"Chapter Nineteen: Same Story"
"Capítulo Diecinueve: Misma Historia"

James

Me levanté por unos pequeños par de golpes en mi hombro. Abrí mis ojos lentamente. Y vi la cara de Caroline frente a la mía.

— Me tengo que ir — aviso suavemente y yo sólo asentí aún adormilado — ¿Podrías — titubeó — quitar tu brazo?

Quité mi brazo rápido, reaccionando a lo que pasaba. La estaba abrazando.

— Lo siento — me disculpe mientras ella se paraba intentando localizar su ropa — Estoy acostumbrado — me excuse estúpidamente. Ella rió mirándome.

Me di un golpe mental, nunca había tenido una relación ¿Cómo rayos iba a estar acostumbrado?

— Con la almohada — intenté arreglarlo. Ella me ignoró, mirándome burlonamente.

Era un idiota, ahora me veía como un patético solitario. Y sólo me había despertado.

— Tengo que irme. Tenemos trabajo ¿Recuerdas? — habló vistiendo sólo su ropa interior, fue a la sala por su vestido y regresó.

— ¿Te llevo? — me ofrecí. Ella negó poniéndose el vestido.

— Se te hará tarde. Pediré un taxi.

¿Porqué sospechaba que me estaba evitando?

— ¿Cuántos baños tienes en tu casa? — le pregunté y ella me miró confundía.

— Uno en cada dormitorio — contestó rápido — ¿Porqué?

— Buscaré mi ropa, y tomaré una ducha en tu casa, luego nos vamos al trabajo — dije colocándome mis boxers.

— No tienes por que hacerlo. Yo tomaré un taxi.

— Me estás evitando — aclaré buscando mi ropa en mi armario.

— No lo hago — habló a la defensiva.

— Sabes que lo haces, pero está bien. Sólo quiero que recuerdas que firmamos un contrato y no tienes nada que evitar, lo nuestro sólo son papeles, no una relación — dije calmado. Ella no contestó.

— Date prisa — dijo para salir por la puerta de mí dormitorio.

***

— Santo sea Dios que me dio ojos para ver esto — se burló Liam, cuando llegamos a el edificio.

Caroline suspiró intentando calmarse, pero Liam no paró.

— Ustedes llegaron juntos. Algo me dice que tuvieron una noche loca ayer — habló — Y dime, cuñado mio. — sonreí — ¿Cómo es que puedes caminar aún? Ambos deberían estar en la cama todavía.

— Si no te callas, Liam, juró que te voy castrar. Eres un problema en mi vida ¿Lo sabes, cierto?— habló entre dientes Caroline, lanzando una mirada enojada. Liam rió.

— "El problema no es el problema. El problema es tu actitud frente al problema" — dijo serio — Dicho por Jack Sparrow — reí a su frase sacada de una película de piratas.

— "Jódete" — le contestó — dicho por mi — dijo sonriendo hipócrita.

En realidad era gracioso verlos pelear.

— Está bien me calmó. Pero una última cosa. Usen protección, no quiero ser tío aún — habló.

— Habló en serio, Liam — lo regañó Caroline.

— Nuestro padres llegan mañana — cambió de tema drásticamente.

— Lo se. Se hará una cena por su llegada. Recuerdas — le dijo Caroline.

— ¿Irás James? — me incluyó en su plática el hermano.

Caroline prestó su atención a mi, esperando por una respuesta.

— Bueno yo... — intenté pensar — Caroline no me ha dicho nada y yo...

— Al diablo con mi hermana — me interrumpió Liam y Caroline lo miró enojada — Yo te invitó — dijo contento.

— No creó poder ir — me excuse — Tengo que hacer.

— Tengo que irme a trabajar — habló Caroline de repente.

— Creó que se enojo — dijo Liam restándole importancia.

— ¿Porqué? — pregunté confundido.

— Yo que se — se alzó de hombros — Es mujer.

Puse mis ojos en blancos.

— Nos vemos al rato. Tengo que ir a trabajar también — me despedí.

Caroline

Llegué a el piso y saludé a Jessica con la mano. No me sentía como para sonreír.

¿Porqué maldiciones me sentía enojada?

