Chapter Six
"Chapter Six: Blonds"
"Capítulo Seis: Rubios"
Me jodí. Estoy jodido. Extremadamente jodido. Pude ver que la morena me miraba atónita. Era de esperarse. Trate de ligarme a la hija de David Stone. Pero mi excusa es que no sabía que tenía una hija. Pensé que tenía dos hijos. Espera un minuto. Ella podría ser la esposa de alguno de los hijos del Sr. Stone. Eso sería peor ¿Cierto?
- ¿Eres hija del Sr. Stone? - ella asintió brevemente. Con esa mirada fría. Dejó escapar un suspiró.
- Jessica - dijo dirigiéndose a la morena.
- ¿Si, señorita? - dijo parándose rápidamente.
- Ya que MI secretaria no se ha presentado aún. Y son - revisó el reloj que se encontraba en su muñeca - 9 AM - dijo entre dientes - Queda inmediatamente despedida y encuentres a alguien con más eficiencia - dijo sería - No menores de 30 años - dijo para continuar caminando - Alissia acompañame - la secretaria de la derecha se paró siguiéndola rápidamente.
Apostaba que mi expresión en este momento valía un millón de euros.
- Hazme saber cuando llegué mi hermano, para llevar acabó la junta en ese mismo momento - habló sin voltear. Entró al elevador, la chica se posicionó al lado de ella. Me escaneó lentamente con la mirada, no baje mi vista en ningún momento - Y señor Wood... Usa corbata en este lugar - dijo antes de que las puertas se cerraran en su cara.
¿Ya dije que estaba jodido? Pero qué si no, estaba caliente esa mujer.
Alguien quiere arruinar los estereotipos.
¿Las rubias son estúpidas? Ya veremos. Pero que caja de sorpresas me acabó de encontrar.
Sentí una mirada en mi espalda. La morena me seguía mirando, sorprendida.
- Eres un idiota - me dijo. Luego se dio cuenta de lo que dijo y se tapó la boca con las manos.
- No te preocupes, veo que la cagué de la peor manera - ella rió.
- No puedo creer que hayas intentado ligar con Caroline Stone - dijo aún atónita.
- ¿Siempre es así de gruñona? - ella negó divertida.
- Sólo cuando la gente idiota la hace enojar - asentí.
- Creó que tu punto quedo claro - dije sonriendo.
El elevador se abrió detrás de nosotros un hombre rubio alto entró de el. Un pequeño suspiró se escapó de la boca de Jessica.
Okay, era apuesto lo aceptaba.
- Tu debes ser James - dijo con un acento británico marcado - Soy Liam Stone - dijo extendiendo su mano hacia mi con una sonrisa. La tomé gustoso - Es un gusto tenerte con nosotros - asentí agradecido - Hola Jessica - dijo saludándola con su mano.
- Buenos días, Sr. Sto - ella iba continuar pero él le mando una mirada de reproche - Liam - dijo corrigiéndose. Liam sonrió.
- ¿Y mi hermana? - preguntó mientras que con su cabeza señalaba a la derecha.
- Se fue y se llevó a Alissia también - dijo sentándose.
- ¿Ya la conociste, entonces? - asentí. Y que manera de conocerla - ¿Gruñona, uh? - dijo divertido. Reí por lo bajo - Tiene sus razones - me guiño un ojo ¿Razones? - En fin. Por favor llama a Caroline. Dile que nos vemos en nuestra sala de reuniones en 5 minutos - Jessica asintió - Gracias, Jess - dijo antes de entrar a su oficina. Otro suspiró involuntario salió de su boca.
- Te gusta - dije directamente. Ella negó repetidamente asustada. Sus grandes ojos cafés detrás de esas gafas - Tranquila, no diré nada - ella asintió agradecida. Carraspeó antes de hablar.
- Vamos. Tienes una junta con los Stone - asentí mientras la seguía a la sala de juntas. Ella comenzó a escribir en su teléfono mientras caminaba.
Cambié de calificación al ver la forma de su cuerpo.
7. 5
Pero estaba 100% seguro de que Jessica era virgen.
La manera en que vestía no mostraba su figura, su timidez. Todo en ella grita
¡Virgen!
Para algunos hombres era sexy que una mujer fuera virgen, quitarle aquella virginidad, darle a conocer nuevas experiencias. Bla Bla Bla. Nunca me han gustado las vírgenes.
