Capítulo 32 ও
Aviso: mención de violencia.
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Jimin abrió lentamente sus ojos, asustándose cuando de repente notó su cuerpo doler de una forma... extraña.
Muy extraña.
Su naricita aspiró el aroma que estaba impregnado en su habitación y cuando olió el revuelo que había formado entre el de Jungkook combinado con el suyo propio, recordó todo lo que había pasado por la noche con todo lujo de detalles. Tantos, que entreabrió sus labios intentando recaudar aire para calmarse, sus mejillas se estaban poniendo más rojas que dos tomates y su mente traicionera no paraba de reproducir los momentos estrellas de su primera vez.
Es qué era muy fuerte.
Había hecho el amor con su alfa destinado, que encima había sido su crush inalcanzable desde que llegó al instituto.
Con lentitud se zafó suavemente de los fuertes brazos que le aprisionaban en un cálido abrazo desde atrás, y se incorporó sobre la cama sin llegar a sentarse debido al punzante dolor, para al instante girar su rostro anhelando el ver a Jungkook durmiendo a su lado.
O al menos divisar todo lo que sus ojos desprovistos de gafas le permitieran, ya que al tener astigmatismo, no veía bien ni de cerca ni de lejos, aunque de la segunda opción incluso veía menos.
Humedeciendo sus labios y dejando de lado aquellos pensamientos, observó entrecerrando sus ojos al precioso alfa a su lado.
Quedándose maravillado cuando vio su atractiva carita relajada con sus rojizos labios finos dispuestos en una bonita mueca, su pelo negro cayendo rebeldemente por su frente, sus ojos cerrados suavemente y un hoyuelo en una de sus mejillas que le hacia ver totalmente adorable.
Tan adorable que parecía que no le había roto en dos la noche anterior.
Ante ese pensamiento tan extremadamente atrevido, sus mejillas explotaron definitivamente en un color cereza intensa y sin esperárselo, una hemorragia nasal manchó sus labios cuando la sangre se desbordó.
Enseguida llevó sus dos manitas a su rostro asustado por el repentino líquido rojizo y espeso.
Quiso levantarse corriendo para ir al baño y limpiarse hasta que la hemorragia cesara, sin embargo no pudo ni mover una pierna para salir de la cama, cuando un intenso dolor punzante le cruzó desde su trasero hasta su espalda que le dejó completamente paralizado.
Claramente no podía ir al baño.
Estaba atrapado en su cama con Jeon a su lado que podría despertar en cualquier momento y descubrirle sangrando por lo tímido y extremadamente nervioso que se había puesto al recordar lo de ayer.
-Qué vergüenza. -Expresó en un susurro abochornado.
Tras unos segundos, la sangre comenzó a caer por su barbilla manchando su camiseta de pijama color verde pastel con gotitas y como pudo, se apresuró en buscar sus gafas sin éxito porque no estaban en su mesita de noche.
-¿D-dónde recórcholis están? -Cuestionó en voz bajita.
Menudo desastre.
Por otra parte, cierto pelinegro que se hallaba peinado rebeldemente, comenzó a despertar ligeramente cuando un peculiar olor a hierro ligeramente dulzón llegó a su desarrollado olfato.
Parpadeó con parsimonia queriendo cerrar de nuevo sus ojos perezoso, no obstante aquellos se abrieron como platos cuando el aroma de su destinado llegó a su ser y su Alfa arañó en su pecho con desespero al percatarse de que la sangre pertenecía a su Omega.
El lazo fresco y temporal entre ellos dos, se tensó y al instante ambos se miraron el uno al otro gracias a la suave iluminación llena de viveza que aportaban los primeros rayos de sol que se estaban colando por la ventana de la habitación.
-B-buenos días. -Jimin se atrevió a hablar casual como si no estuviera sangrando como una fuente.
La mandíbula del alfa cayó por la impresión, su respiración se tornó descompasada por el susto de verle así, por lo que rápidamente tomó entre las palmas de sus manos las sonrojadas mejillas del castañito para analizar mejor su rostro.
