Capítulo XLIII 🔞

Antes que nada, prepararlos/as para tres eventos que cada uno de ellos les propiciará diferentes emociones, así que solo adelantarles que el primero es contenido de +18, mientras que los otros pronto lo descubrirán. Por tanto, sin más que decir, pueden comenzar a leer.

***

"No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe"

Platón

⁎⁎⁎

— ¡Oh Dios! ¡Hades se ve espectacularmente tierno y hermoso! ¿Qué hicieron para que capturaran bien la fotografía? —Pregunta la señora Dionne.

—Demian le hizo varias muecas para que riera y funcionó a la perfección. —Comente.

La señora Dionne, Cassandra y Sapphire no dejan de ver el pasaporte de Hades, el cual es admirable que su fotografía haya sido tomada justamente en el momento en que el pequeño sonreía mientras vio a su padre hacerle muecas para que riera con facilidad, lo cual fue demasiado sencillo cuando mi hijo no tiene la misma tendencia de verse serio como su papá, en vez de eso, es risueño y con un aura llena de felicidad que le propicia a todo ser humano que lo ve o que lo intenta cargar.

Tres maravillosos meses son los que he pasado con mi pequeño, tanto que, ahora ha crecido más y se pueden observar los rasgos físicos más detallados de su padre o mejor dicho de la misma herencia de los Thalassinos que sin dudarlo, Cassandra y Sapphire ya han mencionado frecuentemente que mi pequeño primogénito puede llegar a convertirse en un rompecorazones. Lo increíble de ello, es reconocer como se parece a Demian en todo sentido, lo digo porque tiene su color de cabello castaño oscuro, sus ojos azules verdosos, su tez blanca y hasta la pequeña revelación de una marca de nacimiento que se encuentra entre su costado; por tanto, no hay nada que se pueda decir que no es el hijo de Demian Thalassinos.

Entre mujeres no dejamos de reír, elogiar y darle muestras de afecto a nuestro querido Hades Thalassinos, el pequeño se ha vuelto tan famoso entre todos los contendientes que se encuentran a nuestro alrededor, desde aquellos que forman parte de la familia hasta los que apenas me son conocidos; mi hijo ha llegado a tener mucha fama que no sé si debe por ser el primogénito de Demian o porque será el futuro heredero de Kavala's Industry, ante todo ello, solo sé que puede ser una, la otra o ambas.

Le doy una mirada a mi hijo para verlo jugar con su sonaja, la cual no deja de moverla haciendo que haga ese típico ruido como si el juguete tuviera arena por dentro, la mueve de un lado a otro hasta que se le cae de sus manos y me da una mirada como si esperara que le diga algo, lo regañe o lo motive para seguir con su entretenido juego, pero él rápido toma la iniciativa y coge el aparato para seguir jugando mientras que no suelta su chupete.

—Los voy a extrañar a los tres, ahora tendré que viajar para volver a ver a mi nieto —dice la señora Dionne con melancolía.

—Mamá, Demian debe de volver a dirigir la empresa y Danika debe de extrañar su hogar —Cassandra intenta relajar a su madre.

—Lo sé, pero es que tener estos tres meses a Hades acá ha sido una bendición. —Se rasca los ojos.

Realmente, yo también extrañare Grecia, ya que estos cinco meses que he estado viviendo acá ha sido toda una aventura, no sólo en explorar nuevos lugares sino que también en conocer la cultura más a fondo, agregando de los paradisiacos lugares turísticos como las majestuosas playas en las que apenas ayer visite mientras que lleve a Hades a tomar un poco de sol y a la vez, formara parte del país en que nació y que pronto dejara para irse a vivir a Croacia.

—Iré a dar un paseo con él, quiero disfrutar mis últimos días con mi nieto. —La madre de Demian toma a su nieto en sus brazos mientras se dirige al jardín.

No culpo a la señora Dionne en no querer despegarse de Hades cuando el pequeño ha sido su sol en los últimos tres meses, ya que también se ha vuelto él más consentido entre todos los Thalassinos; añadiendo a su padre como el primero quien no deja de demostrarle su amor todos los días al pasar tiempo con él y cuidándolo en ciertos momentos del día.

—Ahora que mamá no está aquí... —Veo como Cassandra se acerca más a mí —, ¿qué tienes planeado estos tres días antes que regresen a Croacia? —Pregunta interesada.

—Bueno, quedarme acá, quizás viajar a la cuidad, ir a la playa... No sé, realmente no he planeado nada —encogí los hombros.

—Y, ¿si te vas con Demian a pasar estos tres días a Mykonos? —Sugiere.

—No sé, ha estado pendiente en su trabajo que pueda ser que no le parezca la idea de moverse de Atenas —pienso un momento en su sugerencia —, ¿por qué la pregunta?

—Nada en especial... Sólo he pensado que te vayas a relajar estos tres últimos días con mi hermano... —la interrumpo.

—No creo que sea buena idea, además, tengo que cuidar a Hades y... —ahora ella es la que me interrumpe.

—Vamos Danika, tienes que darte un tiempo para ti. O ¿es que no te gusta la idea de pasar unos días con mi hermano a solas? —Sonríe con picardía.

Realmente, tengo miedo de lo que pueda suceder ya que después de nuestro intento fallido de tener sexo, ya no se ha vuelto a repetir, añadiendo que en los últimos días Demian ha estado más ajustado de tiempo por su trabajo que casi siempre termina cansado y la poca energía que conserva, la gasta en pasar tiempo con Hades.

