Capítulo 27 ও
Unos segundos pasaron hasta que Jimin pudo dejar finalmente de lado su aturdimiento ante todo lo que estaba ocurriendo.
Para tras un cortísimo período de tiempo, poder comenzar a distinguir el aroma del alfa que le estaba escondiendo en la ducha.
Que se resumía en ámbar y cedro fuerte.
-Jungkook. -Susurró incrédulo cuando el mayor apartó su mano de sus labios.
Sin embargo el pelinegro no contestó, sólo llevó uno de sus largos dedos a sus abultaditos labios indicándole que guardara silencio.
Tan sólo un minuto después, la puerta del vestuario se abrió violentamente causando que Jeon acorralara el cuerpo de Park contra la pared de la ducha para ambos alejarse de la puerta.
Voces hicieron eco en el lugar.
-Te hemos visto meterte aquí omega cobarde. -Una voz grave resonó.
-Sal y seremos buenos. -Dijo entre dientes otro de los alfas del grupo de matones.
Al instante, Jimin aspiró irregularmente por su nariz en un amago de tranquilizarse y de no comenzar a llorar por segunda vez en el día.
Estaba metiendo en problemas a Jungkook, por el firmamento, todo tenía que salirle terriblemente mal y ahora estaba a punto de ser molestado.
Aunque todo pasó a segundo plano cuando el omega, finalmente posó sus ojos en el alfa y el torso desnudo a la vez que trabajado del mismo apareció en su campo de visión, luego se fijó en los vaqueros ajustados de color negro que llevaba puesto el mismo, estos se ceñían en sus fuertes piernas estando rasgados en las zonas de sus rodillas.
Había pillado al mayor cambiándose de ropa.
Ante la imagen, el castañito tragó saliva casi ahogándose y rápidamente cerró sus ojos tras sus gafas sonrojándose hasta las orejas.
Jeon estaba semi desnudo justo frente a él con su pelo negro húmedo. Mientras que su aroma estaba comenzando a emanar un fuerte olor a madera acompañado de feromonas de protección.
Por otro lado, Jungkook aún acorralando a Jimin con sus brazos puestos a cada lado de su cabeza, guardó silencio escuchando como risas y golpes resonaban sin cesar en los vestuarios, los hijos de puta estaban abriendo una por una las puertas del lugar.
Quiso frenarse.
Quiso mantener la calma.
Quiso.
No obstante, y cómo era de esperarse, no pudo.
Y menos sabiendo por toda la mierda que tenía que pasar constantemente su destinado.
Ya nada le importó, solamente dejó que su alfa se hiciera parcialmente con él y sin pensarlo, bloqueó el aroma de Jimin para que no interceptaran su olor.
Estaba protegiéndole.
Sus olores a madera, cedro y ámbar, se volvieron levemente mentolados, causando que el intenso dominio de su aroma opacara al tenue floral de su destinado.
Causando que Jimin aún con sus ojos cerrados, pudiera olisquear lo que estaba ocurriendo quedándose estático en el proceso.
Porque se percató de lo que estaba ocurriendo.
Acaso...
¿Jungkook estaba bloqueando su aroma?
Eso...
Eso solamente lo podía hacer su persona destinada, o al menos eso era lo que habían estudiado en la asignatura escolar que tenían relacionada con sus naturalezas salvajes.
Entonces...
¿Jungkook era su destinado?
Sus ojos se abrieron tras sus gafas ignorando el hecho de la semidesnudez del alto, y su respiración se quedó estancanda en lo más profundo de su ser cuando se dio cuenta de de que ahora los ojos del pelinegro, estaban pintados en un intenso dorado.
Sus miradas se conectaron al instante, los orbes humanos y castaños de Jimin, chocaron con los salvajes y brillantes de Jungkook.
La situación era de amenaza, no obstante aquello no frenó el hecho de que el castañito sumergiera en contra de su voluntad y por unos escasos segundos, sus ojos en un precioso destello de color plata.
Alfa y Omega animales saludándose en ese mismo instante.
Un sentimiento arrasador haciéndose con ellos y sus corazones latiendo cálidamente.
A la vez que por parte del castañito, una lágrima cristalina recorrió su aterciopelada mejilla, su Omega hablándole por primera vez en su corta vida con una palabra que le descolocó.
Alfa.
Sus labios temblaron y sus ojos se llenaron de más lágrimas, aunque estas eran de felicidad.
Jimin no sabía bien cómo tomarse aquello debido a que al ser recesivo, no podía intuir si Jungkook de verdad era su destinado o no, sólo le quedaba aferrarse al bloqueo de su aroma como la posibilidad de que aquel sí lo fuera.
