CAPÍTULO 29
El día miércoles y jueves, luego de clases, Garrett me convenció de enseñarme a manejar automóvil de una manera no tan peligrosa para las demás personas, y en especial para no ponerme en riesgo. Y fue un mejor maestro que mi padre, me habló en todo momento pacientemente, me enseñó donde y cuando debía cruzar y cuando no hacerlo. Y para la tarde del viernes, ya lo tenía mejor controlado que antes, e incluso estaba aprendiendo a aparcar el carro sin que quedara torcido en su lugar.
—Es más fácil de lo que pensé. — bebo de mi soda, y me recuesto contra el capó del auto de Garrett que está estacionado correctamente en la entrada del garaje de mi casa.
—Solo te gustaba complicarte la vida, Jaz. — bromea Garrett colocándose a mi lado.
—Supongo que sí. — me encojo de hombros, tiro la botella de soda al contenedor de basura que está en una esquina y me doy la vuelta.
Me acerco a Garrett y lo abrazo, envolviendo mis brazos alrededor de su torso, cuando escodo mi cabeza dentro de sus brazos, Garrett me da un beso en lo alto de ésta.
—Tengo miedo de ir esta noche— levanto mi cabeza para acomodar mi barbilla en su pecho y poder mirarlo desde mi baja estatura—, pero me temo que convencer a Mae de no ir, es una pérdida de tiempo.
Debido a que hoy era el último día de Mae en el pueblo, ya que mañana por la tarde partiría a la granja de su tía en Missouri, me había obligado a ir con ella a la fiesta a la que Rachel nos invitó. Mae había llamado a Rachel para que le diera más detalles. Iba a ser una fiesta de una chica universitaria que estaba de visita en el pueblo, la nueva conquista de Rachel. Habían corrido la voz por los pasillos de mi escuela preparatoria y varios compañeros asistirían, y también habría universitarios. Se iba a llevar a cabo en una de las cabañas para vacacionar que estaba cerca del centro comercial, por lo que sonaba a que sería una gran fiesta. Lo que me ponía más nerviosa, porque una gran fiesta significaba más sangre para el asesino que rondaba por nuestras calles.
—No dejaré que nada te pase, y también estará April, Sean y Rachel para cuidar de tus amigos. — pero sus palabras no me tranquilizan del todo.
—Mi padre está vuelto loco con los ataques, me compadezco de él, no debe ser fácil llevar a cabo una investigación sin siquiera tener una pista que les pueda ayudar.
Desde el día martes, luego de que encontraran el cuerpo más reciente cerca de mi vecindario, mi padre había estado más estricto respecto a que no estuviera sola a altas horas de la noche en las calles, que cada vez estaban más vacías. Los ataques del vampiro nómada habían empezado a causar impacto en las personas del pequeño pueblo de Leesburg. Todos nos encontrábamos aterrados, y especialmente yo me sentía culpable por saber de quien se trataba el asesino en serie y no poder decir una sola palabra respecto a eso.
—Envié a Brad a vigilarlo, como me pediste. — los brazos de Garrett se tensan a mi alrededor.
—¿Qué sucede?— empiezo a alarmarme.
—Jazmine. — escucho la voz de mi madre llamarme desde la entrada de la casa.
Comprendo porqué Garrett se tensó segundos antes. No le había comentado nada a mi madre respecto a mi nuevo novio, el cual estaba segura no era de su completo agrado.
—Llegaste temprano. — me separo de Garrett con unos pocos pasos.
—¿Arruino tus planes?— dice mi madre con una ceja alzada, pero no está molesta, su expresión es más de picardía que de enojo.
—Claro que no— siento mis mejías arder—, por cierto, hablando de planes...— mi madre cambia su peso a solo uno de sus pies y vuelve a alza solo una ceja.
—¿Qué estás tramando jovencita?— coloca una mano sobre su cintura, pero sigue sin estar molesta.
—Mae se irá mañana por la tarde, por lo que esperaba poder ir a dormir a su casa esta noche. — las palabras salen de mi boca de manera temerosa.