—Toma la oportunidad, te la estoy brindando para que puedas seducir a mi hermano para que luego ambos terminen juntos, se casen y le provean esa familia unida que mi sobrino debe de tener —suspiro al escuchar aquello.

—No sé... —hago una mueca.

—Mira que Sapphire y yo lo hemos estado planeando, hasta ya tienen la villa apartada de mi abuelo para que pueda irse a disfrutar allá estos días —ella hace un puchero para que diga que sí.

—Aun así, no tengo nada que ponerme —les digo a ambas.

—No hay problema en eso, Cassandra y yo fuimos de compras y tenemos cosas que exclusivamente te quedaran como una diosa —menciona emocionada Sapphire.

Ahora entiendo que son aquellas bolsas que están en la entrada de la casa... Aun así, me siento insegura con la idea porque no sé qué tanto podré utilizar mis toques femeninos para seducir a mi jefe, ya que, aunque no debería hacerlo, tengo la necesidad de querer conllevar el plan por dos motivos, el primero porque en serio necesito un tiempo para mí y el segundo, porque llevo días pensando en Demian y esa química que tenemos no ha ayudado en nada.

Además, ¿por qué no hacerlo? Sí él me desea y yo lo deseo porque debo de poner justificaciones ante estas oportunidades que se me presentan en frente como de forma sencilla, la única culpa que sentiré es tener que dejar a mi hijo unos días con sus abuelos paternos para que lo cuiden mientras sus padres se toman un corto respiro, solo espero que el plan funcione y al menos tenga la valentía y el momento de descubrir si lo que en verdad siento por Demian es amor.

—Bien, muéstrenme lo que tienen para mí.

(...)

Ay por todos los cielos... ¡¿Qué es lo que estoy haciendo?!

Me miro una vez más en el espejo para darme cuenta como con esas medias negras y el vestido corto color negro y los sencillos tacones de punta fina con forma de pico me hacen ver absolutamente sexy, no puedo creer que luego de semanas intentando que mi cuerpo volviera a su peso y talla de antes lo haya logrado, en donde los frutos ahora los pueda ver con tanta claridad en aquella ropa y más con el labial color frambuesa que he utilizado.

Aparto mi cabello de mi rostro para ver como mi figura resalta todos aquellos atributos que gane durante mi embarazo, hasta mis piernas se ven más firmes, altas y delgadas que me da miedo no poder reconocerme, ya que es la primera vez que intentaré hacer algo como esto y sin dudarlo, exactamente para mi jefe.

No puedo creer como me deje convencer a pasar tres días en Mykonos sola con Demian mientras que deberíamos estar en casa siendo responsables con los cuidados de nuestro bebé, pero siendo sincera la atracción me ha llevado a un extremo que hasta siento mi cuerpo arder al querer ese contacto de él ahora mismo. Lo impactante de ello hasta fue ver como mi jefe no se negaba a la idea de pasar unos días a solas y aunque el primer día fue casi solo de conocer la ciudad e ir a navegar al mar, esta noche se ha convertido en la esperada con esa cena que nunca se había llegado a dar en todo este tiempo, no porque estuviera embarazada sino porque también teníamos a personas a nuestro alrededor y ahora al estar solos en la villa de su abuelo, me hacer sentir tímida y asustada por lo que pueda suceder.

Tomo la suficiente fuerza y valentía para salir de la habitación e ir a la cocina en donde ya tengo la comida preparada, solo me queda preparar los platos para llamar a Demian, así que, al hacerlo, los dejo en la mesa del comedor para después llamarlo en donde pronto escucho sus pasos provenir del segundo piso hasta que entra en el umbral del comedor, justamente arreglando las mangas de su blazer negro.

—Que delicioso huele, de seguro que...

Inmediatamente deja de hablar para darme una mirada de cabeza a pies, en donde se queda petrificado y con la boca abierta al verme; esa sensación de haber causado un impacto en él me hace sentir orgullosa, agregando que la sorpresa es más grande cuando todos estos meses mayormente no me vio vestir de esta forma al estar embarazada, así que he causado el perfecto efecto que deseé desde que empecé a arreglarme.

—La cena está lista. —Comento luego de ver que no es capaz de hablar.

—Sí, vamos. —Intento ocultar mi risa al verlo aún anonadado.

Pasa a mi lado y me invita a ser la primera que camine, así que mientras camino para ir al comedor, de nuevo siempre está ese Demian caballeroso, en donde toma la silla y jala hacía atrás hasta para que pueda sentarme, al hacerlo, empuja hacia adelante para que pueda alcanzar una buena posición entre la mesa y yo. Termina por acercarse a su silla y se sienta, para ver como la entrada se trata de una sopa griega llamada fasolada[1].

—Veo que has aprendido a cocinar comida griega —mira el resto de platos que están en la mesa.

—Sí, en realidad tu madre me enseñó a hacer varios platillos griegos cuando llega a tu casa —le expliqué —, a ver si aprendí a seguir su receta. —Digo apenada.

—Veremos si eso es cierto. —Sonríe antes de probar la sopa.

Para ser el primer plato y para mi gusto ha quedado deliciosa, pero eso no aprueba mi idea de que ya sé cocinar comida griega cuando uno mismo a veces se puede engañar con el paladar, así que esperaré la reacción o un comentario de Demian para saber si hice bien mi trabajo, sino empezare a desechar las probabilidades de que pude aprender en un par de meses a cocinar la comida tradicional de los griegos.

— ¿En serio tú la hiciste? —Dejé de ver la sopa para dirigir mi mirada a él.