Tras unos segundos, volvió a su ser dejando atrás a su Omega durmiendo de nuevo en lo más profundo de su pecho.
Fue ahí cuando el Jimin humano ante el bloqueo de su aroma por parte del mayor, que aún seguía mirándole con sus ojos sumergidos en oro, pudo recordar vagamente algo.
Un deja vú.
Una cosa que ocurrió en una escena similar a esta cuando Jungkook dominó su aroma.
Más concretamente el día de la discoteca donde tanto bebió y cuyos recuerdos eran extremadamente difusos, excepto una frase dicha que llegó en ese mismo momento a su mente como si de una tormenta se tratase.
"-Te lo he dicho alfa tonto, que no te gustaría mi secreto."
Un remolino de sentimientos contradictorios se asentaron en lo más profundo de su pecho y mordisqueó su labio inferior nervioso al percatarse de que el alfa podría saber su secreto.
Pero no le dio tiempo a siquiera reaccionar o decir nada al respecto, cuando Jeon se giró al darse cuenta de que la siguiente puerta que abrirían, era la de la ducha en la que los dos estaban.
Así que el mayor le movió con suavidad a una esquina de la ducha para en un abrir y cerrar de ojos, girarse para salir del cubículo asegurándose de cerrar la puerta a tiempo, para que así no pudieran divisar al omega.
-¿Se os ha perdido algo? -Jungkook cuestionó con una ceja alzada.-Estoy solo. -Sentenció mintiendo.
El alfa de tatuajes que lideraba el grupo, rió sarcástico.
-Hemos visto al defectuoso entrar aquí, ¿eres tú el que has bloqueado su aroma? -Preguntó con burla.
Aunque Jungkook solamente prestó atención a una palabra, defectuoso.
-Vuelve a llamarle defectuoso y te juro por la madre luna que te parto la boca. -Farfulló entre dientes.
-¿Tú a quién vas a partir la boca Jeon?, si lo único que sabes hacer bien es jugar al fútbol y ser el títer maleable de tus padres, das mucha pena. -Dijo con una sonrisa maliciosa.
Todos sabían que Jungkook provenía de una familia muy respetada de alfas y que la misma pretendía ser sublime ante los demás, era la familia, alías perfecta Jeon.
Pero también habían muchos rumores de que aquello no era cierto y que en realidad, esa familia escondía mucha mierda peligrosa.
Demasiado peligrosa.
Aunque en realidad nadie lo sabía a ciencia cierta.
Leesung dio un paso amenazante hacia delante no perdiendo el tiempo.
Causando que el pelinegro sonriera sarcástico, estaba jodido, no podía iniciar otra pelea más cuando ahora lo único que quería era romperle las piernas a los alfas que estaban siguiendo a Jimin, pero no podía formarla de esa forma porque correría el riesgo de que esta vez sus padres se enteraran del problema y entonces, no vería la luz del día en muchos días.
Aquello era un jodido martirio, el no poder defender como quería a Jimin era una puta tortura, aunque no podía jugársela.
Los castigos de sus padres no eran ninguna broma después de todo, así que tuvo que presionar un poco la situación de manera verbal.
-Si no queréis problemas, os aconsejo que os vayáis de aquí en menos de un minuto, no lo repito dos veces. -Su tono de voz cayendo a dos tonos más graves y sus ojos comenzando a destellar en dorado.
Tras su amenaza, se percató de que los dos omegas del grupito, estaban observando embelesados su torso desnudo.
Básicamente se lo estaban comiendo con la mirada justo frente a sus dos alfas.
Qué puta vergüenza, joder, si parecían hasta estar babeando.
Aquello sólo significaba más problemas.
Porque el alfa rubio y el otro tatuado, automáticamente se dieron cuenta de que sus omegas estaban mirando con coquetería al alfa puro.
Por tanto, los dos gruñeron en contra del mayor.
Aunque finalmente se desató una pelea entre las dos parejas, provocando que los alfas salieran escopeteados y enfadados de los vestuarios, siendo perseguidos por sus omegas que estaban desmitiendo lo obvio.
Al silencio reinar de nuevo, Jimin salió de la ducha cabizbajo.
Había estado a punto de meter en una grave trifulca al mayor.
-Discúlpame Jungkook. -Susurró avergonzado mirando aún hacia el suelo.
Jeon respiró hondo acercándose lentamente al menor para acto seguido tomar con suavidad el mentón de su precioso omega destinado alzándolo.
