos más para ver por el portal como entran dos personas más, entre ellas, Cassandra quien va directamente a abrazar a Demian para luego ver como él abraza al hombre que está detrás de su hermana.

—Danika, te presento a mi hermano mayor Lander. —Me acerco para saludar. —Lander, ella es Danika Blažević. —Demian me presenta a su hermano.

—Mucho gusto. —Le ofrezco mi mano a Lander.

Antes de tomarla me da una mirada de cabeza a pies como si me estuviera evaluando, realmente me he dado cuenta que la familia Thalassinos parece tener la costumbre de hacer eso con todo el mundo, porque aún recuerdo cuando Demian lo hizo conmigo, como también su hermana y por supuesto su madre. Así que he comenzado a pensar que sus miradas pueden tratarse de un tipo ritual para saber si la persona que tienen en frente al menos cumple con sus expectativas o no, ya que si no es así estarán dentro de la lista negra.

—Un placer señorita Blažević. —Agarra mi mano y muestra una sonrisa.

Realmente no pensé que Demian tuviera otro hermano y que esté fuese el mayor, porque no tengo duda que Cassandra debe ser la segunda en haber nacido y, por último, deben de haber sido Demian y Karsten; suponiendo que estoy en lo correcto luego de haber observado una fotografía de toda la familia que está en encima de la chimenea.

—Demian.

Tome profundamente aire al ver la personas que aparece en este instante, tiempo sin verlo y sin saber de él; realmente nunca creí que volvería a ver al señor Thalassinos; a estas alturas es poco probable que me recuerde más porque antes de que Demian tomará su lugar, solo pude tener al señor Basil como jefe en cuatro años de los cuales era poco frecuente que ambos nos encontráramos mientras trabajaba de empacadora de botellas de vino, como también que lo viera inspeccionar el área de logística.

No ha cambiado mucho durante los ocho años que ya no tuve ni una noticia de él, simplemente ahora su cabello es más blanco y por supuesto, su rostro está cubierto con unas cuantas arrugas; pero sigue manteniéndose con esa postura llena de seriedad y elegancia al usar trajes formales, como también, sus ojos siguen con ese tono de color vivo como si nunca se hubieran tornado más azules o más verdes. Es como si estuviera viendo a un Demian del futuro, aunque no sé si así terminará, pero es probable que sí cuando de todos sus hermanos excepto Karsten que era su gemelo, es quien se parece más a su padre.

—Papá. —Demian se acerca a saludarlo.

Ambos se dan una mirada como si se estuvieran retando, sin embargo, a los cinco minutos los dos terminan por soltar una sonrisa en la que se abrazan mientras el señor Basil le da unas palmadas en la espalda a su hijo. Es raro, sí, súper raro tener que ver esto porque tengo a mi primer jefe y luego al segundo, abrazándose, dándose elogios y por supuesto, con una postura fresca y relajada que nadie me creería lo que estoy viendo. Ahora entiendo cómo es que Alen y Fabijan en ciertas ocasiones no le creen a Vladimir sobre ciertas experiencias que ha tenido en el trabajo al hacer todo tipo de proyectos con la familia Thalassinos, si ahora fuese yo quien les hiciera esté comentario de ver a padre e hijo alegres y demostrándose ese cariño sinigual, estoy segura que ninguno de ellos me llegará a creer.

El señor Basil deja de reír ante un comentario que Demian le ha hecho para darse cuenta que su hijo ha llevado a una invitada no tan poco desconocida entre su círculo social, realmente no sé qué impresión tendrá el padre de mi jefe si se llega a enterar que soy aquella chiquilla inocente e inexperta que contrato a los dieciocho años, al menos estoy segura que no sé debe de acordar de mí por lo cual es más fácil obviar esa parte.

— ¿Eres Danika Blažević? —Engrandezco los ojos al escuchar su pregunta.

Oh mierda.