Habíamos planeado que yo diría que estaría en casa de Mae y ella diría que estaría en mi casa y luego de la fiesta iríamos a dormir a casa de Garrett. Lo que no ponía a Nathalie muy contenta, pero por suerte había tenido que salir del pueblo, según Garrett me había dicho, iría a ver a una vieja amiga que tal vez tendría la respuesta de como eliminar nuestra conexión.
—Está bien— asiente mi madre convencida de mis palabras—, dile a Mae que la extrañaremos, y que la iremos a visitar pronto.
—Claro, yo le diré. — asiento. La mirada de mi madre se dirige a Garrett y yo también lo miro, su expresión es tranquila y su mirada está fija en mí. Me sonríe y siento como las mariposas en mi estómago aletean dentro de mí.
—Garrett— dice entonces mi madre, haciendo que nuestras miradas se desconecten—, quizá un día puedas pasarte y cenar con nosotros. Ya que veo que Jazmine está muy interesada en ti, no veo porque no darte la oportunidad de impresionarnos.
Siento mis mejías arder nuevamente luego de escuchar a mi madre decir eso, le doy una mirada a Garrett para que se niegue a venir, eso sería incomodo ya que yo sabía lo que mis padres pensaban de él.
—Por supuesto, hágame saber por medio de Jazmine y yo vendré cuando lo pida. — responde Garrett de la manera más caballerosa que nunca antes había escuchado, ignorando mi mirada de reproche.
Mi madre se despide y entra por fin a la casa, dejándonos solos.
—¿Hágame saber por medio de Jazmine cuando y yo vendré cuando lo pida?— repito sus palabras, y lo miro con las cejas alzadas.
—Tengo que darle buena impresión a los padres de mi novia. — se encoje de hombros y me mira de manera burlona.
—Y agradezco que lo intentes— me acerco y le doy un beso en la mejilla—, pero ¿Qué les dirás cuando te ofrezcan algo de cenar y no puedas aceptar?
—Algo se me ocurrirá— le resta importancia—, lo que quiero es que sepan que quiero demasiado a su hija— me toma de la cintura y hace que nuestros cuerpos queden demasiado cerca que tengo que inclinar la cabeza hacia atrás para poder verlo—, no pienso dejarte ir tan fácil Jazmine, esto que tenemos no es algo pasajero.
Me da un beso tierno en los labios y siento que quiero llorar de la emoción; para mí no era algo pasajero, y me alegraba saber que para él tampoco lo era.
—Te quiero. — no puedo evitar decir, aunque las palabras salen en apenas un susurro.
Obviamente él lo escucha y sonríe como un tonto enamorado al escucharme, lo que hace que explote de emoción en mi interior.
—Te quiero. — dice fuerte y claro para luego juntar sus labios con los míos en un beso profundo pero no de una manera caliente, sino de una manera llena de amor.
Garrett se fue unos minutos después para ir a dejar su auto unas cuadras abajo; cuando entro a la casa mi madre sale de la cocina con una sonrisa cómplice.
—Es muy lindo la verdad. — es lo primero que dice mi madre, sé que a que se refiere.
—¿No que te parecía un chico peligroso para mí? — pregunto con la ceja alzada.
—Ahora que mi madre murió, me doy cuenta de que estaba juzgando mal a las personas sin antes conocerlas bien, o siquiera darles una oportunidad de demostrar lo contrario a mi opinión— recuesta su cadera contra el marco de la puerta de la cocina y yo me quedo parada frente a ella, escuchando con atención su explicación—, y ya que un día estamos vivos y al otro quien sabe, creo que será mejor que cambie ese aspecto de mí. No quiero morir algún día sabiendo que no signifiqué nada en la vida de mi hija o de mis nietos— su mirada es de disculpa al decir eso—, no quiero ser esa clase de abuela que nunca sembró un recuerdo lindo en la vida de uno de mis descendientes. Y lamento que mi madre nunca se hubiera molestado siquiera en conocerte— se acerca a mí y pasa su mano delicadamente por mi rostro—, si eres feliz con Garrett, entonces yo seré feliz también. Y confío en tu palabra cuando me dices que es un buen chico.
