~ Día 9: Día libre ~

¡Bienvenidos al último escrito de esta semana de reto, no puedo creer que ya se haya terminado 😭 les agradezco de todo corazón por haberme seguido a lo largo de esta semana de nuestros novios 💛💚💜!

Cada día agradecí por todo su amor que le dieron a los fics que fueron escritos con mucho amor a esta shipp, y es para todo mis lectores 💛💜💚 de verdad, muchas gracias.

🍀 Historia NO relacionada con la trama original de SNK.
🍀 Historia narrada en 3ra persona.
🍀 Historia con contenido yaoi no explicito.
🍀 Créditos respectivos al artista de la imagen utilizada, así como al creador de la obra original y personajes, Hajime Isayama.

~~~~~~~~~~~~~~~

Día 9: Día o Temática Libre.

No quiero dar especificaciones esta vez al ser el último capítulo de este libro, dejaré mejor que lo disfruten y espero que les guste la idea que fue proporcionada por una personita especial ❤️ no me queda mas que agradecerles nuevamente, disfruten la lectura. 💚💜💛

~~~~~~~~~~~~~~~

No podían parar de admirarlo.

Su tamaño era curioso, así como los gestos que emitía en balbuceos, los ojos pequeños los miraba con curiosidad tratando de alcanzarlos.

Era la cosa más pequeña, pura e inocente que habían visto.

—¿Están seguros de esto? —

La mujer los observó sonriente, complacida de la curiosidad de los chicos que seguían embelesados, no había duda, no retrocederían a esa decisión que tanto les costó formular y llevar acabo, ya estaban ahí.

—Totalmente —

Jean habló de inmediato, casi al momento en que el pequeño lo tocó y rió, como si la felicidad de escuchar su respuesta le brindara calidez, entonces no hubo duda, y con un Eren asintiendo emocionado, habían terminado su proceso.

Regresarían a casa, los dos juntos como siempre, esta vez, cargando entre los brazos de Eren a un pequeño niño.

Lo adoptarían como un hijo, no sería tan difícil, se habían preparado para ello.

Claro, si había retos los enfrentarían juntos, después de todo, eran una familia.

Lo que no imaginaron era el trabajo que ello conllevaría, y las constantes disputas que se formarían entre ellos.

—¡Le diste eso ayer, hoy toca este! —Eren alzó el frasco con la papilla de frutas, a simple vista todas lucían igual —

—¡De las otras hay más, no te quejes! —gruñó Jean pasando de largo a su presencia —

—¡Siempre haces lo que quieres, estoy harto! —se quejó mirándolo molesto, saliendo de la cocina —

—¡Es solo comida Eren! —respondió cabreado —

El pequeño niño los seguía con sus ojitos, con las manitas juntas esperando su alimento, quería hablar, con sus 2 añitos solo miraba a los hombres gritarse con el frasco volando.

—Ma-mami... —

Fue al instante que ambos pararon de discutir, mirándose con asombro antes de posar su vista en el niño que agitaba sus manos, reía con las mejillas sonrojadas, moviendo sus cabellos cafés de tonos claros y con ese mirar inocente en sus orbes avellana los observaba.

—Acaba de... —Jean no salía de su asombro, aunque se sentía inmensamente feliz, especialmente cuando el niño extendió los brazos hacia ellos, o más bien, hacia Eren —

—¡Mami! —expresó nuevamente, con una burbujita en su boca de emoción y risas —

—¿Eh? —Eren seguía sorprendido, pero el asombro de ser llamado así por su retoño lo dejó sin palabras —

Jean sonrió enternecido, antes de comenzar a reírse con burla por la expresión avergonazada de Eren al seguir siendo llamado de esa manera, imaginarlo con la postura de madre era algo nuevo, y a Jean no le disgustó en lo absoluto.

Lo terminó enamorando aún más.

—¡Hey mamá! —Eren se tensó al escucharlo y lo miró avergonzado —¡ganas, él ya lo decidió, tu lo alimentas hoy! —expresó con cierta burla, paseando su mano por los cabellos de un Eren que gruñó —

—¡Cállate, no puedo creerlo! —expresó molesto y completamente rojo, Jean se volvió a reír —

No había duda de que ese chiquillo, que agitaba las manos en la mesa, traería muchos problemas, así como nuevas experiencias y aventuras, lo mejor era que los ponía aprueba en cualquier sentido, como su nuevo rol en la casa.

Su vida como pareja había sido perfecta, vivieron unos años más juntos tras el juramento de amor de su matrimonio, antes de proponerse a otra propuesta, más bien, alargarla, formar una familia verdadera.

Y ahí estaban, cuidando de un niño que decidieron adoptar, que desde el primer momento que sus ojos se cruzaron con el recién nacido, fueron flechados de un amor como el suyo en tiempos pasados, fue amor a primera vista.

Y con un parecido increíblemente idéntico a ellos, el color de su cabello era una mezcla de ambos tonos de ambos, unos ojos avellanas hermosos que a Eren le recordaban a los irises mielados de Jean, sus manitas tan suaves y el cómo emitía ronroneos de calma ante cada caricia, como los que emitía Eren en la cama al ser abrazado por su pareja.

