Capítulo 8 ও

El fuerte lobo de Jungkook corrió por el lugar verde sintiendo el viento rozar imperoso su pelaje brillante y negro.

Sus garras se clavaban en la tierra al correr liberado.

Sin embargo el animal paró de repente cuando sintió muy a lo lejos un olor conocido.

Manzanilla, azahar del naranjo y vainilla tímida.

Su Omega destinado.

Rápidamente el lobo alzó sus orejas oscuras en señal de alerta y se dejó llevar por el olor, hasta el punto donde el lobo no se dio cuenta de que llegó a un punto donde salió de la zona verde llena de árboles, para ahora estar corriendo por medio de la ciudad.

Los alfas, omegas y betas que veían al lobo correr por la acera de la calle se quedaron boquiabiertos, ya que después de todo el ver a un lobo tan imponente, atlético y grande era un acontecimiento.

Ya que aunque cuando por ejemplo las personas se emborrachaban, muchas acababan trasmutando a su lobo en medio de la calle, solían ser lobos normales, sin embargo el de Jungkook era grande y destilaba poder a la vez que la pertenencia a su pura casta por allí donde se mirara.

Así que las personas impresionadas se echaban a un lado para dejar pasar al gran lobo negro que seguía corriendo siguiendo el sentido de su olfato.

El lobo corrió más y aún sin darse cuenta de que sus almohadillas estaban dañándose ligeramente por estar corriendo salvajemente por el asfalto, llegó a su destino.

La casa de Jimin.

El lobo olisqueó y suspiró gustoso cuando se dio cuenta de que su destinado estaba muy cerca de ahí.

Pronto entró en el jardín de la casa de Park y se guió por su instinto hasta que llegó a la ventana de la habitación del que estaba buscando.

Entonces el lobo saltó intentando mirar por la ventana, pero luego pensó que sería mejor apoyar sus patas delanteras en el poyete de la ventana debido a que la habitación se encontraba en una primera planta.

Y así lo hizo, se alzó imponente y gruñó levemente mostrando al mismo tiempo sus fuertes fauces cuando notó que su destinado no estaba en su habitación.

Sin embargo su lobo pasó de ser totalmente intimidante y feroz, a mover su cola felizmente cuando vio mediante la ventana a su Omega destinado.

Y las pupilas de sus ojos dorados se dilataron rápidamente cuando vieron que el Omega estaba en su forma lobuna.

Un bonito y pequeño a la vez que gordito lobo marrón. El mismo se dirigía hacia su cama tranquilamente.

Por otro lado, aquel pequeño lobo se sintió fuertemente golpeado por un olor que conocía demasiado bien; madera, cedro y ámbar.

Entonces el animal  se dirigió rápidamente hacia ese delicioso olor, y sus ojos plateados destellaron cuando vio a un gran lobo negro estar asomado en su ventana.

El lobito rápidamente se acercó a la misma totalmente atraído y se subió al sofá que se encontraba bajo la ventana, para seguidamente ponerse de pie sobre sus patas traseras y con sus otras dos patitas marrones abrió la ventana con desesperación.

Tanta, que la esquina metálica de la ventana le provocó un corte en una de sus almohadillas que causó que gimoteara adolorido.

Y como la ventana ya estaba abierta, el lobo de Jimin no se esperó que el gran Alfa acercara lentamente su hocico a su patita lastimada, y tras ello, suavemente lamiera la herida.

Aquello causó que el pequeño lobo al estar aún sensible por su celo, lloriqueara gustoso al sentirse cuidado, además de que el aroma del lobo negro frente a él era completamente adictivo y le trasmitía una sensación de plena protección.

Así que sin darse cuenta, pronto su cuerpo comenzó a liberar feromonas de apareamiento.

Por otra parte, cuando el Alfa dejó de lamer la patita del pequeño lobo, gruñó levemente cuando su ahora sensible y activadísimo olfato sintió esas feromonas llegar a él.

Fue ahí cuando sintió como el aroma del contrario de repente se volvió más dulce que de costumbre, pero sin llegar a rozar lo empalagoso, ya que seguía teniendo ese toque fresco y floral.

Así que el gran lobo sintió su boca salivar y dejándose llevar cegado por el delicioso olor del pequeño Omega, gruñó levemente para avisar de que iba a entrar en la habitación.

Y el Omega absorto en el aura y olor del imponente Alfa, sumisamente se apartó de la ventana para dejarle pasar.

Y es que el lobo de Park estaba en su penúltimo día de celo y necesitaba cuidados, mimos... y sexo.

Aunque de lo último mencionado ya estaba muy saciado gracias a todo lo que se había masturbado, tanto que su humano le había permitido trasmutar porque necesitaba descansar en el interior del animal.