Le sonrío completamente agradecida de que se comporte—por primera vez en mucho tiempo— como una madre comprensible. Supongo que el haber perdido a la persona que le dio la vida la dejo ver las cosas desde una nueva perspectiva.
—Gracias mamá— me acerco y le doy un beso en la mejilla—, aprecio lo que dices y no te sientas mal por lo de la abuela y como me trató. Nunca me hizo falta, los tengo a ti y a mi padre y con eso es mucho más que suficiente.
Seca una lágrima que cae por su mejilla y luego me dice que la ayude a preparar algo para cenar. Ya que Mae no pasaría por mí sino hasta las diez de la noche, decido ayudarla y disfrutar del tiempo a su lado.
***
—No se duerman muy tarde y no coman mucha comida chatarra, por favor. — nos despide mi madre cuando me subo al auto de Mae.
—Tranquila Corine, cuidaré bien de Jazmine. — Mae guiña un ojo y luego pone el auto en marcha para salir de mi vecindario.
A los pocos metros de haber avanzado, noto por el retrovisor que el auto de Garrett no está siguiendo. Cuando nos detenemos en una señal de Alto, el auto de Garrett se coloca al lado del de Mae y veo a Rachel con la ventanilla del lado del conductor completamente abajo, y ella cantando a todo pulmón una canción de Sam Smith que suena a volumen alto en las bocinas. Garrett solo la mira de manera burlona y se ríe. Algo que me hace sentir mucho más amor por él, verlo sonreír. Atrás de su auto, las ventanas van cerradas, pero sé que April y Sean van abordo también.
—¿Y Lee?— le pregunto a Mae cuando el carro vuelve a avanzar.
—En unos minutos pasaré por él. — dice sin despegar su vista del camino.
Mae para más adelante en una esquina, donde Lee ya se encuentra esperando, entra al auto y volvemos a estar en marcha hacia la fiesta.
La música en aquella cabaña estaba tan fuerte que pudimos escucharla desde unas casas antes. Por suerte, el vecindario era un sector de solo cabañas que alquilaban para diferentes eventos. Ya sea para familias que pasaran por el pueblo y necesitaran donde dormir, o para algún tipo de fiesta que alguien quisiera celebrar, por lo que dudaba que alguien pudiera llamar a la policía para informar sobre esta fiesta, a menos que vieran a algún menor consumiendo alcohol.
—Creo que esta fiesta no será lo mismo para mí. — dice Mae haciendo un puchero, remueve su cinturón de seguridad y suspira pesadamente.
—¿Porque es una despedida?— remuevo mi cinturón de seguridad y abro la puerta de mi lado para salir.
—No— responde Mae—, porque no podré ingerir una gota de alcohol.
Entono los ojos y cierro la puerta. Mae no era la persona con la que a mí me gustaba ingerir sustancias alcohólicas, se ponía de muy mal humor cuando estaba ebria.
—Creo que deberías estar emocionada al menos porque accedimos a tu capricho de venir. — dice Lee con mala expresión.
Pocas veces lo había visto serio, pero supongo que el que la madre de su hijo tuviera la necesidad de venir a una fiesta en estos momentos, no era la mejor idea de despedida que él tenía.
En cuestión de segundos, tengo a mi lado a Garrett, quien me da un corto beso en los labios a modo de saludo.
—¡Hora de la fiesta!— grita Rachel más efusiva de lo que hubiera esperado.
—Lástima que no podamos embriagarnos. — dice April a su lado haciendo un puchero, tomando el brazo de Sean para que lo coloque alrededor de sus hombros.
—Creí que era yo la única que no podía hacerlo. — arruga la frente Mae en confusión.
—Es que decidimos acompañarte en eso— dice rápidamente April, para no levantar sospechas—, apoyarte en tu abstinencia.
—Bueno— suspira pesadamente Mae de nuevo—, supongo que no habrán besos con desconocidos para ti esta noche. — me dice a mí y luego empieza a caminar dentro de la casa que estaba repleta de personas desconocidas y con la música a tope.
