CAPÍTULO 22
—No me dieron detalles por teléfono, pero cuando entré al pueblo estaba bloqueada la carretera, por lo que me informaron que el cuerpo era de una persona de sexo femenino, en las mismas condiciones que el cuerpo que encontramos hace semanas. — explica mi padre quien me explica mientras se dirige a su habitación, lo sigo más que nada para asegurarme de que no descubra a Garrett en el piso de arriba, lo cual dudo; pero también quería saber la razón por la que había vuelto antes.
—¿Qué significa eso?— le pregunto al otro lado de la puerta de su habitación, cerrada pues él se encontraba vistiéndose para empezar a investigar.
—Creo que nos enfrentamos a un asesino en serie, es el mismo patrón en ambos crímenes— me explica desde dentro de la habitación—, la piel del rostro fue arrancada, dejándolo irreconocible, parece que también le drenaron la sangre por completo— sale de la habitación con su traje de alguacil y me mira preocupado—, es lo que sé hasta ahora— me toma el rostro delicadamente—, por favor, no digas una sola palabra de esto, los detalles no deben ser revelados por ahora, para no desatar el pánico en el pueblo; y sobre todo, Jazmine, prométeme que no te quedarás sola todo el tiempo, llama a Mae o ve a su casa, lo que sea para mantenerte a salvo. — asiento para que sepa que obedeceré y me da un beso en la frente y desaparece escaleras abajo.
Escucho como se cierra la puerta principal y el motor de su auto se enciende, corro a mi habitación; no me quedaría precisamente sola, pero tampoco le diría a mi padre con quien estaría, eso solo lo alarmaría aún más.
Garrett se encuentra sentado en el borde de mi cama, en cuanto entro me lanza una mirada de preocupación, sé que ha escuchado todo, me imagino que es su súper oído de vampiro el que le ha permitido oír todo lo que mi padre ha dicho.
—¿Brad?— le pregunto, suponiendo que él había sido el encargado de causar este problema, tal y como la primera vez.
—No— dice él seguro de su respuesta—, ésta vez no fue él, Nathalie lo tiene vigilado todo el tiempo, no lo deja ni un solo segundo solo.
—¿Ni para ir al baño?— digo arrugando la cara.
—No vamos al baño, Jaz— me dice burlándose de mí. No podía culparme, una parte de mí no había digerido por completo el hecho de que el chico que me gustaba era un vampiro.
—Como sea— me siento a su lado y lo observo, esperando a que me de una explicación de qué está sucediendo, pero se queda en silencio—, sé que esto lo hizo uno de los tuyos, tengo el presentimiento de que así es.
—Sí, lo hizo uno de mi especie— hace una mueca como si hubiera comido algo ácido, lo que me resulta muy tierno y gracioso a la vez—, pero no fue uno de mi clan, tiene que haber algún nómada por aquí cerca, si tenemos suerte éste será el único accidente que cause.
—¿Y si no tenemos suerte de que eso pase?
—Entonces creo que tengo otra razón para no despegarme de ti. — toma un mechón de mi cabello entre sus dedos y lo observa distraídamente.
—Si es así, ¿no lo sabrían ustedes? Digo, ¿no tienen algún sentido que les permita saber cuándo hay otro cerca de ustedes? — había algo que Garrett me escondía, tenía el presentimiento de que era así.
—Tenemos un rastro, que nos permite saber cuándo hay otros cerca, solo si estos viajan en grupo, un clan— comienza a explicarme—, con los nómadas es diferente, su rastro es mucho más pequeño, por lo que es más fácil esconderlo, y para los demás es más difícil saber dónde se encuentra cuando anda cerca. Además que no se mostrará ante nosotros tan fácil, sabe que nuestro clan está cerca y por eso está escondido, haciendo su desastre desde las sombras.
—¿Eso debe preocuparme?
—No, creo que ya dejé muy claro que no dejaré que nada malo te pase.
—Sí, lo tengo claro— sonrío levemente—, pero que hay de mis padres, de Mae, Lee y el resto del pueblo. Si el nómada decide quedarse, el pueblo se volverá una locura. ¿Qué harán ustedes?
—¿Nosotros? — arruga la frente confundido.
—¿Cómo piensan detenerlo?
—No solemos entrometernos en esos asuntos, los nómadas son más fuertes que nosotros, porque se alimentan solo de sangre humana fresca, eso les da más fuerza, acabar con dos de nosotros en unos minutos. Si ha desarrollado algún don especial, es probable que acabe con la mitad de nuestro clan en una noche.
—Entonces se quedarán de brazos cruzados, viendo cómo se desata una masacre en el pueblo. — me levanto de la cama y lo miro completamente indignada, no podía creer lo que me estaba diciendo.
—Jaz, tú eres la única persona que me preocupa, si te sirve de algo puedo hacer que los demás protejan a tus padres y a Mae y Lee, pero no podemos desatar una guerra en contra de un nómada, y si éste convoca a otros nómadas, no tendríamos ninguna ventaja.