-Jimin, por el firmamento y las estrellas, ¿por qué estás sangrando? -Su voz sonó ronca por haberse recién despertado a la vez que sus palabras salieron atropelladas por los nervios.
El omega parpadeó atontado por el fuerte aroma que estaba comenzando a emanar de aquel y encima, la marca temporal estaba causándole cierto letargo que le estaba sumiendo en un sentimiento lleno de felicidad. Su lobito moviendo su colita en su interior totalmente contento dejando de lado que su humano básicamente estaba sangrando por su nariz.
-Por la d-diosa, vamos al baño. -Jungkook habló de nuevo al percatarse de que el menor se había quedado en un trance.
Ágilmente salió de la cama casi cayéndose por lo rápido que lo hizo y corrió hasta el otro extremo para tomar entre sus brazos al omega.
Pero se quedó embelesado cuando los ojos de este, se sumergieron en un profundo plata atrayéndole, esbozando a la par una tierna sonrisa algo traviesa que jamás había visto en el castaño.
Provocando que su corazón se acelerara a mil por hora cuando al acercarse más para tomarle en sus brazos, aquel acercó su bonito rostro al suyo juguetonamente causando que se sonrojara hasta las orejas.
Y se quedó sin aliento ante su acción.
-M-Minnie, ahora no p-por favor. -Murmuró dificultoso cuando el omega se lanzó contra sus labios sin previo aviso.
Pero no tuvo mucho éxito, porque el otro no le estaba escuchando en absoluto. El humano de Jimin ahora estaba sumergido en lo más profundo de su interior durmiendo, después de haberle dejado paso a su Omega que había salido totalmente atraído por su Alfa.
Así que el beso continuó, causando que la racionalidad de Jungkook se fuera a la mierda.
La sangre impregnada en la comisura de los labios del menor se entrometió en el beso dando un sabor metálico que lejos de perturbar al alfa, le... gustó.
Pero claramente ese no era momento de estar calenturiento, Jimin estaba sangrando y parecía que su Omega había salido a la luz para quedarse y no permitir a la razón humana de Park salir de lo profundo de su pecho.
Tuvo que seguir el beso porque no era tan fuerte como debería ante su Omega destinado, sucumbiendo a los apetecibles labios del castaño, pero cuando aquel le tomó por su camiseta intentando atraerle hacia su cuerpo, supo que debían parar.
Por ello y separándose como pudo, miró al menor en un amago de finalmente poder tomarle en brazos sin más besos de por medio ni de tener que correr el peligro de que el castañito quisiera dominarle ahora que su Omega estaba despierto.
Quedándose petrificado cuando de repente, escuchó un lastimero sollozo de parte del mismo surgir ahogadamente de sus pomposos labios, el mismo se había puesto nervioso sin comprender porqué su Alfa destinado no quería besarle.
-¿Qué te pasa, florecita? -Jeon cuestionó preocupado acuclillándose frente al omega.
Pero no recibió respuesta.
Sólo un leve ladeo de cabeza por parte del menor como si ahora fuera su lobo el que le estuviera escuchando y no su humano.
Entonces el pelinegro agrandó sus ojos impresionado pasándose una de las manos por su nuca al percatarse de que Jimin, siempre que sumergía sus ojos en plata era solo y únicamente cuando llevaban mucho tiempo juntos.
Humedeció sus labios percatándose también de que ese color tan brillante e hipnotizante, solamente lo poseían los omegas puros en momentos donde se sentían poderosos e imparables.
Por lo que dudó en el hecho de que realmente Jimin fuera recesivo, pero... si no se había dado cuenta de que él era su alfa destinado hasta que él mismo se lo comunicó, se supone que en realidad sí lo es. No obstante, entonces no sabe cómo explicarse estos cambios tan repentinos de su parte cuando estaban juntos.