— ¿Está horrible? —Empecé a tener desconfianza de mi comida.

— ¿Qué? ¡No! ¡Esta deliciosa! Solo con el aroma se sabe que es una perfecta sopa. —Espero que me esté diciendo la verdad.

Realmente debería creerle porque no es la primera sopa que preparo, más bien para obtener al menos el aroma y el sabor tuve que tardarme en aprenderla un par de veces para que quedará buena.

Luego de la sopa, pasamos al platillo fuerte, unas dolmadas[2] en donde dejamos a un lado el silencio para empezar a hablar sobre cosas entretenidas, entre ellas recordar mi embarazo, los días en que hemos estado disfrutando al estar en Grecia, del primer berrinche que Hades nos hizo al quitarle su frazada preferida que es la que su abuela le regalo y por último empezar a hablar del futuro de nuestro hijo a pesar que apenas sea un bebé de tres meses.

— ¿Te sentirías decepcionado si Hades no quiere tomar tu lugar en Kavala's Industry? —Antes de tener una respuesta de su parte, negó rápido.

—No me opondré a lo que Hades quiera hacer en un futuro, es cierto que el linaje en la empresa debe de seguir, pero si él no quiere dirigir una compañía de vinos y licores, no lo forzare a ser algo que no querrá hacer el resto de su vida. —Me alegro escuchar esas palabras.

—Entonces en ese caso, ¿qué se haría? —Le pregunte interesada en saber.

—Bueno, mis hermanos deberían preparar a Phineas o a Tess para que uno de los dos pueda tomar mi lugar, ya si ellos tampoco quieren llevar la compañía, se buscará entre uno de los hijos de mis primos. —Asiento.

Por lo que se ve, la tradición familiar debe de seguir a flote sin traspasársela a otra persona que no sea de sangre Thalassinos, al menos con una buena enseñanza en viñedos y el aprendizaje de la administración empresarial hace todo posible para que un miembro de la familia de Demian tome su lugar, pero aun así, estoy convencida de que aunque Hades quiera o no tomar el puesto de su padre, mi querido jefe siempre involucrara a su hijo en todo lo que respecta a uvas y viñedos, ya que es una costumbre que los Thalassinos tienen, porque ha sido la mayor fuente de ingreso por la que se han desarrollado de forma económica.

—Si te soy sincera, tengo la corazonada de que Hades querrá ser el próximo jefe de Kavala's Industry. —Una sonrisa aparece en su rostro.

—No me ilusiones, ¿sí? —Ambos reímos mientras tomamos vino.

Cuando llegamos al postre, lleve un plato lleno de bougatsas[3] para finalizar con la cena que ha sido increíble al tener que hablar de varios temas de los que casi no tocábamos en todo este tiempo que hemos estado cerca; por otra parte, creo que le tendré que agradecer muchas cosas a la señora Dionne por ayudarme a practicar mis habilidades culinarias en la cocina para haber hecho posible esta cena.

Antes de proseguir con mi plan de seducir a Demian, me levanto para que podamos ir a la sala, sin embargo, el momento fue interrumpido cuando su celular comenzó a sonar y tuvo que ver la persona que lo estaba llamando, así que mencionando que se trataba del supervisor que ha dejado encargado de Kavala's Industry, al final se levantó de la mesa y se disculpó al tener que contestar, en donde se marchó, dejándome sola en el comedor mientras que él se dirige a su habitación.

Molesta pero decepcionada a la vez porque mi plan acaba de fracasar, recogí los platos y los fui a lavar para calmar ese enojo que tengo hacia el mismísimo supervisor que Demian ha dejado encargado en su empresa, realmente no entiendo porque siempre lo deben de llamar hasta tarde para darle los reportes del día, sin embargo, ante esas situaciones no puedo llegar a interrumpirlo cuando sé que para mi jefe, su compañía es muy importante y que con un mal paso que dé, puede llegar a perder no sólo económicamente sino que también la credibilidad y la imagen que ha llegado a tener.

Luego de haber dejado los platos, la cocina y el comedor limpió me fui a mi habitación, ya que he llegado a aprender que cuando a Demian le hablan para decirle algo de Kavala's Industry es para que esas charlas terminen en dos a tres horas; así que mejor yéndome a preparar para irme a dormir o hacer algo productivo, termino por empezar a quitarme los tacones e irme a desmaquillar, intento no pensar en lo mucho que me tarde en verme espectacular para quedar todo a medias; me cepillo los dientes y pronto me quito la ropa para irme a dar un baño.

Mojo mi cabello y me pongo a pensar en lo que hubiera pasado si nunca se hubiera dado esa llamada, realmente no sé si me libre de haber cometido un error de haber seducido a mi jefe, ya que mis planes nunca han sido liarme con él a no ser que fuera más allá para responsabilizarnos con Hades, pero a estas alturas hasta dudo de mis decisiones cuando he empezado a entender que lo que siento por Demian ya no sólo es una atracción sino que un sentimiento que me hace temer sobre lo que pueda pensar él al enterarse que lo amo.

Cierro los ojos y dejo que el agua caiga en mi rostro intentando eliminar toda idea de que se me haya ocurrido esta noche, al parecer mi fracaso de tener algo con Demian esta noche me ha vuelto a la realidad de dónde debería encontrarme sin tener que perjudicar más las cosas.