Me quedo petrificada que ya no sé qué responder o que decir hasta me doy cuenta que inconscientemente me estaba mordiendo la lengua; la cara de Demian como la mía es más que un poema llena de desconcierto y sorpresa, porque no tenemos idea como es que su padre me reconoció o al menos, si su esposa no le hizo el comentario sobre quién soy y le mencionó que vendría a pasar la navidad y año nuevo con ellos; sin añadir que hasta ahora me estoy dando cuenta que Cassandra también forma parte del club de los secretos porque dudo que ella le haya revelado algo a su madre sobre que está enterada de que estoy esperando un bebé de sangre Thalassinos.

—Buenas tardes, señor Thalassinos. —Sentí como mi voz casi se entrecorta.

— ¿Papá la conoce? —Le pregunta Lander a Demian.

—Sí la conozco, no olvido el rostro de mis últimos trabajadores que le di empleo en la empresa, soy viejo, pero tengo buena memoria cuando veo a personas que sé que tienen una alta capacidad para triunfar, tener éxito y más, que le darán un buen aporte a la empresa. —Trago hondo.

Dios mío, no creí que él se llegaría a acordar de mí. Vine aquí a pretender ser una amiga de Demian y antes de empezar con mi espectáculo, me acaban de quitar una parte de mi show, en donde la única persona asombrada entre todos los Thalassinos es Lander, porque por supuesto, Cassandra y la señora Dionne, ya saben de mi cercanía con Demian, en donde respectivamente no sólo hablo del trabajo.

— ¿Sigues trabajando en Kavala's Industry? —Asiento mientras no digo ni una palabra —Josip siempre tuvo razón contigo, ¿en qué puesto te encuentras? —Pregunta.

—Gerente de logística. —Respondo.

Él se sorprende para luego evitar mostrar una sonrisa, pero fue imposible ocultarla cuando se le salió por si sola e intento cubrirla tocándose la mejilla y luego la barbilla; realmente no sé si doy gracias a Dios porque la madre y hermana de Demian ya sepan la verdad, para evitar cualquier tipo de pensamientos fuera de lo normal, ya que el único que parece confundido hasta hoy parece ser Lander.

Demian ni siquiera sabe que decir o hacer en aquella situación, simplemente está igual que yo de sorprendido, apenas ha hecho un par de muecas o intenta poder decir alguna palabra, pero parece que le tiene tanto respeto que ni siquiera es capaz de interrumpir a su padre cada vez que empieza a hablar sobre la empresa y mi desempeño o crecimiento que he tenido durante estos años.

—Señora Thalassinos, el almuerzo está preparado. —Una mujer de servicio interrumpe aquella incómoda situación en la que me encuentro.

— ¡Bien! Hora del almuerzo. —Dice la señora Dionne caminando hacia su marido.

—Siéntase en casa, señorita Blažević. —Dice por último el señor Basil antes de marcharse con su esposa.

Todos empiezan a marcharse hacia el comedor haciendo que Demian y yo nos quedemos en la sala totalmente solos, en donde no tarda en acercarse a mí para poder entender la situación en la que acabo de pasar con su padre.

— ¿Debería entrar en pánico? —Le pregunto a él.

—Al menos le agradas... —Le muestro un gesto de molestia y sorpresa.

¿Al menos le agrado? Qué tal si es un reflejo de la imaginación de todos cuando lo único que sé o conozco del padre de Demian es que es una persona impredecible que no sabes si por ahora estará conforme de tener a una de las empleadas de su empresa sentada en el comedor de su casa para que después pueda sentirse disgustado al creer que he atrapado a su hijo menor.

— ¿Crees que ya sepa...? —Niega.

—No, si ya lo supiera no tengo duda que le hubiera prestado mayor interés al bebé antes que a ti —elevo una ceja.

—Que buena razón me das —le digo con sarcasmo.

—No te miento. —Pone su mano en mi espalda baja para que comience a caminar.

—Ya lo sé. —Murmuro.

—Ya sabes, solo tenemos que mantener una buena postura que no nos delate y por supuesto, decir que somos amigos del trabajo —dejo ir una risa irónica.

—Lo siento Demian pero te seré realista —ambos nos miramos al mismo tiempo —, sí piensas que tu familia se creerá la tonta idea que somos amigos pues te digo que ni un ciego se creería esa estupidez. —Le digo ya molesta.