Y es qué Jimin se volvía un pequeño lío desordenado cada vez que estaba con Jungkook, no obstante, eso era algo que los dos debían descubrir con el tiempo.
Jungkook respiró hondo intentando mantener la calma, quedándose petrificado cuando la puerta principal de la casa sonó abriéndose desde la entrada de la casa.
Parpadeó aturdido y sintió su respiración acelerarse a cuatro mil por hora.
Sin quedarle de otra, para saber quién había llegado olisqueó dejando de lado el potente aroma avainillado que el ahora travieso omega estaba emanando.
Y en efecto, era la abuela del menor, ya que aún recordaba su olor del otro día.
Siendo todo peor al escuchar cómo la mayor se acercó hasta la puerta del cuarto y tocó con suavidad en la puerta cerrada.
Con sus ojos desenfocados por el susto, miró en busca de ayuda al omega, pero se frustró cuando le vio mirándose sus cortos dedos curioso porque los había manchado con la sangre que ya había dejado de salir de su pequeña nariz.
Y cuando esté emitió una risilla tonta, Jeon intentó silenciarle tapándole la boca en un cuidado movimiento, pero se mordió su labio inferior con fuerza al percatarse de que la mujer había escuchado la risa de su nieto.
-¡Bonito, no es necesario que abras! -Tras la puerta resonó la voz de la mayor.-¡¿Pero estás bien, no?! -Exclamó.
Jungkook se inclinó sobre el oído del omega y con voz aún ronca, se pronunció con su tono de mando.
-Jimin, vuelve a tu racionalidad humana y contesta. -Ordenó con miedo de que la mujer se hiciera ideas erróneas si veía a Jimin de esa forma tan sumisa y con una hemorragia nasal.
El omega rió de nuevo, pero se puso rígido al percatarse de la voz de mando del puro. Bueno, de su Alfa destinado.
Así que enseguida pudo analizar la pregunta de la persona que le había criado, terminando respondiendo con algo de torpeza dejando atrás a su lobo.
-Sí, es-estoy bien. -Balbuceó lo mejor que pudo sintiendo su racionalidad humana resurgir poco a poco del trance.
Hasta que por fin sus ojos dejaron de sumergirse en plata, dando paso ahora a sus ojos marrones y menos salvajes.
-Vale, pues salid pronto que vamos a desayunar juntos anda. -Comenzó.-Y sé que el alfa está aquí por los zapatos en la puerta y por el aroma. -Aclaró divertida sin percatarse del olor a sangre, ya que ella también era recesiva y no podía detallar aquel olor metálico que provenía de su nieto.
Jimin parpadeó asustado moviendo su mirada de Jungkook a la puerta.
¿A todo esto, cuándo había llegado su abuela a casa?
-¡V-vale!, ¡ahora salimos a desayunar! -Por fin pudo contestar por sí mismo sin ser mandado.
Al oír los pasos de aquella alejarse por el pasillo, los dos pudieron volver a respirar aliviados.
-¿Qué te ha pasado? -Jeon se pronunció confundido además de muy descolocado.
El castaño ladeó levemente su cabeza confundido.
-N-no lo sé, sólo he empezado con la mosqueta y después al haberme quedado embobado mirándote, m-me he quedado traspuesto. -Confesó sonrojado.
Jungkook respiró hondo y cariñosamente le tomó entre sus brazos apresándole contra su pecho tomándole por fin. No sin antes haberle puesto sus gafas que habían acabado en una zona olvidada de la cama entre las sábanas al borde, menos mal que no se habían roto durante la noche.
Jimin agradeció el gesto viendo ahora nítidamente.
-Perdóname por haberte obligado a decirle que estabas bien con mi voz de mando, p-pero si no lo hubieras hecho, ella podría haberse hecho ideas erróneas. -Dijo muy nervioso a la vez que con mucho apuro.
La pequeña mano de Jimin se acercó a su mejilla derecha para acariciarla con todo el amor del mundo.