Causando que sus ojos ya humanos se conectaran.
-No pidas perdón, siempre lo haces incluso cuando no tienes la culpa de absolutamente nada, que ellos sean unos descerebrados no es tu asunto, nadie tiene derecho a molestarte Jimin. -Murmuró cerca de su rostro.
Y el castaño se vio atontado por el increíble aroma del mayor a la vez que el de su mentolado aliento.
-Gracias. -Dijo ilusionado, sin embargo mordió su labio inferior con sus paletas y tuvo que arriesgarse, necesitaba saberlo.-Jungkook... aquel día en la discoteca, ¿t-tú viste mis brazos desnudos al cambiarme la sudadera? -Cuestionó casi con voz rota, aquello era algo tan delicado y frágil de su ser, que no sabía cómo sentirse al respecto si el azabache lo supiera.
El otro parpadeó aturdido, no se esperó esa pregunta, sin embargo no pudo mentir ni nada parecido.
-¿Te parece bien si hablamos de esto con más calma?, no sé quizá podríamos ir a comer algo o... -No pudo terminar cuando fue interrumpido.
-¿C-comer?- Murmuró avergonzado el omega y negó con su cabeza.-Mejor vamos a mi casa.
No quería admitir que le daría vergüenza comer frente a Jungkook, simplemente desvió el tema y decidió que acudir a su hogar era lo mejor para poder hablar con tranquilidad, y ya luego ambos comerían por separado, el mayor en su casa y él en la suya.
Ya que aquel era un tema delicado para él.
-Claro, entonces hagámoslo así. -Aceptó finalmente.
Jeon se colocó su camiseta negra dejando así de estar semi desnudo, se puso su mochila a la espalda, ayudó al menor y a Hoseok a terminar de recoger todos los materiales y les acompañó a los dos a los vestuarios.
Mencionar que dentro del vestuario de omegas, tanto Hoseok como Jimin se enteraron de que tanto el omega con aroma a cereza y su amigo, estaban llorando desconsolados porque sus dos alfas les habían dejado por lo ocurrido con el alfa puro.
Aunque no prestaron mucha atención quedándose al margen.
-Con lo preciosos que son, y sus alfas acaban de romper con ellos. -Suspiró una pequeña omega que estaba hablando con su amiga.
-Creo que eso ha sido el karma, ¿te acuerdas de cuando se rieron al llegar del bonito aroma floral del omega tierno? -Susurró de vuelta la otra omega, aunque Jimin pudo escucharla y no pudo evitar que una diminuta sonrisa se dibujara en sus labios.-Pues que se aguanten, por malos. -Terminó diciendo la omega y la otra le apoyó.
Una vez listos y sin más trifulcas, salieron para llegar al autobús para llegar al instituto.
Después, los profesores de educación física felicitaron el comportamiento a los alumnos. Todos comenzando a disiparse en diferentes direcciones una vez se despidieron de los docentes.
-Bueno, yo me voy a casa de Yoongi que me ha llamado. -Hoseok habló con una bonita sonrisa de hoyuelos.
Jungkook y Jimin asintieron.
-Jungkook una cosita, Yoongi me ha dicho que quiere dejar el club de fútbol y que te lo diga. Ya te contará él con más detalle mañana. -Hoseok se pronunció por segunda vez, pero esta vez con seriedad y cautela.
El alfa expandió sus ojos sorprendido.
-Pero... ¡si es el mejor delantero!, pf. -Exclamó de vuelta.
Jung suspiró.
-Ha ocurrido un tema delicado, así qué bueno, supongo que ya te lo dirá porque yo no puedo darte detalles, nos vemos. -Tras ello, dedicó una genuína sonrisa a Jimin.
Jungkook suspiró y los tres se despidieron, provocando que Hoseok pusiera rumbo a casa de Yoongi y los otros dos se dirigieran a casa del menor.
Por el camino, Jimin miró nervioso su teléfono, porque le había enviado más de cien mensajes a Taehyung y no le contestaba, ni siquiera a sus llamadas, así que claramente después de que Jungkook se fuera de casa, iría a ver a su mejor amigo.
Estaba realmente preocupado por él, ya que la última vez que le habló fue antes de ayer.
Jimin suspiró y guardó el pequeño aparato electrónico en su bolsillo siendo enseguida preguntado por Jungkook, aunque el omega no dijo mucho.
Una vez en la puerta de su acogedor hogar, Jimin sacó las llaves y abrió quedando casualmente de frente con su abuela, la misma que estaba enfundada en su uniforme de hospital.