Paso mis manos desde mi cuello por todo mi cuerpo hasta que estás terminan por chocar con otras manos más grandes y fuertes que se ya se encuentran en mis caderas, abro los ojos enseguida, pero me sorprendo al sentir como alguien está detrás de mí, pero sin asustarme sé que se trata de Demian, no por ser el único hombre que se encuentra en la villa, sino porque reconozco con facilidad su tacto y ese aroma que desprende su cuerpo.

—Demian...

— ¿Me das permiso?

No sé para qué me pide permiso, pero con solo sentir como su dedo índice hace giros en mi vientre, ya he empezado a caer en su juego; ni siquiera soy capaz de hablar cuando muevo la cabeza afirmando que le doy mi consentimiento de hacer lo desea; me acerca a él y siento como mi espalda choca contra su cuerpo mientras que aparta mi cabello para besarme el cuello, una de sus manos cubre mi pecho mientras que la otra masajea mis muslos.

Pongo mis manos en sus piernas para no caer al suelo, ha dejado de besar mi cuello para pasar a mis hombros, en donde deja pequeños mordiscos que me hacen gemir y apretar mis uñas en sus tonificadas piernas.

Escucho un sonido como si abrieran un tapón para darme cuenta que ha tomado el jabón líquido para empezar a poner un poco en sus manos, está vez, empieza a esparcirlo desde mi hombros hasta mi espalda, dándome unos masajes en los que no dejo de gruñir y tener que sostenerme de la pared; sus manos se mueven con libertad provocando que apriete mis ojos y muerda mi labio inferior; al bajar por mi espalda baja hasta llegar a mi trasero logra que me acerque más a los azulejos sintiendo lo fríos que estos se encuentran, sus manos bajan hasta mis piernas acariciándolas con mucho cuidado provocando que empiecen a temblar.

Me da la vuelta para quedar cara a cara, me es imposible seguirme resistiendo cuando termino por acercarme a él para besarlo; mientras que nos besamos siento como sigue enjabonando mi cuerpo, sin embargo, se detiene a acariciar mis pechos en donde estos se ponen duros y erectos con su contacto.

—Como deseaba hacer esto contigo...

Su voz se ha vuelto más ronca que hasta se ha vuelto un eco entre todo el baño, seguimos besándonos hasta que nuevamente sus manos alcanzan mis piernas, las acaricia varias veces que mi piel se eriza al sentir como sus dedos se mueven en círculos logrando que me distraiga con su boca la cual empieza a bajar besando cada parte de mi cuerpo hasta que la punta de su lengua le brinda una caricia a ambos pezones, sigue haciendo un camino hasta que termina en mi vientre, agarro su cabello fuerte cuando besa mis muslos hasta que irgo mi espalda y dejo que mi cabeza se vaya hacía atrás en el momento en que siento como lame exactamente ese punto donde comienza y finaliza mi placer.

—Por favor, Demian...

Le suplico que vuelva a repetir el mismo movimiento logrando que esta vez sienta su lengua más caliente que la primera vez; se levanta y vuelve a besar mi cuello sintiendo su pesada respiración cerca de mi oído; agarro el jabón y soy la siguiente en dejar que mis manos vayan directamente a varias zonas de cuerpo, desde su espalda, su pecho, abdomen y piernas, sin embargo, cuando toco su miembro deja ir un gruñido mientras que me aprieta más a su cuerpo; sonrío y empiezo a moverlo con mi mano haciendo que está vez libere varios gemidos que ya le son imposibles de detener.

—Te quiero ahora... —Susurra cerca de mi boca.

— ¿Y qué es lo que esperas? —Murmuro casi sin aliento.

Pero en vez de que la diversión comience en el cuarto de baño, cierra el grifo y me saca de la ducha para ir directamente a mi cama, en donde me acuesto en ella mientras siento como él termina por ponerse encima de mí; se pone en medio de mis piernas logrando que nuestra intimidad empiece a rozarse.

— ¿En dónde has estado en todo este tiempo? —Dice apartándome varios cabellos mojados de mi rostro y mirándome con ternura.

Ni siquiera me deja contestar cuando intento abrazarlo en el momento en que empieza a penetrarme, siento como mi corazón está a punto de salirse de mi pecho y de cómo mis pulmones se quedan sin oxígeno. Demian acaricia mi pierna mientras besa mis pechos, una de mis piernas se enrolla en su cintura logrando que la penetración se vuelva corta y continua.

—No te detengas. —Me aferro a la sensación que empiezo a tener.

—Y ¿quién ha dicho que pienso detenerme ahora? —Dice con una sonrisa maliciosa.

—Oh sí, así por favor... Demian...

Algo dentro de mí empieza a revivir como si estuviera probando una nueva experiencia sin igual, solo sé que empiezo a subir a una montaña rusa para luego bajar de forma rápida y extrema logrando que grite hasta quedarme sin aliento; mi cuerpo empieza a temblar luego de la primera arremetida y más al sentirlo a él como mientras se corría seguía penetrándome fuerte y rápido.

Nos tomamos unos minutos para recuperar el aliento para que ser la siguiente en agarrarlo y dejar que él se quedara acostado en la cama mientras que yo me quedo encima, le di una mirada y luego sonreí al ver que me mira extrañado con lo que llegaría a hacer.

— ¿Qué piensas hacer...? —Deja caer su cabeza en la almohada en el momento en que me deslice en él logrando que su miembro entrara nuevamente en mí ocasionando que mi piel se erizara.

—Lo que no me dejaste terminar la última vez. —Le susurre en la oreja.