-Tranquilo, sé perfectamente que no lo has hecho con ninguna mala intención. -Se sinceró.-Y r-respecto a mi trance, p-perdona pero no sé qué me ha ocurrido. -Insistió avergonzado.
-No pasa nada, lo importante es que ya estás aquí de nuevo. -Respondió completamente honesto, sabiendo que todo lo que le importaba es que él estuviera bien.
Entraron en el baño conectado a la habitación y allí, Jungkook le ayudó a limpiarse la carita de sangre, y él mismo también se limpió porque del beso, también le quedaron restos.
-Escúchame, mi abuela ahora va a hacer preguntas muy turbias, tú simplemente contesta lo más natural posible. -Avisó el omega.
Jeon casi se ahogó con su propia saliva.
-¿Q-qué tipo de preguntas? -Inquirió nervioso.
Jimin tragó saliva sonoramente.
-Ya sabes... -Su corazón latiendo fuerte dentro de su pecho.
El pelinegro suspiró tembloroso, sabiendo por fin a lo que se había referido el menor.
Tras la charla, se lavaron los dientes (Jungkook usó el cepillo que la otra vez el omega le prestó y que era nuevo), y una vez listos, salieron de la habitación para enfrentar a la abuela.
Aunque el pobre de Jimin, apenas podía moverse y aparte de tener el dolor en su culito, también tenía ciertas punzadas latentes en las mordidas que le había hecho el mayor en su cuerpo, destacando por supuesto la de su cuello que aún estaba ligeramente sensible. Por lo que tuvo que taparla con una bufanda para que la omega no se diera cuenta.
-Esta noche de guardia he tenido que atender un parto sorpresa de trillizos. -Dijo ilusionada mirando la mesa puesta con varios aperitivos.- Ya hace tiempo que no atendía como matrona un parto así. -Confesó con una pequeña sonrisa comenzando a comer, siendo seguida por los otros dos.
-Algún día os ayudaré con el proceso de vuestro embarazo. -Siguió.
Causando que los dos rieran nerviosos y casi atragántandose con sus bocados. Ambos con las caras más incendiadas.
El desayuno fue muy animado y la abuela sorprendentemente, no llegó a hacer ningún tipo de cuestión incómoda... hasta que terminaron de comer.
-Habéis usado protección, ¿verdad? -Habló ciertamente seria.
Causando que Jeon se atragantara con el batido de chocolate y que a Park se le fuera el mordisco que le había dado a su rebanada de pan por otro lado casi ahogándose.
Mutuamente se dieron golpecitos en la espalda para no morir allí mismo y con valentía, asintieron a la pregunta de la mayor al haberse recuperado de la repentina frase de la mayor.
-Así me gusta, y por favor cualquier cosa que necesitéis yo os apoyo, pero tenéis que ser responsables. Todavía os queda muchísima vida llena de juventud por delante, ya cuando seáis mayores si eso, os planteáis lo de formar una familia. -Habló cariñosa tomando el final de su café.
Jimin tragó de su batido de fresa totalmente nervioso sin saber qué responder y con su cara roja, mientras que Jungkook se atrevió a darle la razón a la mayor iniciando una pequeña conversación madura.
Al terminar, los dos se retiraron de nuevo al cuarto del omega y Jungkook por supuesto le ayudó a andar haciendo que el brazo del menor se apoyara en sus hombros para darle estabilidad, aunque no fue tan descaradamente para que la mayor no se diera cuenta del todo.
Pero una vez llegaron a estar fuera de su visión, Jungkook le alzó en sus brazos para con suavidad, dejarle al llegar a la bonita habitación de nuevo sobre la cama.
Sin embargo, se tensó cuando su teléfono vibró sobre el escritorio blanco y muy ordenado del menor anunciando una llamada entrante.
Segundos después, la abuela apareció por el pasillo.
-¡Minnie!, felicidades por tu diez en el último examen de matemáticas. -La omega pronunció asomándose a la puerta, no sin antes haberla tocado con suavidad.