Cualquiera que viera al niño, no dudaría de que, realmente, era el hijo de ambos, con gran parecido y gestos que comenzaba a imitar de sus padres.

—¿Jean? —

Su relación no se vió afectada con el pasar de los años, más que limitada en ciertas ocasiones, algunas veces se enojaban entre ellos, pero aquello no podía durar más que unas horas antes de buscarse y arreglarse con mimos y besos, cuando podían, muchas veces eran interrumpidos por los llantos del menor.

Eren entró a todas las habitaciones buscando a su pareja, no fue hasta asomarse por la puerta de la habitación de su hijo que lo miró, acostado en la cama junto a su hijo encima suyo, escuchando con atención el cuento que Jean le leía.

—Los unicornios patinaban sobre los arcoiris del cielo y los gi-

—¿Qué es un unicornio? —interrumpió el menor de casi 5 años, lo miró con curiosidad, levantándose un poco del regazo del adulto, Jean lo pensó detenidamente al colocar su mano en la barbilla —

—Son como los caballos... —se le ocurrió tomar el esponjoso peluche de su hijo en la cama, un hermoso pony —imagínalo con alas gigantes y un cuerno en su frente —el niño sonrió al imaginarlo en su mente, abrazando el peluche —

—¿Papá puede ser un unicornio? —preguntó inocentemente, causando la risa de Eren y la queja de Jean —

—Eren te contó ese chiste de mi ¿cierto? —cuestionó reprochante e indignado, el niño asintió tímidamente —

Eren no pudo aguantarse la risa, se carcajeó ahogando las risas en las manos sobre su boca, pero fue imposible, Jean lo escuchó pero fingió no hacerlo, lo reprendería después de acostar a su hijo y asegurarse de que durmiera plácidamente, para no interrumpir tal vez.

—¡Hora de dormir! —comentó, enseguida el menor se arrastró por las cobijas hasta enfundarse en ellas —soñarás con ángeles, no unicornios ¿de acuerdo? —el menor rió y asintió —descansa cariño —depositó un cariñoso beso sobre la frente del niño —

—Adiós papi —y se arropó antes de cerrar sus ojos y comenzar a caer en el sueño —

Secretamente, Eren adoraba mirar esa secuencia de escenas, un Jean que no conocía sacaba a relucir ese lado de paternidad ciertamente envidiable, protegiendo a su hijo como su objeto más preciado en el mundo, podría reírse al decir que a veces sentía celos de los mimos y atención que le daba a su retoño en todo momento.

Y para Eren, ese lado paternal de Jean, lo hacía enamorarse más de su hombre, confirmando que había tomado la decisión correcta de agrandar su familia.

—¿Cuántos chistes más le dijiste? —

Eren pudo tensarse y culparse, pero no lo hizo, porque tras escuchar el cierre de la puerta, sintió el correr de las manos ajenas tras su cadera, un abrazo por detrás de su pareja, con su aliento golpeándole el cuello, mientras escuchaba su queja divertida más que molesta.

—¡Vamos, su peluche favorito es el pony que le regalé! —Eren se rió al posar sus manos sobre los brazos que lo apegaban al otro cuerpo en un fuerte abrazo, Jean se resignó y resopló —¿aún así me regañarás? —cuestionó divertido, y de cierta forma atrevido —

Sus momentos a solas se veían limitados, y aunque nunca dejaron de profesar su amor, así fuera en pequeñas miradas inquisidoras, atrevidas o comprensivas, junto al roce de manos o un robo de besos fugaz, siempre buscaban la oportunidad de tener su momento, sin interrumpciones.

—¿Quieres un castigo? —involucró el otro cómplice de caer rendido a sus insinuaciones —

Eren se rió nervioso, antes de mirarlo de reojo en aprobación a su postulado, Jean lo soltó entonces, completamente seguro y absortó de no detenerse ahora, afianzó a su pareja lo mejor que pudo, casi como un baile en el que sus manos se unieron, tomando la cadera y el hombro del otro y se inclinaron en un beso de amor perfecto.

—¡¿Eh?, es-espera Jean! —Eren fue cargado por su pareja sin previo aviso, su reclamo se ahogó al verlo de frente sonriente, solo se pudo sonrojar —

—¡Fue tu idea, no retrocedas ahora! —afianzó el agarre al cargarlo, Eren bufó nervioso y solo se atrevió a abrazarlo del cuello —

Recordaron al día de su compromiso, que tras el beso de un sello de amor eterno frente a todos, Jean lo cargó de la misma manera, en esa cargada en que su cuerpo volaba y lo miraba desde abajo, pudiendo colgarse de su cuello y percibir su aroma, secretamente, Eren amaba ser cargado así por su pareja.

Cayeron juntos en la cama, soltando algunas risas mientras se rozaban con cariño la nariz en la mejilla del otro y después cambiaban, entrelazando sus manos antes de mirar el brillo nocturno de sus ojos.

