Capítulo 2 ও
Jungkook caminaba con seguridad a un lado de su grupo por el pasillo principal del instituto, a la vez que una sonrisa llena de autosuficiencia se dibujó en sus labios cuando notó que ante la presencia de ellos, el silencio reinó.
Y es qué a él no le gustaba en demasía el ruido y prefería no escuchar grandes escándalos.
Todo debido a que al ser un alfa puro, todos sus sentidos estaban más desarrollados, hasta el punto donde hasta su intuición era extremadamente buena.
Aunque a veces era tan hipócrita que no le importaba acudir de fiesta a discotecas o clubs de la ciudad para celebrar las victorias de los partidos y demás, ya que tenía la capacidad de bloquear sonidos altos y solía usarla mucho cuando solía salir con los de su equipo a lugares de marcha.
También mencionar que usaba su desarrollada intuición para planear jugadas ganadoras en los partidos de fútbol o para una multitud de cosas más.
No obstante lo que no sabía... era que su intuición y sentidos más desarrollados le permitirían encontrar pronto a su omega destinado.
Así que aún en su gran ignorancia, pasó de largo a un adorable omega, sin embargo siempre que pasaba por su lado, un delicioso olor a manzanilla combinado con tímido aroma a flor de azahar del naranjo llegaba a él y le llamaba muchísimo la atención, tanto que en ese mismo momento aquél le hizo salivar levemente.
Y Jeon podía entender perfectamente esa reacción debido a que nunca le había gustado los olores tan dulces y empalagosos de la mayoría de omegas. Y aunque no entendía muy bien el porqué, en sus cortos diecinueve años de vida solamente le había llamado la atención el aroma de ese peculiar omega que estaba en la clase del A, mientras que él estaba en el B.
Así que prácticamente las interacciones entre ellos dos eran nulas.
Por ello sólo sabía dos cosas de ese pequeño omega.
Que se llamaba Park Jimin.
Y que lideraba el club de ajedrez de su instituto.
Lo primero lo sabía porque el nombre de aquel omega siempre estaba en lo más alto de las listas de calificaciones. Y lo segundo porque al ser él líder del equipo de fútbol, pues sabía perfectamente quiénes eran los líderes de los demás clubes...
Nah, mentira. Eso quería pensar él para no quedar como un cotilla, pero la única verdad era que Jungkook desde hace tiempo había estado investigando cosas sobre ese bajito omega cuyo aroma le volvía loco.
Sin embargo Jeon no sabía porqué tenía esa curiosidad tan grande por el omega, aunque estaba claro que pronto descubriría el porqué.
Por otro lado, los alumnos y alumnas del lugar miraron con muchísima admiración a Jeon.
Muchos omegas suspiraron enamoradizos al ver lo perfecto que Jungkook era, porque realmente se le podía considerar el alfa de los sueños de cualquier persona.
Era alto, atlético, con un aura llena de seguridad y malicia, extremadamente guapo y siempre vestía con ropa negra que le hacía ver intimidante e inalcanzable, además de que solía llevar botas militares del mismo color oscuro que le daban un toque más de crush inalcanzable para todos.
Su rostro era precioso, su nariz era prominente pero perfectamente proporcional a su varonil rostro, pómulos perfectos, mandíbula marcada, además de poseer cejas rectas y labios finos pero rojizos que le hacían ver guapísimo, y si a eso se le añadía su pelo de color negro carbón que enmarcaba a la perfección sus facciones dándole un toque de adonis, pues ya era el colmo. El colmo de la belleza más atrayente de todo el jodido mundo.
Y es qué, Jeon Jungkook era completamente perfecto y se le daba bien muchas cosas debido a que era polifacético, pasando desde ser el mejor en los deportes como el fútbol o taekwondo donde de hecho era cinturón negro desde los catorce, sacar notas aceptables o tener una actitud a veces juguetona y otras muy cortante dándole un carácter que trasmitía seguridad en sí mismo.
Añadiendo el hecho de que era hijo de un importantísimo matrimonio muy conocido en Seúl, los Jeon. Aquellos eran dueños de una importantísima empresa especilista en tecnología punta.
Aquellos mismos que aparentaban ser frente a todos la familia perfecta, ¿pero eso era cierto?... se tendrá que descubrir.
Tras unos segundos los alfas, omegas y betas se hicieron a un lado para dejar paso al gran grupo para evitar siquiera tocarles sin querer, sin embargo todo pasó muy rápido.