Empezamos a caminar, Rachel y Mae tomadas de la mano, moviéndose al ritmo de la música abriéndose paso directo a la pista de baile, Lee siguiéndolas de cerca. Luego April y Sean, riéndose del gracioso baile de Rachel. Y por último Garrett y yo, caminando a paso lento hacia dentro de la casa.
—¿Besos con desconocidos?— dice de repente Garrett, alzando una ceja.
—Cosas que suelen suceder en las fiestas— bromeo—, ya sabes, lo normal...
—Menos mal estoy aquí para evitarlo. — bromea también él.
Quise decirle que ahora que estábamos juntos, no tenía la necesidad de besarme con extraños para divertirme, pero debido a la música alta dentro de la casa, no pude decirle nada más.
Garrett me toma de la mano y me conduce en medio de las personas, dirigiéndonos al centro de la que parece ser la sala principal, atestada de personas bailando al ritmo de la música, disfrutando.
—Solo hay que divertirnos. — dice Garrett en mi oído, haciendo que su seductora voz envíe una corriente eléctrica por mi cuerpo.
Hace mucho tiempo no había ido a una fiesta, pero tampoco recordaba haber disfrutado tanto como estaba disfrutando en este momento. Bailando con Garrett, cuerpo contra cuerpo; nunca hubiera imaginado que Garrett era tan buen bailarín. Cerca de nosotros estaban April y Sean casi devorándose mientras movían sus cuerpos seductoramente, y Lee trataba de seguirle el ritmo a Mae al bailar, pero parecía que le costaba cada vez más, aunque también se miraba que estaba disfrutando solo ver a su novia bailarle de manera provocativa.
Rachel había desaparecido con una chica alrededor de una media hora antes, y yo solo me encontraba divirtiéndome con Garrett, quien hacía que lograra soltar más mi cuerpo para seguir el ritmo de la música.
—Mucho mejor que besar extraños, ¿verdad?— dice Garrett en mi oído viéndome sonreír y disfrutar.
—Bailar contigo es mucho mejor que cualquier otra cosa. — le digo al oído y luego muerdo ligeramente el lóbulo de su oreja.
Su mano aprieta mi trasero y me pega más a su cuerpo. Por suerte, había decidido vestir unas botas con tacón algo alto, para poder estar al menos a la altura de su hombro, de esa manera era más fácil que nuestros cuerpos encajaran perfectamente para bailar.
Lo beso y mi lengua se abre paso dentro de su boca, y luego me retiro mordiendo su labio inferior. Me giro para quedar de espaldas y pego mis caderas contra las de él. Sus manos se aferran a mis caderas y una ronca risa resuena contra mi cuello cuando me quita el cabello que lo cubría y lo corre hacia un lado. Paro de bailar cuando siento sus labios contra mi cuello. Me separo instantáneamente y me giro para verlo, completamente asustada.
—¿Pensaste que...— empieza a decir, con dolor en su mirada. Cierra su boca de golpe y aparta su mirada de mí, con la mandíbula apretada.
—Garrett... — empiezo a decir, pero niega con la cabeza. Camina por mi lado y poco a poco se va abriendo paso para salir de donde estábamos bailando hace unos segundos.
—¿Qué sucedió?— pregunta Sean girándome.
—Es algo que tengo que aclarar. — le digo simplemente, le doy una mirada tranquilizadora y luego empiezo a salir hacia donde no hay más personas.
Veo a Rachel al pie de las escaleras, besándose con la chica con la que se había ido de la pista de baile. Dudaba que esa chica fuera una de ellos, pero al parecer a Rachel eso no le importaba. Y no la culpo, la chica era bastante atractiva también.
Dudo si interrumpirla para preguntarle si vio hacia donde se fue Garrett, pero antes de que pueda decir algo, Rachel se separa y me mira, todo alrededor de sus labios estaba cubierto con labial.
—Garrett se fue escaleras arriba. — dice nada más, como si hubiera leído mis pensamientos.
