∞3. Nombre
El celoso no sufre por lo que ve,
Sino por lo que imagina.
❣ ❣ ❣
Durante todo el transcurso del día, las clases pasando como si nada, Reki no dejó de pensar e imaginar cómo podría celebrar el cumpleaños de su mejor amigo y las cosas que puede conseguir en poco tiempo para tenerlas listas para mañana a más tardar por la noche, pero si puede antes, mucho mejor. Pensó en que puede decirle a cada una de sus hermanas que le regalen algo, lo que sea pero que ajusten a los gustos del Hasegawa, su madre y él puede preparar alguna comida para todos, no suena realmente mal las ideas que comienza a tener e incluso y sin querer, se comienza a emocionar un poco.
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que le celebro a un amigo su fiesta de cumpleaños, no evita recordar con cierta melancolía al chico que le enseñó andar en Skateboard hace algunos años atrás.
Al finalizar las clases del día viernes, Reki junto a Langa encaminados a irse a su casa en patineta, pasando un rato a patinar en el parque que siempre frecuentan, el pelirrojo termina por ser arrastrado hacia el grupo de chicas de la mañana y por lo tanto ser alejado de Langa quién lo espera afuera de la escuela, no es de sorprenderse puesto ya saben que es lo que quieren de él.
—¿Cómo que no te quiso decir?— pregunta una de ellas al haber escuchado como Reki afirmó que sigue sin saber el cumpleaños de Hasegawa porque esté mismo según, no quiso decirle.
—Me dijo que realmente no le gusta que sepan cuando es su fecha de cumpleaños, para evitar que lo feliciten o regalen cosas.— explicó brevemente, siendo en parte verdad.—Lo siento chicas, no pude hacer más por ustedes. Si me disculpan...— dijo decidido a retirarse, hasta que una de ellas lo volvió a llamar, probablemente queriendo insistirle más sobre el asunto.
Kyan se pregunta seriamente porque le tienen que molestar a él y no a Langa si tanto desean saber más acerca del extranjero. Comienza a irritarse por la misma situación.
—Oye pelirrojo...
—¿No sabes mi nombre? Hemos estudiado por casi tres años juntos.— se expresa indignado. A diferencia de Langa que se traslado y vino de intercambio apenas el ciclo pasado, él ha estudiado en el grupo con ellas por mucho más tiempo y le parece absurdo que no se dirigan a él como se debe.
¿Y ni siquiera recuerdan su apellido? Entiende que por falta de que no son cercanos no quieran dirigirse a él por su nombre de pila, pero perfectamente pueden hacerlo por el apellido ya que no es tan difícil de recordar.
—Kyan.— mencionó otra ante el silencio de las demás chicas. Tal vez la única que si sabe el nombre completo del chico. Ella se cruzó de brazos irritado y dijo:—¿Pero que importa tu nombre o como nos referimos a ti? Hasta hace poco no nos interesaba hablar contigo.— bufó indignada por el comentario de Reki.
—Solo porque Langa y tú son muy amigos, no nos molestariamos en hablar contigo. — habló otra de sus amigas, una pequeñas risas en el fondo se escucharon.
—Chicas no deberían pasarse. Aunque sea verdad. — sonrió con malicia una tercera.
Reki no supo que decirles exactamente en su momento, pero discutir con ellas o defenderse sería darle importancia al asunto o a ellas mismas. Más no dejaba de pensar lo infantiles y groseras que son, y como buscaban su ayuda para poder acercarse a Langa y al final escupen como víboras.¿Son todas sus compañeras de clases así? Sabe que no debe generalizar y después de todo ellas son un grupo aparte de otras chicas de su clase, pero no deja de ser molesto la forma de pensar de esas seis chicas y como se comportan.
Se acercan de ti fingiendo amabilidad para después ser unas groseras interesadas.
No quiere molestarse en perder más tiempo con ellas. Le da fastidio de solo imaginar perder más tiempo con ellas y como lo miran indignadas. Lo peor es que debe soportarlas un par de semanas más antes de la graduación de fin de ciclo.
—¿Ya acabaron?— expresó con desinterés y ellas lo miraron sin emoción alguna. Pensando que tal vez él iba a reaccionar de otra forma. — Me voy. Suerte queriendo acercarse a Langa.— se despidió de ellas con una sonrisa burlona y triunfante.
