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Querida Cléa:

Primero, la lechuza que te ha llevado la carta es de uno de mis compañeros. Mi lechuza está bien, pero no podía fiarme a que Umbridge la reconociese, cogiese la carta y la tirase.

Hemos sido descubiertos. Nuestro grupo secreto, el Ejercito de Dumbledore, fue descubierto no mucho después de la última carta que te envié. Esa maldita mujer nos ha castigado a todos y Dumbledore acabó echándose la culpa de la existencia del grupo y se ha esfumado del colegio. Ahora esa amante de los gatos es la directora... Es un asco todo.

Fred y yo ya no podemos aguantar más. Es el momento de vengarnos de esa mujer, de darle la lección de su vida, para que aprenda que con nosotros y con nuestros amigos es mejor no meterse. ¡Vamos hacerlo a lo grande! Al estilo de los gemelos Weasley, por supuesto.

No te preocupes, no vamos a ser expulsados. Nos vamos a ir nosotros por nuestra cuenta. Ya lo hemos hablado y no nos importa no terminar nuestra formación, ya hemos aprendido lo que necesitábamos y si no, aprenderemos el resto por nosotros mismos.

Deséanos suerte,

George Weasley.