Asiento y murmuro un "gracias", salgo corriendo escaleras arriba para buscarlo y aclarar las cosas con él.
Camino por un pasillo poco iluminado, en el que escucho uno que otro gemido proveniente de las parejas que están en el pasillo y de las que quizá estaban dentro de alguna de las habitaciones.
Dudaba que Garrett estuviera en alguna de esas habitaciones, por lo que sigo caminando hasta que, al final del pasillo, encuentro una puerta que da a un balcón. Salgo hacia la fría noche y veo la amplia espalda de Garrett, quien está recostado contra el balcón. Sé que ya notó mi presencia, pero no se voltea a verme.
—Lamento haber reaccionado de esa manera— es lo primero que digo. Pero él sigue sin girarse para verme—, no sé qué me sucedió. Pero tampoco puedes culparme.
Me arrepiento de no haber pensado mejor aquellas palabras antes de decirlas, más cuando parecen tener efecto en él, haciendo que se dé la vuelta.
—Claro que no es tu culpa— su mirada es de tristeza—, es mi culpa.
—No es culpa de nadie— lo interrumpo—, tu no pediste convertirte en un vampiro así como tampoco yo pedí ser la reencarnación de uno.
—Es mi culpa por haberme enamorado de una mortal. — dice entonces, haciéndome sobre cómo reaccionar ante esto. No sabía si emocionarme por escuchar que estaba enamorado de mí, o si ofenderme por haber escuchado que dijera la palabra "mortal" con tanto asco.
—Yo...— abro y cierro la boca varias veces, buscando algo para decirle.
—Olvídalo, Jaz. Supongo que tendré que acostumbrarme a que tengas miedo de mí en cualquier momento— suspira y se pasa una mano por el rostro—, tendré que acostumbrarme a no poder llegar a nada más contigo que un par de besos. A no poder demostrarte que te quiero de todas las maneras posibles. Y ambos sabemos que no estás dispuesta a vivir tu vida en abstinencia. Mereces a alguien que pueda tocarte si hacerte daño, alguien con quien tener una relación normal. Alguien que no sea como yo...
—Para, Garrett— me acerco y coloco mis manos sobre su pecho—, no empieces, no quieras terminar una relación que apenas está empezando. Yo quiero estar contigo ahora y eso es todo lo que me importa. Y no hace falta que me demuestres que me quieres de otra manera, me lo demuestras cuando me tienes paciencia al enseñarme a conducir, cuando me proteges y proteges a mi familia. Cuando me calmas luego de haber tenido una pesadilla. Sé que me quieres porque te has portado de la mejor manera conmigo. Y yo solamente te quiero a ti, no a alguien diferente a ti.
Aprieta su mandíbula, pero mis palabras han suavizado su mirada.
—Garrett, yo te quiero a ti. — siento las lágrimas picar en mis ojos al pensar siquiera que pudiéramos terminar. No quería volverme de esas chicas dependientes a su pareja, pero sin duda alguna el hecho de pensar que Garrett pudiera irse de mi vida, me hacía sentir un hueco profundo en el estómago.
—Tienes razón— toma mi rostro delicadamente entre sus manos—, vamos a encontrar un modo, realmente quiero que esto funcione. Ya no sé qué haría si tu no estuvieras...
—Por un largo tiempo no tendrás que pensar en eso. — digo con seguridad. Y antes de que pueda decir algo más, pego mis labios a los de él y lo beso con hambre. Transmitiéndole lo mucho que me importaba, lo mucho que lo quería y lo mucho que quería que esto funcionara para ambos.
Él estaba en lo cierto cuando decía que probablemente yo en el futuro necesitara algo más que solo besos. Porque los seres humanos teníamos nuestras necesidades que satisfacer, pero ya encontraríamos una manera de poder disfrutar de los placeres carnales sin que yo corriera peligro. Además que él también tendría sus necesidades por satisfacer, pero estaba segura de que quería estar con él, por lo que me aferraría a lo nuestro así fuera lo último que hiciera.
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