Jimin frunció su ceño.
-¿Acaban de salir las notas en la app? -Cuestionó el de gafas.
La otra asintió.
-Sí, hace justamente un minuto. Estoy súper orgullosa de ti. -Alentó cariñosa.-Y venga, que vais a llegar tarde al instituto. -Presionó dando prisa.
Y Jeon ignorando lo siguiente al darse cuenta de que las notas ya estaban anunciadas y que sus padres estaban llamando sin parar a su teléfono, sintió una gran presión en su pecho.
No podía ser.
Si aquellos estaban llamándole aún y cuando le dijeron que podía dormir fuera de casa sin problema, y que no le molestarían si nada pasaba, era porque su nota había sido mala y estaban realmente enfadados.
Tragó saliva muy nervioso.
Por otro lado, Jimin dejó de prestar atención a su abuela que se fue lejos de allí, para rápidamente enfocarse en lo nervioso que se había puesto el alfa de la nada.
-¿Estás bien? -Cuestionó preocupado.
Jungkook oprimió sus labios esbozando una sonrisa aparentemente calmada, inventándose lo primero que se le ocurrió en ese momento.
-¿Tú vas a ir al instituto? -Preguntó en voz baja.-Yo tengo partido y no puedo faltar.
Park entrecerró sus ojos intentando moverse sobre el colchón, pero el dolor en su trasero le frenó en el mismo segundo. Por lo que con mejillas totalmente sonrojadas, negó.
-Imposible. -Se sinceró tímido.
Jeon oprimió sus labios y dio varios piquitos en sus labios mostrándole que lo sentía por haberle dejado así, pero cuando el otro le devolvió los besos con todo el amor del mundo, supo que su destinado no estaba enfadado ni mucho menos.
-Te amo florecita, eres lo mejor que tengo en mi vida, te lo prometo. -Soltó emocionado mirándole a los ojos tras sus gafas.
Park se sonrojó hasta las orejas.
-Y-yo también siento lo mismo. -Furiosas mariposas se desataron en su estómago sin poder evitarlo.
Los dos se sonrieron ampliamente y Jeon terminó hablando dando su punto.
-Como ya te he dicho, tengo partido, no puedo faltar porque mis padres me matarían. -Aquello fue una media mentira, ya que aunque sí tenía partido, no podría ir al instituto sabiendo seguramente lo que sus padres le tenían preparado.
-Pues venga, porque no llegas. -Jimin miró la hora en su propio teléfono.
-Oye, tenemos que pasarnos nuestros números ya. -Jungkook dijo serio.
Levantándose de la cama colgando las llamadas de sus padres, para acercarse de nuevo al castaño e intercambiar teléfonos.
-¿Cómo me vas a guardar de contacto? -Jimin preguntó curioso.
Jungkook sonrió amplio mostrando sus blanquecinos dientes delanteros acompañados por sus prominentes colmillos.
-No te lo digo. -Susurró burlón.
Jimin hizo un mohín con sus labios mientras el alfa escribió el contacto.
Florecita🌼💖.
Mientras que Jimin le puso a Jungkook: Kook❤🐾.
Tras unos minutos donde finalmente se dijeron los nombres que se habían puesto quedando ambos tiernamente nerviosos, terminaron despidiéndose con besos y abrazos, porque supuestamente Jeon debía irse al instituto sabiendo que aquello era mentira.
El alfa se quitó el esponjoso pijama color pastel de Jimin que le quedaba corto en las extremidades porque el omega era más bajito que él y se puso su ropa que estaba un poco arrugada por haber estado toda la noche sobre el suelo.
Y cuando salió, Jimin retozó sobre las sábanas adormecido, no si antes haberle dado suerte al mayor en su partido, sin saber que...
El alfa se dirigía a su peor infierno.
Al llegar a su casa que se encontraba en el barrio más prestigioso de Busan, entró intentando hacer el menor ruido posible, pero aquello no funcionó debido a que frente a él, su madre estaba esperándole con una mueca llena de disgusto.
