¡Bienvenidos al 5to escrito de esta semana de reto, espero que les siga gustando! 💛💚💜

Muchas gracias a todos los que han comentado y compartido conmigo durante esta semana, estos escritos son para ustedes. 💛💜💚

🍀 Historia no relacionada con la trama original de SNK, NO tiene spoilers.
🍀 Historia AU o del mundo real.
🍀 Historia con contenido yaoi no explicito.
🍀 Créditos respectivos al artista de la imagen, así como al creador de los personajes originales, Hajime Isayama.

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Día 5: Cartas de amor

Historia que trata sobre un "reto" escolar de mi experiencia, se trata que los de menor grado deben de entregar cartas de amor por los de grados más altos, al final, los de mejor grado también deben escribir las cartas después.

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Ojalá fuera una mentira.

Ojalá fuera una tonta broma de un reto que, claramente, no quería cumplir.

Fue mala idea seguirles el juego cuando, al final, iba a perder.

Pero las risas de ese grupo fueron un dolor de cabeza para Eren, tanto, que se armó de valor.

—¡Bien, maldita sea, lo haré! —gritó rendido al darles la victoria —¡dame la maldita carta Reiner, pero no me hago responsable! —acotó molesto, el mencionado asintió extendiéndole el sobre —

El reto era bastante fácil.

Entregarle dicha carta de amor a Historia, perdiendo su dignidad en el camino.

Sumamente sencillo, claro.

Salió dando gigantes pasos buscando a la bonita rubia que era popular, el sabía que, pedirle un momento a "solas" lo metería en el chisme de la semana.

Justamente lo que quería evitar.

La carta no era la gran cosa, era anónima aunque intuía que Historia ya sabría quien se la mandaba, lo mínimo que esperaba Eren, era un rotundo rechazo a Reiner para que dejara de molestarlo con eso.

Con los pasillos llenos de gente, Eren tuvo que hacer maniobras y esquivar evitando recibir empujones, quería terminar cuanto antes, y simplemente marcharse.

Solo que no contaba con la torpeza de Sasha y su intención de cargar con 10 cajas al mismo tiempo, que le cayeron encima al castaño.

—¡Ah, lo siento! —Sasha se levantó súbitamente quitándole las cajas a un mareado Eren —

—¡Sasha, por eso te dijimos que fuéramos a dar dos vueltas! —Connie llegó y ayudó a Eren a recuperar su cordura —

Eren los vió pelearse, de manera tope pero se sentían culpables, Eren solo ladeó su mano en señal de que estaba bien y lo confirmó al sonreírles, ellos lo imitaron.

—¡Te debemos una grande Eren, ve con cuidado! —expresaron al cargar nuevamente las cajas y perderse en el bullicioso pasillo —

"Deberían aplicar ese consejo"

Eren siguió su camino, encontrando finalmente a la pequeña rubia sonriendo con esa multitud a su alrededor, se armó de valor al cruzar entre las personas y tocarle el hombro para llamar su atención. Ella lo miró y sonrió.

—¿Tienes un minuto Historia? —la voz de Eren tembló y se odió por eso, ella asintió apartándose del resto —

—¿Qué sucede Eren? —su voz era tranquila, más que comprensiva —

—Verás, hay algo que tengo que darte de parte de otra persona —

Acercó su mano al bolsillo mientras hablaba, Historia asintió sin problema y esperó, pero nada, su mano salió libre, sin ese sobre a la mano.

—¿¡Pero q-qué?! —

El corazón le latió con prisa, el supuesto sobre ya no estaba, se había caído y no se había percatado de ello, peor aún, no sabía en donde podría estar o si alguien ya lo había abierto, verdaderamente ahora, estaba en serios problemas.

Su mente entró en pánico, no pudo escuchar los llamados de Historia o el cómo se alejaba buscando por todo el pasillo el sobre blanco, temía por su vida, nuevamente se odió por hacerle caso al grupo de Reiner.

