DOUZE
Después del acontecimiento que causó escalofríos a miles y miles de ciudadanos, Jungkook ante eso, comenzó a reírse por lo que Kim Namjoon había causado en poco tiempo. Se sentía orgulloso de él, pensó que nunca se daría a revelar con eso de lo exageradamente tímido que era. Prácticamente lo había entrenado demasiado en tan solo pocos días para que su mente comenzara a jugar con él. Enseñándole videos donde han ocurrido acontecimientos parecidos o mucho peores al rededor del mundo, y Namjoon ahora se sumaba a uno más en la lista, los videos que la cámara de seguridad grabó ahora circulaban por las redes sociales. Algunas personas lo criticaron de una manera horrible mientras que otras le aplaudían su acto, lo cual esperaban que tuvieran atención contra esas personas para evitar otro hecho como el anterior.
Todos esos videos comenzaron a ser cancelados en las plataformas, pero quedó solo en una, donde solo pocas personas tenían acceso.
Por otro lado, Jungkook se dedicaba a escribir el nombre de Amélie repetidas veces mientras escuchaba al profesor explicar sobre su vida en la adolescencia, tal cosa que le daba igual. La chica se encontraba a un lado suyo pero parecía no percatarse de lo que su compañero hacía. Después de haber escrito su nombre por más de cien veces, comenzó a rayar toda la hoja con el bolígrafo de color rojo hasta que desapareció su nombre. Alzó la mirada para encontrarse con su profesor aún seguía explicando, Jungkook aprovechó para sacar su teléfono móvil del bolsillo de su pantalón y mirar las fotografías y videos que guardaba de Amélie.
Si, eran exclusivas, solo para él. Se trataba de por lo menos cien de ellas en diferentes ángulos, pero las más inquietantes eran aquellas donde el chico había ingresado a su departamento por la madrugada solo porque necesitaba mirar su precioso rostro. Jeon sonrió en grande, deslizaba el dedo de un lado a otro con el brillo de la pantalla muy bajo, se preguntaba como ella podría ser tan hermosa y no estar con un hombre como lo es él.
Después de clases, tendría que acudir al hospital psiquiátrico más seguro del lugar, habían determinado que Namjoon debería pasar los días encerrado en ese lugar debido a su condición. Le habían detectado esquizofrenia indiferenciada, los psiquiatras determinaron que era genético, entonces, ¿porque no presentó algún síntoma? Realmente si lo presenció pero no como tal, es decir, no actuaba como una persona que lo poseía pero solía escuchar susurros y algunas veces se salía de control pero nadie le prestó atención a ello, era porque apenas comenzaban sus síntomas reales. Por lo regular los trastornos son diagnosticados a partir de los dieciocho años.
Jungkook sonrió y lanzó el cigarillo al suelo, caminó con pasos lentos hasta la entrada del establecimiento que le causaba un escalofrío, tantas personas dentro de este que cuentan con un desorden mental causaba temor pensando que en cualquier momento podrían escaparse de sus habitaciones, siempre solían pensar en eso por que veía muchas series. Notó a algunas personas en la entrada, supuso que eran los de seguridad por sus uniformes.
— ¿Kim Namjoon? Recién ingreso, podría ser peligroso para usted, es un paciente esquizofrénico — Explicó uno de los hombres mirando su tarjeta de identificación, Jeon había captado perfectamente las palabras en francés, por lo cual no fue nada difícil mantener la comunicación.
— Lo sé, pero siempre he lidiado con él y no ha pasado a mayores — Se encogió de hombros, con sus pequeños ojos observó todo su alrededor, no mentían cuando decían de la seguridad demasiada alta, hasta podría decir que se trataba de una exageración.
— De acuerdo, coloqué en la tabla su nombre completo, edad y de donde es originario.
Jungkook obedeció, lo obligaron a dejar sus pertenencias en una caja pequeña, las cuales eran pendientes, collares y todo lo que puede perjudicar al paciente o a la misma persona. El peli negro fue detrás del psiquiatra quien le explicaba como debe mantenerse o lo que de debe realizar por si alguna crisis llega.
— Está es su habitación, vuelvo a repetirle, si sucede alguna crisis solo presione el botón o grite, los enfermeros estarán fuera por prevención — Explicó, del bolso de su bata sacó un botón pequeño en color rojo como lo son usualmente, Jungkook asintió con una pequeña sonrisa en su rostro.
