Capítulo 2 - La dulce escuela

•°🖤Edgar🖤°•

Amo dormir plácidamente en mi cama, ni siquiera quería despegarme de ella. Las mañanas son tan frescas y tranquilas que no puedo evitar interrumpir mi apreciado sueño.

Estaba soñando cosas del día anterior, me acababa de confesar a Bea, y en serio fue un momento tan hermoso, aunque por dentro me estaba muriendo de los nervios y quería vomitar.
Batallé para dormir debido a la emoción que tuve, nunca me había sentido así antes, cuando te enamoras se siente tan... Simplemente quieres suspirar.

Piensas en la persona y sientes emoción, o nervios, quieres verla, estar cerca suyo, mantener charlas que no resulten incómodas y menos quieres hacerla sentir así. Sientes comodidad y felicidad al lado de ella.

Por todo esto me esforzaba por dormir cómodo pero, simplemente era imposible, no podía dejar de pensar en Bea anoche.
De todas formas lo conseguí, y dormí bastante bien.

Hasta que empiezo a abrir los ojos y lo primero que se me forma a la vista es... Qué mierda estoy viendo?

---Buenos días, señor Edgar--- escucho una voz fingida de Colette, frente a mí sostiene un conejo blanco bebé. Me asustó a la primera, pero bueno, es Colette. La miré con seriedad por interrumpir mi sueño pero, el conejo se veía muy adorable así que no podía enojarme con ella tan temprano.

---¿De dónde conseguiste este conejo?--- lo tomé con cuidado y ella se quitó de mi cama.
---Lo vi en la calle solito y me dio miedo que un animal lo agarrara, es taaan bonito! Pero no sé si tenga dueño--- me respondió ---por cierto... Papá ya salió al trabajo, pero mamá dejó el desayuno ya hecho para nosotros, se acaba de ir a la repostería ahora mismo así que apresurate porque te quedan...--- todo esto lo dijo rápido y apenas se tomó el respiro de terminar su oración ---20 minutos---

---Meh, 20 minutos ni es tan poco--- dije con tranquilidad, no me gusta alterarme por "llegar a tiempo", siempre lo hago porque no batallo en arreglarme. Colette aunque parezca loquita del centro, le gusta vestirse bien también, aunque tarda años luz en buscar un atuendo adecuado porque "basa su atuendo en su estado de ánimo" o una estupidez así.

Igual por algún motivo me estaba arreglando más rápido de lo normal, aunque sabía que por dentro era para llegar a tiempo y hallarme con Bea.

Colette dejó al conejo en su habitación, ojalá no deje una tonelada de "regalitos" cuando regresemos de clases.
Igual simplemente tomé mi mochila, celular, y mis apreciados audífonos para dirigirnos al autobús escolar.

Mi papá puede a veces ser paranoico con que vayamos a un lugar sin él pero, de todas formas nos preparó para tomar solos el transporte público, pero siempre debo vigilar a Colette... Digamos que siempre está hablándole a cualquier persona y luego no se calla... No es que sea una extrovertida pero, mi hermana es "especial" por así decirlo... Así que debo cuidarla.

En fin, yo estoy revisando mi celular y le digo por mensaje a mi novia que ya voy al instituto y que la espero en el patio grande. Me siento aún nervioso, pero al menos menos que ayer. Trato de ocultar adrenalina pero es que mi pierna no para de moverse.
Y por distraído Colette ya se quedó platicando con... Mierda, Fang.

No sabía cómo acercarme a ese tipo, no nos llevamos bien, no quiero nunca dirigirle la palabra pero nunca de los nunca. Así que solo le grito a Colette para que regrese a su asiento, seguramente olvidó por qué no lo quiero cerca mío. Al menos no hizo contacto visual conmigo estando al otro lado del bus.

Cuando llego a la escuela otro obstáculo se me pone al frente, el hijo de puta de Alex, un compañero de la escuela que digamos que es algo prepotente, clasista, algo racista, pero todo esto se opaca porque el baboso tiene mucho dinero... Y lleva años que me trata pero muy mal.
Trato de evitarlo y me voy entre la multitud con Colette saludando a la gente.

Salgo de ahí pero, veo a unos metros que un amigo de Bea, se llama Spendcer aunque le apodamos Sprout. Es muy inteligente pero tímido, y es un blanco para Alex y otros agresores si lo encuentran, más porque bueno, hay un motivo más terrible.

---¡Fíjate por dónde vas, mierda!--- veo cómo el baboso empuja a Sprout al suelo y el resto ríe. Sinceramente si fuera un tipo grande me apartaría porque se puede defender pero, en serio se pasan, Sprout es más chico que ellos, apenas cumplió 14 años.

Este no dice nada y solo se levanta y se intenta alejar, me sorprende que la gente alrededor casi ni hace nada o algunos miran.
Okey, me dio rabia, iré a por ellos.

