TREIZE






Entonces Amélie temió, a partir de ese momento su vida no fue ni sería de la misma manera a como lo fue anteriormente. Ella pensó que la vida universitaria sería divertida, tal vez algunas veces llena de estrés y lloriqueos pero suponía que aquello era de lo más normal, pues había ocasiones que no entendía muy bien los temas explicados por los profesores, así que luchaba y luchaba hasta que por fin lograra captar algo en su mente que le ayudará para el examen.

En ese momento, Amélie retrocedió hasta chocar contra la fría pared que le causó escalofríos por toda su anatomía, las lágrimas bajaban sin parar por sus mejillas rosadas y el temor en sus ojos aumentaba con el paso de los segundos debido a que Jungkook se acercaba a ella.

— Comenzaremos un juego qué tal vez nunca tenga un fin ¿si, cariño? — Sonrió en grande, la chica no respondió, solo observó su rostro donde permanecía una bonita sonrisa en grande que al principio de conocerlo resultó parecerle tierna, sin embargo, ahora le causaba escalofríos.

Amélie tragó saliva cuando el chico abrió la puerta de su hogar, aún seguían en el mismo sitio, seguía escuchándose los lamentos y lloriqueos de muchas personas retenidas, las demás acabaron muertas y trataron de que nadie escapara. Así que el ambiente era más que horrible.

— ¿Que quieres de mí? — Sollozó, Jeon mordió sus labios y alzó la mirada para mirarla fijamente con esos ojos llenos de furia.

— Que estés conmigo todo la vida, si no, tendré que acabar contigo. No permitiré que estés con alguien más, te quedaras a mi lado como siempre lo desee desde que te conocí — Sonrió hasta que sus ojos desaparecieron, Amélie comenzó a caminar cuando Jungkook la empujó para que esta lo hiciera, sus manos se encontraban prisioneras y el vestido que llevaban puesto ahora se había arruinado por completo. Sin embargo, no le interesó como anteriormente lo hubiera hecho, ahora solo deseaba estar con vida y que Jeon no la golpeara o algo peor.

— Lo haré ¿si? Pero suéltame, por favor, no me hagas nada — Lloriqueó, Jungkook soltó una carcajada y se detuvo a medio pasillo donde Amélie visualizó a las demás personas con cintas grises en sus bocas y sentadas en forma de indio mientras que Namjoon y un chico desconocido para ella, estaban de pie amenazando a cada uno de esas personas.

— No te haré nada, ni nadie más lo hará. Porque si esa persona te toca un solo cabello, se las verá conmigo.

Justamente en ese momento, en la televisión gigante del living se escucharon las noticias, donde avisaban que la casa había sufrido un ataque y ahora mismo los uniformados no tenían la oportunidad de entrar ni mucho menos acercarse porque los crimínales habían planeado perfectamente cada movimiento.

De pronto, algunos disparos se hicieron presentes por todos lados, Jungkook reaccionó rápidamente y comenzó a correr con Amélie sosteniéndola fuertemente hasta que se encerraron en una bodega llena de detergentes y utensilios de limpieza.

Aquellos dos escuchaban los lamentos de las personas quienes suplicaban que los dejaran en paz, pero Jungkook sabía a la perfección que no sería de esa manera, les arrebatarían la vida sin tener ningún derecho sobre ello. Y eso causó que Amélie se encogiera al escuchar demasiados disparos y gritos aterradores.

Después de algunos largos minutos, los disparos cesaron y Jeon salió del lugar para verificar que todo estuviera tranquilo, claramente con preocupación. Amélie entró en pánico cuando la dejó sola así que decidió ir detrás de él quien solo la enganchó a su brazo para que esta no se fuera.

Confirmaron que no había nadie, pero si se encontraban los cuerpos de por lo menos cincuenta personas por todo el al rededor de la casa, la chica vomitó en una esquina después de haber visto las imágenes espantosas que probablemente tardarían en irse de su mente, a algunos los habían llenado de agujeros, quedando irreconocibles.

Jungkook sonrió en grande y aprovechó la oportunidad para besarla con intensidad, ella al principio de resistió pero Jeon la obligó utilizando sus típicas amenazas, cabe aclarar que sus padres no se encuentran en la escena, después de las palabras de Jungkook, pudo confirmar que era muy probable que él los tuviera.

— Toma asiento — Le indicó, ella rápidamente lo hizo. Miro a su al rededor, percatándose del lugar en donde se encontraba, solía practicar su danza.

Jungkook desapareció de su vista por algunos minutos, no sabía cuántos exactamente pero lo hizo y cada vez se sentía más nerviosa. La chica sollozó y se alteró cuando se percató de su silueta sosteniendo un objeto en sus manos.

— Nos divertiremos con esto, preciosa — Dijo con voz ronca, se trataba de un objeto de arma blanca, demasiado filoso pues hasta parecía brillar por si solo.

Amélie entró en pánico cuando encendió fuego con un mechero colocándolo en la hoja del cuchillo. Automáticamente su pecho comenzó a bajar y subir de manera acelerada, parecía ser que en cualquier momento desmayaría del temor, nunca antes había estado en una situación parecida o de peligro y mirar a Jungkook frente a ella con una sonrisa inquietante y un cuchillo ardiendo a más no poder, era lo peor de sus sueños.

Hizo todo lo posible para escapar, trato de forcejear pero no podía hacerlo, sollozo, gritó pero nadie la escuchó, así que Jeon sin ningún pudor, comenzó a trazar cada letra de su nombre en el abdomen de la chica quien gritaba hasta que su garganta dolió y quedó con la boca seca.

Jungkook por su parte, reía sin parar mientras seguía trazando las letras, la risa de Amélie era música para sus oídos que le fascinaba escuchar y pensar que es lo que haría todos los días por el resto de su vida, lo emocionaba aún más.

Amélie no regresaría a su vida normal, no vería más a su familia ni mucho menos a Taehyung quien ama tanto, comenzaría una vida tan horrible que desearía no vivir más. Lamentablemente, esta era la realidad que se vendría para ella porque Jeon Jungkook la haría sufrir hasta que esté a punto de derramar la última gota de sangre.

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