—¡Hey Jaeguer! —su corazón se detuvo al momento de voltear a quien lo llamaba —¿esto es tuyo? —alzó ante sus ojos el dichoso sobre —

Eren podría jurar que casi se le abalanza al chico a llorar de agradecimiento, pero no lo hizo, le dió mayor importancia al sobre y a asegurarse de que todo estuviera en orden.

—¿No la leíste verdad? —cuestionó desconfiado, la arruga en el sobre era señal de haber sido abierto —

—¡No seas tonto, Connie la encontró y me la dió, posiblemente se levantó de tantas pisadas! —explicó sin pizca de mentiras, Eren le creyó, pero seguía con dudas —

El pasillo, afortunadamente, ya estaba vacío, encontrar a Historia nuevamente sería fácil, el problema sería explicarle su repentina huida sin parecer un tonto.

—¡Joven Jaeguer! —despabiló al escuchar la voz del profesor Shadis a sus espaldas, tensándose en respuesta —¿¡se puede saber porque aún no regresa a sus clases?! —

"¿A clases, acaso había terminado ya el...?"

Su mente quedó en blanco para discutir una respuesta, la mirada intimidante del profesor no le ayudaba en nada, más que arrebatándole por completo el aliento.

Sería un verdadero milagro que alguna idea fabulosa se le viniera a la mente para escapar de un doble castigo, estaba harto.

—¿¡Y bien, Jaeguer?! —nada lo asustaría más que escuchar a ese profesor exigiendo respuestas —

—¡Ah, bueno, lo qué pasa es que, yo, ah... —menta vacía y traición de su boca, perfecta combinación —

Para bien o para mal de Eren, la interrupción llegó por parte del compañero del pasillo que no se había movido.

—¡Profesor, —ambos miraron a Jean, quien aún cargaba cajas llenas de papeles —le sonara vergonzoso pero... —miró de frente a Eren dejándolo confundido, parecía hablarle con la mirada — Eren estaba a punto de confesarse —

Si hubiera tenido agua en la boca, Eren la habría escupido con una fuerza tremenda, pero se quedó estático y completamente rojo, y no solo eso, el profesor se aclaró la garganta en un gesto, claramente, incómodo.

—Entiendo —expresó, con una seriedad que ocultaba una máscara de incomodidad — prosiga Jaeguer —

—¿¡Qué?! —

Ahora el sorprendido no solo era Eren, quien se quería morir, sino también Jean, que por poco tira las cajas generando una lluvia de papeles, su plan de excusa funcionó un poco, más no esperó que el dichoso profesor esperara para ver que fuera realmente cierto.

Ambos se miraron sin saber qué hacer, la excusa funcionó solo unos instantes y ahora estaban en la cuerda floja, los irises tensos de Eren buscaron auxilio en los de Jean, y el otro tuvo que tragarse su orgullo con tal de salir vivos de semejante mentira.

—¿Sabes Eren? —trató de relajar su semblante, pero la tensión se lo estaba devorando, Eren lo miró —lamento haberte hecho esperar, me encargaron estas cajas y ahora, bueno... —le dió vueltas innecesarias al asunto para tratar de calmarse —te regañaron por mi culpa —se carcajeó con falsedad, como si realmente sintiera culpa —

Eren entendió todo, si juntaban sus actividades al cuento, la mentira sería verídica y ninguno sufriría regaños, debía premiar al ojimiel por montarlo tan pronto y de manera increíble.

—Si, bueno... —se rascó la nunca nervioso, y apretó con fuerza el sobre —no quiero perder más tiempo así que... —de una manera extraña tomó el coraje y extendió el sobre —por favor, recibe esto —

Ambos se miraron cómplices, claro, Jean no la leería, solo estaban fingiendo, pero la tensión en la mirada del adulto los hizo sonrojarse por inercia, y eso no estaba bien, para nada.

