Capítulo LIII

"La felicidad consiste en saber unir el final con el principio"

Pitágoras

⁎⁎⁎

2 años después...

Dios mío, como prioridad debería de levantarme temprano e ir a hacer el desayuno, pero luego de la fiesta del día de ayer, dudo que tenga ánimos para separarme de la cama el resto del día que me quede, lo malo de ello, es que aunque quisiera, no podría cuando tengo muchas responsabilidades, sin embargo, unos cinco minutos más quizás me vendrían bien y no creo que se llegue a acabar el mundo entero por ello.

Me doy la vuelta en mi cama y abrazo la almohada, bueno, mejor dicho... me refugió en ella como si intentara no soltarla, después de todo, creo que los cinco minutos llegarán a hacerse más si no intento moverme o al menos abrir los ojos. Así que, aunque me sienta cansada, debería ser mejor que de poco a poco me vaya levantando.

Sin embargo, antes de levantarme para poder ir a lavarme los dientes, escucho como alguien abre la puerta de la habitación despacio, tan despacio que si estuviera profundamente dormida sería imposible que escuchara, pero al no estarlo por completo, solo me esfuerzo a fingir que sigo dormida para luego sentir como alguien se mueve por la cama hasta que pronto pone sus manitas en mi brazo y deja ir un grito convertido en risa.

— ¡Mamá!

Abro uno de los ojos y luego sacó una sonrisa en la que Hades parece al final darse cuenta, así que, moviéndome con ligereza, lo atrapo y lo cubro con mis brazos mientras que le hago cosquillas a mi pequeño hijo quien no deja de soltar varias risas contagiosas. Lo cubro de besos por todo su rostro hasta que escuchamos como alguien más entra a la habitación, en donde sin dudarlo, hago un gesto de amor al ver como Demian trae consigo una bandeja con el desayuno, en donde apenas dejarlo en la mesita de noche, veo cómo se sienta a un lado de la cama para darme el primer saludo de la mañana.

—Buenos días, mi hermosa diosa —dice dejándome un corto beso en mi boca.

—Sí que son buenos días —susurro cerca de su boca.

Demian deja otro beso en mi boca hasta recibir de él una caricia en el rostro, pero antes de poder continuar con nuestro pequeño coqueteo matutino, Hades nuevamente se acerca a nosotros, logrando que su padre lo tome de sus brazos y lo dejé en medio de nosotros luego de volver a querer ser el centro de nuestra atención.

—Así que, madrugaron para prepararme el desayuno —acaricio el cabello mi hijo.

—Sí —Hades me da una mirada.

—Y, ¿quién lo hizo? ¿Papá o tú? —Le pregunto.

—Dos —dice con una sonrisa.

Lo agarró de las mejillas y le dejó un beso en la punta de su nariz para luego ver cómo se rasca sus ojos para darle una mirada a su padre, quien no deja de vernos a ambos con una enorme sonrisa en su rostro que irradia felicidad. Demian toma a Hades y lo deja en sus piernas para que pueda darme espacio de que pueda desayunar, ambos empiezan a tener una conversación que es poco entendible cuando Hades empieza a pronunciar muy bien sus primeras oraciones largas, pero eso no es un problema para que no deje de hablar con su padre quien no le deja de hacer una pregunta tras otra.

Veo a los dos hombres importantes de mi vida mientras desayuno, Hades se ha dedicado a cantarme una de sus canciones que ha aprendido junto con Cyrene y Karim; el pequeño se encuentra demasiado entretenido que me sorprende que no se haya bajado de las piernas de su padre para insistimos que vayamos al jardín a jugar, porque no dudo que, al levantarse temprano junto con su padre, ya habrá desayunado con él.

— ¿Preparada para el gran día? —Pregunta luego de que dejara a Hades a un lado de la cama.

— ¿Cómo no estarlo? Si desde hace más de cinco meses vengo preparando casi todo —le digo emocionada.

— ¿No te arrepentirás? —Me da una mirada llena de curiosidad.

