¡Hola! Una semana más ha pasado y es miércoles de nuevo. Y este capítulo es como un Bonus. Es la historia de Zac engañando a Caroline. Quería que supieran como se dieron las cosas entre la mejor amiga de Caroline y Zac (El idiota según James), sera narrado por ¡Zac! Así qué les tengo una pregunta ¿Hacemos bien en juzgar sin saber? Veamos la versión del “IDIOTA”. En fin, disfruten.
Voten y dejen su hermoso de que te pareció el capítulo por favor. 🙏😘

PD: ¿Notaron la nueva portada? Ha que me quedo linda. :3 Además de que se cambia el nombre de la novela a sólo la palabra "JEFE".

With All The Love. 

AnonymousGirl-OMG

“Chapter +Plus+: Lies.”
“Capítulo +Más+: Mentiras.”
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Zac

Desperté al lado de Caroline, se encontraba sobre mi pecho, sonreí feliz al estar al lado de ella. La tomé suavemente para que se acostará en la cama, tenía que bañarme.

Caroline entre abrió sus ojos para luego cerrarlos rápidamente por la luz, acaricié su frente y ella me sonrió.

— Buenos Días — dijo su voz adormilada.

— Hola, hermosa — le contesté — Vuelve a dormir, aún es temprano — ella asintió y se acomodo a dormir, deposité un beso en su frente para levantarme y colocarme mi ropa interior.

Al verme en el espejo del baño, pude ver una pequeña mancha violeta en mi cuello, revisé mejor la herida y pude ver que era un chupetón. Reí recordando lo que había pasado anoche.

Caroline se colocó sobre mi mientras estaba leyendo, reí quitándome los lentes y dejando el libro a un lado sobre la cómoda.

— Hola — dije mientras ella me saludaba — ¿Qué haces? — dije burlón.

— No lo sé — dijo risueña para luego inclinarse y comenzar a besar mi cuello, solté un grave gemido al sentir que sus dientes de encajaban en mi piel — ¿Me amas? — susurró.

— Lo hago — dije bajo, al ver que sus besos empezaban a hacer efecto en mi.

— ¿Cuánto? — preguntó pasando su lengua lentamente, gemí al sentir como ella hacia fricción entre nuestros cuerpos.

— Lo más que pueda hacerlo — respondí con mi respiración haciéndose más rápida.

— ¿Eres mio, Zac? — comenzó a morder más fuerte mi cuello, haciéndome tener escalofríos.

— Lo sabes, Cary — contesté tomándola de las caderas.

— Dímelo — dijo subiendo a mi barbilla, depositando pequeños besos húmedos.

— Soy tuyo — ella me miró a los ojos y me besó.

Sonreí tontamente tocando mi cuello. Entré a tomarme una ducha. Y Caroline ya no estaba en la cama, recibí un texto en teléfono, al ver de quién provenía un nudo se formó en mi garganta.

Miranda

“Quiero verte hoy ;)”

“No puedo hoy es mi día
libre y lo pasaré con Caroline”

“Te quiero aquí ya, si no
quieres que Caroline se enteré
de lo nuestro”

“No hay un 'nuestro', Miranda.
Tuvimos sexo un par de
veces y eso es todo. Un error”

“Te di lo que Caroline no te
dio. Pero ya te lo advertí, vienes o ella se entera”

“Estaré ahí en 30 minutos”

Suspire cansado, yo tenía que hablar con Caroline, no podía seguir así. Yo había cometido el peor error de mi vida, y ahora no encontraba la manera de dar la cara y contarlo. Yo no tenía duda alguna, yo amaba a Caroline.

Bajé ya cambiado para una vez más arruinar el tiempo que pasaría con Caroline. La encontré cocinando mientras la música sonaba.

La tomé de la cintura y me pegué a ella.

— ¿Porqué estas vestido? — se volteó a verme confundida con la espátula en la mano.

— Lo siento, cariño. Tengo que ir a él trabajo, no encuentran uno papeles — me excuse estúpidamente.

— Pero hoy es nuestro día, Zac — dijo ella triste, la tomé del mentón.

— Lo siento, Caroline — dije sinceramente no por que me iba si no por que la estaba engañando.

Subí a mi auto decidido de contarle esta misma noche a Caroline sobre lo que estaba pasando.

Estacioné enfrenté de la casa de Miranda. Y encontré la puerta de la casa abierta así que pasé.