Un enfermero abrió la puerta y Jeon pudo visualizar por primera vez después del incidente a Namjoon, mantenía la camisa de fuerza como si se tratara del más peligroso esquizofrénico del plantel. Este, lo miró y sonrió, una sonrisa para nada amigable pero si burlona.
— Kim Namjoon — Mencionó en tono burlón, mirando sobre su hombro para verificar que estuvieran totalmente solos. Cuando fue así, Jeon soltó un suspiro y se acercó a la cama sin temor o algo parecido.
Él decía que Namjoon realmente se encontraba completamente sano, solo eran falsos exámenes que alteraron.
— ¿Que haces aquí? — Frunció el ceño luchando por levantarse y colocarse a un lado de su amigo.
— Vengo por ti, ¿a que es buena idea? — Sonrió alzando sus cejas.
— Ni de chiste me sacaras de aquí, Jungkook. ¿No has visto todo el personal y seguridad qué hay?
— ¿Y? ¿Crees que eso es imposible para mí? No, Kim. Lo haremos, a nuestro modo, pero nadie se percatará de que fue nuestra culpa... es más, nos harán ver como víctimas — Se encogió de hombros y golpeó la espalda del chico.
— ¿De que hablas?
— En tres
— No entien... — Jungkook lo interrumpió.
— Dos
— Basta, ¿que pasará?
Jungkook sonrió en grande y cerró sus ojos con suavidad — Uno.
Justo en ese momento se escuchó un estruendo demasiado fuerte que caló sus oídos.
— Sígueme la corriente — Fue lo ultimo que le dijo antes de que abrieran la puerta de golpe, Namjoon soltó un brinco y Jungkook solo se enfocó en hacerse la víctima.
Aproximadamente diez hombres los sacaron a la fuerza de la habitación, tuvieron la oportunidad de mirar todo su al rededor, había demasiados hombres por todos lados que amenazaban a las personas y personal del hospital, veían cómo se llevaban a los dos chicos mientras pensaban lo mal que la pasara el peli negro que solo había hecho presencia para ver a su amigo que tanto ha cuidado a lo largo de los años, veían como soltaba sollozos y les decía que los soltaran pero claro que no les tomarían atención, los ignoraban y eso era peor.
Pero quien lo diría, todo era una simple actuación por parte de Jungkook como parte del plan, Namjoon se encontraba asustado y esto era real. Pero una cierta parte de él comenzaba a alegrarse cuando sintió el aire fresco chocar contra su rostro moreno. Exageradamente había tantas camionetas blindadas por todos lados, los hombres que habían hecho presencia llevaban un traje militar en color negro, no se les veía el rostro, ni de chiste. Pero Jungkook sabía perfectamente de quien se trataba, porque él mismo lo contactó.
Una persona que sabe burlar a la policía, al gobierno y todo lo que implica en ello.
Los adentraron a una camioneta donde se encontraba aquel hombre de bonita sonrisa, el cual los recibió con gusto y ayudó a Namjoon a deshacerse de la camisa de fuerza.
— Todo salió tan perfecto que parece irreal, pero luego pensé, ¿cuando ha sido el día que he fracasado con un operativo como estos? Exacto, nunca — Soltó una carcajada, llevó un cigarillo que había tomado del bolsillo de sus pantalones negros y lo colocó entre sus labios delgados, otro hombre a su lado le extendió el fuego para encenderlo.
— Sabía que podría confiar en ti, desde la primera vez que te vi, deduje el tipo de persona que eres.
— Vaya, nadie se percata de lo que realmente soy pero tú si. Puedo saber el porque, supongo... Sunhee — Expulsó el humo grisáceo, Jeon asintió con una sonrisa recordando los bellos momentos a su lado, la extrañaba de vez en cuando. Pero era un total dolor de cabeza — Ah, esa niña, por su culpa terminó así. Todo el tiempo solía restregarse con todos los hombres pero el que terminó or mandarla lejos fuiste tú. Y déjame darte este consejo, o más bien, una advertencia Jungkook... no vuelvas a Seúl, todas las mujeres se aliaron para buscarte hasta por debajo de las piedras y encerrarte en una prisión o que se yo.
— Por supuesto que no volveré, he encontrado a la persona perfecta.
— Amélie, chica bonita eh, recuerda hacerle saber quien es el que manda todo el tiempo, Jeon. Tal y como lo hiciste con Sunhee.
— Así será.
— Bien, por otro lado, las armas que usarán están detrás. Lo único que harán es llegar, sin explicar el porqué y comenzarán a tomar todo lo que hay en la habitación amarilla, si alguna persona se interpone o demás, no duden en dispararle. No tengan lástima por nadie, toda esa familia me robó demasiado y no aceptaron dármelo por las buenas, toca por las malas.
