🌸
Era bastante nostálgico. Aquí en los jardines del Palacio Cénit se encontraban dos grandes estatuas de Reshiram y Zekrom, verlas le traía unos recuerdos que guardaba con afecto en su corazón. El y su compañero pokémon luchando juntos para extender lo que él en aquel entonces consideraba la verdad absoluta y el mundo ideal.
Pero aun con su fuerte fe en sus ideales inculcados desde la niñez no pudo hacerle frente a su rival, a su contraparte. Aún podía verla cuando cerraba los ojos. Su mirada llena de determinación por defender su mundo donde humanos y pokémon convivían en paz. Ver su fuerte determinación siempre fue suficiente para sentir una ola de emoción recorrer su cuerpo. Ella era especial.
—¿Me preguntó dónde estarás ahora? —preguntó para sí mismo—. ¿Acaso eres feliz en tu mundo que con tanto empeño defendías? ¿Seguirás fiel a tus propios ideales? ¿Te acordarás de mí siquiera?
No había mucho sentido en preguntarse eso ahora, el tiempo había pasado y ahora cada quien había tomado su camino. Y tal vez así era mejor.
Sacudiendo aquellas preguntas de su cabeza se decidió a continuar con su recorrido por los hermosos jardines, pero una potente voz la detuvo.
—¡No te atrevas a moverte de donde estás!
Su cuerpo enteró se paralizó. ¿Había escuchado bien? Estaba seguro de que no se había confundido. Aunque hubieran pasado años él jamás se olvidaría de esa voz.
Con cautela se dio la vuelta y quedó frente a frente con una joven castaña de ojos azules. No había duda era ella. No había nadie más en el mundo que desprendiera la misma aura de fuerza y coraje.
—¿Hilda…?
N no sabía como reaccionar, no esperaba verla otra vez y mucho menos esperó que ella corriera hacia él y le soltara un puñetazo en el estómago.
En cierta forma, sabía que se lo merecía.
—¡¿Acaso te parece gracioso?! ¡Saltar desde lo alto de un palacio como si te fueras a quitar la vida enfrente de mí y luego desaparecer! ¡¿En qué carajos estabas pensando?!
Si, definitivamente se lo merecía.
—Ah… Si lo dices así no puedo culparte por querer golpearme… Debió ser un shock encontrarme durante tu viaje…
—Más que un shock fue un milagro. ¡A donde quiera que te seguía tu siempre te ibas antes de que te encontrara! ¿Cómo es que te mueves tan malditamente rápido?
No se tomó un momento para intentar procesar sus palabras. ¿Dijo que lo estaba siguiendo? ¿Por qué?
—Me estabas… ¿Buscando?
—¡Por supuesto que sí! No podía simplemente dejarte ir después de todo lo que pasó. Después de que Getchis dijo todo eso tu te veías tan destrozado… Y luego hiciste todo ese acto de saltar al vacío y yo… —Hilda se tomó un momento para respirar, intentando poner en orden sus ideas—. No quería dejarte solo… Aun si todos me decían que pasara pagina yo sencillamente no podía, siempre me preguntaba por ti y yo ya no podía más, así que cuando supe que podías estar en otras regiones empecé a buscarte pero siempre llegaba tarde y pensé que nunca te alcanzaría…
Hilda apretó los puños y mientras hablaba, en cada palabra N podía sentir su desesperación, no podía creer que ella hubiera tenido que vivir con esos sentimientos y se sentía terrible por ser el responsable de toda su angustia.
—Hilda… Lo siento… Lo siento, lo lamento tanto. No creí que yo pudiera causarte tantas penas. Creí que mi presencia solo había traído un caos innecesario a tu vida y que si me alejaba finalmente podrías cumplir con tu sueño. Ahora veo lo mucho que me equivoqué, de haber sabido que pasarías por tanta angustia me hubiera quedado y no me hubiera marchado jamás. Sé que es muy tarde pero…
Unos leves sollozos cortaron su disculpa. Hilda estaba llorando ahora. Su mirada fija en el suelo mientras usaba su gorra para cubrir su rostro.
—Oh no. ¿He dicho algo malo? Si es así me disculpo, no era mi intención herirte ni nada, lo juro.
La joven volvió a levantar la mirada. Una expresión de enojo estaba pintada en su rostro mientras las lágrimas seguían cayendo.
—¡No son lágrimas de tristeza, son de enojo! —exclamó con fuerza y frustración en su voz—. ¡Estoy tan enojada contigo! ¡He pasado todo este tiempo persiguiéndote y ahora me dice que pudiste haberte quedado! ¡Te odio N!
Sus palabras atravesaron su pecho como las más afiladas cuchillas, recibir esas palabras de ella era… Un dolor comparable con aquellas que su “padre” le dijo una vez que ya no le era útil.
—¡Te odio por haber puesto mi vida de cabeza! ¡Te odio por haber sido el rey del equipo Plasma! ¡Te odió por haber intentado cambiar el mundo a tus ideales! ¡Y te odio porque te volviste alguien importante en mi vida y luego te fuiste!
El silencio cayó sobre ellos, todo estaba tan tranquilo ahora, solo el leve sonido del llanto de Hilda mientras intentaba sacar sus lágrimas.
—Te odio por muchas cosas… Pero sin duda te odio más por siempre dejarme, cada que pensaba que me estaba acercando a ti tu ya te había ido… No es justo… Simplemente llegaste a mi vida y lo cambiaste todo… No es justo que después de eso te fueras tan fácilmente…
No sabía qué hacer. Aún no terminaba de entender los corazones de las personas y no sabía qué hacer en una situación así. Pero él conocía su propio corazón. Y no había otra cosa que desease más que sostenerla en este momento.
Extendió sus brazos y sin dudarlo un momento más la sostuvo en un abrazo. No sabía si esto era lo que se debía hacer, pero en su corazón sentía que era lo correcto.
Había tantas cosas que quería decirle, que lo sentía mucho por todos sus crímenes pasados, que ella había cambiado todo lo que creía saber del mundo, que ella lo hizo sentirse como un humano por primera vez en su vida, que no había dejado de pensar en ella en todo este tiempo. Pero al final solo pudo decir una cosa.
—Tu también… Te volviste sumamente importante para mí…
Ahora era su turno de derramar unas lágrimas. El tenerla aquí, tan cerca de él y tener la oportunidad de decirle de frente todo lo que sentía. Si esto no fuera más que un sueño, gustosamente aceptaría vivir en él para siempre.
En el enorme jardín del palacio, en medio de las estatuas de los pokémon legendarios, Ambos se aferraron fuertemente el uno al otro, ya no se volverían a separar otra vez, aquí y ahora, eran únicamente ellos dos, sosteniéndose con fuerza como si fueran lo más importante en el mundo.
Y ellos estaban bien con eso.
• ┈┈┈ ๑ ⋯ ୨୧ ⋯ ๑ ┈┈┈ •
Uff, llevo tiempo con esta historia en mente pero apenas hoy me dió por querer escribirla de una vez, el Ferrishweelshipping es d elejos una de mis parejas favoritas de Pokémon y estoy feliz de escribir sobre ellos 💕
¡Si les gustó les agradecería que dejasen su voto y su comentario! Bye bye 💖
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top