Capítulo 25 ও
-¿Jimin? -Una voz lejana resonó justo a su lado.
Y entonces parpadeó aturdido a la vez que dio una gran bocanada de aire cuando su cuerpo volvió a su ser.
Después, rápidamente mordió su abultadito labio inferior y entonces, su mente volvió a la realidad permitiéndole observar de nuevo todo lo que realmente le rodeaba.
-¿Estás bien?, te has quedado pescando y ni siquiera me hacías caso cuando te he hablado, te estaba diciendo que salgamos de aquí, no hay nadie ya. -Hoseok se pronunció suavemente.
Porque se imaginaba lo que le había pasado al otro, quizá el Omega interior del castañito ante el estrés sufrido, había sumido a Jimin en un pequeño trance donde el mismo haya podido imaginar una escena ficticia.
Ya que muchas veces, aquello solía pasar cuando un omega se sentía con mucho estrés o incluso amenazado. Sabía que el menor se había disociado de la realidad por unos largos minutos para sumergirse en a saber qué tipo de pensamientos completamente inventados, algo extremadamente raro, pero que sí ocurría a veces como mecanismo de defensa de la parte animal. Aunque no era gran defensa el hecho de imaginarse escenarios posiblemente dañinos para el ego de la persona.
Y es qué, el tema de los Omegas, Alfas, Betas, Gammas, Sigmas y demás jerarquías cuando sucumbían a sus sentimientos más salvajes, era muy curioso a la vez que analizable.
Concretamente aquello que le había ocurrido hace unos minutos a Jimin, era como un deja vú pero futuro e imaginario, aunque era una sensación más intensa que recreaba algo que en realidad no había ocurrido nunca.
Y en efecto, Jimin había imaginado la escena del omega con olor a cereza besándose con Jungkook debido a que se había sentido tan cohibido y pequeñito ante las burlas, que su Omega había reproducido esas imágenes en su cabeza para canalizar sus pensamientos llenos de inseguridades de forma peculiar y ciertamente angustiante.
Simplemente su Omega se había sumido en un bucle extraño donde había mostrado uno de sus miedos, el no ser suficiente ante otros de su misma jerarquía que eran preciosamente increíbles.
Aunque él también lo era, lo que pasa es que no quería darse cuenta de ello.
Tras salir finalmente de sus pensamientos, pronto habló.
-P-perdona, se me ha ido la bola por un momento. -Balbuceó parpadeando.
Hoseok asintió comprensivo a la vez que dejó su propia mochila azul dentro de su taquilla designada para seguidamente esperar a que Jimin hiciera lo mismo con la suya, y una vez listos, se marcharon de los vestuarios.
-Tenemos que buscar al profesor. -Anunció el omega mayor y el castaño asintió obediente.
Aunque éste mordisqueó sus labios de nuevo esta vez en un gesto nervioso cuando divisó entre todos los alumnos a cierto alfa pelinegro estar rodeado de chicas y chicos de otros institutos.
Éste estaba conversando animadamente mostrando sus grandes dotes sociales.
Jungkook mostraba ante el mundo todo lo que a él mismo le faltaba.
Así que dando una profunda respiración, terminó por perseguir a Hoseok lejos de las multitudes dejando atrás a Jeon, para finalmente ir a buscar al docente.
Mencionar qué, Hoseok no sabía nadar porque no le gustaba los deportes de agua ni bañarse en la playa ni piscina, él era de baile y otras actividades "terrestres".
Mientras que Jimin supuestamente tampoco, aunque éste último como ya se sabía, había mentido para evitar tener que ponerse en ropa de baño frente a todos los adolescentes que allí se encontraban de excursión.
-Menos mal que habéis llegado, por favor ayudadme con la red acuática de volley. -El profesor habló aliviado de recibir ayuda por parte de sus alumnos.
Hoseok y él asintieron, Jimin iba a moverse tras el omega de olor a piña dulce, sin embargo sintió una gran mano ceñirse en su brazo.