— ¿Debería? —Arqueo la ceja con risa.

—No, ni siquiera deberías dudarlo porque está será la mejor decisión que hayas tomado. —Me asegura.

—Veremos. —Le guiñé el ojo.

Tomo un poco de jugo, pero antes de poder tener un tiempo más de armonía con mi futuro esposo y mi hijo, escucho como mi celular interrumpe ese momento mañanero en el que hubiera deseado que no terminara muy pronto. Agarro el dispositivo para darme cuenta que no es más que un mensaje de Tihana mencionando que debo de estar temprano en la boutique para ver si el vestido de novia me queda a la perfección, luego debo de pasar al lugar donde se realizara la boda para verificar los últimos detalles y así, terminar en el salón de belleza para empezar con mis arreglos.

Este día quiero al menos que todo salga bien, porque además de ser un día importante, será el que recuerde el resto de mi vida.

—Debo de moverme, Tara pasará por mí en unos minutos y no puedo retrasarse con todo lo que debo hacer —empiezo a levantarme de la cama.

—Bueno, de aquí nos veremos hasta por la tarde —me recuerda.

—Solo serán unas horas. —Le digo riendo.

—Para mí es una eternidad. —Divulga.

Ruedo los ojos para dejarle un último beso en su boca y uno a nuestro hijo en su mejilla antes de que entre a la ducha; Demian se lleva a Hades y yo me quedo sola en nuestra habitación, ya que ambos tienen otros asuntos que hacer y resolver antes de llegar a la ceremonia que se realizará en la finca Deméter en Pula.

Me preparo rápido para después comenzar a tomar varias de mis cosas al saber que no regresare a casa dentro de un par de días, por lo que tomo lo necesario luego de saber que Demian se llevó mi maleta la cual apenas pude organizar ayer luego de saber que nuestra luna de miel será en Taiwán e Italia. Un mensaje de Tara llega a mi celular mencionando que ya está esperándome para ir a la boutique en donde ella con mis demás damas de honor, nos encontraremos allá para probarnos los vestidos antes que estos sean usados por la tarde en mi boda; así que saliendo de mi habitación y caminando escaleras abajo, estoy a punto de salir de mi casa cuando Cyrene me detiene.

—Señora Danika —me doy la vuelta.

—Sí, Cyrene —veo cómo llega corriendo a mí con lo que parece ser un postal y una carta.

—Esto es para usted. —Tome ambas cosas de sus manos.

—Gracias Cyrene. —Le sonreí.

Salí de mi casa dándome cuenta que se trata nada más y menos que una postal fotográfica de San Francisco, Estados Unidos. Sin embargo, al ver el remitente de la carta suelto una sonrisa al darme cuenta de la persona que me escribió; pero no pude detenerme al leerla luego de que Tara insistiera que me subiera a su auto antes de que siguiéramos perdiendo tiempo, así que, entrando a su vehículo, pronto la salude para luego ella manejar hasta la boutique, por lo que, en el camino, rompí una orilla del sobre para después sacar la carta en donde empecé a leerla sacándome una sonrisa.

(...)

Me doy la vuelta para mostrarles a mis damas de honor, mi vestido de boda, el cual está diseñado en un estilo griego con mangas de campana, hecho de satín, hombros descubiertos y con una pierna descubierta; la parte del busto, mi cintura y las orillas de las mangas están adornadas con pedrería y por supuesto, mis zapatos de tacón que hacen juego al ser de plata y con una pulsera en el tobillo.

— ¡Dios mío! ¡Te vez espectacular!

Todas mis amigas dejan ir varios gritos de emoción al verme con el vestido puesto, sin preguntármelo empiezan a tomarme fotografías en las que me da gracia porque me hace sentir como si fuera la modelo y ellos los paparazzis; así que haciendo varias posturas para que esas fotos queden de recuerdo, la diseñadora de mi vestido llega y también se sorprende al ver su creación en mí, en donde no deja de elogiarme al decirme lo hermosa que me veo en ese vestido; la directora de ventas también es la siguiente en presentarse con una corona de laurel la cual deja en mi cabeza.