Mordí el lóbulo de su oreja y empecé a mover mis caderas de adelante hacia atrás permitiendo que hubiera un balanceo en el que ambos pudiéramos encontrar el placer; acaricie su pecho y sentí como reaccionaba ante el estímulo en el momento en que sus manos sujetaron mis caderas y al mismo tiempo en que bajaba, terminaba por penetrarme fuerte, haciendo que dejara ir varios gritos y jadeos.

Mis piernas nuevamente se pusieron frágiles cuando ambos llegamos al segundo orgasmo, pero no basto a que terminara por recomponerme cuando de nuevo me puso sobre la cama para volver a la tarea.

—Demian, yo...

No me dejo que continuara cuando volvió a besarme, arañe su espalda y sentí directamente los golpes de mi orgasmo; puse mis manos en su trasero para que siguiera entrando en mí, pero pronto me solté de él cuando me corrí mientras él succionaba mi pezón logrando que sintiera ese dolor provocado por el placer.

Sentí como a los segundos se dejó de mover para permitir que se liberara dentro de mí, ambos estábamos mojados, con nuestros cuerpos calientes y temblorosos y sin aliento.

Se separó de mí y rodó al lado de la cama, cerré los ojos y por primera vez luego de todo lo que acaba de pasar, sentí como mi cuerpo me pedía que descansara un momento, mis piernas dolían como si acabará de perder la virginidad y eso sin decir, que comencé tener una timidez que ocasionó que intentara esconderme debajo de las sábanas; sin embargo, Demian me acerco a mí y abrazándome por la espalda, dejo un beso en mi hombro, otro en mi cabeza y por último, en la mejilla para luego sentir como con una sonrisa, deja su cabeza en mi hombro hasta darme cuenta que fue el primero en quedarse dormido al escuchar su respiración calmada, siendo así, el único motivo que hizo que no deseará apartarme de él y seguido de ello, terminar por quedarme dormida entre los brazos de Morfeo.

(...)

Abro los ojos para darme cuenta que la habitación ya se encuentra alumbrada por los rayos del sol, no sé cuánto tiempo me quede dormida, pero recapacito pronto sobre lo que sucedió anoche, una felicidad entra en mí hasta que una sonrisa se llega a formar en mi rostro y retiro mi cabello del rostro para levantarme. Sin sorprenderme, me encuentro sola en mi habitación, todo parece estar un poco en orden cuando a mi lado veo lo desordenada que se encuentran las sábanas y la almohada un poco aplastada, al final Demian se quedó a dormir acá, aunque es probable que en la madrugada se haya marchado.

Me levanto para caminar pronto al baño y así irlo a buscar, necesito que aclaremos lo que sucedió en la noche porque esta vez no fue como la anterior, puedo estar segura que aquí hubo más que sexo, sin embargo, quiero escuchar de sus propias palabras aquella respuesta que pueda que confirme mis dudas sobre si entre nosotros hay más que una amistad.

Me doy un baño para ponerme unos pantalones, una camisa y unas zapatillas tennis, al menos me quiero sentir cómoda ya que la noche anterior fue demasiado para revelar ese instinto femenino que tengo oculto, añadiendo que aún recordar lo que ambos hicimos me hace sentir como una adolescente que acaba de experimentar su primera relación sexual; la verdad, es que haber tenido nuevamente otra noche de sexo con Demian, no sólo me hizo descubrir lo enamorada que estoy de él, sino que también, que deseo desde el fondo de mi corazón que podamos ser algo más que amigos y así poder darle una familia a Hades.

Busco a Demian por todo lugar hasta que pronto lo encuentro en una habitación que parece oficina, ahí lo veo trabajando y estar muy pendiente en su empresa; apenas termina una llamada cuando pronto cuelga el celular y me da una mirada; con un poco de timidez me voy acercando hacia su escritorio, pero me doy cuenta que entre más me aproximo, veo una cierta inquietud en él, como si algo no estuviera bien y ha provocado que se encuentre tenso y serio.

— ¿Estás bien? —Le pregunto.

Encoje los hombros, pero no dice ni una palabra, verlo de esa forma también me ocasiona una cierta intranquilidad porque temo de lo peor, eso sin decir que, por la forma en que está actuando esperaría que no fuese algo de lo que sucedió entre nosotros.

— ¿Qué haces aquí? —Pregunta agarrando unos documentos.

—Necesito hablar contigo —digo con firmeza.

— ¿Sobre qué? —No me mira a los ojos.

Me siento en una de las sillas que se encuentra en frente de su escritorio e intento buscar la forma de que me vea a los ojos; no puedo hablar así con él sino pone su atención en mí si está pendiente de otros asuntos.

—Sobre lo que sucedió anoche —frunce el ceño.

— ¿Para qué? —Dice un tanto molesto.

Agito mi cabeza porque me he dado cuenta que el tema le ha comenzado a incomodar, pero siendo sincera, no me quiero ir de aquí creyendo esa estupidez que todo fue atracción y deseo cuando no ha sido así, yo sé y lo sentí, que ahí hubo un cariño y no de amigos con beneficio sino que algo más que necesito escucharlo de sus palabras.

—Demian, necesito aclarar las cosas... —suspira y baja la pestaña de su laptop.

—Danika, fue sexo y nada más. Ya te dije que ambos nos deseamos y es incontrolable no haber vuelto a hacer lo mismo —abro la boca.

— ¿Solo sexo? —Asiente.