-Buenas tardes abuela. -Saludó el menor con una sonrisa tensa, tenía atrás a un alfa que la misma ni siquiera conocía y no se había acordado de que este día de la semana, la misma solía salir de casa para ir a su trabajo a estas horas.
La mayor le devolvió la sonrisa provocando que pequeñas arrugas se formaran a cada lado de sus ojos.
-Hola Minnie, ¿y este amigo? -Cuestionó olisqueando el aroma a madera y menta del mayor tras su nieto, se le veía buena persona y esperaba no equivocarse.
Jeon que cuando estaba nervioso emitía cierto olor a menta, se irguió al instante queriendo dar una buena impresión.
-Tenemos que hacer un trabajo juntos, se llama Jungkook. -Presentó el omega alternando su mirada entre el alfa y su abuela, jugueteando nervioso con las llaves entre sus manos por la mentira.
-Ah, qué raro que no te hayas puesto como siempre con Taehyung, ¿no? -La abuela presionó un poquito con sus cejas fruncidas.
Las mejillas del omega se tiñieron de rosa, estaba a punto de pillarle la mentira así que pronto pensó algo
-B-bueno, esta vez las parejas de trabajo las ha elegido el profesor.
-¡Oh!, en ese caso haré como la que te creo -Bromeó con una pequeña sonrisa la mujer.-Pero bueno, no deja de ser un alfa y tú muy joven, así que ya sabéis lo que se tiene que poner para evitar cachorros. -Soltó de sopetón causando que tanto el omega y alfa se atragantaran con sus salivas.
Ambos tosieron acompasados y la abuela del menor les dio palmaditas en las espaldas a los dos con cierta preocupación hasta que se recuperaron.
-Bueno, sed buenos, hoy no tengo turno de noche, así que llegaré tempranito. -Informó para dejar un suave beso en la mejilla de su nieto y tras dicha acción, Jeon se reverenció ante ella.-Adiós, aprovechad el tiempo con el trabajo y aseguraos de hacerlo en condiciones. -Aconsejó.
-Encantado de conocerla. -La voz grave del alfa resonó a la vez que se inclinó por segunda vez en una reverencia cuando ella pasó a su lado.
-Igualmente cariño. -Contestó amablemente la mayor.-Uy, que casi se me olvida, en la cocina hay comida que he cocinado para la semana, tomad lo que queráis. -Ofreció para después dirigirse a su coche y emprender su camino al hospital.
-Tu abuela es... -Jungkook comenzó una vez la mencionada entró en el vehículo.
-Peculiar. -Jimin terminó la frase con un suave y tierno resoplido.
Tras ello, entraron en casa y una vez dentro se quitaron los zapatos.
-Bueno... ¿qué tal si mejor almorzamos antes de charlar? -Jimin cuestionó con voz suave, simplemente no podía hacerle el feo de no ofrecerle comer.
Jungkook frunció sus labios.
-Si te parece bien a ti vale, sino no te preocupes. -El azabache contesta sincero.
Porque tal y cómo se puso antes el castaño, sabe que le da cosa comer delante de él aún y cuando él las veces que le ha espiado durante los recreos, le ha visto comer innumerables veces, sin embargo y claramente eso Jimin no lo sabía.
El omega suspiró y negó con suavidad.-Comamos mejor. -Tras decir aquello, se dirigió a la cocina y sacó un tupper de comida.-¿Te gustan los macarrones con tomate? -Giró su rostro hacia el alfa y abrió sus ojos sorprendido cuando vio al alfa estar muy cerca de su persona, su corazón latió fuertemente porque no se lo esperaba tan cerca.
Jeon carraspeó al darse cuenta y dio un paso atrás para después contestar.
-Sí me gustan. -Afirmó con una sonrisa amigable.
Y Jimin se la devolvió.
Pronto calentaron en el microondas el almuerzo en dos platos y se sentaron en la mesa con dos vasos de agua.
Comieron en silencio aunque las miradas no faltaron y menos al pillarse mirándose mutuamente varias veces. La tensión que había era palpable y todo fue peor cuando ambos se miraron con sus ojos sumergidos en un bonito brillo de enamorados.
Jimin mordisqueó su labio inferior y su respiración se aceleró al darse cuenta de qué, como un tonto, estaba cayendo en los más profundo del amor.
Ya que su lobo no paraba de mover su colita muy alegre por tener tan cerca el aroma del mayor, además de su presencia.
Por otro lado, Jungkook masticó dos macarrones y luego pinchó otro para llevarlo a sus labios en un amago de calmarse, los latidos de su corazón incrementándose porque aquello realmente parecía...
