Capítulo 17 ও
Jimin miró aún con sus ojos sumergidos en plata a Jungkook.
Y el último tenía ahora su respiración totalmente descontrolada, su celo le estaba dejando exhausto.
Fue ahí el momento donde el Omega sintió su interior hervir en calor cuando percibió más feromonas amaderadas de parte del pelinegro llegar a su nariz, y por ello, automáticamente sus ojos se fundieron más en color plata y emitió un aroma más avainillado.
Y es qué, el Omega de Jimin estaba emitiendo un olor levemente más dulce para cautivar a su Alfa.
Su Alfa destinado.
Aunque aquello Jimin no podía saberlo debido a que era recesivo y por ello, su consciencia humana se hallaba ahora en un limbo lejano, por consecuente solamente estaba latente su Omega interior.
Aquel que estaba dejándose llevar por su lado más animal a la vez que primitivo.
Sin embargo Jungkook sí tenía parte de su consciencia como humano intacta, así que entre la gran bruma de tener a su Alfa queriéndole controlar completamente debido a su celo primerizo y del aroma ahora más dulzón del menor, supo que debía despertar antes de que algo ocurriera.
Así que el pelinegro intentó resurgir de su interior para volverse a hacer con su cuerpo, no obstante no lo consiguió.
Y menos cuando Jimin comenzó a realizar un suave vaivén con sus caderas sobre su regazo.
Básicamente el prominente trasero del omega estaba frotándose contra su pelvis despertando más su miembro.
—Umh... —Jungkook dejó escapar un suave gemido ante el movimiento, sin embargo se sintió fatal.
Jimin no estaba en sus cavales, el que estaba ahora actuando era el Omega interior, por ello hubo de colocar sus grandes manos en las curveadas caderas del castaño para que dejara de moverse.
Pero el corazón de Jungkook casi se salió de su pecho cuando el Omega incrementó más los movimientos sobre su regazo ignorando su toque, por ello el frote en ese momento se incrementó.
Pronto otra ola de calor se hizo con su cuerpo y sus ojos dislumbraron en un potente dorado.
No obstante cuando el omega intentó acercar su rostro al suyo propio, sintiendo varias gotas de sudor caer por su propia frente, separó suavemente al menor y con muchísimo esfuerzo resurgió haciéndose con su parte animal.
Por ello en cuanto Jungkook pudo recuperar su razón humana, aún notando su cuerpo básicamente arder ante su celo que se avecinaba, habló.
—Quieto, J-Jimin, deja de frotarte. —Arrastró dificultoso, aunque fue en vano, porque el omega no le escuchó, sólo le miró con sus ojos platados destellando curiosidad.
Como si el castaño no entendiera porqué le estaba pidiendo que parara. Por lo que supo que estaba conversando ahora con el Omega de Jimin.
Así que supo que debía usar voz de mando para que le hiciera caso.
—Quieto. —Dijo con voz profunda y notando su frente comenzar a arder en fiebre, su Alfa estaba intentando liberarse de nuevo.
Tras su voz haber resonado duramente en la habitación, Jimin se quedó completamente inmóvil y un gimoteo salió de sus labios cuando su Omega se retorció en su interior debido a la voz de mando.
Fue ahí cuando Jimin notó su mirada volverse levemente borrosa de nuevo y experimentó la necesidad de volver a colocarse sus gafas.
Cosa que anunciaba que había salido de su trance y estaba de nuevo en su consciencia humana.
Tras unos segundos, sus músculos continuaron completamente tensos a la vez que sin movimiento alguno.
Por otro lado, Jungkook subió su cabeza y en seguida posó su oscura mirada sobre el omega que aún estaba a horcajadas de él.
Sin embargo Jimin emitió una pequeña queja debido a que no podía moverse para no desobecer.
Por lo que en seguida el mayor se pronunció.
—Ahora que estás de vuelta en tu ser, n-necesito que me des supresores. —Pidió con voz rota Jungkook.
Realmente el alfa estaba a punto de entrar en colapso debido a su incipiente celo y su cerebro emitía pensamientos abasalladores que solamente se centraban en una cosa.
