Parte única
Lo único que se podía escuchar en los pasillos del Thousand Sunny era el chapoteo ahogado de las chanclas de Luffy. El capitán corría a toda prisa hacia la sala de navegación y nadie podía detenerlo. Nami había cometido el grandioso error de decir, por casualidad, que los piratas Corazón al fin tenían cobertura, lo que se traducía a que ya podían intentar comunicarse con ellos.
Y, en realidad, nadie podía culpar al capitán de estar emocionado por una llamada, pues hacía varias semanas que no se habían comunicado con Law. La última vez, según recordaban los Sombrero de paja, la reunión había coincidido en una isla tropical, allí convivieron tan pacíficamente como pudieron, teniendo en cuenta lo revoltoso y descomplicado que era Luffy.
De cierto modo, la pasaron muy bien, descansaron y se abastecieron sin meterse en líos, un verdadero milagro considerando que la recompensa de ambos capitanes había aumentado. Cada tripulación pudo ocuparse de sus asuntos y divertirse de forma general. Lo que parecía haber cambiado era la dinámica entre Law y Luffy. A simple vista, todo marchaba con normalidad, sin embargo, las miradas fugaces entre ambos y los toques de aquí por allá, no pasaba desapercibido para nadie con buen ojo.
Obviamente, ni Luffy ni Law parecían conscientes de sus propios actos, y sus compañeros tampoco iban a comentar al respecto y arruinar lo que ni siquiera había empezado. Hubo un acuerdo implícito entre ambas tripulaciones para no intervenir en los asuntos de los capitanes.
Entonces, que Luffy estuviera tan ansioso por saber de Law, no era una completa sorpresa para el resto de la tripulación. Lo verdaderamente sorprendente era que Luffy no estuviera gritando por atención, pero no pasó mucho tiempo antes de que le pidiera ayuda a Nami para hacer la llamada; había irrumpido en la habitación de la navegante, sin importar que ella estuviera trazando sus mapas.
"¿Puedes parar, Luffy?" preguntó Nami, mirando con fastidio como Luffy se balanceaba de un lado a otro. "Ni siquiera estamos seguros de que Torao realmente esté tan cerca."
"No importa, Nami, quiero preguntarle a Torao qué tan cerca está, ¡hace mucho que no lo veo y lo extraño!"
Nami rodó los ojos y no quiso hacerlo esperar más, se acercó hasta el den den mushi para hacer la ansiada llamada. Nadie respondió la primera, ni la segunda llamada; la tercera ya empezó a ser frustrante. Miró a Luffy para decirle que eran suficientes intentos por ese día, sin embargo, este le hizo unos pucheros que le dieron un vuelco al estómago. No pudo rendirse.
Tras marcar la última vez, al fin hubo una respuesta, pero sin duda, no era lo que esperaba. Se arrepintió de haber tenido la bocina en altavoz.
"Ossu."
Esa no era la voz de Law. A menos que de repente la voz se le hubiera vuelto más grave y con un tono más sarcástico, claro. Antes de que Nami pudiera abrir la boca, Luffy la empujó y tomó el den den mushi entre sus manos. Ni siquiera le dolió el golpe que le dieron en la espalda por atrevido, necesitaba respuestas.
"¡Gizao! ¿Por qué respondes el den den mushi de Torao?" Luffy estaba sintiendo algo desagradable en el estómago, y se suponía que él no se enfermaba, pero era una sensación de pesadez, como si le hubieran dado a beber veneno, otra vez. "¿Dónde está él?"
Se escucharon ruidos del otro lado de la línea, un crujido. El sonido no era nada que Luffy pudiera distinguir, tal vez demasiado aturdido para siquiera intentar comprenderlos.
"¡Trafalgar está ocupado! ¿Qué quieres? Me molestas."
"Tú me molestas," dijo, sintiendo ahora que toda la incomodidad se convertía en ira, ¿por qué Eustass estaba contestando la llamada de su Torao? Era el den den mushi personal de Law. Nadie ajeno a la tripulación debería usarlo. "¿Dónde está?" repitió con los dientes apretados.
"¿Qué te importa, Mugiwara?" Eustass sonaba extrañamente divertido, y era mucho decir, teniendo en cuenta de que estaba contestando una llamada que no era suya. "Pero, si te hace sentir mejor, estoy en la habitación de Trafalgar, así que vete a la mier-" No terminó de decir la frase porque al parecer algo, o alguien, lo interrumpió; también pudo haber sido la cobertura lo que falló, fuera lo que fuera, Eustass desapareció y Luffy estaba apretando la bocina con tanta fuerza que Nami se la tuvo que quitar antes de que lo rompiera.