---¡Sprout!--- veo que Bea llega primero, y Alex parece mirarla con odio.
---Uy, otra virgen--- comentó el agresor y la gente alrededor rió.

En serio me hervía la sangre, no puede ser tan hijo de puta. Llevaba una bufanda que mi papá me regaló, y digamos que tiene una "vida propia", es una larga historia. La cosa es que golpeó al chico a la cara y me llevé a Bea y Sprout a otro lado. Como había mucha gente no alcanzó a vernos, aunque escuchaba gritos de él diciendo "¡¡¡Jamás serás un hombre de verdad!!!"

---Gracias, Ed--- me dijo Sprout en lo que se acomodaba sus lentes. Bea me tomaba de la mano.
---¿Estás bien?--- pregunté y asintió.
---Le diría a mis padres de esto pero, seguramente mi papá estaría con el mismo discurso "para qué te metes con personas que sí son hombres" uh, es tan molesto"--- agregó Sprout.
---Lo que tu papá opine no tiene peso en esto--- dijo Bea ---te quiero tal y como eres, Sprout--- dijo con una dulce sonrisa. Es lindo que se apoyen así.

Fuimos a dejarlo a su salón y me quedé con Bea platicando, estábamos un poco nerviosos en la charla, aunque era agradable ahora ser esto.
Le platiqué lo del conejo y me dio algunos consejos para cuidarlo bien ya que ella tenía experiencia con conejos, pues es amante de los animales e insectos.

Y antes de irnos a distintos salones (ya que somos de grupos escolares diferentes), me acerqué a darle un beso en la mejilla, claro que se ruborizó y se alegró por ello, le devolví la sonrisa y dije que nos vemos en el receso.

Realmente durante clases me sentia muy distraído, y eso que no soy un alumno que se mata por sacar unas excelentes calificaciones, solo estoy cumpliendo mi función como estudiante y ya, pero, esta vez era diferente.

Sí, ya tenía novia, tampoco era el super logro que he tenido en mi vida, pero, oh Dios, se sentía hermoso. Miraba a la ventana, me imaginaba con ella haciendo más cosas juntos, escuchando de fondo el balbuceo de la profesora hablando, y otros compañeros alrededor durmiendose porque están más aburridos que yo ahí dentro.

La verdad ni sabía de qué trataba la clase, y como siempre me siento en una esquina donde es un punto ciego para la profesora, no puede ver qué hago. Por un momento ella sale a hacer no sé  que, alrededor el resto se pone a platicar y hacer desastre en cuestión de segundos como si fuera un circo, así que ignorando aquello tomo tranquilamente mis audífonos y...

---¡Usted, el de los audífonos!--- me asusté fuerte y voltee a la entrada del salón y resultaba ser una maldita prefecta toda molesta que siempre anda encima de mi salón, pero al parecer no estaba señalándome a mí sí no al de al lado.

---¡Muestre su celular ahora, y no le cambie nada!--- el chico aterrado tuvo que entregárselo pero, de repente se conectó automáticamente a una bocina dentro de su mochila y empezaron a sonar a alto volumen gemidos de un video pornográfico.

Claro que nos ahogamos de la risa, yo quería tirarme al suelo porque no podía más, aparte frente a mí había un compañero cuya risa era tan contagiosa, y sumándole a que la risa de mi hermana es igual, mi abdomen estaba sufriendo mucho.

---Bien, muy gracioso, haber si les parece gracioso una revisión de mochilas--- y ahí todos nos callamos ---¡Todos dejen sus mochilas al frente! ¡Ya!--- si tuviera que sacrificar a una sola persona del mundo para que haya paz mundial, sacrificaría a esa señora.

No iba a dejar que tomara mi teléfono móvil, y no porque viera porno o algo así, simplemente no tiene que hacerlo, así que simplemente mi bufanda se puso detrás tomando mi celular sin que nadie lo notará, porque la multitud de compañeros estaba poniéndose de pie.

Muchos se quedaron sin celular inhustamente pero al menos me salvé, incluyendo Colette quien por alguna razón se lo guardó en el zapato.

Y es que si no respondemos las llamadas o mensajes de nuestros padres ahí sí tememos de verdad.

Regresó la profesora y notó a todos algo shcokeados y molestos, pero de todas formas siguió la clase, y yo simplemente escuché música todo el rato. Sé que está mal pero era un día cualquiera, aunque bueno, tampoco cualquiera, ahora me siento más feliz con Bea.

Hasta que sonó la campana, nos cambiamos a otro salón, esta vez íbamos a estar revueltos con otros compañeros en la clase de artes.
No soy un experto en artes pero me gusta dibujar un poco, al menos me quedan decentes los cuerpos y sombras, aparte me gusta la teoría del color.