Poseer a su Omega destinado.
Poseerlo contra la cama y hundir su cuerpo contra el colchón.
No obstante Jungkook no quería ni permitiría sucumbir ante su parte animal, ya que jamás se perdonaría que Jimin se sintiera usado o que todo fuera demasiado brusco y apresurado.
Podía sonar un romántico de primera, pero quería que la primera vez de los dos fuera bonita y además consensuada por las dos partes, además de pactada desde la razón humana y no animal.
Cosa que Jimin también agradecía, ya que después de haber despertado de su dominación ante su propio Omega debido a la voz de mando, se había dado cuenta de todo lo que Jungkook se estaba conteniendo. Y más teniendo en cuenta que era su primer celo.
Así que una vez Jimin sintió su cuerpo volver a funcionar con normalidad tras la orden, habló rápidamente y muy nervioso.
Nervioso porque el cuerpo de Jungkook no paraba de incrementar la temperatura y no sabía qué pasaría si seguían en esa posición tan cercana.
Así que torpemente el menor una vez sintió los brazos desnudos del azabache dejar de aprisionar sus caderas, salió disparado de la cama, alejándose así del cuerpo del mayor.
Aunque se asustó cuando Jungkook emitió un gruñido informando el descontento de que se hubiera quitado de su regazo, por ello se pronunció cauteloso.
—Tengo supresores de celo potentes, y-ya que mi celo es muy intenso y... —En seguida el omega tapó sus labios con sus pequeñas manos avergonzado.
¿Para qué se sinceraba tanto, si a Jeon jamás le importará el cómo es su celo o siquiera si ya lo ha tenido?
Jimin respiró hondo llenando sus pulmones y sintiendo su corazón latir rápido en su pecho al seguir oliendo el aroma que estaba emitiendo el otro, salió corriendo de su habitación y fue a buscar a la nevera sus supresores.
Aquellos que como ya mencionó tenían un efecto bastante fuerte, ya que los normales no le servían, y aquellos eran específicos para alfas de alto rango, por ello supo que a Jeon les serviría.
Y Jimin solía usarlos de ese tipo porque era un Omega con muchos problemas hormonales y los supresores de su categoría no le servían.
Alejando sus pensamientos, en seguida sirvió un vaso de agua y una vez listo, subió de nuevo a su habitación con todo.
Una vez allí se acercó suavemente a Jungkook, pero se quedó estático cuando se percató de algo que le arrebató el aire.
El alfa estaba clavando sus uñas en sus brazos y también notó que sus colmillos habían crecido más de lo que ya los tenía.
Por ello el omega se dio cuenta de que Jungkook se estaba haciendo daño a sí mismo para contenerse.
—D-deja-, déjalo ahí y ci-cierra la puerta. —La voz de Jeon sonó extremadamente gruesa.
Tanto, que causó que el cuerpo de menor temblara y sintiera un fuerte escalofrío recorrer su espalda.
Tragando saliva sonoramente se acercó prudentemente al alfa para seguidamente dejar la tableta de pastillas y vaso sobre la mesita de noche, para después básicamente correr fuera su habitación para evitar que su Omega no se hiciera de nuevo con él, por ello tapó su nariz en el proceso para no oler las feromonas del mayor.
Por otro lado, Jungkook gruñó potentemente cuando observó al omega salir de la habitación y seguidamente emitió un jadeo de dolor cuando automáticamente sus uñas se aferraron más a sus brazos en un amago de tranquilizarse.
Se estaba rasguñando su piel para centrarse en ese dolor y así, poder dejar momentáneamente de lado el celo que cada vez estaba despertando más en su persona.
Tras unos segundos sintió un mareo hacerse con él, pero batalló con su Alfa y por fin pudo dejar de encajar sus uñas en sus brazos para seguidamente tomar con sus manos temblando dos supresores y tomárselos con agua.
Entonces notó su cuerpo comenzar a relajarse y tras unos minutos, su temperatura corporal bajó considerablemente debido a que se había tomado dos pastillas.