Una cita.
Y lo había echado mucho de menos después de la noche de la discoteca, a pesar de todo lo que ocurrió, las cosas buenas que pasaron ganaban con demasía a las malas.
El pelinegro suspiró intentando controlar su corazón y comenzó una liviana conversación que marchó natural hasta que los dos terminaron de comer.
Recogieron la mesa, limpiaron lo utilizado y sus manos, para finalmente dirigirse a la habitación del menor.
Cuando Jungkook entró en la misma, oprimió sus labios al recordar todo lo que ocurrió la última vez que acudió allí.
Y no se iba a mentir... realmente quería besar los labios de su destinado de nuevo si pudiera ser posible, sin embargo dejó de lado esos pensamientos y se centró en un pequeño tablero de ajedrez que tenía las piezas de cristal.
Se acercó al escritorio del omega y lo miró desde más cerca sintiendo miles de recuerdos amontonarse en su cabeza, los mismos que siempre recurrían a su persona desde que había comenzado a acudir al club de ajedrez para pasar más tiempo con el omega.
Su labio inferior tembló levemente al mirar fijamente la pieza de cristal que recibía el nombre de dama, un escalofrío recorriéndole la espalda baja porque aunque siempre intentaba bloquear sus traumas pasados con el ajedrez cuando acudía al club, hoy estaba más irascible de lo normal por haber visto a su omega ser continuamente acosado.
-¿Estás bien? -La aterciopelada voz del castaño resonó justo a su lado.
Sus ojos continuaron fijos en el tablero y su boca funcionó antes que su racionalidad.
-¿Has jugado con alguien?, la jugada está en jaque mate. -Jungkook anunció y entonces, sus ojos se abrieron en demasía.
Por el firmamento, se le había escapado aquello.
Jimin al instante frunció su ceño extrañado y entreabrió sus pomposos labios en un gesto sorpresivo.
-¿Cómo sabes que está en jaque?, es decir... es que aún te cuesta saber los nombres de las figuras cada vez que vienes al club. -Cuestionó poniéndose frente a Jungkook para que éste dejara de mirar el tablero y a cambio, le prestara atención a él.
Jeon llevó una de sus grandes manos a la única asa de su mochila que estaba descansando en uno de sus hombros para ceñirla en la tela negra.
-Eh... no te lo quería decir por vergüenza, pero he estado todo este fin de semana viendo vídeos y buscando información del ajedrez para sorprenderte. -Soltó liviano y con sus mejillas ruborizadas.
Jimin sonrió enternecido y aunque tardó un corto período de tiempo en responder, lo hizo.
-Oh, q-qué detalle. Pues sí, está en jaque de la última vez que jugué con Taehyung, yo fui el que gané. -Murmuró emocionado de que Jeon se hubiera tomado el tiempo de buscar información de algo que tanto le gustaba.-¿Ves que no es tan difícil?
Jungkook asintió sintiéndose mal por haber... mentido.
Sin embargo, hubo de dejar de lado sus complejos secretos y llevó esta vez sus manos a los bolsillos de sus vaqueros negros para ocultar su nerviosismo.
Jimin se acercó un poco más a él y habló suave esta vez.
-Am, no quiero presionarte ni nada parecido, pero necesito... saber si s-sabes lo que oculto. -Jimin se pronunció por fin con su voz levemente irregular.
El azabache respiró profundo por su boca llenando sus pulmones preparándose, porque no sabía bien cómo decírselo, aunque se caracterizaba por ser una persona directa y sincera, así que lo dijo sin preámbulos.
-Fue cuando te cambié de sudadera debido a que te vomitaste encima estando borracho, yo... eh, sí vi tus brazos. -Mojó sus labios y asintió con su cabeza en un movimiento.-No obstante no debes preocuparte, yo te prometo que jamás voy a decir nada a absolutamente nadie, antes me muero. -Se acercó al bajito para estrechar la distancia y seguidamente tomar sus pequeñas manos entre las suyas.-Jimin creéme si te digo esto, normalmente yo nunca me involucro sentimentalmente con nadie, no te voy a mentir, tengo una vida tan complicada que no puedo correr el riesgo de entrometer a nadie en ella hasta el punto en el que ya lo he hecho contigo, por eso he tardado más en acercarme a ti.
El menor se quedó sin palabras y abrió en demasía sus ojos tras los cristales de sus gafas, no se esperaba esas palabras del mayor, ni tampoco que supiera su secreto.
-Pero te prometo que por ti me arriesgo sin importar nada. -El mayor terminó por decir apresuradamente.