No tenía ninguna razón justificada.

— ¿Estás bien? — me preguntó Jessica. Asentí fingiendo una sonrisa.

Podría pasar el día trabajando y distraída de todo lo demás.

Solté un suspiró al sentarme en la silla detrás de mí escritorio.

Pequeño fue momento de relajación, al ver a James entrar a mi oficina.

— ¿Lo puedo ayudar, Sr.Wood? — pregunté sin levantar mi vista de los papeles que tenía en mis manos.

— ¿Es en serio? — preguntó sorprendido. Avanzó hacia mi escritorio y se sentó sobre el, cruzándose de brazos — Después de lo que pasó ayer — levantó una  ceja — Vas a tratarme así.

— No se a lo que te refieres, James — le resté importancia.

— No es tan difícil decir mi nombre ¿Verdad? — preguntó serio.

— ¿Porqué estas aquí de todos modos? — pregunté directa.

— Viene a saber la razón por la cuál estás enojada.

— No estoy enojada — hablé rápido.

— Sabes, será poco el tiempo que nos conocemos, pero cada vez que te enojas haces algo raro con tus cejas. Como un ceño fruncido pero no completamente — explicó raramente — No se describirlo — se alzó de hombros — Dime la razón.

— No lo estoy, James, o al menos no lo se — hablé sincera. Él tomó mi mano gesto que me sorprendió.

— ¿Tu quisieras que fuera a la cena contigo? — preguntó mirándome a los ojos. Pensé por unos momentos.

— No lo se, James. Estoy confundida — parecía una estúpida adolescente al contestar — No se como te vaya a ver mi familia. No son de lo más agradable creeme.

— Si tu familia es lo que te preocupa, te diré que la mia puede ser peor — negué sonriendo.

— Me organizaron una fiesta enorme por mi primer período a los 14 años — dije seria — Ellos no son normales.

James no rió.

— Encontré a mi madre haciéndole pequeños agujeros a mis condones con una diminuta aguja — lo miré sorprendida, y el asintió.

— Okay, ganaste — el rió.

— Entonces, Señorita Stone, ¿Puedo ir con usted a su cena familiar?

— Sólo deseó que no mueras en el intento por que en realidad me caes bien — dijo dándome palmadas en mi hombro.

— Eso es todo ¿Un "me caes bien" y palmadas en el hombro? — preguntó irónico.

— ¿Qué esperabas?

— Tal vez un “ Te deseo, James. Y te follaría en el escritorio, si no fuera que estamos trabajando" — se burló — Concluyendo con un beso fogoso, mientras me pegas fuerte ante la pared — dijo sonriendo descaradamente.

— Tienes problemas — contesté divertida.

— "El problema no es el problema. El problema es tu actitud frente al problema" — se burló.

— No te unas al club de idiotas de mi hermano. Además la frase la sacaron de una maldita película de piratas, y si no me equivocó es de Disney — lo miré seria.

— Es una buena película — se excusó.

— Si eso es todo — me paré para abrirle la puerta y que se fuera.

— Eso es todo — me siguió.

Antes de que saliera lo volteé hacia mi y le dije.

— Te deseo, James. Y te follaría en mi escritorio, si no fuera que estamos trabajando — le sonreí y él me devolvió la sonrisa, lo tomé de las mejillas y lo jale hacia mi, besándolo. James colocó mis manos en mi cintura. Lo empuje fuertemente contra la pared sin dejar de besarlo. Tomé su labio inferior y mordí despacio, para luego soltarlo.

— ¿Contento? — pregunté.

— Extasiado — me sonrió — Al terminar de trabajar paso por ti para ir a comer a mi casa. Soy un buen cocinero — me guiñó un ojo. Asentí.

— Ya vete — le dije — Tienes lápiz labial en la boca — se limpió con el dorso de su mano.

— Te veo en la tarde, linda — se despidió.

Una sonrisa tonta se apoderó de mí rostro, pero la eliminé al momento.

"No caigas de nuevo en esto, Caroline"

No de nuevo, me regañe a mi misma.

No repetir la historia.

Esperó que les haya gustado el capítulo. En realidad disfrutó escribirlos.

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