Y realmente Jungkook no sabía si haberse tomado más de una tendría luego efecto rebote, aún así lo hizo porque no quería perder el control.
Ya que el solo hecho de siquiera pensar que se podría llegar a sobrepasar con Jimin por culpa de su celo, le atemorizaba a la vez que le causaba muchísimo rechazo.
Simplemente jamás se perdonaría hacer eso a su destinado, ni a cualquier otro omega o lo que fuera.
Pronto comenzó a regular poco a poco su respiración, y aunque todavía se sentía más activo sexualmente de lo que nunca había estado, no era algo importante. Después de todo las pastillas habían actuado adecuadamente.
Ya ni siquiera sus feromonas de apareamiento se sintieron en la habitación y su aroma bajó varios tonos su intensidad, su celo estaba totalmente calmado.
Por ello, tras unos segundos, pudo fijarse bien en lo que se había hecho en sus brazos, algunos arañones que sangraban y otros que habían puesto rojiza su piel ligeramente acaramelada, pero nada del otro mundo.
Así que cuando se vio capaz de lidiar con la cercanía de Jimin, le llamó en voz alta y sumergida en un tono de voz menos grave.
–Jimin, entra. —Comunicó sereno.
Tras ello, pronto la puerta de la habitación se abrió lentamente y dejó ver a un tímido Jimin que tenía sus mejillas coloreadas en un bonito rubor.
—¿Estás perfectamente bien? —Murmuró suavemente el omega asegurándose de que Jungkook estuviera completamente cuerdo.
A lo que Jeon pronto contestó.
—Sí, muchas gracias por haberme ayudado, y s-siento si te has sentido incómodo en algún momento, pero este es mi primer celo y lo he gestionado como he podido. —Se disculpó.
A lo que el de gafas dibujó en sus labios una sonrisa de boca cerrada a la vez que negó con su cabeza dándole a saber que no se había sentido incómodo en ningún momento.
—T-te agradezco que me hayas despertado de mi trance, y-yo, no sé qué me ha pasado, mi Omega ha tomado mi razón por completo- —Entonces Jimin se calló cuando Jungkook se levantó de la cama.
—Tranquilo, no pasa nada. —Aseguró el mayor y cuando se fijó en su sudadera que tenía puesta Jimin, no pudo evitar sonreír ampliamente.
Cosa que hizo que el castaño se sintiera totalmente maravillado por tan genuina sonrisa.
Y aunque en ese momento a Jimin le habría gustado preguntarle a Jungkook qué había pasado en la discoteca y el porqué llevaba puesta su su sudadera, nada salió de su boca.
Segundos después, los dos no se dieron cuenta del cómo poco a poco se acercaron cada vez más el uno al otro hasta que quedaron de frente, y entonces ocurrió.
Al instante el castaño suspiró enamoradizo al tener tan cerca al pelinegro, a la vez que emitió feromonas de felicidad con aroma a flores.
Y como ahora estaban completamente en su razón humana, sabían que lo que pasara a partir de ahí, estaría completamente consesuado desde la consciencia humana y no animal.
Eran ellos dejándose llevar sin tapujos.
Así que Jimin subió lentamente su rostro para encarar al mayor.
En ese mismo instante... ambos sintieron sus corazones comenzar a latir con fuerza y rápidez.
A continuación todo pasó tan rápido como lento.
—¿Estás seguro? —Cuestionó el mayor con voz grave sabiendo que si Jimin daba un paso atrás, él también lo haría.
Sin embargo el menor dio un paso hacia delante, asintió con parsimonia a la pregunta y ocurrió.
Jimin hubo de ponerse de puntillas para alcanzar los labios del mayor y entonces Jungkook bajó su rostro, y entonces entre la bruma de aromas a madera y flores fundiéndose intensamente, se besaron.
Los pomposos labios de Jimin se fundieron con los del mayor en un pico que emitió un bonito chasquido que resonó en la habitación.
Y tras el beso, ambos se separaron totalmente sonrojados hasta las orejas.