-Jungkook... no entiendo bien a qué te has referido. -Jimin habló sintiendo sus labios temblar por lo escuchado, la emoción recorriendo su cuerpo a raudales ante la idea de que el alfa se haya expresado tan sincero.-Y que sepas que te confío mi secreto, y... pff, espero que no estemos sonando demasiado cursis. -El omega abrió sus labios para recaudar aire.
-No sé si hemos sonado de esa manera, de todas formas cuando los dos estamos solos, podemos ser naturales y no debemos actuar cómo los demás esperan que lo hagamos, y eso es lo bonito. -El azabache sonrió de soslayo y Jimin le imitó.
Ambos se acercaron rompiendo cada vez más la distancia hasta un punto donde sus frentes se unieron.
-Puede sonar raro, pero si nos vamos a b-besar, vamos a lavarnos los dientes. -Jimin dijo en voz bajita.-No me apetece que nuestra segunda vez, sea con sabor a macarrones con tomate. -Se sinceró vergonzoso.
Jugnkook rió suavemente separándose.
-¿Y quién te ha dicho que nos vamos a besar? -Cuestionó juguetón alzando una de sus cejas.
El castaño boqueó cual pececillo fuera del agua y sus mejillas se exaltaron en un color granada.
-Em... no sé, te has acercado tanto qué, ¡no lo sé!, s-simplemente me ha dado la sensación. -Rápidamente pasó sus pequeñas manos por su rostro avergonzado.
Jeon sonrió socarronamente al ver lo tierno que se veía Jimin tímido.
-Era broma florecita, quiero besarte y repetirlo desde la última que nuestros labios se tocaron, así que a lavarnos los dientes y a tener clases de besos. -Mencionó dirigiéndose al baño del bajito, recordando perfectamente dónde se encontraba.
Jimin pronto le siguió tiernamente.
-¿C-clases de besos? -Cuestionó ladeando levemente su rostro a espaldas de Jungkook.
-Los dos somos primerizos y la verdad es que nuestro primer beso fue un poco torpe, pero podemos arreglarlo hoy. -Dijo mojándose sus labios.
El otro asintió con sus ojos sumergidos en cierto brillo de ilusión y se dirigieron al baño.
Pronto se lavaron los dientes. Jimin le prestó al mayor un cepillo de dientes que tenía nuevo, se enjuagaron con colutorio y una vez listos, volvieron a la habitación.
Se sentaron en la cama y se pusieron uno frente al otro. Sus corazones latiendo a mil por hora.
-E-esto es una locura Jungkook, no sé cómo fluír, q-qué vergüenza. -Susurró Jimin con su rostro totalmente ruborizado, no sabía ya ni a dónde mirar.
-Jimin, si quieres que me vaya... -No pudo terminar cuando el omega negó rápidamente.
-S-sólo bésame por favor, hazlo tú porque yo no me atrevo. -Musitó con voz irregular y extremadamente nervioso.-Y-yo, mi omega últimamente me está haciendo la vida imposible desde que me besaste y no para quieto, c-creo que si nos besamos éste se tranquilizará. -El castañito habló torpemente, aún así pronto se sintió mal.-Pero de verdad, ¡no te sientas presionado!, si no quieres por favor no l-lo hagas, te entendería perfectamente... -No le dio tiempo a terminar de hablar, cuando las grandes manos del azabache se ciñieron con suavidad en sus calientes mejillas.
-No me lo pidas más de dos veces Jimin, quiero comerte a besos. -Jungkook se pronunció con voz grave y mirándole a los ojos.
Jimin entreabrió sus labios.
-P-pues adelante, supongo. -El castaño se acercó más al mayor.
El aroma de Jeon se intensificó atrapando todos los sentidos del omega, y todo se descontroló cuando finalmente sus labios se encontraron.
Comenzaron con un suave chasquido inicial surgido de un pico.
Sin embargo cuando Jeon movió sus labios sobre los pomposos de Park, este último los entreabrió para darle acceso a su interior.
Jungkook comenzó a mover su lengua como su instinto le decía y profundizó más el beso al llevar la palma de su mano a la nuca de su destinado.
Jimin sintió la acción y jadeó contra los labios del mayor, por las estrellas y el firmamento, estaba comiéndose la boca con Jungkook de nuevo.
Estaba cumpliendo muchos sueños a su corta edad.
Tras unos segundos, se separaron debido a que necesitaron aire.
Ambos abrieron de nuevo sus ojos y se miraron con intensidad, sus labios estaban levemente hinchaditos y rosados.