Cuando habían llegado a unas cuadras de aquel lugar, los hombres de confianza que trabajaban para él, comenzaron a lanzar pintura de color rojo a las personas que recién llegaban a la reunión, estos impresionados por lo que pasaba chillaban de enojo. La madre de Amélie se percató del líquido carmesí cuando abrió el grifo del agua, se asustó y corrió hasta su esposo para comentarle lo que sucedía. Comenzaban a haber hechos misteriosos en aquella reunión y es que nadie sabía lo que se avecinaba hasta que Jungkook subió la barda junto a Namjoon y demás hombres detrás de ellos, llegando por diferentes lugares del hogar.
Todos, absolutamente todos, portaban trajes negros estilo militar y los cubría una máscara del personaje scream. Cada uno de los hombres se deshicieron del seguro de las armas y por fin, habían llegado a su lugar de destino. Frente al balcón donde comenzaban a festejar algún evento que no les interesaba. Jungkook miró a Amélie y pensó en miles de formas para salvarla solo a ella.
— ¿Que hacen aquí? — Preguntó con voz temblorosa la madre de la chica mientras retrocedía cada que los hombres avanzaban.
— ¡Váyanse! ¡Aquí no encontrarán nada! — Gritó su padre, Amélie retrocedía aferrada a su madre. Las dos sollozaban del miedo que les invadía, en realidad, a todos los invitados.
Jungkook se detuvo frente a frente, alzó el brazo y disparó sin proyectar alguna palabra. Todos soltaron un grito ante tal escena, Amélie grito el nombre de su padre tan fuerte que su garganta dolió, lo vio cayendo hasta que fue por completo, derramando el líquido heterogéneo.
Toda la gente comenzó a correr tratando de salvarse pero los hombres eran más y tenían ventaja por portar armas. Jungkook corrió detrás de Amélie, las personas a su alrededor se percataron que iban contra la familia Bonnet, pero todos sufrieron el impacto. Namjoon comenzó a reír mientras disparaba, jugaba diciendo "tú si, tú no", con cada persona.
Las cámaras grababan todo pero no habría ningún beneficio para las familias afectadas, porque serían destruidas en cualquier momento. Disparos, gritos de sufrimiento, de furia y objetos quebrarse, era lo que abundaba por toda la mansión.
— ¡Todos de rodillas! — Gritó otro hombre, las personas obedecieron a base de lloriqueos. Uno de ellos llamaba a la policía con discreción pero Namjoon se percató de esto y le disparó en el pecho, cayendo al instante.
Los presentes soltaron un grito desgarrador y aún más la esposa del hombre que decidió tomar una decisión equivocada y la cual le costó la vida.
Los hombres de negro comenzaron a revisar a todos los invitados que quedaban y les arrebataron sus lujosas pertenencias, Jungkook acomodó su arma en el hombro y se dirigió a la habitación amarilla que había logrado presenciar hace algunos minutos, abrió la puerta percatándose de Amélie y su madre, a la chica la ignoró pero a la señora la tomó de su cabellera y la arrastró fuera del lugar hasta que la lanzó al suelo causando que se golpeara en el pómulo derecho.
Jeon se dio la vuelta para mirar a la preciosa chica que tanto amaba, si, la quería. Solo para él, para nadie más. Siempre se imaginaba un mundo a su lado, como en los dramas que solía ver de vez en cuando.
Aún con lágrimas en su rostro, el miedo invadirle hasta la punta de los pies, ella se seguía viendo a su madre que había sido víctima de un disparo en su estómago. Jungkook sonrió bajo la máscara y se prometió a él mismo, llegar hasta donde Kook se lo dijera. Él mandaba en su mente.
Y esta vez, salió a flote una persona demasiado peligrosa.
Kook le tomó del brazo a Amélie y la arrastró hasta la sección de habitaciones y la adentró con brusquedad. Se había convertido, no era Jungkook, era más peligroso.
Recordaba perfectamente su habitación cuando hace tan solo días la había visitado, se sentó en la esquina de su cama y acarició su cabello con delicadeza y ella nunca se percató de que Jeon Jungkook se infiltró en su habitación para verla todo el tiempo. La gran idea del peli negro fue colocar cuatro cámaras escondidas para observarla en todo momento.
Y todo lo que sucedería dentro de esa habitación, sería una tortura total para Amélie.
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