—Ah, gracias, la leeré después —la voz de Jean se apagó, por culpa de los nervios y la tensión, Eren asintió igualmente incómodo y avergonzado —

Shadis volvió a aclarar su garganta tensándolos, y con los nervios de punta y completamente rojos, trataron de mirarlo, antes de ser interrumpidos por los gritos en el pasillo de Sasha y Connie.

—¡Bien hecho Eren, al fin te le declaraste a Jean! —celebró Sasha abrazando al susodicho que estaba más que sorprendido y anonadado —

—¿Eh? —

—¡Ya era hora de que fueran novios, mira que recibir tantas cartas de amor, eh Jean! —Connie hizo de segunda al juego de Sasha, dejando congelado al mencionado por igual —

—¿Qué? —

Connie sacó de su arsenal otros sobres idénticos al que tomaba Jean, todos con el mismo estampado y caligrafía, de manera anónima, enseñándolos al aire, la burla de su chiste fue más creíble, y más vergonzoso para los otros dos.

—Ya entendí —habló el adulto aclarándose la garganta por tercera vez —los felicito por su relación, ahora a clases —

Jean y Eren sentían que se querían morir. Connie y Sasha les guiñaron con complacencia antes de marcharse primero.

—Juro que los voy a matar —comentó Jean al caminar al lado del castaño hecho furia, sin quitar del todo el sonrojo de sus mejillas —

—Lo lamento, te metí en un lío por esto —alzó con su voz el sobre en su mano completamente arrugado —ojalá nunca hubiera aceptado ese reto — bufó hastiado —

—Nunca juegues con Reiner —le aconsejó, su voz había cambiado a una neutra, Eren se sentía en confianza —¿era el reto del mes de las cartas? —preguntó curioso, Eren detuvo su andar —

—¡Si, justo ese, ¿lo conocías?! —Jean suspiró en respuesta afirmativa —

—Lo más seguro es que el siguiente en escribir las cartas seas tú —Eren lo sabía, nada bueno de ese reto saldría bien —así que escoge a tu víctima por el próximo mes —

No era el mejor consejo, de hecho, era como sentenciar a una persona sin su permiso, claro, si no le avisabas antes, el tonto reto de los más grandes era un burla de la escuela.

Ambos eran de salones diferentes, por lo que Jean siguió su camino directo al salón de al lado, mientras Eren pensó antes de abrir la puerta e ingresar.

—¡Tu serás mi víctima Jean! —gritó sin repudio, el mencionado se tensó mirándolo sorprendido —¡te voy avisando, para que me ayudes nuevamente! —

Y tan pronto terminó su enunciado, miró el rostro de su compañero, tratando de ocultarse con el flequillo de su cabello castaño claro, ese rostro sonrojado de las mejillas, con las irises amarillas brillando en demasía, una vista espectacular.

El corazón de Eren latió deprisa, las cosquillas internas se hicieron presentes, y pronto el color de su rostro aumentó, ganándole los nervios de sentir la garganta sellada y al darse cuenta de todo.

Prácticamente, si se le había declarado.

—Idiota... —

Fue la respuesta del otro al entrar con rapidez al salón, no sin antes mirarlo cómplice y casi afirmándole que formaba parte de su juego.

Eren sonrió y entró al salón, con las cartas en su bolsillo e imaginándose ahora, escribiendo todas esas cartas para alguien más.

Era un reto impuesto por los más grandes, y aunque Eren se vió involucrado, tenía a su cómplice.

Aún con cosquillas y sonrojos, escribiría esas cartas falsas, tal vez no.

Por primera vez se emocionó de tener que escribir algunas cartas de amor.

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Y finalizamos este escrito, sin duda quise darle un aire diferente al típico de San Valentín, espero haberlo hecho reír un rato.

Espero les haya gustado, los leo en comentarios y les agradezco por todos sus votos, lecturas y comentarios, me dan vida 💛💚💜

Este escrito se lo dedicó como siempre a mis seguidores que me siguen en mis locuras:
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Nos vemos mañana ❤️