-¡¿Tú qué?! -La alfa se pronunció con sus brazos cruzados y sus cejas alzadas.-Que no contestas las llamadas y encima, te plantas aquí con la ropa hecha un revoltijo. -Acusó enfadadísima.
Jungkook cerró la puerta principal sacando la llave y guardándola en el bolsillo trasero de sus vaqueros negros.
-Me dijistéis que podía pasar la noche fuera. -Recordó sintiendo sus colmillos querer sobresalir de su labio inferior.
-Callado. -Amenazó fríamente.-Ya te quiero jodidamente en silencio, ¿sabes la nota de mierda que has sacado en matemáticas? -Cuestionó acercándose a él con rapidez haciendo resonar sus caros tacones de aguja sobre el mármol.
Y al alfa no le dio tiempo ni a reaccionar, cuando la palma de la mano de su progenitora colisionó contra su mejilla con fuerza girándole la cara.
La cachetada le abrió una herida en su moflete interior por haberse clavado sus propios dientes en la carne, por lo que su lengua hormigueó al impregnarse de su propia sangre.
Fue por esto que se puso tan nervioso el día del examen de matemáticas y el no haberse enterado a tiempo del mismo.
Sus oídos pitaron cuando aquella le gritó potentemente.
-¡Un cuatro y medio!, ¡has bajado en la lista de clase al tercer puesto!, ¿¡TE PARECE NORMAL!? -Espetó más allá de lo furiosa.
-No me pegues. -Fue lo único que dijo sintiendo rabia.
Acto seguido, se llevó una de sus manos a su mejilla para intentar mermar el dolor, no obstante la alfa se lo impidió.
-Manos atrás cuando estés frente a mí, no me hagas tener que educarte de nuevo, Jeongguk. -Murmuró en un tono gélido.
Al principio el pelinegro no quiso obedecer, pero cuando aquella sumergió sus ojos en dorado amenazándole, terminó haciéndole caso a regañadientes.
Sabía todo lo que se estaba jugando si le llevaba la contraria.
La mayor frunció el ceño cuando de repente, un olor floral peculiar y totalmente desconocido llegó a su fina nariz.
-¿Has estado con un omega? -Su voz salió totalmente amenazante.
El adolescente tragó saliva nervioso.
-¡Contéstame! -Gritoneó la mayor. Pero intentó mantener la calma no queriendo perder su elegancia.
Jeon iba a contestar, sin embargo su padre entró en el hogar acercándose a ellos dos desaflojando la corbata de su elegante traje de chaqueta en el proceso.
Quedando cierto contraste entre su atuendo de vaqueros y camiseta básica, con los elegantes y completamente finos de sus padres.
Respiró hondo poniéndose recto evitando querer entrar en conflicto con ellos, aunque sabía que eso era imposible.
-Buenos días. -La voz de su padre resonó.-Me acabo de reunir con tu tutora en el instituto y grande ha sido mi sorpresa, cuando me ha explicado porqué ella cree que tus notas han bajado. -Expresó manteniendo falsamente la calma.
Ya que Jungkook notaba perfectamente el aroma fuerte a anís acompañado de feromonas que destilaban rabia.
Su padre dio un beso en la mejilla de su madre, y le miró con una sonrisa socarrona.
-Te damos todo en esta vida y todavía te atreves a traernos malas notas. -Le dijo frío asintiendo lentamente con su cabeza.
Jeon quiso pronunciarse. Decir que sólo había sido una vez y que ya no volvería a pasar, pero sus palabras murieron en su garganta cuando el alfa mayor se pronunció.
-Dime hijo, ¿has vuelto a interesarte por el ajedrez? -La voz sonó extremadamente oscura.
Jungkook sintió su piel ponerse de gallina y un escalofrío le recorrió de arriba a abajo entrando en verdadero pánico.
Como acto reflejo dio dos torpes pasos hacia atrás y negó con su corazón en un puño no queriendo siquiera escuchar el término ajedrez e interesar en los labios de su padre.