Después de todo, él si puede decir libre y cómodamente el nombre de su amigo, demostrando que a diferencia de ellas, él si es una persona cercana a Hasegawa.
Ellas solo lo miran con envidia y un poco de celos.
❣ ❣ ❣
—Reki, ¿Ya hablaste con ellas?— interrogó intrigado Langa al ver a su amigo salir de la escuela luego de casi quince minutos esperando afuera, le pareció una eternidad.
Ambos chicos como de costumbre se subieron a su skateboard para patinar juntos camino a casa, aunque casi siempre se desvían un poco para hacer el camino más largo y disfrutable, haciendo trucos en cualquier sitio que se les atraviese pero teniendo siempre cuidado de que no haya alguien en su camino.
—Si, fueron groseras conmigo. Pero nunca esperé nada de ellas, aún así lograron decepcionarme. — suspiro encogido de hombros, realmente no quería seguir pensando en ellas. Especialmente porque las tiene que ver por las siguientes semanas al ser sus compañeras de clase.
—¿Te ofendieron?— preguntó frunciendo el ceño causa no muy usual en él. Cómo si se molestará también por algo que no le hicieron a él.
—No debes preocuparte por mi, mejor ya vámonos. — le sonrió para tranquilizarlo. Restándole importancia a lo que pasó hace rato con esas chicas.
—¿Seguro que no quieres hablar de eso?— insistió interesado.
—Si lo hiciera, parecería que me afectó o me importó lo que ellas digan de mí. En serio, no es algo de que preocuparse.
—Esta bien...— contestó para restarle importancia a ese asunto. Si Reki lo decía, lo dejaría en el olvido, pero tal vez ya no sería amable con ellas en lo que queda del ciclo escolar.—No olvides preguntarle a tu mamá sobre lo de mañana. — comentó para cambiar de tema.
—Oh claro, no lo haré.
El pelirrojo iba un tanto distraído —pensando todavía en las comparaciones que siempre hay entre él y Hasegawa—, o al menos lo suficiente para no fijarse que cruzaba una calle mientras el semáforo estaba en verde y una motocicleta a mucha velocidad pasaba justo en su dirección. Los vehículos lograron detenerse a tiempo, pero quién andaba en moto no parecía desistir en detenerse.
—¡Reki!
Langa logró tomarlo de la muñeca y con suficiente fuerza y velocidad atraerlo hacia atrás, causando que este cayera a la banqueta de pompis pero por lo menos estando a salvo. El de cabellos celeste suspiró aliviado pero en el fondo asustado, su agarre de la muñeca paso a envolverse en la mano calida del chico, y aún tirado en el suelo de la banqueta lo corrió rápidamente más hacia atrás para que no hubiese algún otro tipo de accidente que le rozara por el lugar peligroso en el que está.
Reki después de procesar lo que pasó y solo dejándose guiar por su mejor amigo, se permitió ponerse de pie y sentirse seguro estando con Langa, aunque igual torpe y distraído por qué ya es la segunda vez que lo atropellan o estuvieron a punto de hacerlo. En esta ocasión fue salvado por Hasegawa quién está más atento que él a su alrededor.
—Eso estuvo cerca.
—Estas muy distraído. Sólo ten más cuidado.— le miro preocupado.
Reki no dijo nada por un breve momento, solo lo miró y después al suelo, dónde se dio cuenta que su mano sigue entrelazada con la del contrario y la diferencia de tamaño y textura de estás. La gente pasaba por ahí los miraban y murmuraban cosas, otros no prestaban ni el más mínimo de atención porque les da completamente igual dos chicos—estudiantes— tomados de la mano.
El pelirrojo no tiene recuerdo alguno de alguna vez haberle tomado de la mano a alguien que no haya sido su familia. Ni siquiera con sus otros amigos ha sido así de cercano.
—Si me sigues tomando más tiempo de la mano, pareceremos pareja. — comentó Reki en un tono bromista pero sin sonreír para fingir algo de seriedad.
Langa se dió cuenta de esto y lo soltó casi de inmediato.
—¡Oh! Lo siento...
Reki no supo porque se disculpó. Solo fue una pequeña e inofensiva broma. No pensó que a Langa le importará ello.
Esperaron un rato hasta que el semáforo pasará a rojo y ellos pudieran cruzar la calle. Después de un rato llegaron al punto donde se separan y ahí se despiden.