—No quiero ver como esto se vuelve un baño de sangre, ¿no puedes hacer que otros clanes vengan a ayudarlos?
—Esto no es Crepúsculo, Jaz, no tenemos amigos lobos que nos vengan a dar una mano, no nos pateamos el trasero entre nosotros— parece que se estaba burlado de mi, lo que me hace ponerme muy furiosa—, somos seres antipáticos entre nosotros mismos, no nos ayudamos más que por un bien común, y mantener a un pueblito a salvo no es uno de esos bienes que nos interesen mucho.
—Estoy realmente indignada en este momento— le recrimino—, que tal si viene por mi, dices que mi sangre les resulta irresistible, ¿no?— me acerco a él lentamente, queriendo tener el poder de hacerlo cenizas con mi mirada—, ¿Qué harías entonces, Garrett? Si dices sentir algo muy fuerte por mi, ¿Qué harías si un día de estos, la siguiente victima soy yo?
—Eso no pasará Jaz.
—¿Cómo estás tan seguro? Te descuidarás, bajarás la guardia y él vendrá por mi ¿qué harías? Seguirías con los brazos cruzados.
—No bajaré la guardia, no me canso nunca, por lo que puedo asegurarte que te seguiré hasta el baño si es necesario, todo por tenerte a salvo. — si no estuviera tan enojada en este momento, seguro que habría encendido todo en mi al soltarme esas palabras.
—¿Y si te lo prohíbo?— veo como sus músculos se tensan—, ¿Qué tal si te digo que no quiero que me protejas? Garrett, soy una persona más en este pueblo, tómame como tal; no necesito tu protección.
—No sabes lo que dices Jaz, no eres solo una persona más, para mí lo eres todo.
Casi flaqueo al escuchar eso, pero me repongo y le lanzo una mirada fría. Nunca me había gustado ser una persona manipuladora, pero el hecho de pensar que hay un vampiro peligroso, acechando el pueblo, y que éste en cualquier momento pueda dañar a una persona cercana a mí, eso me aterraba. No podía llegar a tal nivel de egoísmo de tener protección mientras el pueblo—el que ha sido mi único hogar toda mi vida— se convierte en un baño de sangre. Por lo que, en cuanto veo que tengo el poder de hacer que Garrett haga lo que yo quiera, decido tomar ventaja de eso.
Me acerco más a él, que sigue sentado en el borde de la cama, sus piernas se encuentran separadas, por lo que me coloco en medio de ellas. Garrett hace un solo movimiento para detenerme. Enredo mis manos en su cuello y noto como su mirada se torna oscura, sonrío internamente al ver que éste plan podría funcionar.
Bajo mi cabeza y rozo mis labios con los de él, lo que hace que las manos de Garrett se posicionen en mi trasero y lo apriete levemente. No dejo que eso me distraiga del propósito de esto.
—Me sentiría más a salvo si sé que no hay un vampiro peligroso rondando en las calles del pueblo. — le digo en un susurro, poniendo expresión triste, las comisura derecha de sus labios se levanta levemente y me da un breve beso.
Lo siguiente que siento es como estoy aprisionada bajo su cuerpo con la espalda en el colchón de la cama y sus manos sosteniendo las mías por encima de mi cabeza sin infringir demasiada presión como para lastimarme, por instinto coloco mis piernas a cada lado de sus caderas y él se acomoda en medio de ellas; me besa de una manera que hace que me caliente todo el cuerpo, justo como desde la primera vez que nos besamos en mi cocina. Estoy enojada con él, por demostrarme que tiene tan poca empatía por la humanidad que no le importaría que uno de los suyos destrozara un pueblo por completo. Pero se me hace imposible no devolverle el beso.
Muevo mis labios contra los de él con la misma intensidad del enojo que tengo dentro de mí en este momento. Tomo su labio inferior entre mis dientes y lo muerdo tan fuerte como puedo, de manera que—si fuera un humano— le hubiera sangrado; pero solo parece calentarlo más, porque hace un movimiento de caderas que me hace gemir al sentirlo tan duro contra mí, me enviste nuevamente y mi enojo va decayendo poco a poco, y lo único que quiero hacer es hacerle caso a mi cuerpo en llamas y arrancarnos la ropa de una vez por todas.
—Garrett...— gimo contra sus labios, y él parece disfrutarlo, toma mis caderas con una de sus manos y me hace moverme a su ritmo lento y preciso.
Me parecía tan extraño que no me haya tratado de quitar la ropa y que pueda sentir su miembro tan grande a través de sus gruesos jeans, lo que me hacía tener grandes expectativas de lo que había debajo de éstos. Pero esta nueva experiencia de tener sexo con ropa, me parecía placentera y más segura ante cualquier incidente.
