~ Día 2: Dolor / Consuelo ~
¡Bienvenidos al segundo escrito de esta semana de reto, espero les vaya gustando! 💚💜
Nuevamente les agradezco por darme la oportunidad de leer estas historias 💛💚💜 su apoyo me ayuda mucho, y realmente espero lo estén disfrutando.
🍀 Historia relacionada con la historia original.
🍀 ⚠️ NO hay mención de spoilers, se tocan los temas de la última temporada del anime.
🍀 Historia con contenido yaoi no explicito.
🍀 Créditos respectivos al artista de la imagen utilizada, así como al creador de la obra original y personajes, Hajime Isayama.
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Día 2: Dolor / Consuelo
Historia que toca partes de la trama original de SNK tanto del manga como anime, sin spoilers, en donde se mencionan las palabras en la relación entre Jean y Eren antes del timeskip, y la estrecha relación con la actitud de Eren.
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Era común que, por las noches, ambos se escaparan en secreto.
No era ninguna travesura.
Ni tampoco, lo que muchos creían, ir a un lugar de riñas solo para pelear y discutir.
De hecho, era todo lo contrario.
Jean se aseguró de llevar de la mano a un Eren preso del llanto por todo el largo pasillo.
¿Su motivo?
Las pesadillas de siempre.
La luna iluminó el camino que los llevó directo a los almacenes de la sede, completamente silenciosos y escurridizos, se metieron como si fuese común su encuentro en dicho lugar.
Y realmente lo era.
Sin importar la hora, aunque era común en plena madrugada, Eren despertaba a Jean a base de gritos y quejas que emitía de los sueños que se volvían pesadillas.
Jean diría que estaba acostumbrado, pero realmente detestaba mirar el constante dolor del castaño en sus lágrimas y el crujir de sus dientes mientras apretaba con fuerza su mano queriendo romper su ropa.
Parecía que su hombro, y el apartarse de todos, no era suficiente, últimamente ya no lo era.
—Eren —
La estabilidad del castaño, últimamente, decaía en todo sentido, las sonrisas se habían esfumado, la voz ronca prevalecía constante en su habla, el brillo en sus ojos pareció desaparecer, incluso, cuando el sol le daba directamente.
Parecía ya no ser más él.
El Eren que Jean conocía.
Incluso sus llamados comenzaba a ignorarlos, ya no daba respuestas en quejas o reproches, ya no le llamaba por su nombre pidiéndole algún favor, ya no era el escudo en caso de que alguien viniera.
Simplemente parecía que Jean, para Eren, ya no existía, pero aún lo necesitaba.
Porque Eren encontraba el consuelo, ante el dolor, en Jean, alguien quien realmente podía comprenderlo mejor de lo que cualquiera creería, solo él sería capaz de escucharle llorar por horas sin reclamarle realmente.
Y Jean tampoco se quejaba, incluso si debía permanecer en silencio y pasear las manos sobre el castaño cabello un sin fin de veces, lo haría, si con eso lograba dar el consuelo a ese dolor que lo dañaba.
La gente pensaría que eran el uno para el otro, tal vez si lo eran, se complementaban mejor de lo que se imaginaban.
—Cuéntamelo Eren —
Jean resistía las ganas de conocer esa "pesadilla" que tanto lo hería, la curiosidad crecía cuando Eren solo balbuceaba que mientras "ellos" estuvieran bien todo estaba controlado, pero era como un ciclo que le seguía molestando.
—No importa, —pasó su brazo por el rostro limpiando las últimas lágrimas por esa noche —todo está bien, todo está controlado —
La sonrisa que surcó era más que falsa, a ojos juzgadores de Jean jamás lo engañaría con su rostro tenso reflejando tranquilidad.
—Y el atardecer se ve de color negro, claro —bufó con molestia ante la ironía de su oración, aunque logró captar la atención del contrario —
—Pfff, —expresó burla que emitió en un soplido ingenuo —de verdad, estoy bien —recalcó levantándose como si nada hubiese pasado —
Jean lo miró con cuidado, mirando cómo su cuerpo, de 17 años, sacudía con desdén la paja que se había quedado pegada a ese saco negro que siempre portaba, pareciendo darle ese matiz oscuro, triste y solitario.
El perfil de su rostro regresaba a ser imperturbable, serio y sin expresión de llanto alguno, como si ese Eren se hubiera esfumado con la última lágrima mojando las ropas del ojimiel, era otro tal vez.
—¿Vienes? —
Los primeros rayos del sol cruzaron las viejas maderas del lugar, evidenciando la primera hora de trabajo mañanero antes del desayuno, los irises verdes brillaron sin la intensidad de antes, pero seguían ahí.
Jean emitió una queja al levantarse con pesadez, sacudiendo sus ropas y cerciorándose que las marcas de sus lágrimas no traspasaran su ropa, ya estaba más que seca.
Seguir a Eren, por detrás, solo lo dejaba más pensativo que antes, un cuerpo tan ligero y varonil no soportaría cargar con tanto peso, y no hablaba de la cantidad de cajas y sacos que sus brazos soportaban, sino de la mente del castaño terriblemente afectada.