Porque un omega del equipo empujó con fuerza a otro omega que no se había quitado del medio.
—Quítate gordo. —Masculló el omega del equipo con cruel burla.
Y se lo dijo a Jimin, ya que no se había dado cuenta de quitarse del medio debido a que se había quedado tan embelesado mirando a Jungkook, que ni siquiera se dio cuenta de quitarse del medio para dejar paso.
Por lo que el empujón hizo que perdiera el equilibrio y eso causó que cayera de espaldas al suelo.
—Ay... —Susurró cuando notó sus manitas rechonchas doler ante el golpe que se había dado por haber caído de culo.
Aunque Jimin rápidamente se hizo más pequeño sobre sí mismo cuando notó que el omega matón que había chocado contra él, le fulminó con la mirada haciéndole saber que no valía nada.
—Puto estorbo que eres Park. —Masculló de mal humor el omega que era delantero en el equipo de fútbol.
Y aunque lo intentó, Jimin no pudo quedarse callado y susurró aún desde el suelo un "Pues bien que te sabes mi apellido."
El omega lo escuchó y entonces se enfadó más.
—No me contestes. —Siseó molesto de que ese inútil hubiera insinuado que se sabía muy bien su apellido, a lo que en seguida intentó arrebatarle las gafas para rompérselas.
Sin embargo cuando la voz de Jeon se hizo presente, el omega frenó en seco su acción.
—Yoongi no puedes ser expulsado de nuevo por mal comportamiento, mañana hay partido. —La voz dura y grave de Jeon hizo eco en el pasillo causando que todos los omegas y hasta algunos alfas allí presentes se estremecieran.
Jeon Jungkook era jodidamente poderoso y su aura de alfa de alta jerarquía no era ninguna broma.
Sin embargo Yoongi odiaba tanto a Jimin que no pudo evitar arrebatarle las gafas de su rostro de una manera bastante brusca.
Jungkook vio aquello y justo cuando fue a intervenir para quitarle las gafas de Park a su compañero de equipo, otro alfa se le adelantó.
—Déjalo en paz Min, m-métete en tus asuntos. —Taehyung que era el recién llegado y mejor amigo de Jimin, defendió al rellenito omega.
Taehyung era un alfa que formaba parte del club de ajedrez y era súper tímido a la vez que tranquilo, sin embargo siempre que veía el acoso que sufría Jimin, le defendía.
Acto seguido y aprovechando que Yoongi parecía haberse petrificado ante su grave voz, aprovechó para quitarle las gafas de su amigo.
Y Taehyung sintió fuego cuando al tomar las gafas de Jimin, sin querer rozó la piel del problemático omega frente a él.
Fue entonces cuando lo vio.
Yoongi se había sonrojado levemente por el toque involuntario.
Fue ahí cuando notó un dulce olor a mandarina y azúcar intesificarse, ese aroma pertenecía a Yoongi, ese omega malhumorado que siempre vestía mucho de negro y con vaqueros rasgados, además de que tenía un piercing smile que causaba que su tierna encía superior estuviera levemente escondida tras el pequeño metal.
Entonces Taehyung tragó saliva sonoramente sintiendo el aroma dejarle completamente fuera de combate.
Increíble. Pensó.
Sin embargo no quería prestar demasiada atención a ese problemático omega que siempre se metía con Jimin y hasta con él mismo, así que en seguida se giró para ahora prestar atención a Jimin que aún estaba en el suelo.
Rápidamente el estudioso alfa le tendió las gafas y le ayudó a ponerse en pie para finalmente escabullirse entre los alumnos para ir a clase.
A lo que Yoongi viendo la escena notó a su omega interior lloriquear porque el alfa de gafas no había hecho caso al olor que había emanado para atraerlo.
Así que su mal humor se vio doblemente afectado.
—Putos raritos. —Farfulló Yoongi frunciendo su ceño y ligero salió del pasillo sin esperar a los de su equipo para meterse en su clase.
Y una vez sentado en su asiento intentó tranquilizar su respiración, estaba enfadado por haberse sonrojado ante el pringado de Taehyung. Aunque lo que más le enfadaba era que éste siempre estuviera con Jimin y defendiéndole.
Yoongi no soportaba a Jimin... porque siempre estaba al lado de Taehyung, ese alfa cuyo aroma a cedro combinado con tierra que no sabía otra cosa que jugar al ajedrez y comerse los libros... se había colado en su frío corazón.