-Ha venido oliendo a omega. -La mujer metió cizaña.
Su padre la miró por unos segundos con curiosidad ante lo dicho, para después volver a enfocar su mirada en su persona.
-Dis-moi Jeongkook, que cherches-tu avec tout ça? -Su padre le habló en francés provocando que su cuerpo temblara.
Rápidamente contestó con su respiración comenzando a descontrolarse.
-N-no estoy buscando nada. -Aseguró con miedo.
El otro emitió un sonido lleno de disconformidad.
-Si je te parle en français, tu me réponds dans cette même langue. -Avisó sin paciencia.
Jeon estaba muy jodido, porque cuando su padre le hablaba en francés, significaba que estaba realmente enfadado y al borde de explotar.
Y para no enfurecerle más, respondió en el mismo idioma.
-Je ne cherche rien, je n'aurai plus de mauvaises notes. -Dijo lo más seguro que pudo.
El mayor olisqueó su aroma interceptando al instante ese aroma a flor, azahar y vainilla tímida, recabando toda la información posible de su hijo, sabiendo que quizá estuviera frecuentando a un vulgar omega.
-Ahora mismo quiero que elijas entre el club de ajedrez o el de fútbol. -Dijo ronco.-Y última vez que me sacas esa nota tan mala o te envío a nuestra antigua casa. -Dijo frío.
Jungkook mordisqueó su labio inferior respirando por su nariz. Si renunciaba al club de ajedrez, ya no vería a Jimin en los recreos y descansos, pero... tampoco podía renunciar al club de fútbol.
-Ah, y cómo vuelvas con aroma de ese omega encima, también te prometo que te devuelvo a Mónaco. -Amenazó.-A ver si así se te quita la tontería.
Y ante ello, su corazón estalló en latidos desenfrenados causando una furia muy grande desatarse en su interior.
-No pienso alejarme. -Gruñó mostrando sus colmillos.
Estaba llegando al tope con sus padres.
Y no se lo esperó, cuando su padre le propinó un fuerte puñetazo que le mandó directo al suelo.
-A mí no me lleves la contraria, Jeongguk. -Dijo desde arriba su progenitor remangándose las mangas de la chaqueta por si tenía que volver a violentarle.-Nos estamos jugando mucho contigo como futuro heredero de nuestros negocios y poderes. -Dejó saber.
Su esposa rodó sus ojos ante el escándalo, dirigiéndose hacia un mueble acristalado para sacar un vaso, ponerse hielos que había en un pequeño congelador y servirse un costoso licor.
Sobre el suelo, el alfa menor intentó ponerse en pie, pero su padre le dio una potente patada que le hizo toser violentamente.
Aquella fue en su estómago.
Y lo único que se escuchó fue el ruido sordo del golpe y aquel que la mayor emitió por estar moviendo circularmente su vaso con hielos.
Entonces un gruñido surgió desde lo más profundo de su pecho y sin poder frenarse, sumergió sus ojos en un deslumbrante y furioso dorado.
Trasmutando a su imponente lobo negro por la violencia que había recibido y que había desencadenado que su lobo interior surgiera para defenderle.
Y es qué...
Jungkook había explotado contra sus padres y aunque sabía que podía empeorar todo sublevándose... en su mente solamente estaba la explosiva idea de que aquellos no querían que compartiera su vida con su omega destinado.
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Traducciones:
Dis-moi Jeongkook, que cherches-tu avec tout ça? / Dime Jeongguk, ¿qué estás buscando con todo esto?
Si je te parle en français, tu me réponds dans cette même langue. / Si yo te hablo en francés, tú me contestas en el mismo idioma.
Je ne cherche rien, je n'aurai plus de mauvaises notes. / No estoy buscando nada, ya no voy a sacar más malas notas.
Gracias por leer♡.
Empezamos con el drama jd9dnakdbfiaksjfksiakhw.
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