—Cuando Demian te vea, sin dudarlo se enamorará más de ti —dice entusiasmada, Jelena.

—Oh Danika.

Me ventilo con mi mano en el momento que las lágrimas empiezan a salir de mis ojos, sinceramente no creí que lloraría, pero cómo no estar tan sensible y sentimental cuando se trata de mi boda, la cual estuve organizando con mucho cuidado y paciencia en los ocho meses pasados.

Quizás cuando Demian me pidió matrimonio ambos no consideramos casarnos de una sola vez como cualquiera de nuestros seres queridos pensaron, mayormente en los dos años que llevamos de estar comprometidos fueron más para disfrutarlos como padres y pareja, y sin dudarlo, para conocernos más, como también, para vencer nuestros propios miedos logrando que hoy en día, Demian haya dejado atrás sus demonios y pesadillas.

Sinceramente, nunca llegaré a comprender porque Gredel no lo amo cuando Demian es alguien muy especial, sí, tiene sus defectos como cualquier ser humano, pero para mí es un gran padre y futuro esposo porque a pesar de su trabajo, como viajes que a veces debe de realizar para observar sus otras fincas, siempre ha estado para Hades y para mí en cualquier circunstancia sea buena o mala, lo cual se lo agradezco porque además de tener ese amor, él me provee esa confianza y seguridad en nuestra relación, lo cual es esencial para que lleváramos a cabo la planificación de nuestra boda y aceptar que está vez estaremos unidos hasta que la muerte nos separe.

—No se preocupen, son lágrimas de felicidad. —Digo tomando un pañuelo que me entrega la diseñadora.

La verdad es que nunca creí que me vería como una novia después de haberme casado con Rade, ni siquiera para renovar votos los cuales, aunque en ciertas veces en mis primeros años al estar con él lo pensaba, al fin y al caso, lo veía como algo anticuado que dudaba que sucediera. Pero luego de estos tres años, las ideas cambiaron y por supuesto, tanto Demian como yo también hemos cambiado, nos hemos vuelto más maduros luego de las tragedias o dificultades que nuestras propias ex parejas nos dejaron, en donde hemos aprendido que el amor y el matrimonio no es un juego de niños, sino que, se debe de saber valorar con cautela y paciencia antes de tomar una decisión que pueda o no beneficiarte en un futuro.

Creo que es algo que ambos tenemos en común porque además de habernos casado muy jóvenes, pensábamos que el matrimonio sería la pronta razón para seguir de pie con ese amor que le teníamos a Gredel y Rade, pero hemos llegado a la conclusión que para seguir amando a alguien aún se debe de seguir trabajando por ese sentimiento cada día, no es algo que simplemente se acepta y más para quedarte al lado de esa persona que amas, no, realmente es como ir modernizando, intentar cosas nuevas y aprender de tu pareja porque sabemos muy bien que nunca llegaremos a conocerla al cien por ciento, pero al menos podemos intentar saber la mayor parte para vivir en armonía y comunicación.

A veces pienso que, aunque Gredel y Rade nos hayan hecho daño, por una parte, nos hicieron un bien, porque no sólo nos dejaron la lección de comprender la palabra "amor" sin crear tantas ilusiones que pueden que en algún momento sean aplastadas por la realidad, más bien, es de mantener los pies en la tierra, pero a su vez, de imaginar cosas que puedas realizar con tu pareja con propósitos que puedan llegar a un mismo acuerdo. Además, lo importante también es que dentro de una relación se encuentre ese valor de la honestidad, porque cualquier persona sin dudarlo, nos llegaría a decir que las traiciones y los engaños son el arma destructiva para una relación, por lo que es algo que también se debe de mantener a flote.