— ¡Miranda! — grité buscándola.

— ¡Arriba! — escuché su voz, subí despacio las escaleras y la encontré usando solo ropa interior y caminado hacia mí — Te extrañe — habló e intentó tocarme pero no lo permite agarrando sus muñecas, ella hizo un pequeño puchero.

— No vengo a acostarme contigo — dije enojado y ella me jalo hacía la cama y empujandome hacía la cama, se puso sobre mi, sonriendo cínicamente — Muevete, por favor. No quiero lastimarte. Amo a Caroline entiende, Miranda — intente calmarme.

— ¿Le dirás a Caroline, Zac? — preguntó burlonamente.

— Lo haré — ella me besó sin previo aviso, tomando fuertemente mi nuca, traté de quitar sus manos de mi, ella paró antes. Y se inclinó a susurrar a mi oído.

— Hay maneras más fáciles de contarlo — terminó para luego mirar hacia la puerta. Volteé para ver a una Caroline destrozada, de quedó ahí parada mirándome, yo empujé a Miranda al lado mío.

— Dijiste que me amabas ¿Estabas mintiendo? — gritó Caroline con la voz cortada - Todas la veces que me lo dijiste ¿Eran mentiras? — habló ahora en un susurró, mirando con tristeza

—  Caroline, yo te amo — traté de explicarme desesperadamente. Traté de tomar su rostro pero ella se alejó — Yo lo siento tanto, princesa.

— No me llames así — dijo enojada — No quiero saber de ti nunca más. No se como lo haré, pero me olvidaré de ti. Te entregué todo de mi, Zac. Pero no fui suficiente ¿Cierto?

— Caroline, fue mi error, no me saques de tu vida, podemos superarlo — traté de convencerla. Me sentía mal, yo la había lastimado.

— Caroline - intentó hablar Miranda.

— ¡Callate! — exclamó — No se si sentirme peor, por que la persona que amaba me traicionó, o por la persona en la que más confiaba. La que me llamaba hermana - rió amargamente. Para luego irse por la puerta.

— ¿Qué rayos hiciste? — le grité enojado.

— Le envié un texto — respondió simplemente.

— ¡Caroline! — bajé corriendo las escaleras, para tomar su brazo antes de que saliera por la puerta.

— Suelta mi brazo — dijo entre dientes mientras veía como las lágrimas caían por su rostro.

— Caroline yo no — ella levantó su mano antes de que yo pudiera seguir hablando.

— No. No me hagas más daño y dejame — dijo para luego salir de la puerta.

Pasé mis manos sobre mi cabello, estaba furioso. Yo la había cagado olímpicamente.

Salí de la casa de Miranda y subí a mi auto para buscar a Caroline.

No la iba dejar ir, la conocía bien, sabía que no le diría a nadie, ni le gustaba compartir la tristeza o los problemas con los demás.

Vi su carro en la entrada de su casa, dejé mi auto prendido sin importarme todo lo demás.

La encontré llorando en el sillón y sentí como mi corazón se encogió.

— Caroline — dije sentándome lentamente — Por favor, yo se que soy una porquería pero aún te sigo amando.

— ¿Me amas? — dijo viéndome — No, Zac. Tu no me amas, yo te amo. Tu solo me lastimaste. Yo creía en ti, tu sabías — hizo una pausa — tu sabes que eres todo para mí.

— Caroline, todo fue un error.

— ¿Cuántas veces fueron? — dijo en murmullo.

— Tres — respondí sincero. Ella sonrió.

— ¿Pensabas decirme? — me miró lastimada.

— Hoy, Caroline. Yo ya no quería nada con ella.

— ¿Pero porqué? ¿Porqué, Zac?

Negué repetidamente.

— No lo sé.

Ella cerró los ojos y tomó mi mano, sentí algo frío en mi mano y vi que era nuestro anillo de compromiso, mi cuerpo no reaccionaba.

— No, Caroline — dije desesperado.

— Te quiero fuera de aquí y de mi vida — dijo seria.

— Caroline no me puedes hacer esto — exclamé desesperado.

— Tu me lo hiciste a mi — apreté el anillo entre mi mano fuertemente.

— No me puedo ir así de simple.

— Si en realidad dices que me amas, lo harás, Zac. Vete — cerré mis ojos y me fui de ahí.

Subí a mi auto y un par de lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

Yo la había perdido.