Y era una mierda verle siempre tan cerca de ese omega gordito, porque Yoongi era un celoso de primera.
Él quería a Taehyung para él solo, sin embargo el mayor no se lo ponía fácil porque siempre que se acercaba a él, automáticamente el alfa de gafas acaparadoras huía de su persona.
Yoongi respiró hondo y dejó salir bastante aire, entonces a su lado se sentó su compañero de pupitre llamado Hoseok, haciendo que en seguida un dulce olor a piña combinado con maracuyá se hiciera presente.
Yoongi respiró de nuevo hondo llenándose de las dulces feromonas del omega a su lado y en seguida se tranquilizó.
Realmente Hoseok olía muy tropical, algo así como estar bebiendo un cóctel de frutas en medio de la playa y con el cálido sol brillando en lo más alto.
Delicioso.
Al igual que el olor de Taehyung.
Y aquello era tan raro que Yoongi siempre se sentía muy perdido, ya que era imposible que se sintiera atraído por dos olores diferentes.
Tras unos segundos salió de sus pensamientos cuando la suave voz de Jung hizo eco en sus oídos.
—¿Qué te ha pasado en el pasillo? —Preguntó cauteloso Hoseok recolocándose en un gesto nervioso sus gafas de vista.
Yoongi mojó sus labios y terminó fulminando con su mirada a Hoseok.
Porque el omega en una fiesta de verano le había confesado cuando estaba borrachísimo que también le gustaba Taehyung.
Que al igual que a él, al omega estudioso también le gustaba el olor del peculiar alfa.
Así que técnicamente eran enemigos, aunque algo inexplicable en el interior del rebelde omega le prohibía destestar al omega con olor a piña.
Yoongi suspiró y dejó de prestar atención a su compañero de pupitre para ignorarle.
Y Hoseok formó un pequeño puchero en sus labios y decidió sacar su libro de matemáticas de su mochila para luego revisar todo lo que dieron ayer sin volver a dirigirse a Yoongi.
⸙
Por otro lado, en la clase de en frente, Jimin habló a Taehyung en voz baja.
—M-me ha pasado o-otra vez Tae. —Murmuró algo avergonzado y sintiendo sus mejillas muy calientes.
Taehyung suspiró.
—Dime que no es lo que estoy pensando... —Dijo el alfa recolocándose sus gafas.
—Pues s-sí lo es, otra vez este mes me ha pasado lo mismo que el anterior. —Respondió sin querer dar detalles vergonzosos.
—E-eso es increíble, nunca he conocido a un omega que pueda tener más de un celo mensua- —Taehyung quiso continuar, sin embargo las pequeñas manos de su amigo se ciñieron en su boca.
—¡Shhhhhhh!, calla, q-qué vergüenza. —Chilló en voz baja Jimin sintiendo su cara explotar en un tono cereza.
A lo que el alfa con gafas se disculpó abochornado, era cierto, estaban en clase y ese no era tema como para que los demás se enteraran.
Aunque entre ellos sí estaban acostumbrados a contarse todo, ya que prácticamente se había criado juntos desde bebés, así que ellos sabían absolutamente todo el uno del otro.
Por otra parte, Taehyung no pudo hacer otra cosa que tranquilizar al menor.
—Tranquilo Minnie, al menos estás sano y eso no es nada malo. —Murmuró Taehyung.
Sin embargo Jimin no pudo evitar fruncir sus abultaditos labios y mirar sus piernas con muslos rellenitos.
—Tener unos kilos de más no te hace menos sano Jimin. —Avisó Taehyung viendo como el omega se había mirado sus piernas.
A lo que Jimin suspiró y asintió lentamente, aún así no creía en las dulces palabras de Taehyung.
Ya que no se sentía suficiente para ningún alfa por culpa de su cuerpo.
Y menos para Jeon Jungkook.
⸙
¿Os gusta el comienzo de todo? Os leo.
Parejas y trío en esta historia:
Kookmin. (Jimin: Omega, Jungkook: Alfa).
Namjin. (Seokjin: Omega, Namjoon: Alfa).
VHopeGi. (Hoseok: Omega, Yoongi: Omega, Taehyung: Alfa).
Aviso: todo es ficción y los hechos o características de los personajes ficticios que se relatan no tienen porqué formar parte de la realidad, un fanfic es algo creado desde la imaginación.
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