Entonces éste sintió su estómago apretarse y se tensó como un hilo ante el toque ajeno, su cuerpo tembló por unos segundos, no obstante cuando olió deliciosa a la vez que intensa madera cálida combinada con sándalo se tranquilizó instantáneamente.
Rápidamente se giró algo torpe provocando casi su caída debido a que llevaba los cordones desatados de su zapato derecho, los mismos que pisó sin darse cuenta debido a que el inminente toque en su cuerpo por parte del alfa le había desestabilizado de sobremanera. Y más después de lo que su Omega interior le había hecho imaginar preso de sus más profundas inseguridades.
Después en un gesto nervioso se recolocó sus gafas con su corto dedo pulgar y se sonrojó al ver a Jungkook vestido con un bañador por encima de sus rodillas que mostraban sus fuertes y largas piernas y una camiseta de neopreno negra que se ceñía a su trabajado torso.
Jimin tragó saliva y totalmente cohibido ante la imagen, bajó su mirada a la gran mano de Jungkook que aún se mantenía sobre su sudadera con sus mejillas totalmente sumidas en un potente color granada.
Como respuesta, Jungkook frunció su ceño y ligero apartó su mano tras haberse percatado del terrible nerviosismo del omega ante la acción.
Quiso disculparse por haberle abordado de esa forma, no obstante en ese momento había algo que le preocupaba muchísimo más, y era el hecho de que desde que había visto minutos antes a Jimin llegar a la piscina, había olido en él su aroma estar sumergido en ciertas feromonas agrias que estaban apagando su preciado floral aroma.
-¿Todo bien? -Cuestionó con voz grave debido a que su Alfa estaba inquieto rasguñando en el interior de su pecho por saber qué era lo que había sumido a su omega destinado en tal sentimiento de tristeza que estaba sosegando su olor.
Por otro lado, Jimin no supo cómo reaccionar ante la genuina preocupación de Jungkook, y menos cuando se dio cuenta de que demasiados pares de ojos estaban mirándoles a ellos dos con miradas juzgadoras y burlonas.
Sus ojos tras sus gafas brillaron.
No quería llorar, no quería mostrarse vulnerable ante tantas personas, pero lo sufrido minutos atrás en los vestuarios entre tantos omegas con bonitos aromas y cuerpos esculpidos preciosamente, le había dejado ciertamente sensible.
Aunque en realidad, había otra cosa que estaba alterando sus feromonas de forma arrasadora, por supuesto aquello tenía que ver con el alfa pelinegro, aún así no quiso mostrarse frágil.
-E-está todo bien. -Mintió descaradamente sintiéndose acorralado, en su mirada se podía notar que en realidad nada lo estaba.
-Jimin, quiero que sepas que estoy aquí para lo que necesites. -Habló suave para que sólo el bajito le escuchara a la vez que ladeó levemente su rostro observando con ojos grandes al castaño, necesitaba saber qué había ocurrido.
Jimin quiso sincerarse sobre que se habían burlado de su aroma, pero se cerró en banda cuando dos chicos del equipo de fútbol se acercaron repentinamente a Jeon.
Por ello torpemente balbuceó una rápida respuesta para salir corriendo antes de que los otros llegaran.
-N-no te preocupes y muchas gracias por interesar... -No le dio tiempo siquiera a terminar, cuando uno de los betas recién llegados le cortó inminentemente la palabra.
-Jungkook, hay que hacer equipos y te hemos elegido como capitán, vente ya a elegir. -El beta habló ignorando al pardillo de Park.
Porque simplemente ningún miembro del equipo de fútbol que el alfa lideraba, entendía ni lo más mínimo porqué su capitán en las últimas semanas había entablado una rara relación con el pardillo líder del club de ajedrez.