Porque será que no le creo ni una de sus palabras, sé por experiencia que los hombres nunca les han gustado revelar sus sentimientos y que son unos maestros en ocultarlos para no dejarse ver como esos débiles románticos que se entregan en total a una mujer. Sé que Demian ha pasado por mucho en su pasado, sin embargo, con todas las acciones y muestras de afecto que ambos nos hemos demostrado, sé que eso no es una amistad más bien, parece ser algo más íntimo como si fuéramos pareja, y lo que sucedió anoche, es parte de ese conjunto de sucesos que ambos hemos llegado a tener este tiempo.

—Sí, fue divertido, pero ya acabo... —enarqué la ceja.

—Demian, dejémonos de tonterías —me mira con extrañez —. Lo que sucedió anoche no se trató de solo sexo, ni siquiera algo de una simple noche llena de pasión —le hice entender.

—Para mí, así fue. No hay nada entre nosotros y siempre te he dejado ver que me atraes, pero solo es eso —intenta confirmar aquello que he empezado a rechazar.

—No, estás mintiendo. —Me niego a creerle. —Basta de todo esto, Demian. ¿Es que en serio no quieres darte una oportunidad? —Aprieta los ojos y se acaricia las sienes.

— ¿Oportunidad de qué? ¿De amar? Danika, yo no busco amar a alguien. Sí, no te voy a negar que lo de anoche fue increíble pero no sentí nada de cariño, fue simplemente deseo, ya sabes que todo hombre tiene sus necesidades. —Me impacta escuchar eso.

— ¿Qué? ¿Qué me quieres decir con eso? —Intento no sentirme utilizada.

—Simplemente quiero hacerte entender que solo fue sexo, no hubo amor y no lo habrá nunca entre ambos. Soy tu jefe y tú mi empleada, las cosas nunca irán más allá de ello. —Soltó sin haberlo esperado.

Me sentí por un momento mareada al escuchar como con firmeza y decisión decía aquellas palabras que me empezaron a abrumar, es que ¿seré yo la única que sentí ese toque de amor? Realmente debo de seguir intentándolo, quizás solo está tratando de distraer ese sentimiento para que no me ilusione y termine por fantasear aquello que hace tiempo dejamos claro que no debía de suceder.

—Demian, por favor... Se sinceró —le pido de favor viendo como cruza los brazos.

—Estoy siendo sincero, mejor dime tú, ¿qué fue exactamente lo que sentiste? Porque te veo confundida entre todo esto —trago hondo.

¿Por qué debería seguirlo ocultando? Creo que ya se dio cuenta a lo que quiero llegar con esta conversación, sin embargo, tengo miedo de que, al intentarlo, las cosas terminen peor de cómo han comenzado, pero después de todo, ya no hay vuelta atrás y si vine aquí fue para defender mis sentimientos y aclararle la verdad de la situación. Ya ha sido suficiente tener que lidiar con esto para seguirlo ocultando.

—Demian, yo... —Vamos díselo. —... Yo te amo. —Deja de tener los brazos cruzados para verme con sorpresa. —Estoy enamorada de ti.

—Mierda, no... Eso es imposible —susurra —. Dime que es una maldita broma. —Su voz se llenó de odio.

— ¿Qué? ¡No! ¡Te estoy diciendo la verdad! ¡Te amo! —Sacude su cabeza rápido.

—Danika, tenemos un contrato y prometimos no crear ni un lazo afectivo que no fuese más allá de hacer las paces por nuestro hijo —me sentí peor al escuchar eso.

—Pero, ¿qué querías que hiciera? El sentimiento se dio por sí solo, no me enamore de un día para otro de ti, solo... surgió y luego ayer... —Me pone las manos en frente.

— ¡Basta! ¡No quiero escuchar eso! Quiero que te quites de la cabeza esa idea de que me amas porque no es así, entiende que nunca seremos algo y que nunca me enamorare de ti. —Trague hondo.

Pasó a mi lado y pronto lo detuve, pero apenas tocarlo, me di cuenta como me dio una enorme mirada llena de furia e ira, como si lo hubiera atormentado hasta sacarlo de sus casillas con un tema que le es prohibido hablar.

—Escúchame, no es una tontería... En serio Demian, créeme, yo te... —Me interrumpe.

— ¡Cállate Danika! ¡Estoy hastiado de escuchar esa palabra! ¡El amor no existe! Entiende que solo has sentido una obsesión por mi cuerpo, si bien quieres seguir con ello, ¡adelante! Puedo ofrecerte todo el sexo que quieras, nos podemos convertir en amantes si también lo quieres, pero ya olvídate de la idea del amor porque eso está muy lejos de darse. —Abrí la boca asombrada.

¿Yo amante de Demian Thalassinos? ¡Es una estupidez! Sino quise que fuésemos eso al principio, mucho menos lo deseo ahora.

—No Demian, déjate de boberías. Yo no quiero ser tu amante —digo hastiada al ver su reacción.

—Entonces, ya detente con este discurso. Hay que dejar en claro que no nos amamos, me harías un favor si dijeras eso —mi corazón empezó a latir rápido.

—Lo siento, pero no puedo mentir con eso. —Intenté acercarme a él con cuidado. —Entiende por una vez Demian, te amo y no es una broma, es la realidad. —Suelta una carcajada fría.

— ¿En serio Danika? ¿Qué es lo que has visto? ¿El dinero? ¿La empresa? ¿La herencia que recibirá Hades? —Eso me saca de la realidad.

No sé a quién demonios tengo en frente, pero ese no es el Demian que conozco, él no sería capaz de echarme en cara aquello que sabe perfectamente que jamás le llegaría a pedir, porque si no lo hice cuando me encontraba en problemas al estar embarazada de mi hijo, mucho menos lo haré hoy.