-¿Quieres seguir? -Jungkook cuestionó echándose su pelo negro carbón hacia atrás, exponiendo en el proceso su frente ahora levemente sudorosa.
El aroma de Jimin se intensificó ante la atractiva imagen justo frente a él, y sólo pudo asentir como un tonto enamorado.
-Claro. -Afirmó.
-Entonces ven. -Jeon pronunció con voz ronca señalando sus muslos enfundados en sus vaqueros negros y rasgados.
Jimin expandió sus ojos y su respiración se disparó.
Por la diosa luna y sus cráteres, los muslos de Jungkook debían considerarse una de las siete maravillas del mundo.
No quiso preguntar si estaba seguro o no, sólo obedeció.
Con parsimonia se levantó de la cama y se puso frente al alfa para seguidamente ponerse a horcajadas.
Apoyó sus rodillas a cada lado de las caderas del pelinegro y suavemente posó su prominente trasero sobre su regazo.
No aguantaron ni dos segundos mirándose, cuando ambos unieron esta vez furiosamente sus bocas en un necesitado beso caliente.
Jimin jadeó ante la intensidad del beso y tuvo que rodear con sus brazos a Jeon para buscar estabilidad.
El menor abrió más su boca y gimió en voz baja cuando su diminuta lengua fue mordida ligeramente por los blanquecinos dientes del mayor.
-Umh. -Jimin gimió esta vez más alto cuando los dientes frontales del mayor se ciñieron ligeramente en su abultadito labio inferior, para después tirar de él levemente.
Se separaron y volvieron a unirse esta vez ya perdidos, sus olores batallando entre sí destacando la menta llena de vida de Jeon y la curiosa vainilla dulce que estaba comenzando a surgir de Park.
Sin pensárselo, sus lenguas se enredadon de nuevo.
Y Jimin comenzó un suave vaivén contra las caderas ajenas.
Llegando a un punto donde ambos empujaron desordenadamente sus caderas para buscar un mayor frote mutuo.
Se separaron para respirar y no pasaron ni diez segundos, cuando acortaron por enésima vez la distancia entre sus bocas para rozar sus labios entre sí.
-Joder. -Gimió el alfa cuando el prominente trasero de Jimin chocó directamente contra su pelvis, su miembro comenzando a despertar.
-Tócame p-por favor. -Suplicó Jimin con lágrimas de placer incrementando el frote, necesitaba sentirse querido y valorado.
Justo como Jungkook siempre le hacia sentir incluso sin proponérselo.
Necesitaba sentirse un omega digno y atractivo.
Entonces Jungkook entrecerró sus ojos temiendo que el castañito estuviera pensando en cosas absurdas.
-Jimin, ¿estás totalmente seguro? -Cuestionó.
-S-sí, por favor. -Dijo y mordió con fuerza su abultadito labio inferior al sentir que ante el incremento del frote, el pelinegro estaba ya más que duro.
Y él también lo estaba.
-Pues nada, con tu permiso. -Dijo pícaro tomando entre sus manos el gran trasero de Jimin.
Sintiéndose correr al percatarse de que teniendo en cuenta lo grande que eran las palmas de sus manos, los glúteos del bajito encajaban perfectamente en las mismas.
Pronto dio un apretón y subió sus venosas manos por las caderas del menor, aferrándolas allí para comenzar a guíar al omega en un ritmo placentero y más rápido para los dos.
-M-más rápido. -Jimin indicó cuando sus piernas se cansaron, necesitaba que Jungkook se moliera más ligero contra su pelvis para que pudieran llegar al orgasmo.
Sus frentes sudando y sus respiraciones siendo un maldito desastre.
Joder.
-Ah... J-Jungkook, ah... nhj. -Jadeó con la boca abierta intentando recaudar aire a la vez que sus mejillas estaban ya completamente rojas.
Los dos jadearon desesperados y frotaron sus miembros más entre sí con ropa de por medio, hasta que se sumergieron en un potente placer que derivó en el orgasmo de los dos.
Continuaron moliéndose uno contra el otro en un candente frote mientras se estaban corriendo suciamente.
-Por la diosa luna. -Gimoteó Park y luego jadeó ido.
-J-Jimin, umhh, mierda. -Jeon se corrió más por el insistente roce.
El alfa manchó sus pantalones vaqueros como el adolescente inexperto que era y el omega tres cuartos de lo mismo.
-Ah... ah... umh. -Jimin jadeó en alto y sintió su corazón casi explotar, su pecho subía y bajaba sin ritmo establecido.
Los dos siendo un desastre por el otro.
