Chapter Thirty-Nine
Hola! Ya es el último capítulo y después sigue el prólogo, mucha gracia por el tiempo que me han dado para leer esta historia.
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“Chapter Thirty-Nine: Never”
“Capítulo Treinta y Nueve: Nunca”
Caroline
Había pasado un mes y medio desde el accidente de Bruno y él aún no se había levantado aún, aún que ahora podía tomar el estado de mi hermano con mucha más fuerza, aún dolía pensar que tal vez no podía levantarse nunca, pero Liam y yo teníamos las esperanzas de que pasará.
Liam me había demostrado lo maduro que era en todo esto, él había estado ayudándome, nos turnamos las visitas para ver a Bruno, por que cono dije aún teníamos esperanzas de que en cualquier momento se levantará.
James, James es la persona de la que yo estoy enamorada, y no puedo cambiarlo, nuestra relación iba bastante bien, él se esforzaba en ser tan romántico y atento, y yo solo mataba el momento. Él me hace reír hasta morir, y aún que no hemos dado el otro paso de vivir juntos, solemos pasar algunos días en la casa del otro.
Supongo que aun tenemos esa precaución de dar el otro paso y pensar que es demasiado rápido.
Había hablado con Zac, había dejado en claro todo lo que estaba sucediendo, él y yo, eso nunca iba a pasar.
Llegué a la pequeña cafetería dónde había citado a Zac, si yo iba a empezar algo verdadero y serio con James, tenía que acabar todo lo que tuve con Zac, él tenía que entender que yo quería a James.
— Hola, Caroline — se sentó enfrente mio, le di una pequeña sonrisa, Zac se venía un poco nervioso — ¿Para qué me llamaste? — preguntó el intrigado.
— Seré directa en todo esto, Zac — hablé tranquilamente — Tenemos que acabar con todo esto.
— ¿Acabar con qué? — Zac se cruzó de brazos.
— Necesito que paremos todo esto de tu intento de recuperar lo que fuimos — él se puso inmediatamente serio — Yo soy feliz con él, Zac y tu tienes que encontrar a alguien que te haga feliz a ti.
El asintió.
— Caroline, siento lo que te hice y en realidad lo hago, y también lamento haber tenido mis peleas con James, si te soy sincero, tal vez lo hacía mas por lo orgullo que el recuperar lo que teníamos, te quiero, aún lo hago, pero puedo ver que James es un buen hombre y si él te hace feliz, creo que es momento de que yo me salga de él camino — sonreí agradecida — ¿Tu lo amas? — preguntó de repente.
— Sabes hemos estado juntos por casi 6 meses, y tengo miedo a contestarme esa pregunta, ya que no se si él lo hace. No quiero ser la primera en decirlo, por que siento que él no contestará lo mismo.
— Oh, Caroline. Él te ama desde el primer día que te vio, creeme, él se ve tan enamorado de ti, lo digo como hombre, él tendría miles de peleas conmigo sólo por ti — Zac exclamó riendo — Pero si algún día, James arruina las cosas, voy a volver y pelearé por ti — negué riendo mientras él me guiñó un ojo.
Había sido demasiado drama y no esperaba por parte de Zac poder por fin arreglarlo y de una buena manera, por fin había podido cerrar el ciclo con Zac, y él prometía no meterse con James y yo, hasta que el echará a perder todo.
Miranda era la única con la no había podido hablar, no contestaba mis llamadas, ella ya no vivía en la misma casa de antes, así que no encontré manera de que habláramos.
Después de el largo día de trabajo, ya casi todos se estaban yendo y yo me dirigía a la oficina de James, para almorzar e ir a ver a Bruno.
Clara ya se había ido y la puerta de James estaba semiabierta, me asomé por ella abriéndola lentamente, y ahí estaba Miranda besando a James, me escondí antes de que ellos pudieran verme, al lado de la puerta.