Es por ello que ahora Jimin no estaba consciente de nada de lo que estaba pasando, solamente lo hacía su Omega.

Por otro lado, el imponente Alfa entró en la habitación y cuando estuvo dentro, con su hocico olfateó totalmente fascinado el aroma que había impregnado a celo y flores.

Al instante el Alfa bajó su cabeza levemente para mirar al lobo más pequeño y sus ojos destellaron en un precioso dorado que parecía oro fundido.

Se aproximó al otro y suavemente acercó su cabeza al cuello del otro para embriagarse del aroma, aunque no llegó a siquiera a rozar el pelaje del otro por respeto. Solamente le olía desde más cerca, pero sin tener contacto entre ellos.

Era un cortejo.

Así que siguió oliéndole hasta que un gimoteo necesitado salió del pequeño lobo.

El lobo de Park ladeó su cabeza, dándole así una perfecta vista al mayor de su cuello.

Estaba pidiéndole que le marcara.

Joder.

Algo se apagó en el Alfa de pura sangre.

Su humano Jungkook estaba resurgiendo desde lo más profundo de la conciencia del lobo, para así hacerse cargo de su propio cuerpo.

Provocando que ante el lobito, trasmutó a humano para evitar la locura de que su lobo llegara a siquiera tocar al contrario.

No.

Si algún día el pelinegro lograba marcar a su destinado, esto sería cuando los dos estuvieran en su sano juicio y no poseídos por sus partes animales.

Cuando los dos estuvieran en su forma humana y ya se hayan conocido más, no antes. Tenía claro que debía ser algo consesuado.

Ya que aunque él era un Alfa puro y sí controlaba a su animal desde su consciencia humana, no sabía si Jimin también estaba presente cuando su lobo se hacía con él.

Además de que sabía que quizá Jimin era recesivo, ya que su aroma no era extremadamente dulce como el de los Omegas puros.

Pero por supuesto, eso a él no le importaba en lo más absoluto, ya que Jimin era único e irrepetible tal y cómo era.

Para él Jimin era el omega más bonito y especial que existía en el mundo, y eso absolutamente nada lo cambiaría.

Dejó de lado a sus pensamientos y entonces el frío chocó con su piel después de haber trasmutado.

Su atlético y ejercitado cuerpo estaba a la vista al igual que su suave piel, sus abdominales y pelvis en forma de V, sus brazos definidos, muslos fuertes y piernas largas estaban desprovistos de ropa.

Su rostro estaba levemente sudado por la carrera que su lobo había pegado causando que su pelo negro como la noche se pegara rebeldemente en su frente dándole un aspecto más peligroso y varonil.

—Joder. —Musitó Jeon cuando finalmente se puso de pie ya en su forma humana estando ahora completamente desnudo frente al lobo marrón.—Jimin, lo siento pero voy a tener que tomar un poco de tu ropa prestada. —Anunció Jungkook un poco avergonzado, temía que Jimin de repente se volviera humano y le pillara desnudo.

O peor aún.

Que Jimin viera que de repente él estaba en su habitación invadiendo su espacio personal y que que por ello llamara a la policía.

Qué puta vergüenza sentiría si eso pasara. Pensó Jeon.

Así que con sus mejillas sonrojadas ante el pensamiento, tuvo tanta prisa en tapar sus partes íntimas, que cuando divisó ropa arrugada sobre la cama del menor se dirigió hacia la misma para tomar un pantalón rápidamente.

No obstante cuando sus dedos tocaron un pantalón que se encontraba en la revuelta cama, el lobo de Jimin se acercó a él amenazante.

Y todo pasó muy rápido.

El lobo gruñó potentemente y rápidamente mordió la mano de Jungkook.

A lo que el azabache ahogó un grito de dolor y rápidamente soltó el pantalón como acto reflejo.

—¡No!, para, ¡no me muerdas! —Gritó Jeon con su grave voz a la vez que movió su mano izquierda de arriba a abajo liberándose de las pequeñas fauces del lobito.

—Joder Jimin, no te muerdo yo, y vas y me muerdes tú. —Habló un poco adolorido.

Entonces al mirar su mano, agradeció internamente al lobo que no hubiera sido una mordida profunda, sino que era una leve de advertencia.

Entonces Jungkook miró con su ceño fruncido la cama cuando el lobo siguió gruñéndole, y su respiración se aceleró.

No podía ser.

¿Ese era el nido de Jimin?

Ágilmente Jungkook se echó hacia atrás impresionado, mierda, había sido un gilipollas por haber tocado siquiera una prenda de ese lugar.

—Perdona Jimin. —Dijo a lo que el animal le aulló como respuesta.