Seco mis lágrimas en el pañuelo y pronto veo como Nevenka aparece a mi lado con un ramo de flores, así que, dándome la vuelta para verme en el espejo, me doy cuenta que el día ha llegado, seré la esposa de Demian Thalassinos, el que antes solo era mi jefe y ahora es tanto el padre de mi hijo, como mi esposo.

(...)

—Yo, Demian Thalassinos, te acepto a ti Danika Blažević, como mi legítima esposa y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida.

—Yo Danika Blažević, te acepto a ti Demian Thalassinos como mi legitimo esposo y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida.

El sacerdote empieza a bendecir las alianzas mientras que Demian y yo aún nos sujetamos de las manos; puedo ver como no se puede detener en sentirse feliz ante este momento que fue él quien más lo estuvo esperando en todos estos meses en que le dije que sería hora de planificar nuestra boda; intento no reírme al ver su rostro, porque simplemente me recuerda al de nuestro hijo cuando en muchas ocasiones el pequeño no puede evitar reírse o sacar una sonrisa logrando que ponga sus manitas en su boca con el fin de soltar una risa contagiosa.

Veo como luego de que el padre bendice los anillos, Demian es el primero en tomar el que será mío, por lo que, dándome una mirada, deja mi mano izquierda alzada mientras que, al decir los votos matrimoniales, empieza a deslizar la alianza en mi dedo anular.

—Danika Blažević recibe este anillo como signo de mi amor, respeto y fidelidad. Con esto me comprometo no sólo a ser un buen esposo para ti, sino que a lograr que cada uno de los días que nos resten para seguir vivos, sea una nueva aventura en la que puedas disfrutar con mucha alegría y pasión. Te amo y prometo hacerlo siempre sin importar todo lo bueno o malo que se pueda interponer en nuestro camino, porque me he dado cuenta que sólo contigo, es que puedo romper cualquier barrera sin miedo, porque tú me haces ser fuerte y valiente. Te adoro, mi diosa.

Cuando la alianza termina por quedarse en mi dedo anular, siento un enorme nudo en la garganta lleno de felicidad, porque además de sus fantásticas palabras llenas de sinceridad, amor y compromiso, me hace darme cuenta que por primera vez, esto es lo que deseo, compartir el resto de mi vida con el hombre al que amo y quien no me hace dudar del futuro que tenemos predestinado.

Agarro el anillo que será para él, para empezar a verlo a los ojos, me tomo unos cinco segundos para calmar mis emociones antes de que me ponga a llorar en medio de decir los votos matrimoniales, así que, tomando suficiente aire y tomar la mano izquierda de Demian, empiezo a deslizar la alianza en su dedo mientras que voy entonando cada una de mis palabras que van hacia él, con mucho amor.

—Demian Thalassinos, recibe este anillo como signo de mi amor, respeto y fidelidad, con el cual te prometo que sin importar lo que la vida nos pueda llegar a dar o quitar, siempre estaré a tu lado amándote como la primera vez, porque me he dado cuenta que no necesito de grandes cosas o expectativas para que estés a mi lado, solo basta que en mi vida estés tú para hacerme feliz; porque desde el día en que apareciste en mi vida, no sabes todo lo que has cambiado en mí y de la felicidad que me has traído. Te amo y prometo que también te daré los mejores días llenos de diversión, sorpresas y, sobre todo, amor.

Veo como mis palabras también han llegado a tocar su corazón, porque ha empezado a parpadear contantemente para no liberar en este momento esas lágrimas traviesas que ambos hemos llegado a tener al decirnos esas palabras tan inesperadas pero que sabemos que han sido dichas con mucho amor.

—Así que, por la ley del sacramento del matrimonio, los declaro marido y mujer. Señor Thalassinos puede besar ahora a su amada esposa.

Demian se acerca a mí, pero al ponerme la mano es mi espalda baja, me da un leve empujón haciendo que choque contra su pecho; en el momento en que apenas saque una enorme sonrisa, termino por sentir sus labios encima de los míos, logrando que, mi piel se erice y no quiera soltarlo ante tal beso que para mí está cargado y lleno de energía.