Estamos dibujando a cada compañero que pase a posar frente a nosotros, puede hacer la pose que quiera.
Hasta que llega el chistoso otaku a hacer pose de un personaje que no me sé su nombre, creo que es de Naruto, no sé, lo único que vi fue Death Note y Jojo's Bizarre Adventure.

De todas formas dibujé las poses y la profa no fue tan criticona conmigo como las últimas veces.
Hasta que vi a mi lado a ese chico apodado Otis, es muy callado, a veces ni se le entiende cuando habla, siempre lleva algo que le cubre la boca, envidio sus rizos rubios que parecen melena, y encima cuando me asomo a ver si croquera de bocetos siento que vi borradores de un artista del renacimiento y yo soy un usuario que publicaron en "usuarios humillados en Twitter".

En fin, artistas.
Luego está Colette y... Salió a posar sentada como una marioneta de cabello azul que he visto antes, ay, Colette.

Y ahora tengo que dibujar a Emz, sabe algo de modelaje y realmente es buena opción para quien le guste dibujar modelos, no fue difícil hacerla pero sí interesante.
De ahí pasaron otros que hacían alguna pose promedio, meh, me gusta cuando son más creativos.

Hasta que finalmente el maldito receso...
Estuve como loco buscando mesas antes de que se llenaran como si fuesen piojos, pero pude hallar una exacta para el grupo de amigos o compañeros que llegasen a sentarse, me daba igual quién llegará, con que lo conociéramos y nos cayera decente todo cool.

Me senté con Colette y esperamos al resto. Noté a lo lejos que ya llegaba mi novia, sonría tan dulce y creo que llevaba un bloque de cristal o algo así, no veía muy claro qué era.

---¡Hola!--- Nos saludó en lo que se sentaba al lado de nosotros, le correspondimos el saludo.
---¿Qué traes ahí?---
---Oh, esto es una tabla periódica pero hecha de cristal y además con la mayoría de materiales reales! Me lo regaló la profesora Rosa, lo voy a guardar con amor--- lo mostró con cuidado a nosotros, era muy bonito el regalo, aunque me pregunto cómo le hicieron con algunos materiales... Meh.

Bea es muy buena en química, aparte de bonita, inteligente, me siento en las nubes viéndola tan feliz.
Y creo que notó mi sonrisa de idiota y se rió, sentí la cara arder pero igual me reí.
---¿Qué ocurre?---
---Nada--- respondí tratando de aguantar la sonrisa.

Colette solo comía como dragón así que nos ignoraba.

En cuestión de minutos llegó otro amigo, León, es un chico algo travieso pero gracioso, viene con su hermana menor Nita, es algo menos loca que él.
Tras ellos llegó Sprout, Carl el nerd amante de la geología, Jacky su casi algo y es bien agresiva aunque por dentro es un biscocho, Penny una chica lista y valiente, Jessie su mejor amiga, otra nerd, y por último Sandy, un amigo de la infancia, nos llevamos muy bien, también es bueno con la matemática y ciencia aunque tiene cara de que le da pereza todo.

Diría que esos son mis amigos de clases más cercanos aunque seamos de distintos grados escolares, tengo más amistades aunque, estos son con los que me junto casi siempre a la hora de comer, y se siente lindo.

---¿Así que, quiénes del grupo se casaron?--- preguntó con curiosidad y obviedad Leon alrededor.
---Yo y tu papá--- contestó Jacky con burla.
---Ya quisieras---

---¿Que el papá de Leon y Jacky qué?--- preguntó Colette distraída --No sabía que te gustaban tetones musculosos, Jacky---

Todos preguntamos "¿Qué?".

---Mejor ve a preguntarle a Surge y Brock si ya pueden jugar basket con nosotros...--- le dije y me hizo caso.
---Ya pero, feliciten a los novios--- comentó Penny y todos aplaudieron, aunque me dio algo de vergüenza porque había gente mirando. Igual ya somos un grupo de rechazados.

---¿Y qué nombre tendrá el niño?--- preguntó Leon.
---CEO de Brawl Stars--- contestó Jacky de nuevo burlonamente porque así me apodan por trabajar en una tienda de regalos con un empresario que aún no me sube el sueldo porque cree que soy muy joven todavía.

---¿Y cómo se hicieron novios?--- finalmente alguien decente como Jessie pregunta de forma normal.
Así que Bea empezó a contar y yo agregaba cosas de forma tímida porque cuando se trata del amor me pongo idiota y tímido.

Igual la adoro, literalmente ni llevamos un día entero de ser novios, pero la amo.

Y realmente recordaré verla feliz con ese regalo que le dieron. Realmente me haría mal si alguien le hiciera algo a ese regalo tan apreciado... Si algo arruinara su significado.

Pero nos vemos felices ahora, ¿No?

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