—Me ofendes con ello, tú más que nadie sabe que yo sería incapaz de pedirte cosas así —dije adolorida.

—Estoy harto que me busquen para eso. —Masculla. —Es mejor que te vayas, no te quiero ver ahora y deberías planear en cómo olvidarme y eliminar ese maldito sentimiento que sientes por mí, porque ya te lo advertí, no quiero nada contigo a no ser para responsabilizarnos de Hades. —Intento no llorar. —No me gustas, Danika. No estoy enamorado de ti y no me interesa tener algo contigo. Mira la realidad de las cosas... —Niego.

—No, tú míralas idiota engreído y narcista. —Digo ya asqueada de todo lo que me acaba de decir. —Fue un error revelarte mis sentimientos, pero al menos, no soy una cobarde como tú por demostrarlos. —Aprieto mis manos. —No lamento en haberte confesado lo que siento por ti, pero lo que sí lamento, es haberme enamorado de la persona incorrecta.

Con la cabeza en alto estoy a punto de salir de su oficina luego de ser humillada y pisoteada como una lombriz al creer que correspondería mis sentimientos o al menos, si no hubiera sido así, que no me hubiera llegado a hablar tan estúpidamente que sentí como acabo de perder mi dignidad.

—Recordando, deberías comprar la pastilla del siguiente día. —Me detengo al escucharlo. —No use protección y no quiero traer otro hijo al mundo en este momento.

Suspiré y pronto salí de su oficina mientras que mi corazón no dejaba de sentirse oprimido y adolorido, cerré los ojos y cubrí mi boca para empezar a llorar. Seguía sin poder creer la reacción que tomó al solo revelarle lo que siento por él, ni siquiera fue algo como si le estuviera pidiendo matrimonio por conveniencia o un acta que delegue que me otorgara el título de ser su mujer.

Ha sido un fracaso haber intentado aquello que sabía que sería imposible cambiar, pero qué se puede hacer cuando tienes esa esperanza que todo pueda llegar a ser diferente, sin embargo, a estas alturas me acabo de dar cuenta que me equivoque en pensar que Demian sería la persona correcta en mi vida, no quiero a un hombre que le temé al amor o que lo rechaza por pensar que las mujeres lo traicionaran siempre por querer su dinero o herencia. No, yo no deseo a alguien así en mi vida.

Ni siquiera tengo paciencia en ese instante cuando tomo unos billetes de la mesa y pronto me voy corriendo para salir de la villa; camino de forma desesperada entre la ciudad de Mykonos, sollozo y restriego con el dorso de mi mano aquellas lágrimas que se deslizan por mis mejillas las cuales ya son imposibles de detener; paso a una farmacia y pronto me compro una botella de agua con la bendita pastilla del día siguiente, me marcho con ambas cosas hacia la playa y apenas al llegar, me siento en la arena mientras me quito los zapatos y los dejo a un lado.

Mis ojos se enjuagan de nuevo con las lágrimas que al final dejo que estás salgan mientras me acorralo con mi propio cuerpo y acerco mis piernas a mi pecho para cubrirme con ellas intentando que nadie me vea. Reprimo varios gritos de cólera para que ninguno de los turistas o residentes de la zona me vean llorar; apenas puedo controlarme mientras pienso en lo estúpida que fui en entregarle a un hombre mi corazón para que este pronto fuera pisoteado hasta ya no quedar nada vivo de él.

Me enfurece saber cómo Demian actuó conmigo, pero estoy más molesta conmigo misma por haber continuado aquello que sabía que no iba por buen camino; al menos recibí una buena paliza o bofetada de la realidad al darme cuenta que entre Demian y yo, nunca habrá nada y que sin importar que, será mejor odiarlo que amarlo.

Agarro la botella de agua y pongo la pastilla en la palma de mi mano la cual veo en un instante, recordando sus palabras. No puedo creer como de un día para otro, las cosas hayan cambiado. Ayer estábamos bien, felices y riendo de cosas que hemos vivido juntos estos meses y ahora, todo se volvió oscuro mientras reprochaba mi amor hacía él y pronto destruía en un segundo todo lo bonito que construimos juntos. Sinceramente he cometido el peor error de mi vida y fue enamorarme de Demian Thalassinos.

Me tomo la pastilla y pronto dejo que esta empiece a hacer su deber dentro de mi cuerpo. En esta ocasión, comparto su idea, no quiero traer otro bebé que sea de él al mundo, con Hades es suficiente y más cuando no deseo pasar otros nueves meses más a su lado luego de esto.

Viendo el horizonte del mar, me doy cuenta de dos cosas mientras que reflexiono bajo los rayos del sol y de un día que debía de haber sido bueno; la primera que es hora de terminar esta fantasía y la segunda, olvidar ese amor que le tengo a Demian, el cual solo me ocasionó dolor.

(...)

Llego nuevamente a la villa con un dolor de cabeza que se ve implicado porque pase horas llorando y a la vez debajo del sol; será bueno que empiece a empacar mis cosas porque este lugar me trae malos recuerdos, añadiendo que, no me da gracia pasar otro minuto acá cuando lo único que quiero ahora es irme de Mykonos para llegar a Atenas, llevarme a mi hijo y regresar a Croacia.

— ¿Dónde estabas?