Mientras mi corazón amenazaba con salirse, mi cerebro trataba de procesar una idea de que hacer.
James
No podía creer que ya llevábamos más de 6 meses juntos, y ella actuaba tan natural ante todo esto, me refiero a que yo me esmeraba a que cada cita saliera perfecta, además de que me ponía realmente nervioso en cada una de ellas, siempre intentaba ser romántico pero ella siempre encontraba la manera de quitarle lo mágico al asunto, era realmente gracioso cuando ella misma se daba de que lo había hecho.
— Oh, rayos. Lo hice de nuevo ¿Cierto? — me preguntó, yo asentí sonriendo — Me quedaré sola por siempre por no ser lo suficientemente cursi para mi novio — dijo ella riendo.
— Yo estaré para siempre contigo — dije abrazándola por la cintura.
— ¿Y qué haré cuando te mueras? — dijo sencillamente.
— ¡Caroline! Lo hiciste de nuevo — dije riendo fuertemente.
— ¡Rayos! — dijo enojada con ella misma.
Sonreí con el recuerdo, ella era tan tierna a su manera, yo estaba tan feliz a su lado, que me era imposible describirlo.
Clara interrumpió mis pensamientos tocando la puerta.
— Adelante.
— James, alguien te está buscando — se veía un poco consternada.
— ¿Quién es?
— Dice que es una sorpresa — la miré extrañado.
— Díle que pase — no dije muy seguro.
Ella de fue para que alguien más abriera la puerta.
— ¿Qué haces aquí? - pregunté enojado mientras me paraba para sacarla de el lugar.
— Oh, vamos ¿No te gusta que esté aquí? — preguntó coqueta.
— Miranda, no hagas esto, si tienes un poco de dignidad como mujer, te pido que te vayas — le pedí seriamente.
— No contestaste mis mensajes, así que tuve que tomar otra alternativa — dijo acercándose más a mi.
— No tenía por que contestar tus mensajes — hablé secamente.
— ¿Sabes lo divertido que la pasaríamos juntos?
— No lo sé y no me interesa saberlo — dije tomando sus muñecas antes de que me tocará — Yo estoy con Caroline, necesitas entenderlo, eres una mujer y no quiero ser grosero contigo, pero se me está complicando demasiado si sigues mandando mensajes y venir a mi oficina.
Solté sus manos y la alejé de mi.
— James, todos los hombres caen con el tiempo, siempre habrá algo que la otra no tenga y yo si — se explicó insistiendo en acercarse de nuevo.
— Necesitas ale... — ella tomó mi cuello rápidamente y me besó, no tomó más de un segundo para que yo la separará.
Caroline
Yo me había ido de ahí, para entrar a mi carro y reservar el primer vuelo a cualquier otro lado, no le diría nada a James de el embarazo y me escaparía para siempre...
Esa sería la opción que tomaría si está fuera una novela, además en primer lugar, Caroline Stone ya no escapaba y es segundo lugar, yo no podía dejar que Miranda se saliera con la suya. Y sobre todo está no era una típica novela.
Así que hice lo mas razonable, que se me ocurrió, me quedé escuchando el resto de lo que iba a suceder, la alegría me invadió cuando James la había rechazado y le había dicho que no lo intentara besar, él no estaba permitiendo que Miranda le coqueteará.
Entré en el momento en que Miranda lo intentaba agarrar de nuevo, James me miró con preocupación mientras negaba con la cabeza, pero yo no le prestaba atención a él, más bien a Miranda, ella me sonreía abiertamente.
— Creo que lo hice de nuevo — dijo pretendiendo inocencia, soltó a James y me miró contenta, yo sonreí irónicamente.
— Te lo había advertido — le dije tranquilamente — te expliqué con cuidado que si tu tocabas a mi hombre — dije un poco más enojada, me acerqué a ella y la empujé de pecho a lo que ella se sorprendió — Yo misma te iba a romper la cara — la empujé de nuevo — ¿No fue así?