Pero cuando detiene el movimiento de sus caderas contra las mías, abro los ojos y el enojo vuelve a retomar su parte en mi interior, se intensifica más al verlo sonreír burlonamente, parado al pie de la cama. Me levanto furiosa y me coloco de rodillas sobre la cama, me acerco de esta manera a Garrett nuevamente y trato de besarlo, pero me detiene delicadamente y su sonrisa no desaparece.
—Soy mejor jugador que tú Jazmine. — me da un beso en la frente y me separo al instante de él.
—Eres un estúpido— le doy un golpe en el pecho, no sabía que me hacía enojar más, si el hecho de haberme dejado tan caliente o que siguiera mostrando nada de empatía por la humanidad—, si no piensas hacer nada por las personas a mi alrededor, te quiero fuera de mi vida— veo dolor al instante que le digo esas palabras—, no puedo estar con alguien que no quiera ayudar a los mismos de mi especie, no puedo ser tan egoísta, no valgo más que los demás en este pueblo.
—No me iré de tu lado hasta que estés a salvo de todo, del nómada, de Nathalie, de mi...
—No tendría nada que temer si siguiera en la ignorancia, si no hubieran venido ustedes, si no hubieran aparecido en mi vida— sé que mis palabras son veneno para los sentimientos de Garrett, pero no me importaba, era lo que pensaba y no me lo iba a guardar por siempre—, así que solo déjame en paz, debe haber alguna manera en la que pueda borrarme de la mente todo lo que ahora sé, porque de esa manera no viviré con el temor que ahora siento— Garrett está en blanco, con dolor en sus ojos—, debe haber algo, hipnosis supongo... algo que puedas hacer antes de desaparecer de mi vida.
—No, Jaz, quisiera tener manera de borrarte la memoria, pero no puedo, y tampoco quiero— dice por fin, en tono frío—, soy egoísta, y no quiero que olvides nada, porque quiero que seas consiente de que, aunque me vaya de tu vida, siempre te mantendré a salvo, aunque tenga que jugarme la eternidad para cumplirlo. Puedo cuidarte desde las sombras— se acerca a mí pero no hace ademán de tocarme, solo me mira, dando validez a sus palabras—, y aunque no hubiéramos aparecido, nada de esto se hubiera evitado, y probablemente el cuerpo en la carretera serías tú. — no obtiene reacción de mi parte ante lo que acaba de decir.
—Eso le hubiera ahorrado el dolor de cabeza a Nathalie— le digo enojada—, de esa manera no tendría que preocuparse de que su alma en pena siguiera rondando cerca de ella y viviría tranquilamente. Sería asombroso ¿no crees?
—No vuelvas a decir eso en tu vida, Jaz— noto como se va enojando poco a poco—, no te atrevas a decir frente a mí que sería mejor estar muerta.
—Sería mejor estar muerta. — lo provoco con el mentón alzado.
Está a punto de decir algo pero pego un grito agudo al sentir una punzada de dolor en la parte trasera de la cabeza, quizá era así como se sentía un golpe con un bate de metal en la cabeza.
Un pitido es todo lo que escucho y empiezo a marearme, dejo de gritar pero el dolor no se quita. Siento como Garrett me carga y empieza a sacarme de la habitación. A medio camino escaleras abajo, el dolor se quita de repente. Pero sigo estando débil y mareada.
—Garrett— susurro, pero no se detiene, noto que estamos saliendo por la puerta trasera de la casa, sea a donde sea que me lleve, no quería ir—, Garrett, para— le digo en tono de súplica, se detiene—, ya no siento dolor, volvamos a casa. Ahí tengo mi medicamento.
—Debo asegurarme que estés bien. — dice en tono preocupado.
—Volvamos. a. mi. casa. — le digo en tono serio.
Duda por un segundo, pero da la vuelta conmigo en brazos y entramos nuevamente a la casa. Le digo que me baje en la cocina y me dirijo al gabinete donde se encuentran mis pastillas. Me tomo las indicadas y luego me dirijo a mi habitación, con Garrett siguiéndome.
Cuando entramos, me detengo al ver a Sean parado frente a la ventana. Garrett se coloca instintivamente frente a mi.
—Tranquilo, tigre— dice Sean en tono burlón—, vengo en son de paz.
—¿Qué haces aquí?— le dice Garrett en tono serio.
Me muevo para colocarme a su lado y poder ser partícipe de la conversación.
—Nathalie quiere que vayas, tenemos cosas que discutir. — dice Sean con una sonrisa ladeada, no le había prestado atención a su apariencia las pocas veces que lo había visto antes, pero de cerca parecía amable, el típico chico amigable del salón al que le podías pedir alguna tarea y con gusto y una sonrisa te brindaría su ayuda.
—Ahora tiene palomas mensajeras, vaya que está perdiendo su esencia. — se burla Garrett.
—No seas cruel con la pobre moribunda— le sigue Sean la broma—, no la hagamos esperar, y vámonos de una vez— dirige su mirada hacia mi sin abandonar su sonrisa—, y tráela contigo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top