Los aplausos de nuestros invitados no tardan en llegar en el momento en que nos besamos, intento no separarme de Demian pero cuando escuchamos un par de comentarios entre los amigos de mi esposo y de mis amigas, ambos nos separamos para reír y rodar los ojos al escucharlos; pronto Hades corre hacia nosotros en donde Demian termina por tomarlo debajo de sus brazos para alzarlo y cargarlo; nuestro hijo que se encuentra vestido con una camisa formal blanca, unos tirantes, unos pantaloncillos cafés y unos botines ha sido nuevamente el centro de atención entre la familia y amigos, el pequeño que cada día no deja de parecerse a su padre, saca varias sonrisas para luego abrazarnos, dejando también besos en nuestras mejillas.

—Papá, mamá... Los amo. —Hades vuelve a abrazarnos mientras que Demian y yo no dejamos de ver a nuestro hijo quien también se encuentra feliz ante ese momento a pesar que es muy pequeño para comprenderlo.

(...)

Luego de las fotografías, palabras de felicitaciones de los invitados y empezar con la fiesta que también se está llevando a cabo en la finca; me di un momento para poder hablar con Demian a solas antes de hacer el brindis; así que, buscando a mi esposo quien se encuentra en compañía de sus amigos, termino por robármelo y agarrarlo del brazo para llevarlo dentro de la pequeña casa que hay en el territorio; Demian no deja de preguntarme lo qué sucede, simplemente entre risas lo llevo hacia una oficina, en la que al encerrarnos en ella, pronto veo como alza su ceja y me da una mirada que está llena de coqueteos que aun así parecen no gastarse de su boca luego de que al verme yendo al altar, se quedó anonadado por mi vestido y por lo hermosa que me veía.

— ¿Qué es lo que quiere decirme, señora Thalassinos? —Escondo mi sonrisa al escuchar como ahora me llama por su apellido.

—Tengo que decirle dos cosas jefe —musito.

Veo cómo se acerca a mí con pasos lentos hasta que, como un felino, termina por acercar mi cuerpo al suyo, en donde no dejo de oler esa fragancia tan única y reconocible de él, hasta que termina por dejar un beso escaso de necesidad en mis labios; se suponía que lo he atraído acá para decirle un par de cosas pero luego de que me subió al escritorio y su mano entro en la abertura abierta del vestido donde se muestra mi pierna, empecé a perder mi propio sentido de pensar.

—Demian... —rió en mis labios.

—Es que te vez hermosa y no creo poder resistirme hasta la noche —niego con risa.

—Pero yo quiero hablar contigo —pongo mis brazos enrollados en su cuello.

—Y ¿luego puedo hacerte el amor? —pongo los ojos en blanco y le doy un beso.

— ¿En serio querrás hacerlo luego de darte las noticias? —Encoje los hombros.

—Espero que sí, pero mejor dime de lo que se trata —se pone un poco serio.

A un lado de su escritorio agarro la postal que por la mañana llego a nuestra casa, así que, entregándosela a él, veo como la lee para después darme una mirada en la cual parece intrigarle saber de quién es.

—No me espantes, que no quiero imaginarme que Rade por segunda vez resucito y ahora nos enviará postales para reírnos de nuestras caras al salir vivo y prófugo de la justicia —me cubro la boca al casi dejar ir una carcajada por su idea.

—Cielo, creo que está vez nadie querrá resucitarlo —mencioné —. En verdad, la postal es de Vesna —sus ojos se abren al escuchar ese nombre.

— ¿Vesna? —Sigue sorprendido.

—Sí, me envió una carta agradeciéndome por lo que hice por ella luego de haber testificado en contra de Tomislav, además te envía saludos y nos desea muchas bendiciones en nuestro matrimonio —le sonrió.

—Eso si no me lo esperaba —dice aún impresionado.