— No te atrevas a tocarme una... — antes de que consiguiera terminar de decir la oración completa mi puño de estrelló con fuerza sobre su nariz, veía como ella caía al piso y luego como comenzaba a salir sangre de su nariz.
— Mierda — escuché decir con asombro a James.
— ¡Oh por Dios! — empezó a lloriquear — ¡Me has roto mi nariz!
— Te lo advertí, y me gusta cumplir mi palabra. Alejate de él, Miranda. Es mío y para la otra vez que lo intentes de nuevo — dije sonriendo — No sólo será la nariz.
Me di la vuelta para salir de la oficina.
Mi mano dolía tremendamente, pero no lo suficiente para que no me sintiera completamente feliz y aliviada.
— Caroline — llegó James a mi lado — Yo no la besé, lo juro. Ella llegó a buscarme, tienes que creerme — el comenzó a pedirme, sabía que era sincero, sólo le sonreí sin parar de caminar. Él subió al elevador conmigo.
— Yo se que no lo he dicho, Caroline, pero yo soy feliz contigo, probablemente nunca me vaya a enamorar de nuevo si me dejas — él intentaba convencerme y sabía que estaba siendo realmente mala por que no le contestaba sólo sonreía — Yo te amo, Caroline — él soltó de repente — Se que no lo había dicho, y lo hubiera hecho desde hace un tiempo pero no sabía si tu me corresponderías, no me puedes dejar, no te estoy mintiendo.
— Vamos llevame a comer — le dije risueña mientras salíamos de el elevador.
— ¿No me vas a dejar cierto? — dije un poco confundido — No me puedes dejar, por que — él trató de encontrar palabras — Estoy embarazado — soltó bromeando con nerviosismo. Yo reí fuerte.
— Número uno, eso es científicamente imposible, número dos, no te voy a dejar — él se tranquilizó a mi lado, sin parar de caminar me sonrió — y número tres y más importante, tu no estas embarazado, yo lo estoy — solté simplemente.
Seguí caminado hacia mi auto pero el ya no seguía a mi lado. Volteé a ver y él se había quedado con los manos en su cabeza y sus ojos realmente abiertos.
— Espera ¿Voy a ser papá? — él preguntó en shock.
— Esperó que el bebé no salga con tu habilidad de deducción — dije riendo mientras continúe caminando, rápidamente lo sentí abrazando mi espalda.
— ¡Dios! Voy a ser papá — susurró sin poder creerlo.
— Vamos a ser papás — dije sonriente.
— ¿Y si no soy un buen papá? — empezó a preguntarse durante todo el trayecto, al parecer él estaba hablando con el mismo — ¿Y va a ser británico? ¿Y si le gusta el fútbol en lugar de el basketball? — me volteé hacía él.
— James, tienes que mantener la calma, todo saldrá bien — dije acariciando su rostro — Además tengo hambre, y mi mano duele, así que hay que apurarnos.
— Oh, lo siento, ustedes dos tienen hambre — dije hablándole a mi estómago. Esto se sentía tan raro — Ya te llevo a comer, Anthony — dijo tomando mi mano.
— ¿Anthony? — pregunté confundida.
— El nombre de el bebé — habló obvio mientras observaba mi mano lastimada y la besaba — Por que yo se que será niño — dijo con orgullo.
— Okay, James. Esto se está tornando raro — dije divertida.
— Y espero que estés lista para ser mimada a morir — sonrió coqueto, yo negué riendo.
— ¿Se puede tener sexo cuando estés embarazada? — preguntó él de la nada.
— ¡James! — lo regañé suavemente.
— Me estoy preparando, Caroline. Soy padre primerizo — de justificó sin quitar esa sonrisa de su rostro.
Estos siete meses iban a ser tan largos y el tiempo que nos faltaba juntos.
Una sonrisa se puso en mi rostro.
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