Jason se despertó con un orible dolor de espalda,  se había quedado dormido con la cabeza sobre el colchón de la camilla médica.

Miro a Roy que seguía plácidamente dormido con un respirador sobre su nariz.

Se quedó un rato mirándolo,  de vez en cuando fruncia el ceño,  quizás le doliera aun la herida.

Inconscientemente retiro un mechón cobrizo de su cara y arrastró suavemente sus dedos sobre el rostro de su amigo pasando por encima de sus labios y notando su cálida respiración.

-No te mueras idiota -Alcanzó ha decir.

Se retiró un poco de su amigo colocándose junto a la ventana.

Metió la mano en su bolsillo y saco una caja de cigarrillos,  tomó uno y lo encendió,  dio una bocanada y luego dejo que el humo saliera a la par que algunas lágrimas.

Volvió a girar la cabeza hacia Roy,  no podía perderle,  era su mejor amigo,  su compañero, su hermano...

Entonces el pelirrojo abrió levemente los ojos,  Jason apagó el cigarro y se precipitó a el.

-Eres una nena - Fue lo primero que salió de la boca del menor.

-Callate idiota - Amenazó Jason.

Roy se fijo en la cara de su amigo,  estaba pálido,  tenía ojeras,  los labios secos y los ojos rojos de haber estado llorando.

-Tanto te preocupaste por mi -Preguntó.

-Casi te pierdo - Sollozó Jason.

No solía llorar,  menos delante del idiota de su amigo,  pero realmente lo necesitaba.

Roy le dio una sonrisa cansada y elevó con dificultad su mano para limpiarle una solitaria lágrima.

El mayor tomó su mano impidiéndole ir,  el tiempo pasó y ambos terminaron quedándose dormidos.

-Lo siento brother - Dijo Roy poco antes de dormirse.

Fin del capitulo.

Espero que les gusten y lo siento por escribir tan poco,  pero es que no se porque no me sale más de la cabeza últimamente. Les quiero mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mis birds. Bye

                      Addera.