Al igual que tampoco entendían porqué cojones se había metido a jugar al ajedrez, cuando Jungkook odiaba los juegos de mesa y estar mucho tiempo quieto o sentado, absolutamente nada de lo que había ocurrido durante esas últimas semanas había tenido sentido.
Joder, es que incluso vieron al pelinegro salir de una discoteca con el omega a su lado.
Simplemente lo de Jeon y Park, bajo el punto de vista de los populares, parecía una película mala de ciencia ficción, muy divertida además, ya que los del equipo creían que Jungkook estaba jugando con los sentimientos de Park, para luego abandonarle, quizá así se iba a divertir en lo que quedaba de instituto, aún así nadie preguntaba para cerciorarse de si era cierto o no.
Ese rumor había corrido semanas atrás como la pólvora y ya todo el mundo creía firmemente en él, ya que el hecho de que un alfa tan popular, perfecto, puro y deseado como Jungkook lo era, jamás estaría en serio con un omega que ni siquiera olía dulce.
Sin embargo el mismo perdió fuerza cuando Jungkook agredió a Sehun por haber insultado al recesivo y también porque días después, el mismo solicitó ante la dirección del instituto que echaran tanto a Sehun como a los dos betas del equipo, los mismos que fueron pillados por el puro por sus aromas y que acosaron a Jimin en un aula.
Y efectivamente la dirección ante la amenaza que Jungkook dijo de que si no se iban los otros del equipo, se iba él, rápidamente aquellos fueron echados, ya que el pelinegro era el jugador estrella e imprescindible del equipo que estaba llevando a su centro de educación a lo más alto de las categorías deportivas frente a distintos institutos de Seúl.
Así que lo que rodeaba al recesivo y puro estaba siendo bastante confuso entre los pasillos del instituto.
Pronto Jeon habló.
-¿A ti quién mierda te ha enseñado de educación? -Jungkook se puso frente a Jimin para enfrentar al beta que había interrumpido al bajito.-Cállate hasta que la otra persona deje de hablar, joder, primero de cívica imbécil. -Gruñó hacia el de su equipo que había interrumpido a Jimin.
Al instante el beta expandió sus ojos sorprendido y notó un escalofrío recorrerle la espalda cuando vio los feroces ojos de Jungkook querer comérselo de mala manera.
Por la diosa, Jeon no era una broma cuando se trataba del omega.
¿Pero, de verdad el pelinegro sentía cosas por ese peculiar omega como para defenderle tanto?
-H-hey relájate. -El beta alzó sus manos en forma de paz cuando vio por unos leves segundos, los grandes colmillos del pelinegro sobresalir de su labio inferior.
Jeon no era ninguna puta broma, y menos cuando se cabreaba.
Así que cobardemente los dos betas se disculparon escuetamente por haber interrumpido y se fueron corriendo hasta el gran grupo de alumnos y alumnas que estaban esperando a ser elegidos por Jeon para dividirse en varios equipos, ya que iban a competir contra otras instituciones.
Cuando aquellos se fueron, rápidamente el alfa se giró y respiró hondo intentando mitigar el revoltijo de malos sentimientos que estaban estancados en lo más profundo de su pecho, debido a que ahora, más que nunca estaba siendo consciente de todo lo que Jimin sufría por culpa de hijos de puta sin vida como Sehun o los otros que se habían metido frente a sus narices con Jimin.
Simplemente quería meter en una cajita de cristal para proteger a Jimin de manera feroz, porque no se merecía toda la mierda diaria que sufría.
-Disculpa por eso Jimin, aunque debo decirte que no porque acudan a mi club de fútbol, son amigos míos ni mucho menos. -Se sinceró con vergüenza por formar parte del club donde varios chicos se metían con el castaño.
Y la verdad es que se sentía como una puta mierda por no poder renunciar al equipo de fútbol para mandar todo a la mierda y quedarse con Jimin sin tener ningún tipo de preocupaciones, sin embargo había algo demasiado fuerte que no le permitía salirse del equipo.