La verdad es que siempre tuve la esperanza que algún día Vesna nuevamente me llegaría a escribir o tener un pequeño contacto conmigo, por lo que al leer la carta me alegre mucho en saber que además de haber encontrado su camino, recupero una parte de su vida la cual ha empezado trabajando en un local de comida mientras estudia artes culinarias; desde luego, todo no le resulto fácil al principio, más con el cambio de vida que hizo, pero poco a poco ella fue mencionando que se tuvo que ir adaptando para cambiar todo aquello que la había hecho infeliz por un largo tiempo y que por supuesto, no había dejado que se recuperará.

Ahora todo ha cambiado, a punto de que hasta me mando una fotografía en que ella se encuentra viajando en ferri debajo del puente de San Francisco, ahí pude ver esa sonrisa hermosa la cual supe que algún día tendría luego de la nube negra con la que vivió mucho tiempo bajo el temor que le había provocado Tomislav.

—Me alegro por ella, sinceramente se lo merecía luego de que Tomislav arruinará una parte de su vida —asiento a sus palabras.

—Sí, realmente ha tenido que sobrellevar muchas cosas, pero ahora, ella se encuentra mejor de lo que esperaba —comento.

—Y, ¿cuál es la otra noticia? —Pregunta ansioso.

— ¡Ah sí! Es esto —Le entrego un sobre.

Lo toma con cuidado para luego sacar una sola hoja que es su contenido, veo como enarca la ceja y pronto me da una mirada hasta que veo el interés con el que empieza a leer la página; muerdo mi labio y saco una sonrisa en el momento en que sus ojos se abren de forma enorme dejándome ver esas iris azuladas verdosas que no dejan de seguir impactadas ante la nueva noticia que le he dado.

— ¡Sorpresa! —Grité con felicidad.

— ¡Por Zeus! ¡Seré padre! ¡Volveré a ser padre! —Grita mientras me abraza y me besa — ¿Desde cuándo lo sabes, diosa? —Pregunta emocionado.

—Hace unas horas —reí —, antes de venir a Pula pase antes al hospital y cuando me entregaron los resultados y supe la noticia... —ni siquiera sé cómo explicarle la sensación que tuve ese instante —No sabes lo maravillada que me sentí y eso que tuve que contenerme para no llamarte y darle la buena nueva. —Niega mientras no quita esa hermosa sonrisa de sus labios.

—Oh cielo, otro bebé... Hades tendrá un hermanito o hermanita —dice cautivado.

Lo beso mientras que disfrutamos esa noticia tan agradable y espectacular que ninguno de los dos podía haber recibido en esté día; aunque sinceramente, tenía la sensación que ya me encontraba embarazada de nuevo luego de que la bendita taramosalata que se encontraba en la nevera de la casa, me provoco náuseas y vomito.

— ¿Qué te parece si compartimos está sorpresa? —Pone su mano en mi vientre.

—Me alegraría mucho. —Apruebo su idea.

Salimos de la oficina para caminar nuevamente a la recepción, en donde todos ya se encuentran en sus respectivos asientos luego de saber que Demian y yo hemos aparecido para dar el brindis; así que llamando la atención de todos y dando una breve introducción sobre los agradecidos que nos encontramos al acompañarnos en este evento y día importante para nosotros; veo como mi esposo me da una mirada y mientras que, asiento con la cabeza, él toma impulso para revelar la noticia sin exaltarse de la alegría.

—Familia —empieza a decir —, tenemos buenas noticias que dar —todos empiezan a verse entre sí —. En ocho meses llegará el próximo Thalassinos.

Todos nuevamente dejan ir varios gritos de felicidad, en el que mis amigas y la madre de Demian parece ser quienes se ponen más sensibles y melancólicas ante la nueva noticia de mi segundo embarazo; apenas Hades escucha que tendrá un hermanito o hermanita, es el siguiente en alegrarse, en donde su padre vuelve a tomarlo de sus brazos para empezar a hablar con él y decirle que pronto tendrá a alguien con quien jugar y por supuesto, enseñarle muchas cosas al ser el hermano mayor; así que nuestro hijo con grandes ilusiones se emociona nuevamente con la noticia.