—¿Nos vemos entonces mañana?— preguntó el pelirrojo para confirmar y demostrar que recuerda todo lo que han acordado.
Que tampoco ha sido mucho.
—Si. Pero envíame mensaje está noche para organizarnos mejor.
—Vale.
Ambos hicieron su clásico saludo de palmada, puño y juntar sus manos con estas formando un círculo para simbolizar el ocho acostado, el símbolo de infinito.
❣ ❣ ❣
Apenas ambos se separaron, Reki fue lo más rápido posible para llegar a casa y hablar con su mamá sobre que quiere hacerle una pequeña fiesta a su amigo el día de mañana, que recién se enteraba del día de su cumpleaños y no quiere dejarlo pasar. Que realmente quiere celebrarlo, y preguntó si Langa y su madre pueden quedarse en su casa para pasar la noche.
Todo esto fue escuchado por sus hermanas, su padre aún no llegaba así que solo eran ellas y el hijo mayor.
Después de pensarlo un poco, y con Reki insistiendo y pidiendo la ayuda de sus hermanas menores para que igual convencieran a mamá, la señora Kyan terminó por ceder y poner en marchas las cosas. Adelantar algunas cosas para esa noche y mañana levantarse temprano para terminar de organizar todo y hacer la comida.
Las niñas decidieron hacer sus propios regalos, las pequeñas gemelas de menos de diez años usaron sus habilidades artísticas para hacer unos dibujos con sus mejores lápices de colores y algunos recortes de revistas viejas. Mientras que la mayor quiso hacer algo más elaborado y accesible. Aconsejando a las menores que recuerden que a Langa le gusta lo a mismo que a Reki, o sea patinetas. Pero que también pueden recortar imágenes que le recuerden a su hogar como la nieve y montañas. Ella quién sonrió maliciosamente por el regalo que ya tiene pensando envolver antes de que cualquiera de la familia lo descubriera, fue a la papelería más cercana rápido para buscar lo necesario para hacer un tradicional envoltorio para su regalo.
Mientras que Langa, impaciente y emocionado, recibió un mensaje antes de las diez de la noche de Reki confirmándole que si se hará todo lo acordado y mañana pueden quedarse sin problema su mamá y él a dormir hasta el domingo. Que pueden ir a su casa a partir de las cuatro de la tarde, y que si le encargaría que ellos trajeran el pastel, pero por los regalos y la comida que no se preocupará.
El chico sonrió ansioso y muy feliz al saber que contaría con la compañía de toda la familia de los Kyan y además, Reki lo celebraría con él, esto le gusta aún más.
Sin mucho tiempo más que perder, le contó a su madre y dijo que le acompañaría para llevar el pastel a la casa de los Kyan.
La señora Hasegawa estaba nerviosa pero contenta, conocía muy bien a Reki puesto esté ya había venido varias veces a casa, sin embargo no conocía la residencia de estos por lo que aceptó que Langa fuera con ella a recoger el pastel que ya tenía encargado y regresar en taxi pero a dirección de la casa Kyan.
Aunque igual tuvo que cambiar un poco el pastel, solo pedirlo más grande para que fuese suficiente para más gente.
La señora Hasegawa aunque al principio se sentía un poco nerviosa, ahora está más calmada pero emocionada puesto su hijo está notoriamente más contento y entusiasmado que sus dos últimos cumpleaños pasados. Y sospecha que esa felicidad y entusiasmo más que nada se debe a que está vez se celebra con más invitados, en un torno más familiar y sobre todo, por aquel chico pelirrojo.
Quisiera tener esa plática con su hijo, pero no quiere incomodarlo o irritarlo. No obstante, su hijo ya es un adulto joven por lo que tal vez, se abra a ella sobre algún tema en particular o no se le dificulte expresarse de ello, todo a su tiempo claro.
Es su madre y se preocupa por él.
❣ ❣ ❣
Al principio a Langa le costó un poco dormir. Debido a la emoción y su imaginación de como sería el día de mañana, había pasado tanto tiempo desde la última vez que se emocionó por su propio cumpleaños. Se había preparado para dormir a más tardar a las once de la noche, pero realmente cayó en profundo sueño hasta las dos de la madrugada. Incluso Reki quién lo había acompañado mandándose mensajes de texto durante un largo rato, se había dormido antes que él.