Tomo suficiente aire antes de seguir subiendo las escaleras del segundo piso, en otra yo, hubiera intentado esconderme y no darle la cara, pero ahora, simplemente las cosas me han dejado de importar que al darme tan solo la vuelta, tengo que resistir esos impulsos de no irlo a golpear por el mal rato que me dio en la mañana.

—Nos podemos ir. —Digo sin responder su pregunta.

—Es tarde, Danika... —Lo detengo.

—Bien, puedo irme sin ti. De todas formas, nunca te he necesitado. —Empiezo a subir las gradas, pero me detento a medio camino al recordar algo.

Está a punto de hablar, pero ya no dice nada cuando me ve sacar una factura del bolsillo de mi pantalón, sin dudarlo, la desdoblo para luego tirársela en su pecho en donde la toma rápidamente para leer lo que se trata.

—Ya no tienes de que preocuparte, no habrá más bebés que intenten unirnos de nuevo. —Le digo mientras me marcho a mi habitación sin esperar que diga algo.

(...)

— ¡Oh mi Dios! ¡Es precioso! —Dejo que Cyrene cargue a Hades luego de empezar a elogiar al bebé. —Te pareces a tu padre. —Suspire.

—Iré a su habitación, tengo que prepararla antes que se quede ahí —le dije a Cyrene.

—Ya llevo a Hades... —La detengo.

—No te preocupes, puedes estar con él, el tiempo que quieras. —Le digo a ella con amabilidad.

Acaricio la cabeza de mi hijo para luego dejarle un beso en su frente, realmente necesito estar lejos de su padre antes que haya una guerra en casa porque si no la hubo en Grecia, aquí si la puede llegar a haber. Me voy a la habitación de Hades para arreglar su cuna y verificar que todas las cosas no lo lleguen a estorbar, es buena idea que mi pequeño se sienta cómodo antes de pasar las siguientes noches acá, al menos hasta que tome una certera decisión.

— ¿Es que intentaras huir siempre de mí? —Maldigo en mis adentro mientras dejo unos juguetes en una esquina de la cuna.

No le dirijo la palabra ni la mirada, es más fácil ignorarlo que seguir adelante con ello. Apenas la pelea ha sido reciente para olvidar la forma en cómo me trato, ya que además de hacerme ver como la mismísima cazafortunas de toda la vida, me hizo ver que nunca debí de expresarle mis sentimientos, donde hubiera sido mejor esconderlos y si era posible, llevármelos a la tumba.

Paso a su lado para dejar la habitación de Hades y pasar a la mía, necesito estar sola porque con él en un mismo lugar empiezo a ahogarme. Cierro la habitación con llave previniendo que sea capaz de meterse sin mi consentimiento, me siento en la cama y nuevamente vuelvo a sentirme estúpidamente frágil ante la situación, miro a mi alrededor y me doy cuenta que fui ingenua en pensar que todo podría solucionarse si llegaba a demostrarle la verdad de mi amor por él.

Agito mi rostro y elimino esas lágrimas traviesas que salen de mis ojos para a recostarme en la cama, sin embargo, antes de hacerlo en su totalidad, me doy cuenta que en la mesita de noche se encuentra un sobre con mi nombre, así que pensando que pueda ser de alguno de mis amigos o un conocido, agarro la carta, pero apenas abriéndola se desliza de mis manos y mi asombro es grande cuando una alianza de matrimonio cae en la cama y con ella una nota mecanografiada e impresa.

Impactada con lo que estoy viendo, agarro la alianza con las manos temblorosas, logrando ver que no se trata más que mi anillo de matrimonio. ¿Cómo lo supe? Porque por dentro están las siglas del nombre de Rade y la mía, añadiendo el día que se llevó a cabo nuestra boda. Con mis manos temblorosas agarre la nota, en donde antes de poder leerla me di cuenta que algo no estaba bien en ella y que sería imposible que alguien me regresará el objeto a no ser que...

Quito la idea de mi cabeza porque suena absurdo, lo vi muerto, o eso es lo que se supone que vi... Y si no era él... Dios mío... ¿Será posible?

Leo la nota y me encuentro con tres cortas oraciones que me hace temblar el cuerpo, a punto de no tener la respuesta sobre qué demonios está sucediendo.

"Hola"

"¿Reconoces esto? ¿O es que fue fácil olvidar nuestra historia?"

"Nos vemos pronto, querida Danika"

Mierda... No... Rade no puede estar vivo o ¿sí?

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

[1] Una sopa cuyo elemento principal son las alubias, las habas o los frijoles. Es fácil de preparar y es un plato bien condimentado y aromático, perfecto para comer en invierno.

[2] Consiste en un plato realizado con hojas de parra o acelga rellena de varios ingredientes, tales como el arroz, carne, hierbas aromáticas y verduras. Se sirve con una salsa hecha de zumo de limón.

[3]Pastel griego elaborado a base de capas de pasta de filo rellenas con una crema pastelera.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Continuará...

Lamento por subirles tarde el capítulo pero esté día estuvo muy complicado para mí en tener que leer y hacer unos cambios ortográficos al capítulo antes de subirlo debido a que tenía unas cuantas obligaciones y tareas de la universidad que hacer. Pero lo positivo de ello, es que aquí está ya.

Quisiera saber ¿qué les pareció este capítulo? Y ¿qué emociones obtuvieron de ello?

¿Piensan que Rade esté vivo? O, ¿es otra persona que está actuando bajo una venganza para asustar a Danika? ¿Qué opinan ustedes?

Espero que les haya cautivado este capítulo, esperando pronto subir el siguiente.

Les deseo un buen fin de semana!

Isabel Moz

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top