"Eso fue... raro," mencionó Nami, de repente, colocando una mano en el hombro de Luffy, quien se había quedado muy callado y tenso. El aura que desprendía no era para tomarlo en broma.
"Nami, ¿hay manera de qué podamos ir hacia donde está Law?"
Law, no Torao, las cosas iban un poco en serio, ¿eh? Nami quiso, simplemente, decirle que no. La tripulación iba a ahorrarse miles de problemas al no seguir al capitán de los piratas Corazón, sin embargo, asintió. Tenía el presentimiento de que algo bueno saldría de ello.
"Tengo la Vivre Card de Bepo, ¿quieres intentarlo?"
"¡Yosh! Vamos por los piratas Corazón y por Law." Luffy le estaba mirando con determinación, como quien decía, estaba aceptando un reto imposible.
Nami suspiró, pero no dijo nada, de todos modos, habían tenido días de mucha calma y a los Sombrero de paja le hacía falta diversión, en especial si venía de cierto cirujano, ajeno a los sentimientos del capitán, aunque no era el único en esa misma posición; Luffy tampoco era el rey en darse cuenta de lo obvio. Esperaba que esos dos al fin se dieran cuenta de los sentimientos que sentían el uno por el otro, que iban más allá de una simple alianza o compañerismo.
¡Qué empiecen las apuestas!
Ir hacia donde se suponía que estaban atracados los piratas Corazón no fue tan fácil como se pensó al inicio, y no, no era porque Nami tuviera algún problema en la navegación, sino por el ansioso capitán y su deseo de encontrarse con 'su Torao'. Después de reunir a la tripulación y comentarles lo cerca que estaban de Law, decidieron elevar anclas. Nami, teniendo en cuenta el rango de llamada y la Vivre Card de Bepo, creó una especie de ruta con las posibles zonas en las que pudieran hallar a los piratas Corazón. Al final quedó que la posible ubicación era una isla no muy lejos de allí, señalada por el Log Pose.
En la espera, se podía sentir el semblante triste del capitán. A Luffy no le sentaba bien pensar en Law y Eustass juntos. La idea simplemente hacía que su estómago se sintiera raro y que no le diera tanta hambre, además de que no estaba de humor para jugar con Usopp como normalmente lo haría. Tampoco se sentía entusiasmado de jugar con la nieve cuando cruzaron por una zona nevada.
Para la tripulación era raro y desmotivante verlo así, al principio no lo entendían, no fue hasta que Nami les explicó lo sucedido durante la llamada que muchas cosas tuvieron sentido. Era obvio el cariño especial que existe entre ambos capitanes, como también lo es el cambio entre sus interacciones. Ninguno estaba seguro de sí Law se tomaba muy en serio los sentimientos de Luffy, sin embargo, se esperaba que al verlo muchas cosas quedaran aclaradas. Conociendo el carácter de esos dos, las cosas podrían no terminar muy bien, o sí, como decía Brook en sus canciones, el amor era algo impredecible.
Fueron aproximadamente dos días de viaje antes de arribar a la isla en la que estaba el submarino de los piratas corazón. Antes de que Jinbe pudiera pensar en un lugar en el que pudiera esconder al barco, Luffy ya se estaba preparando para saltar.
"Espera, Luffy, primero deberíamos avisarle a Torao que estamos aquí," intentó decir Nami, pero era imposible que le escuchara en esas circunstancia. Y los demás ni siquiera estaban tan interesados en hacerle cambiar de opinión. Era un caso perdido.
Los Sombrero de paja se quedaron en la cubierta viendo como el capitán se aventuraba hacia el Polar Tang, tal vez buscando su propia muerte.
Por otro lado, dentro del Polar Tang todo era paz y tranquilidad, había silencio y todo estaba como debería ser después de ayudar a los piratas Victoria Punk a pelear con la marina. Las cosas habían terminado muy mal para ellos, en especial cuando el impulsivo y descerebrado capitán terminó herido de gravedad a causa de las balas de piedras marinas. Law, al estar tan cerca de ellos, se había ofrecido, a regañadientes, a ayudar, por lo que pasó mucho tiempo operando antes de tener un merecido descanso.
Law estaba ajeno de todo lo externo, a excepción de sus compañeros que habían salido hace un rato a conseguir provisiones antes de partir nuevamente. Había tenido en mente reencontrarse con los Sombrero de paja, aprovechando el tiempo y las circunstancias, pero les había perdido el rastro en esos últimos tres días. Se decía a sí mismo que no estaba preocupado por la falta de comunicación. Dudaba que Luffy fuera tan estúpido como para morir.
Después de una taza de café y un muy largo baño, estaba listo para ir a revisar a su paciente. Eustass estaba mejor, pero tenía que cambiarle las vendas constantemente. Iba de camino, cuando de repente escuchó una inconfundible voz, llamándolo por ese vergonzoso apodo. Law se detuvo en seco, tratando de oír más, y, por un momento, todo volvió al silencio.