—Tranquilo, ya me voy. —Jeon miró alrededor y sin acercarse a la cama, la bordeó para dirigirse al blanco armario del menor para sacar algo que ponerse.

Ya que Jungkook aunque tuviera control sobre su lobo cuando se transformaba, no se fiaba, porque su Alfa podría llegar a anularle para marcar al lobo de Jimin.

Así que prefería salir de la habitación con su forma humana para asegurarse de que no haría daño al otro.

Cuando abrió el armario, vio impresionado como, apesar de que estaba bastante vacío debido al nido, la ropa de Jimin estaba dividida en dos secciones, una llena de colores oscuros y otra extremadamente colorida con prendas de suaves colores pasteles.

Y aquello extrañó al mayor, ya que siempre veía a Park totalmente vestido con ropa oscura en el instituto y jamás le había visto usar siquiera alguna ropa con tono pastel de las que ahora estaban frente a él.

Jungkook no le dio más vueltas y sacó unos pantalones negros y una sudadera negra rezando porque el menor no los echara en falta.

Y tras ello, se giró hacia el lobo marrón que ahora estaba acostado sobre el suelo con su cabeza tiernamente apoyada en sus patitas delanteras.

—Lobito, ¿podrías decírme dónde guarda tu humano la ropa interior? —El azabache preguntó cauteloso mirando al animal con una sonrisa tensa, ya le había mordido una vez y no quería una segunda.

Y menos ahora que estaba... completamente desnudo, ya sabéis. Jejeje.

A lo que el lobo alzó las puntas de sus orejas y como si le hubiera entendido, con su hocico señaló un pequeño mueble de madera con cajones que se encontraba a un lado del armario.

Entonces Jungkook se acercó y abrió el primer cajón, a lo que sus ojos se expandieron con sorpresa.

Habían calzoncillos, y todos ellos eran de tiernos colores pasteles.

Por ello su rostro explotó en un color cereza,  nada más imaginarse a Jimin usarlas causó que se sonrojara muchísimo.

Sin embargo aquello le hizo pensar en algo.

—¿Si a tu humano le gusta tanto los colores pasteles, por qué siempre usa el negro? —Preguntó hacia el lobo.

Aunque el animalito no le hizo caso y solamente se subió a la cama para tiernamente restregar su cabecita en su nido soltanto más olor a manzanilla y azahar.

Y cuando lo pensó mejor, Jeon se hizo una ligera idea del porqué Jimin hacía aquello, sintiendo así su corazón encogerse un poco.

Finalmente decidió no usar ropa interior del menor porque era algo muy íntimo y finalmente cerró el cajón. Lo único que tomó fue unos calcetines para no ir descalzo por la calle hasta que llegara al instituto donde se volvería a cambiar. Ya que no quería usar zapatos, porque Jimin se daría cuenta más rápido de que cosas le habían desaparecido de la nada. Además de que él calzaba un cuarenta y dos, y el pie de Jimin era muy pequeño, quizá tendría un cuarenta.

Decir que luego de que se volviera a vestir con la ropa que dejó en el sitio verde... no sabía qué iba a hacer con la muda del menor, ya que no se atrevería a devolverla al armario de Jimin, ya que éste podría pillarle.

Suspiró y se vistió ligero para tras ello, mirar al lobo que ahora se encontraba durmiendo sobre la cama a la vez que se escuchaba el suave aire salir continuamente de su pequeño hocico. Éste se encontraba en el interior del nido.

Así que Jungkook sintió algo cálido en su interior, ya que aunque el lobo no le haya dejado tocar algo de su nido, el hecho de que se hubiera quedado dormido estando en su celo mientras él estaba ahí, significaba que muy en el interior del animal, éste confiaba en él.

El Omega de Jimin confiaba en él.

Jeon no pudo frenar que una media sonrisa se adueñara de sus labios.

Tras ello salió por la ventana y se marchó al instituto.

Sin embargo, desde ese mismo momento, su Alfa se sintió ansioso y con un mal presentimiento.

Su desarrollada intuición le hizo saber que algo malo iba a pasar, pero Jungkook no podía imaginarse el qué.

¿Por qué créeis que Jimin no usa la ropa de color pastel que tiene guardada en su armario? 🥺🐾

Muchas gracias a negra_mr_lectora que en un comentario dijo: presiento que el lobo de Jungkook irá a buscar a Jimin. Así que le he pedido permiso para hacerlo y aceptó♡. A partir de esa idea, he creado el capítulo entero. ☺💟. ¡Gracias!

Aclaración: la primera vez que escribí que a un personaje mío le encante las cosas tiernas y de colores pasteles, fue en mi historia Come here- Jimsu del 2019.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top