—¿Sabías que... —Jean decidió romper el silencio en su paseo, Eren lo miró —... cuando las aves se estresan por no aprender a volar, emiten un grito en forma de llanto a sus madres? —
Eren ladeó la cabeza y frunció una de las cejas confundido, incluso detuvo su andar en las colinas para mirarlo fijamente.
—¿A qué viene ese dato? —cuestionó sin comprender, su inocencia llegó al punto de buscar un árbol cercano con algún polluelo haciendo eso —
Jean emitió una carcajada de solo verlo buscar, cómo un niño, árboles en plena colina baldía, sino fuera porque quería tocar un tema serio, Jean no se habría molestado en contarles a todos semejante barbaridad del castaño, quien lo miraba consternado y un poco molesto.
—¡Basta, no entiendo el chiste! —replicó con reproche de niño inflando los cachetes con las cejas fruncidas —¡explícate Jean! —ordenó con molestia, dejando la caja en el suelo y cruzándose de brazos —
El Eren de antes estaba ahí, estaba de vuelta, respondiendo con esos gestos infantiles de niño caprichoso queriendo respuestas.
—Si te desesperas de poder hacer algo, tiendes a gritar por ayuda, es una respuesta natural, todos lo hacemos —
La brisa bailó con sus cabellos en un suave compás, y por mucha tranquilidad que Jean quiso trasmitir, se sentía ansioso, más aún cuando Eren borró la faceta de capricho y tensó el rostro nuevamente, como una mala señal.
—Somos animales al final, uno no puede cargar con todo siempre, para aprender, alguien te debe enseñar, si no puedes, alguien te debe de seguir impulsando... —
Jean no supo cuánta verdad existía en su metáfora, solo recordó el dato que alguna vez Sasha les contó en su paseo por el bosque, parecía insignificante.
¿Realmente podría considerarlo insignificante?
—Probablemente sea verdad... —la gruesa y seria voz renació de la oscuridad nuevamente, Eren cargó con las cajas y echó a andar sin siquiera mirarlo —
Jean creyó a ver arruinado el momento, probablemente lo hizo, pero no sabía que la insignificante metáfora había calado muy fuerte dentro de Eren, como un consejo que debería tener en cuenta para, tal vez, algún día gritar pidiendo auxilio.
El trabajo en el orfanato, luego en los avances de la isla, su mundo cambió rotundamente de un momento a otro, igual que las ideas de Eren que comenzaba a alejarse.
Las visitas al almacén no volvieron a ocurrir, tampoco los tropiezos en el pasillo en plena madrugada, ni tampoco la unión de manos o abrazos queriendo dar consuelo, aquello había terminado.
Había finalizado cuando la víctima de esa enorme carga de dolor simplemente desapareció, se esfumó de sus vidas de un momento a otro.
Jean se culpó, en parte, de su huída, tal vez no había sido suficiente su presencia para calmar el consuelo o permitirle a Eren expiarse de los pecados de su mente, tal vez fue ingenuo al creer que el "estoy bien" era real, tal vez amó tanto al castaño que cegó esa idea de algún día perderlo.
Y realmente sucedió.
Definitivamente, Jean ya no sería más el consuelo de un Eren atormentado, cargando con todo el dolor de un pecado eterno.
Sin saber qué Eren gritaba pidiendo auxilio sin querer involucrar a nadie, sollozando frente a un niño pidiendo perdón mientras sentía odio y repulsión, mientras se recriminaba el abandono y el sentirse solo matándose de a poco a sí mismo.
—Soy esa ave que quiere tu auxilio Jean... —era honesto al afirmarlo para rechazarlo por igual —... pero tenerte aquí es lo que menos deseo para ti y lo demás —
Si tenía que cargar con todo solo, lo haría, si con ello los salvaba y recuperaba parte de su humanidad pasada, de aquellos momentos en que el dolor solo eran las pérdidas por titanes, se vendería a sí mismo como sacrifico.
Nunca imaginó la inmensidad de su mundo, lo ignorante de su pensamiento y la increíble fortaleza que heredaría para soportar tanto dolor.
Porque incluso si debía renunciar a los brazos de quien amó en secreto por ser su confidente, al igual que su familia y amigos, alzaría la voz ahogando el grito de auxilio para obtener su victoria.
Incluso si se sentía muerto con tanto dolor interno retenido.
Incluso si no tenía a Jean a su lado para pedirle amor, en forma de consuelo a todo su dolor.
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Terminamos con el segundo escrito de esta semana 💛💚💜 ¿que les ha parecido?
Agradezco a todos sus comentarios, votos y lecturas, espero que disfruten de esta semana conmigo con cada escrito que es también y, en gran medida, para ustedes mis lectores.
Igual, este episodio se lo dedico a mi fiel compañera amante de esta shipp: aymiki-chan
Y también dedicó esto a las siguientes personitas que siempre me alegran con sus comentarios ❤️ muchas gracias por leerme: -s0ftgl0ss_ erens1mp
Muchas gracias, nos vemos mañana 💜💚💛
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