Estaba alucinando, no había otra explicación. Se sacudió la cabeza, pensando que de verdad se estaba volviendo loco por pensar en Luffy, inclusive si le extrañaba, cosa que jamás admitiría en voz alta. Retomó su camino, con un ligero escalofrío, obviamente a causa de sus emociones confusas.
Y cuando abrió la puerta de la sala de operaciones para revisar a su paciente, de repente algo se estrelló contra su espalda, duro y enérgico. Menos mal que él suele estar prevenido para cualquier ataque o se hubiera ido de bruces contra el suelo. Aunque este no era un ataque cualquiera, no señor, era un ataque muy conocido, pues brazos largos y gomosos empezaron a envolverlo como una maldita bestia del mar que se hubiera colado al submarino.
"¡Torao!"
Entonces no era una alucinación, pensó Law, ignorando la punzada en el pecho que sentía cada vez que Luffy estaba cerca. Maldita sea, ¿cuánto tiempo sin verse? Y aparecía así sin más, lo peor es que no estaba en lo más mínimo impresionado.
"¿Qué diablos, Mugiwara-ya?" preguntó, sacudiéndose un poco. "Un aviso al menos, ¿no crees?"
"¿Dónde está Gizao?" Luffy dijo, moviéndose alrededor de Law hasta quedar al frente. El rostro de su aliado estaba contraído y parecía muy molesto. "¿Por qué está aquí?"
Entre todas las cosas, lo que Law menos esperaba era que Luffy le hablara de ¿Eustass? ¿Cómo sabía de él? Además, ¿por qué actuaba de esa manera a su alrededor?
"¿Qué? ¿Cómo lo...?" Law frunció el ceño y se sintió mucho más confundido que antes. Y justo cuando estaba por terminar la pregunta, Eustass se asomó por la puerta y, toda la atención de Luffy entonces se centró en él.
"Mugiwara, eso fue rápido," dijo Eustass con una sonrisa desdeñosa.
Law, incluso sin entender, supo que esto no iba a terminar en nada bueno, en especial porque la mirada de Luffy se endureció cuando vio a Eustass, ¿qué le pasaba a ese idiota? Levantó una mano para quitarse a Luffy de encima, sin embargo, no fue necesario hacer algún movimiento, cuando el propio Sombrero de paja tuvo la iniciativa.
Ahora bien, ¿cómo terminó echando a Luffy del submarino tan pronto pudo?
¡Estaba tratando de golpear al paciente! No pudo reaccionar a tiempo cuando Eustass y Luffy tuvieron la pelea más tonta que jamás presenció, ¿a qué estaban jugando esos dos? La confusión de Law aumentó cuando Luffy acusó a Eustass de 'robarle a su Torao'.
Primero, Law no era de nadie, y segundo, ¡estaba harto de esos dos! Usó room y shambles, y mandó a Luffy a la cubierta.
Al estar a solas con Eustass, lo empujó de vuelta a la camilla, sin una pizca de consideración. En medio de todo el lío se enteró de la llamada de los Sombrero de paja y la confusión al respecto. Law estaba furioso.
"¡Oye! Ten más cuidado, hombre herido aquí."
"Esto es lo mínimo que tú mereces, ¡respondiste a mi llamada!" dijo, indignado. Debió haberlo imaginado, en especial porque Eustass había actuado raro cuando Law había regresado de tomar café con Killer. Ese maldito.
Se aseguró de apretarle las vendas tanto como fuera posible.
"Estabas ocupado con Killer," Eustass le sonrió y no, no parecía sentir culpa por lo que hizo, en lo absoluto. "Al menos hice que Mugiwara se pusiera celoso, de nada."
Law rodó los ojos, hastiado de la actitud del idiota. "¿De qué hablas? Luffy no está celoso, solo molesto, porque..." ¿Por qué estaba molesto Luffy? Era solo Eustass. "Le arruinas la diversión, es todo."
"Oh, claro, porque saltarme encima solo por pensar que te estaba robando la atención no es una reacción basada en celos, claro que no, ¡y auch!, eso duele."
"Solo está haciendo idiota, y saldré antes de que Luffy vuelva a entrar y arruine mi trabajo por segunda vez, suficiente tengo contigo." Se levantó, ignorando lo mucho que le estaban afectando las palabras de Eustass. No quería hacerse ilusiones, pues sabía que Luffy era incapaz de verlo de otra manera que como aliado, tal vez amigo, sin embargo, era imposible no emocionarse.