La razón era qué, cada vez sus padres estaban haciéndole la vida más imposible hasta el punto donde sabía que seguir siendo profesional en fútbol y escalar en las ligas juveniles, le abriría las puertas económicas y de independencia que necesitaba para poder salir lo antes posible de su casa.
Porque no los aguantaba más.
Siempre le exigían exagerada perfección y resultados sublimes en todos los aspectos de su vida o sino le castigaban con violencia o encerramientos en el sótano.
Por ello estaba harto de ser reducido constantemente a un títer maleable de sus progenitores, no más, necesitaba ser fichado por un club de fútbol profesional y labrarse un futuro exitoso.
Futuro en el que por supuesto incluía risueño a Jimin.
-No es tu culpa que se m-metan conmigo. -Jimin se pronunció con una pequeña sonrisa triste siendo consciente de que Jungkook no tenía culpa de las acciones de los demás, ni aunque los mismos pertenecieran a su mismo club.
Y menos sabiendo que las últimas semanas le había defendido varias veces, cosa que le hacía sentir cálido y le daba esperanzas de poder ser tratado de manera cuidadosa por otra persona que no fuera su mejor amigo Kim.
Pero lo que no sabía Jimin, es que desde que entró al instituto el pelinegro había estado atento en desvíar sutilmente la atención de su equipo cada vez que estos querían acosar al omega.
Por ello al principio los del equipo incluso le quisieron echar por ponerse tantas veces silenciosamente de parte del omega que era el blanco de incontables burlas, pero supo superarse a sí mismo hasta que demostró ser el mejor y escaló a la posición de capitán, por ello pudo seguir defendiendo a Jimin a escondidas y continuar formando parte del equipo bajo miradas envidiosas de sus compañeros.
Volviendo al presente, el alfa empujó su lengua contra su mejilla interior en un gesto inquieto y sintiendo aún ese sentimiento de alerta que no le había abandonado desde que había pisado el pabellón, se aventuró a pedirle un favor al omega.
-¿Podrías darme algo que suelas usar mucho?, quizá alguna pulsera que tengas o algo así. -Pidió y tras ello mordisqueó su labio inferior temiendo una negativa.
Pero cuando el omega se sonrojó en demasía y se puso tiernamente tímido no pudo evitar sonreír de soslayo.
-¿P-por qué me pides tan de repente eso? -Susurró vergonzoso el menor mirándole expectante con sus preciosos ojos destellando cierta ilusión silenciosa.
Jeon tragó saliva y quiso decirle que era porque había escuchado una vez una leyenda que relataba que ante la falta de la marca de unión que permitía saber los sentimientos de una pareja, si el alfa u omega tenía un objeto de la misma, podría averiguar si el otro se llegaba a meter en problemas o cuando estaba triste.
Algo que no supo bien si era cierto o no, pero necesitaba aferrarse a algo de Jimin teniendo en cuenta la marabunta de adolescentes llenos de malicia que allí se hallaban, es que no se quedaba tranquilo si no se lo pedía.
-Bueno, te lo pido como amuleto de suerte. -Soltó ejecutando la perfecta mentira.
Entonces Jimin oprimió sus labios.
-Jungkook... y-yo doy mala suerte. -Susurró decaído.
Pronto el mencionado chasqueó su lengua y negó con su cabeza.
-No digas eso florecita, no das mala suerte. -Reprendió.
Jimin volvió a sonrojarse.
-Bueno si insistes te daré mi tobillera, pero no la pierdas, eh. -Accedió finalmente con voz bajita, porque después de todo, se sentía ilusionado de que Jungkook quisiera algo suyo para que le diera suerte.
Se sentía halagado. Mucho.
Rápidamente aprovechando que tenía su cordón desatado, se sacó su zapato izquierdo mostrando sus calcetines color amarillo pastel con flores rosas y se avergonzó porque Jungkook le estaba mirando expectante.