Toda nuestra familia, incluyendo a nuestros amigos que forman parte de ella, empiezan a abrazarnos y felicitarnos de nuevo, tanto así que, mis amigas parecen querer enojarse conmigo por no haberles comentado nada, pero de igual forma, terminaron por mostrar sus mejores deseos y entusiasmos ante la idea de que otra vez seré mamá; solo que en está ocasión no tuvo nada que ver la inseminación artificial, ya que está vez, todo fue a lo natural.

Cuando Demian deja de abrazar a Vladimir veo como él muestra un rostro asustado como si algún comentario de mi esposo lo haya hecho tener miedo, así que aproximándome a ellos y luego de obtener las felicitaciones de mis amigos del trabajo junto con sus esposas, termino al lado de Demian, quien necesito que me dé alguna explicación sobre lo que acabo de observar.

— ¿Qué le dijiste a Vladimir? —Le pregunto con los brazos cruzados.

—Bueno, desde el baby shower de Hades le pedí que me jurará que no revelaría nada de nosotros sino quería que su sentencia fuera peor de la que Ares le dio a Alectrión. —Enarcó la ceja. —Por lo que está vez, le pedí nuevamente que no dijera nada de tu embarazo a los demás empleados.

— ¿Alectrión no es quien Ares lo convierte en gallo? Luego de que Hefesto descubriera el amorío que esté tenía con su esposa Afrodita —le pregunte a Demian.

—Exacto. —Eleve una ceja.

—Demian, deja de asustar a Vladimir. Porque dudo que rompa tu promesa —le menciono.

—Lo sé, pero aun así es gracioso ver su rostro. —Ruedo los ojos.

—Eres malo. —Murmuro.

—No lo soy diosa, bueno, quizás sí, pero solo en la cama —me guiña el ojo.

—Gracioso, veo que la noticia y nuestra boda te han asentado bien —le digo a lo que ríe mientras me toma de la cintura y me acerca a él.

—Y, ¿cómo no estarlo? Tengo lo que siempre quise, una familia. —Sonrío antes de darle un beso.

—Te amo. —Musito.

—Y yo a ti, mí adorada diosa. —Besa mis labios concluyendo ese momento.

Quizás mi vida no fue fácil en todo este tiempo, porque perdí a mis padres y mis abuelos, tuve que luchar contra mis pesadillas y salir adelante con un matrimonio que yo misma fantaseé que estaba bien; pero creo que las oportunidades siempre llegan a tu vida como ese típico rayo de luz que se asoma en la oscuridad, porque a pesar que en mis planes no estaba realizarme una inseminación artificial, al final de ello, no sólo obtuve a mi hermoso hijo sino que también, al hombre con él que compartiré el resto de mi vida a su lado, hasta el momento no creo que habría cosas que pretendería cambiar, porque siendo sincera, todo sucedió por un motivo sea bueno o malo, sólo sé que todo ello, me llevo hasta Demian que a pesar que ya lo conocía, nunca imagine que mi propio jefe terminaría por ser mi esposo.

Apenas dejamos de besarnos, cuando una oración se cruza en mi mente y aunque hace tres años para él fue un dolor de cabeza, en está ocasión, será todo lo contrario, lo cual sé que al decírsela no sólo recordaremos como empezó nuestra historia, sino que también, lo lejos que hemos llegado con ella.

— ¿Sucede algo? —Pregunta a lo que niego.

—No, solo quería decirte algo. —Digo mirándolo a los ojos.

— ¿El qué? —Dice interesado.

—Jefe, tendré un hijo suyo.

FIN

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Así como iniciamos, así terminamos...

Con todo mi corazoncito, aquí finaliza está historia que para mí, ha sido una de las que más he amado en escribir y me ha encantado compartir con ustedes. Fue una maravillosa experiencia y por eso les doy gracias a todos/as por su apoyo y gratitud en cada capítulo que leyeron.

Sin más que decir, pueden leer el epílogo :)

Isabel Moz

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top