Al salir, podía sentir la presencia del molesto capitán Sombrero de paja, como una marea suave que se iba volviendo impetuosa. No dio muchos pasos cuando atrapó a Luffy antes de que pudiera hacer un desastre sobre él, y como un niño chiquito le estaba mirando con molestia y, tal vez, solo tal vez, algo de decepción.
"¿Por qué estás aquí, Mugiwara-ya?" preguntó. Iba de camino a la habitación, ahora que ya no tenía que revisar a nadie.
Tal vez debería subir a cubierta, tal vez los otros Sombrero de paja estarían allí, y tenía que deshacerse de la presencia impetuosa que era Luffy, sin embargo, una parte de él le decía que tenía que solucionar el problema de una vez.
"Yo quería hablar contigo y verte, y luego Gizao respondió y... no me gustó." Por primera vez, Luffy no parecía seguro de sí mismo.
Law no sabía cómo interpretar su comportamiento.
"Eustass estaba siendo un idiota. Y solo necesitaba que lo operara, porque ya sabes, tengo habilidades médicas," dijo, sonando más amargado de lo que debería, "no fue un encuentro tan divertido que digamos," Suspiró, sin girarse a ver al chico. "No entiendo por qué te perturba que él esté aquí."
"¡Ni yo lo entiendo! Pero me molesta que él esté contigo, aquí. Y que lo cuides."
El corazón de Law latió con fuerza en su pecho. Por un momento, estuvo tentado a creer que lo que sugería Eustass era cierto, y todo lo que destilaba Luffy eran celos. Y, en retrospectiva, no había muchas maneras de interpretar el comportamiento errático del otro capitán, a menos, claro estaba, que simplemente estuviera actuando como un idiota. Tomó un poco de aire que luego dejó escapar lenta y pausadamente, necesitaba relajarse y pensar con más calma; los sentimientos no deberían nublar su razón.
"Mugiwara-ya, no puedes evitar que esté con quien yo quiera, ¿lo sabes, verdad? Soy libre de hacer lo que se me dé la gana."
De alguna manera, el aura alrededor de ellos volvió a cambiar. El aire se sintió espeso y frío, como augurando una tormenta. De repente, una de las manos de Luffy estuvo alrededor de su brazo y le obligaron a girarse, hasta quedar frente a frente. Había visto esa mirada oscura en el otro capitán, de furia y determinación, nunca dirigida a él.
"No lo harías," dijo Luffy, avanzando hacia Law, quien, por instinto, retrocedió.
"¿Por qué estás tan seguro, Luffy-ya?" preguntó con cierta picardía, queriendo ver hasta dónde era capaz de llevar Luffy. No le gustaba apostar, pero tenía que arriesgarse está vez.
Y pareció encontrar la respuesta que buscaba cuando, después de un momento, Luffy al fin respondió:
"Porque eres mío, Torao."
Ni en sus más locas fantasías hubiera imaginado que escuchar la confesión de Luffy se sentiría tan bien; su cuerpo se estremeció y la calidez que lo embargó solo era comparable a ganarse el mejor tesoro del mundo. Por poco y se perdía el momento exacto en el que Luffy rompe la distancia entre ellos y estampaba sus labios contra los de él, al comienzo torpes, y luego en perfecta sincronía, con mucha delicadeza y emoción. Una sutileza que no creía posible en Luffy.
Una de las manos de Law fue a parar a los cabellos de Luffy, apartando el sombrero de paja mientras se aferraba a él, con la otra mano en la cintura que lo atraía más y más, con deseos de fundirse en él. Su espalda chocó contra la pared más cercana cuando Luffy pareció encontrar en el beso algo que le gustaba, porque no dejó de moverse alrededor de él, aprendiendo sobre la marcha lo que significaba quitarle el aliento con un jodido buen beso.
No tenía ganas de alejarse, pero un gruñido los sacó a ambos de su pequeña burbuja. Al separarse de Luffy, vio la cara fea de Eustass, con el ceño fruncido.
"No puedo decir que estoy sorprendido por ustedes dos," dijo él.
Law quiso decirle que no debería estar levantado, pero, de nuevo, Luffy se puso muy a la defensiva.
"¡Cállate, Gizao!"
Otra vez no. Mientras ese par se preparaba para volver a lanzarse el uno contra el otro, Law levantó una mano y volvió a sacar a Luffy del submarino, al tiempo que devolvió a Eustass a la cama. Par de niños que no podían comportarse y él que tuvo que haber hecho algo realmente malo en su vida anterior para tener que estar lidiando con ellos.
Ahora tenía que ir a volver a comprobar las vendas de Eustass antes de que Luffy lo encontrara de nuevo.
¡Buenas noches!
Semana LawLu/ LuLaw, porque hay que celebrar que es el día de mi pareja favorita en todo el mundo.
Gracias de antemano por leerme.
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