cAPITULO 8
Luego de dos semanas Jinhwan sabía que ya no podía esconderse más, las marcas en su rostro ya habían tomado un color entre verde y amarillo que era mucho más sencillo ocultar con la base de maquillaje.
Sus piernas eran otro cantar, pero al menos esas no tenía que maquillarlas, solo con utilizar un pantalón ya quedaban fuera de la vista, y ya tampoco dolían así que casi se podía olvidar de ellas.
Jinhwan estaba algo tenso mientras preparaban todo para la grabación, aunque se esforzaba por ser profesional y parecer relajado, era la primera vez que estaba en la misma habitación con él y no podía dejar de dedicarle miradas de soslayo.
Junhoe no hizo ningún intento por acercarse o hablar con él, de hecho se sentó del lado opuesto de la sala, dándole el espacio que necesitaba. Aún así Jinhwan estaba un poco nervioso, por lo que en cuanto comenzó la grabación y acordaron que saldrían a grabar, Jinhwan propuso separarse, esperando gozar de un tiempo más de privacidad antes de tener que pasar más tiempo con el pelinegro...
Plan que salió completamente al revés, pues terminaron ofreciendo que él y Junhoe salieron solos a beber. Lo cual no era de extrañar dado que siempre solían salir juntos, al menos antes de que todo el caos entre ellos dos comenzara. La química que existía entre ellos era muy llamativa para las fans, y los productores querían aprovecharlo.
Jinhwan siguió la grabación como si no ocurriera nada, ignorando la punzada de miedo que se había instalado en la boca de su estómago. Sonrió e hizo bromas, al final quedó todo pactado.
El mayor pidió un momento para ir al sanitario y salió de la sala, el resto igual se iban marchando para hacer sus cosas. De pronto una gran mano lo detuvo del hombro, y aunque el contacto fue suave, Jinhwan no pudo evitar el estremecimiento que le ocasionó.
—Jinani, espera un momento, por favor. ¿Podemos hablar? —pidió Junhoe con un susurro.
Jinhwan respiró profundo, sabiendo que no podía huir para siempre de otro miembro del grupo, debía enfrentar aquello que sentía. Se dio la vuelta para corroborar que no había nadie cerca, estaban solos en el pasillo, luego de esto encaró al más alto, intentando mantenerse firme.
—¿Qué ocurre? —preguntó, igual con la voz baja pero algo tensa.
Junhoe se movió para tomar la mano de Jinhwan, de nuevo lo hizo con suavidad y retuvo la tibia extremidad entre las suyas.
—Mi Jinani, debes perdonarme. Sé que lo que hice fue horrible, y no ha pasado un día en que no me arrepienta de ello —sintió la mano de Jinhwan temblar—. Pero no volveré a hacerlo, mi Jinani, no volveré a lastimarte así nunca más. Solo perdóname, por favor, déjame volver a acercarme a ti.
—Junhoe... —comenzó Jinhwan.
—No, no me digas nada, no aún. Dame la oportunidad de reivindicarme ¿sí?
—¿Re-ivindicarte?
—Salgamos juntos, solo los dos, como antes. ¿Sí?
Jinhwan suspiró con fuerza, inseguro de qué decir a continuación. Si le decía que no, ¿en verdad podría alejarse de Junhoe? Pero, más importante aún, ¿qué significaría eso para iKON? ¿Podrían permanecer en el mismo grupo si es que estaban así peleados?
No quería ser el causante de la desintegración de aquel grupo por el que tanto habían luchado y que para aquel momento ya consideraba como su familia.
Asintió, solo una vez, pero fue suficiente.
—Aún debemos grabar el programa de mañana ¿recuerdas? —dijo Junhoe—. Allí te lo demostraré, no estaremos solos tal cual, las cámaras y los productores estarán por momentos, será suficiente.
>Te demostraré que puedo ser diferente.
Jinhwan le dedicó una sonrisa torcida, claro lo que más deseaba era que todo volviera a ser como antes, que aquella sensación de pánico helado desapareciera de su interior, y pondría todo de su parte para lograrlo.
—De-e acuerdo, actuemos bien frente a los otros, y-y, cuando estemos solos, podremos hablar, como antes —se obligó a decir.
Junhoe sonrió, sintiendo algo de esperanza luego de todos aquellos oscuros días. Intentó acercarse para besarlo como había hecho antes, como ansiaba, pero Jinhwan lo mantuvo lejos con ambos brazos estirados. Por un segundo vio un brillo de miedo en los ojos de Jinhwan, sin embargo estos se velaron antes de que pudiera reconocerlo bien.
—No, no aquí. Junhoe, alguien podría venir, aún están las cámaras y el staff en la sala.
Junhoe suspiró, pero asintió y retrocedió un par de pasos.
—Bien, hyung. Te veré un poco más tarde entonces.
Se separaron y cada uno volvió a su habitación, las cámaras y el staff seguían rondando cerca, y de alguna forma eso hacía sentir seguro a Jinhwan, sabía que Junhoe no intentaría ninguna atrocidad. Además, creía que fue sincero al pedirle disculpas así, sus ojos le transmitieron lo mal que se sentía, ahora era cuestión de si el corazón de Jinhwan podría perdonarlo.
Habían planeado ir hasta Busan a beber y comer algo, "una cita", se repitió Jinhwan, a solas en su habitación. Estaba decidido a que todo saliera bien, así que para tranquilizar sus propios nervios, tomó la cámara de viaje que le habían asignado y fue a la habitación de Junhoe.
El pretexto era comprar los boletos para el día siguiente, aunque en realidad quería medir las reacciones del menor. En efecto Junhoe se comportó de buena manera, jovial y tranquilo como solía ser antes de que el caos se instalara entre ellos. Aquello le dio a Jinhwan la confianza que necesitaba para partir al día siguiente
El viaje fue bastante tranquilo. En algún punto, mientras iban en el tren, Junhoe miró por la ventana y le dijo:
—Mira, el paisaje tan cambiante. Así somos también nosotros ¿no crees? Cambiamos rápido y constantemente —imprimió de significado sus palabras con una intensa mirada.
Jinhwan lo entendió de inmediato, estaba refrendando su promesa de cambiar, de ser mejor. Se sonrojó y desvió la mirada hacia la misma ventana.
—¿Qué? ¿Quieres escribir un poema? —Intentó bromear para quitar la tensión del ambiente.
Así siguió el viaje, que fue bastante cómodo en realidad, Junhoe se comportaba con la misma tranquila atención de siempre, tratando a Jinhwan como un buen amigo, como un igual al que protegía por ser más bajito, casi como si sintiera ternura por él.
Durante la comida volvió a aflorar la antigua química que tenían, con Junhoe preocupado por él, preguntándole acerca de su sentir y sus deseos para el futuro. Entre eso y el alcohol Jinhwan pronto se sintió bastante a gusto, como si las dos semanas previas y el feo ataque de Junhoe solo hubieran sido una cruel pesadilla de la que entonces podía despertar.
Jinhwan terminó profundamente dormido durante el viaje de regreso, Junhoe pidió que apagaran las cámaras y lo acomodó lo mejor que pudo, para que quedara recargado contra él de la forma más cómoda posible.
El que su Jinani se sintiera lo suficientemente bien como para dormir así a su lado le hacía recuperar la esperanza de tenerlo a su lado. Lo abrazó y besó suavemente su mejilla sin despertarlo, solo disfrutando de su contacto y su calor.
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