Prefiero a las que tienen más... Experiencia. Simple y sencillamente, es placer mutuo. Si tengo sexo con una virgen, sólo tendría simplemente que cuidar el placer de ella.
Nota mental:
Jessica no está en nuestra lista.
A menos que... ¡No! Jessica no está en nuestra lista. Y eso sólo significa una cosa. Cuando no quieres tener sexo con alguien, se forma un vínculo de amistad. Están los amigos con derechos. Pero esta vez habló de una amistad verdadera. Así que Jessica probablemente será mi amiga. Y estoy más seguro, por la razón de que me llamó "Idiota". No vi ninguna señal de que le gustará ¿Tan enamorada esta de Liam Stone?
Reí al ver lo egocéntrico que era, algunas veces.
- ¡James! - gritó Jessica. Al parecer me había quedado pensando por mucho tiempo.
- Lo siento ¿Qué pasa? - ella señaló la puerta y yo entré. Era una gran mesa rectangular con muchas sillas. Habían sólo 3 sillas que tenían una carpeta sobre ellas. Al igual que un café y un vaso de agua. En dos paredes se encontraban dos TV planos. Justamente arriba de las sillas principales. Gracias a Dios, la rubia a un no había llegado.
Como si la hubiera invocado, entró. Sus tacones resonaban en el piso. Detrás de ella, llegó la otra secretaría ¿Alicia?
7
Su calificación se formó inmediatamente en mi cabeza.
Caroline tomó asiento en medio donde se encontraban una de las carpetas. No sin antes dirigirme una mirada rápida. A su lado había otro carpeta y enfrente otra. Sabía que ese era mi lugar. Tomé rápidamente mi lugar enfrente.
Ella comenzó a hojear lo que contenía la carpeta. Levantó su mirada y me vio a los ojos, hice lo mismo que ella. Esperaba que bajará la mirada rápidamente. Pero no lo hizo. Acción que me sorprendió. Escaneó toda mi cara. Al igual que yo la suya. Su expresión no me daba nada, estaba en blanco. Al verla simplemente podía decir una simple palabra.
Sensualidad.
Sensualidad corría por la sangre de aquella rubia. Y estaba decidido. Yo tendría sexo con esta mujer. Me costará lo que me costará. La tendría que llevar a mi cama. Ella sonrió sarcástica.
- No - salió de sus labios. La miré extrañado.
- ¿A qué te refieres? - pregunte.
- Eres un iluso, si piensas que me llevarás a tu cama - ¿A caso leía la mente?
- No pensaba eso. Pero tu sí. Tal vez lo quieres - dije mientras una sonrisa burlona se apoderaba de mi cara. Ella rió. Su risa suave y baja ¡Rayos! Sentí una punzada rápida en mi abdomen. No podía. Ella no podía excitar me de esta manera.
- Tus ojos - dijo cortamente.
- ¿Qué con ellos? - pregunté recargando mi cuerpo en la silla.
- Se obscurecieron cuando me estabas viendo. Y si eso no es deseo. Renunció ahora mismo - dijo segura de si misma.
Touché.
- ¿Y qué si es así? - hablé retándola.
- Es fácil de conocer, Sr. Wood - dijo mientras cerraba su carpeta. Gracias a Dios, Jessica y la otra chica se habían ido hace varios minutos. Por que esto estaría incómodo de ver.
- ¿Así? - pude ver un brillo en sus ojos, de diversión tal vez. Ella asintió.
- Nunca ha tenido una relación seria, un simple acostón y a la basura. Chica nueva cada noche. Comparar sus cuerpos. Una madre que lo presiona a casarse - dijo cruzándose de brazos. Y poniendo una sonrisa en su rostro. Una sonrisa de orgullo. Fruncí mi ceño. Pero lo quite para no darle la batalla ganada.
- ¿Y usted? La hija de papi, la consentida. La que esta designada a ser una princesa. Tener un esposo apuesto, tal vez dos hijos. No veo un anillo, así que puedo decir que no estas comprometida. Una relación seria con alguno de los hijos de los amigos de papá, tal vez - dije satisfecho.
Ella rió nuevamente. Asintió con una sonrisa. Había ganado.
- Te equivocas - dijo acercándose más a la mesa - Soy justamente igual que tú - dijo mirándome a los ojos.
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