—Tienen los mismos ojos —expresó Eren, recostado sobre el colchón mirando sobre sí a un Jean confundido —

Eren extendió sus manos para atraerlo consigo a su rostro e iniciar ese ritual de besos y caricias que habían dejado pasar por mucho tiempo, las sensaciones nunca cambiarían, era su mundo, esa burbuja de amor perfecto que siempre se darían.

—Estás ansioso... —replicó Jean divertido al tenerlo a su merced —¿acaso estás celoso? — intuyo con astucia, Eren desvió la mirada, tratando de ocultar el sonrojo en la almohada —sabes que puedo dividirme y darle amor a cada uno —incitó sincero, tratando de mirar su rostro —

—Soy patético por estar celoso de mi propio hijo —replicó avergonzado de sí mismo —¡es tu culpa! —lo miró con represalía, claramente, perdiendo —

—Si, lo siento cariño —susurró en su oído tensándolo, Eren gruñó avergonzado, aunque no mucho tras mirarlo sonreír —¿qué te toca decir? —

Eren lo abrazó en respuesta, perfectamente ocultándose de que mirara su rostro más rojo que un tomate, pero la calidez de su ambiente lo hacía feliz, porque lo tenía para sí mismo, entre sus brazos, susurrando palabras vergonzosas que lo alegraban.

—Te perdono amor —susurró en respuesta, mirándose una vez más antes de besarse —

La noche sería suya, en definitiva, la luna les brindó un espacio a ambos.

O tal vez no.

La puerta se abrió mientras ellos le daban la espalda en su burbuja de amor.

—¿Papi? —ambos se petrificaron mirándose entre sí —¿también vas a arrullar a mami? —cuestionó inocente el menor, tallándose los ojitos adormilado —

La posición, uno encima del otro, la maldita posición.

—¡Ah cariño, ¿que pasó?! —Eren reaccionó primero, parándose súbitamente de la cama, por ende, tirando a Jean de la misma antes de abrazar a su hijo en brazos —

—Escuché el viento y me asusté —expresó con demasiada ternura, enterneciendo al instante a ambos adultos que sonrieron entre sí —

—Tranquilo bebé, tus papás siempre te protegerán —Eren lo mimó al abrazarlo contra su pecho, el niño se abrazó con mayor fuerza aferrado a sus prendas —

—¿Siempre? —los miró a ambos con una mirada enternecedora, ambos asintieron —

—Es una promesa hijo mío —Jean habló por ambos al besarle la frente, el niño se rió en respuesta, pintando sus mejillas —

—Entonces ¿podemos dormir hoy juntos? —

Jean y Eren suspiraron en respuesta, no podían negarle nada a su mayor debilidad, su propio retoño con infantil rostro, incluso si eso significaba interrumpir, nuevamente, su momento juntos.

—¡Los quiero mucho! —el menor yacía recostado entre ambos adultos, tomando la mano de cada uno para sentirse seguro, su sonrisa era la más bella perla del mundo —

—Y nosotros a ti amor —respondió Eren besándole la frente y mirando cómplice a su pareja —

—Son mi vida después de todo —agregó Jean replicando el gesto de su pareja, esta vez, extendiendo su mano libre para entrelazarla con la de Eren —

Es cierto que su mundo dió un giro completo con la llegada de ese hermoso niño, pero nunca se arrpenterían de tenerlo entre sus brazos y verlo crecer, siendo ellos los que velaran por su futuro.

Después de todo, Jean se propuso a mantener esa vida feliz que Eren logró regresarle, y ese niño la seguía completando.

Mientras los tres estuvieran juntos, todo estaría bien.

Serían la familia perfecta.

~~~~~~~~~~~~~~~

Y es así como llegamos al final de esta historia, ¿notaron que estaba relacionada con la anterior? ❤️✨

Espero sus comentarios, espero no haberlos matado de amor como yo escribiendo esto, gracias por sus lecturas, votos y comentarios, son lo máximo.

Este escrito, así como el libro, se lo dedicó a mi cómplice y amante por esta shipp: aymiki-chan Espero que te haya gustado esta semana con fics tristes y felices a la vez ❤️ este escrito es mi regalo y sorpresa ✨ espero te haya gustado.

Y este libro también se lo dedicó a las personitas que me siguieron día con día, recibir y leer sus comentarios me dió vida y me hizo muy feliz que les gustaran los escritos, compartir con ustedes emociones de esta shipp 💚💛💜 De verdad, mil gracias por todo su apoyo, cariño, votos y comentarios, espero leerles de nuevo en el otro libro de one-shots que tengo para ellos.

Gracias por tanto ustedes mis lectores ❤️:
erens1mp
-s0ftgl0ss_
laMan_teca
-softremus

Es así como llegamos al final de este libro, no me es suficiente agradecer por tanto apoyo y cariño, gracias a ustedes recibí mucho apoyo en el reto, estoy muy feliz de haber participado.

#JeanErenweek2021
@JeanErenweek
Reto organizado por Twitter.

Mil gracias de nuevo, lo amo con todo mi corazón y espero verlos pronto 💜💛💚

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top