Pronto Jimin escondió su carita en el hombro del mayor y entonces todo lo contenido desbordó no pudiendo retenerlo más.
De repente, comenzó a llorar en el hombro de Jeon porque tenía miedo.
Miedo de que aquello fuera demasiado bueno para ser real.
Sin embargo, enseguida Jungkook tomó su rostro entre sus manos y le obligó a mirarle a los ojos.
-¿Por qué lloras florecita?, he hecho algo mal, perdóname si es así, lo siento. -Jungkook se pronunció agobiado por no saber qué había pasado.
Acababan de correrse como dos adolescentes inexpertos frotándose el uno contra el otro y supuestamente ahora deberían estar súper felices por haber dado un paso más allá en el comienzo de su "relación", pero el ver llorar a Jimin le estaba descolocando muchísimo.
Al instante el castañito negó con su cabeza.
-Lo has hecho absolutamente todo bien, sólo... t-temo que te canses de mí o que yo no sea lo suficiente para ti. -Susurró notando lágrimas de tristeza deslizarse por sus mejillas. Sus sentimientos a flor de piel por la vulnerabilidad de la situación y por las feromonas de ambos estar batallando sin parar.
Aquello estaba siendo un desastre por su culpa. Como siempre, debía echarlo a perder todo.
Jeon frunció su ceño y se puso serio.
-Eres el omega más bonito de este puto mundo, nadie se compara a ti frente a mis ojos Jimin, métete en la cabeza que eres perfecto y que no necesitas ser como quieren que seas, porque todos somos diferentes a nuestra propia manera y eso es lo bonito de este mundo. -Comenzó.-Tú posees la belleza más preciosa que he visto jamás, tus pecas, tus labios, tus increíbles ojos, tu pelo, tu sonrisa, tu personalidad, tu aroma que me vuelve loco, simplemente... todo tú. -Sentenció.
Y Jimin quiso morirse allí mismo de felicidad.
-Eres suficiente, ¿vale? -Susurró lentamente posando su frente contra la de Jimin y limpiando con sus pulgares las lágrimas de las mejillas del menor.
-Gracias, m-mil gracias. -Murmulló de vuelta el castaño.
Los dos poco a poco se recuperaron de todas las emociones y finalmente decidieron ducharse por separado, por supuesto el omega le dejó ropa y una vez listos, comenzaron a besarse de nuevo sobre su cama.
Y así estuvieron toda la tarde hasta que los padres de Jeon llamaron a su hijo reiteradas veces al teléfono para que acudiera a su casa de una buena vez.
Se despidieron y entonces, vio a Jungkook mirar por última vez con una mirada ligeramente temerosa el tablero de ajedrez.
Y el omega lo supo.
Porque era imposible que en tan sólo un fin de semana como el mayor le dijo antes, este hubiera aprendido cuándo un tablero se encontraba en jaque. Antes se había hecho el tonto para no presionar al alfa.
Sin embargo sabía perfectamente que...
Jungkook le escondía algo respecto al ajedrez.
Algo realmente doloroso por la mirada perdida que antes le vio al pelinegro mientras miraba al tablero. La misma que jamás le había visto en el club de ajedrez.
¿Pero qué podía relacionarse tan malo a un juego tan inofensivo como el ajedrez lo era?
Ahí se propuso ayudar a Jungkook, y lo haría.
Por otro lado, un mensaje de Taehyung por fin llegó a su teléfono.
Taetae😎📚
Tengo muchas cosas que contarte Jimin y perdona que no te haya cogido el teléfono ayer, pero no ha sido una buena semana. Mañana ven a mi casa temprano y te cuento todo, te lo prometo.
Jimin respiró hondo.
Pero...
¿Estaba el omega preparado para todo lo que se avecinaba?
.
Gracias por leer, y mil gracias por el apoyo de corazón.
Una cosita, ¿os gustaría que esta historia se desarrollara en otro arco cuando Jimin y Jungkook sean mayores, donde haya una trama con drama una vez ambos han crecido?
¿O queréis que simplemente se quede en la etapa de instituto y final feliz?
Es que tengo una trama oscura con final feliz y madura. Sería como ver el primer trayecto de instituto de ellos dos, y luego saltar a la etapa más madura.
Otra cosita...
¿Quéreis alteraros?
Mirad:
Ojo, sería para una posible segunda temporada, aunque en realidad no sé si terminaré la historia entera aquí en esta historia y listo, pero como me ha parecido tan bonita la portada que he hecho, os la quería mostrar♡.
Like si ya quieres leer el siguiente capítulo♡.
¿Sugerencias?
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