Terminó por levantarse a las once y quince de la mañana, y solo porque su madre no quiso molestarse en levantarlo mucho antes. Se bañó, alistó y desayuno para salir con ella e ir por el pastel, no sin antes acomodar su cuarto y revisar los mensajes de la mañana que Reki le había dejado.
Dicha pastelería donde les entregará el pastel si queda bastante lejos de casa, e incluso aunque ya lo tengan reservado y comprado, si hay fila larga deberán esperar para que le entreguen el pastel.
Su madre le había comentado que es pastel de chocolate blanco con fresas, Langa se sintió más feliz puesto, aunque particularmente él no tiene un gusto especial o específico por el pastel, recuerda que Reki alguna vez le comento que le encantan mucho los pasteles de chocolate. Y aunque sabe que es su cumpleaños y no el del pelirrojo, quiere darle ese gusto también.
—¿En qué piensas tanto, hijo?— pregunto su querida madre al notarlo un poco distraído y bastante pensativo al bajar del taxi e ir hacia la pastelería.
—Solo en la fiesta de hoy con los Kyan...— mencionó apenas reaccionó a la voz de su madre. Aunque no mintió, más bien pensaba en Reki.
—¿Estás muy feliz, verdad? De celebrar tu cumpleaños con tu amigo pelirrojo.— mencionó con una sonrisa sutil.
Langa se ruborizo, sorprendido asintió. Su madre lo notó y decidió indagar un poco más aprovechando el buen humor de su hijo y que parece ser muy sincero con ella.
—Hijo, una vez me dijiste que ese chico es muy importante para ti, ¿Cierto?
—Supongo que sí...— admitió mirando hacia otro lado, curioso por el repentino interés de su madre y hacia donde quiere llegar.
La mujer de mayor edad lo pensó y aunque algo temerosa por asustar a su hijo, decidió decirle:
—Sabes, nunca has traído otros amigos a casa ni me hablas de nadie más. No digo que esté mal, solo que lo pienso un poco y...— suspiró, la fila no es tan larga pero deben esperar. Se escuchaba un pequeño bullicio al fondo por lo que el lugar no estaba realmente en silencio. Miró fijamente a su hijo quien está a su lado.—Kyan es tu mejor amigo, pero, ¿Te gusta de forma r-romántica?— dijo esto último cerca de su hijo para que lo escuchará mejor y de preferencia solo él.
Langa miró a su madre sorprendido e impactado, sin saber que decir por un largo rato.
—¡No tengo nada en contra de eso, hijo!— se apresuró a decir nerviosa llamando un poco la atención de los demás por su exclamación. Ella se aclaró la voz y más bajo le dijo:— Enserio, no me mal entiendas. Tengo mis dudas y bueno... Muchas veces lo he pensando y a lo mejor estoy equivocada. Pero si te gusta alguien hijo, no me importa si es chico o chica, puedes decírmelo si quieres. Enserio no tengo problema y—
—Mamá.— le cortó Langa para llamar su atención, entiende que su madre quiera hacerle saber que ella no juzga y siempre querrá su felicidad, pero no cree que estando en una fila esperando por un pastel sea el mejor lugar y momento para hablarlo.
—Hijo, yo respetaré tus gustos, solo quiero que seas feliz y bueno, Ehm...— continúo hablando decidida en apoyar a su hijo y demostrarlo.
—Mamá, ya es tu turno.
La madre se dio cuenta que efectivamente es su turno y que por ello la gente de atrás se la quedaba viendo impaciente. Se ruborizo de la vergüenza y avanzó para que le dieran su pastel.
—Oh, vaya lo siento. — se disculpó con los que están detrás.
Langa actuó como si nada, aunque recordar las palabras de su madre de su apoyo incondicional hacía él y como ya sospecha que le gusta su amigo Reki, le hicieron de cierto modo, feliz.
Palabras: 2,843
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Sábado 08 de octubre del 2022
Fandom: Sk8
Nota del escritor:
Después de un tiempo por fin actualizo :D
Esté capítulo lo tenía guardado en borradores desde el 2 septiembre, pero recién lo edite y publique hoy.
A su tiempo haré más historias de ellos dos, este fic es uno tranquilo y cortito que hago por ser el primero que hago de este fandom y shipp, apenas me quiero acostumbrar a escribir de este fandom.
En fin, nos vemos! Feliz Octubre
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