—Ya lo hablamos, no diremos la verdad, a pesar que ellos no sé la crean, nosotros seguiremos con el plan. Dirás que somos amigos, que no estas embarazada de mí y que el bebé que llevas en tu vientre es para darlo en adopción... —Me suelto de su agarre antes de llegar.

— ¿Qué pasa si digo que el bebé que llevo en mi vientre es mío? O ¿qué me quedaré con él? —Enarca la ceja.

— ¿A qué te refieres? —Dice alterado.

Ni siquiera puedo responderle con la verdad cuando varios pasos se escuchan correr entre las escaleras que llevan al segundo piso de la casa, donde pronto aparecen los que creo que son los sobrinos y sobrinas de Demian; al final él ya no continuo preguntando, en vez de eso, me presento a todos los niños y jóvenes que se nos acercaron a saludarnos, mencionándome que su hermano Lander tiene tres hijas, Ophelia de quince años, Rhea de diez años y por último Tess de siete años; luego está el único hijo de su hermana que es Phineas de doce años.

Cuando nos encontramos en la mesa del comedor, puedo ver como toda la familia Thalassinos está reunida, agregando a Sapphire la segunda esposa de Lander y Erasmus, el esposo de Cassandra. En aquel momento cuando todos nos repartíamos comida y agarrábamos cualquier cosa que estuviera en la mesa, sólo pensaba tener el valor suficiente para mentirle en la cara a la única persona que confió en mí cuando tuve mi primer trabajo permanente, sinceramente siento que engañar al padre de Demian me traerá consecuencias si algún momento se llega a dar cuenta de la verdad, eso sin añadir, que pueda que se termine por decepcionar de mí o termine por echarme de su casa.

—Aquí tiene, señorita. —Rhea me entrega un bol donde puedo agarrar ensalada griega.

—Muchas gracias. —Le sonrió a la pequeña de hermosos ojos azules.

Pertenecer al clan Thalassinos es todo un reto cuando no sé qué es lo que me pueda esperar, hasta la pequeña Tess nos sorprendió a Demian y a mí en el momento en que me llamo «tía» porque piensa que soy su tía al ver que su tío ha llevado a una mujer a la casa de sus abuelos.

En un pequeño silencio, sólo se escuchaba el sonido de los cubiertos chocar en los platos de porcelana blanca, nadie dice una palabra además de Rhea o Tess quienes hacían comentarios acerca de la comida; aquel momento me lo tome con tranquilidad pensando que sería el tipo de familias que no les gusta mantener una conversación mientras comen y que simplemente les gusta el silencio, sin embargo, esa paz que tenía en mi cuerpo, termino por interrumpirse al escuchar unas palabras del señor Basil.

—Felicidades por el embarazo —dijo él.

—Gracias. —Le mostré una sonrisa torcida.

— ¿Quién es el afortunado padre de la criatura? —Sentí un mareo.

Todos me dieron una mirada hasta los más pequeños de la familia, realmente es necesario preguntar eso o es porque ya ha sido un largo tiempo de espera y es buen momento para decir la verdad.

—Papá... —Demian intentó buscar la forma que no respondiera.

—Lo siento no debo de entrometerme —se disculpó.

Me quedo observando el plato de comida mientras juego con la ensalada esperando ya no obtener ese tipo de preguntas para el resto del día que me quede.

—Papá, debo de decirte algo. —Mire de reojo a Demian.

Enarco la ceja porque no sé qué tipo de idea tendrá ahora en la cabeza con el fin de que su padre ignoré el pensamiento de que nosotros somos algo, pero el impacto más grande que tuve en esos minutos incómodos fue escucharlo decir:

—El bebé que está esperando Danika... —empiezo a quedarme impactada al ver su intención —tiene sangre Thalassinos —Todos se admiran con la revelación de Demian —, ese bebé es mi hijo, papá.

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Continuará...

cha cha chaaaaa

Se revelo la primera verdad de todas :o

En dos capítulo más y les aseguro que sabrán la verdad sobre la vida de Demian, por lo que deberán ajustarse los cinturones porque habrán verdades fuertes y dolorosas, las cuales les dejaran impactados/as!!!

Así que, nos vemos en el próximo capítulo y feliz fin de semana!

Isabel Moz

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