-Por las estrellas y el firmamento, ¡no podía haberme puesto otros hoy! -Refunfuñó acercando una de sus pequeñas manos a su zapato liberando su diminuto pie.
Aunque la razón por la que sólo se ponía ropa interior de colores vivos, es porque no se atrevía a ponerse toda la ropa que alguna vez compró de preciosos colores pasteles sobre su cuerpo.
Así que vestía de negro para "disimular" sus kilitos de más renunciando así a la ropa que tanto le gustaba.
-Son bonitos. -Jungkook habló de la nada.-Si supieras que yo tengo unos de Iron Man. - Mencionó riéndose entre dientes ciertamente ruborizado por la confesión.
Sin embargo, sus ojos se fijaron en algo que le llamó muchísimo más la atención, ya que en la piel cercana al tobillo izquierdo de Jimin, vio un diminuto tatuaje sobresaliendo del calcetín color pastel.
Se intuía que era una media luna de color dorado brillante.
-No sabía que tenías un tatuaje. -Jadeó impresionado hacia el omega.
Jimin respiró hondo, debido a que el significado de ese tatuaje era realmente triste.
-B-bueno sólo tengo este pero es muy pequeñito.
-Entonces eres adicto a la tinta. -Contestó el alfa bromeando sonsacándole una agradable carcajeada suave al castaño.-No en serio, a mí me encantaría aunque sea tener uno, pero mis padres me matarían si se enteraran. -Respondió decaído por no poder hacer todo aquello que quería y le apetecía.
-Bueno no te preocupes, supongo que cuando seas mayor ya no tendrás que estar viviendo ni dependiendo de ellos. -Jimin se pronunció dando ánimos.
El alto sonrió perdiendo la cuenta de cuántas veces lo había hecho ya desde que tenía tan cerca al menor.
-Por supuesto que no, estaré viviendo contigo con muchos cachorritos. -Jungkook no perdió la oportunidad y susurró aquello inclinándose.
Cosa que dejó pasmado al omega.
-Verás tú que hoy me da algo con tus c-coqueteos, eres un descarado. -El omega se quejó, no sabía cómo lidiar con aquello, le iba a dar algo por culpa del pelinegro.
-Cambiado de tema, si anoto puntos, te prometo que te los voy a dedicar.
Ante esas palabras, Jimin alzó una de sus delineadas cejas y sonrió mirando al rostro de a Jungkook mostrando sus diminutos colmillos por la preciosa sonrisa.
Entonces Jungkook sonrió de vuelta ante la genuina acción de su destinado.
Podía morirse de felicidad ahí mismo ante la brillante sonrisa de su destinado.
Se estaba enamorando hasta las trancas de aquel precioso omega y no se arrepentía de absolutamente nada.
Tras ello, Jimin desvió también su mirada esta vez tímido y se tambaleó un poco al doblar su pierna para alcanzar su pie y entonces, Jungkook se inclinó un poco para tomar su curvilínea cintura entre sus manos para estabilizarle.
Fue ahí qué, los ojos del omega se expandieron en demasía tras sus gafas de vista y se atragantó con su propia saliva, debido a que al Jungkook haber posicionado de esa forma sus manos, un aluvión de recuerdos relacionados con los primeros besos que se dieron hace ya una semana, le asaltaron.
La misma mañana donde el mayor estuvo en celo cuando él se despertó después de haber estado toda la noche durmiendo sobre su regazo.
Y también recordó cuando Jungkook le aprisionó contra su cuerpo y la pared.
También cuando ambos se comieron con ansias...
-¿Te has acordado de ese día? -Jungkook acercó su boca a la oreja de Jimin para susurrarle aquello, ya que él también había recordado todo lo que pasó entre ellos dos ese día.
Entonces el corazón del omega estalló en latidos desenfrenados.
-Shhh, que me va a dar un ataque, déjame respirar aunque s-sea. -Menciona abriendo su boca, su cara estaba muy roja.
-Como quieras, pero cuando quieras repetimos, la verdad es que me gustaron mucho los beso... -No pudo continuar cuando dos pequeñas pero asesinas manos, se ciñieron fuertemente en sus labios.
-C-cállate j-jolín, que se van a enterar, shhhhhhh. -Silenció al alfa formando una divertida escena donde un omega de baja estatura estaba callando a un alfa que casi medía el doble que él.
Sin embargo... Jimin estaba diciéndole a Jungkook que no dijera nada porque simplemente no quería que los demás se enteraran de que el alfa más perfecto del instituto se había besado con su persona.
Y aunque le doliera querer mantener en secreto su comienzo de relación o lo que sea que aquello se podía llamar con Jeon, lo hacía por el alfa.
Porque estaba protegiendo el estatus de popularidad del pelinegro.
Jungkook ante eso, frunció su ceño y lejos de imaginarse la verdadera razón por la que su destinado le había silenciado, creyó que era porque el menor era demasiado tímido como para hablar tan abiertamente de esos temas.
El menor carraspeó y pronto apartó sus cortos dedos de los rojizos y atractivos labios de Jeon.
Seguidamente se quitó su tobillera para dársela intentando ser lo más casual posible, pero de todas formas ya las personas se habían dado más que cuenta del acercamiento de los dos, porque llevaban más de seis minutos hablando frente a todos.
Pronto Jungkook tomó con una enternecida sonrisa la tobillera que estaba formada de cuentas con forma de florecitas coloreadas con tonalidades pasteles.
-Porfi no la pierdas. -Vuelve a repetir.
Y Jungkook asiente.
-En verdad me quiero quedar contigo. -El alfa se sincera, no quiere alejarse de Jimin.
Entonces el profesor aparece llamando al menor y el alfa aprovecha para pedir permiso para no jugar a volley, sin embargo el docente termina diciéndole que si no participa, le bajará la nota de educación física, así que no jugándosela porque necesita buenas notas para que sus padres le dejen en paz, termina haciendo caso al docente.
Aunque no se pudo resistir ante su mal humor por tener que separarse de Jimin, por ello fulminó levemente con su mirada al docente por su chantaje, una mirada tan oscurecida que consiguió ponerle los vellos de punta al mayor.
-Estos jóvenes de hoy en día son cada vez más... -Murmuró impresionado el profesor, aunque pronto alzó su voz emocionado.-, son más intimidantes, sí eso, ¡más salvajes!, qué genial que eres Jungkook, ojalá fueras mi hijo, fighting, ¡confío en ti para ganar! -Exclamó ilusionado con su puño alzado.
Y Jimin a su lado no pudo evitar que una pequeña risita se escapara de sus labios, realmente el mayor estaba loco, había sido fulminado por Jeon y no se le ocurría otra cosa que alabarle.
Tras ello el docente se fue a hablar con otros alumnos.
Jungkook por otro lado, se fue a la gran piscina donde le esperaban.
No obstante, antes de irse hizo algo que dejó boquiabierto a Jimin.
Primero le puso de nuevo el zapato y le ató los cordones, después le dio las gracias por la tobillera y finalmente... tomó con una de sus grandes manos por unos segundos su pequeña mano para impregnarse a sí mismo de su aroma a flores.
Por ello, el corazón de Jimin casi explotó en ese mismo momento.
Jeon Jungkook se había marcado con su floral aroma frente a un montón de adolescentes para que supieran que ya estaba cortejando a un omega.
A él.
Tras ese gesto, el pelinegro le guiñó un ojo y se fue a elegir los equipos.
Mientras que el castañito se quedó flechado por cupido.
El alfa puro estaba pasando de ser un amor platónico a uno real.
.
Sobredosis de amor♡.
Jungkook en este capítulo:
Maratón 1/2
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top