Después de todo...
Aquel había sido el primer beso de los dos.
Y como eran torpes, no sabían qué hacer o cómo actuar después de ese ligero beso.
Simplemente ninguno de los asimilaban que se habían besado, Jimin porque consideraba al alfa un amor imposible, mientras que Jungkook no se creía que había dado este paso con su omega destinado.
Y aunque supuestamente ambos se miraron vergonzosos jurando con sus miradas que no se volverían a besar, fallaron.
Porque Jimin se acercó de nuevo a los labios ajenos del mayor y poniéndose de puntillas, unió de nuevo sus temblorosos labios con los cálidos de mayor.
Y es qué, aunque estuvieran nerviosos, el ambiente y deseo mutuo pudo con ellos, además de que ese sentimiento de destinados al estar ahora juntos más fecuentemente, había causado que aquel mismo se desarrollara exponencialmente.
De hecho por eso mismo, Jungkook experimentó su primer celo esa mañana, debido a que Jimin había dormido sobre él, y el haber estado oliendo durante toda la noche su esencia, lo había desencadenado.
Pronto el pelinegro accedió vacilante a la cálida boca del omega y entonces sus lenguas se enredaron torpemente debido a que los dos eran primerizos.
Pero aquello no frenó que en seguida continuaran el beso de una forma completamente desordenada pero intensa.
Tras unos segundos más se tuvieron que separar para recuperar el aliento y entonces, sus ojos se conectaron.
Ambos estaban completamente sumidos en sus racionalidades humanas, sabían perfectamente lo que acababa de pasar y lo que pasaría si seguían.
Jeon estaba tranquilo gracias a los supresores y su mente solamente pensaba que acababa de dar su primer beso con su destinado.
Y Park pensaba igual, que había besado por primera vez y encima, había sido a su amor platónico.
—¿C-continuamos? —Jimin cuestionó con voz aterciopelada.
Jungkook ante la pregunta, miró los labios del otro, estaban rojizos y más abultados de lo normal.
—Si quieres otro beso, dímelo. —Contestó con un tono grave.
A lo que el omega sonrió con sus mejillas totalmente sonrojadas y se volvió a poner de puntillas como respuesta, acercando así su rostro de nuevo al del mayor.
Así que aquello bastó para que Jungkook bajara de nuevo su cabeza y estampara sus labios con los del menor en un beso esta vez hambriento a la vez que apresurado.
Quería hacer sentir querido a Jimin.
Pronto las lenguas juguetearon entre sí con parsimonia y entonces Jungkook posó suavemente sus manos en las caderas de Jimin.
Y entre jadeos por conseguir aire debido al beso que se intensificó, Jungkook guió el cuerpo del otro contra una de las paredes.
Por lo que el omega gimió gustoso cuando se vio acorralado contra el fuerte cuerpo del alfa y la pared. Por ello hubo de sujetarse de los brazos de Jungkook con sus manitas para conseguir estabilidad, sus piernas temblaban y su rostro estaba sonrojadísimo.
Entonces algo sucedió.
Los prominentes colmillos de Jungkook chocaron contra los pequeños de Jimin, debido a que los dos eran bastante torpes por ser sus primeros besos.
Por ello se separaron riéndose avergonzados por el fallo, y tras unos segundos volvieron a cerrar sus ojos para volver a liarse.
Tras unos minutos se separaron para recaudar aire, y con sus corazones latiendo a mil por hora, a la vez que los dos estando completamente ruborizados, se miraron por milésima vez.
Ambos pares de ojos brillando llenos de ilusión y entusiasmo.
—Me ha encantado. —Confesó esta vez tímido el azabache.
—A mí también. —Contestó con voz suave de vuelta Jimin igualmente sonrojado.
—Creo que me tengo que ir, n-no sé cuánto tiempo van a detener mi celo los supresores. —Murmuró con voz grave.
El omega asintió con su cabeza, aunque cuando se fijó en los arañazos que Jungkook se había hecho a sí mismo para controlarse, se pronunció.
—Déjame curarte, un momentito. —Corrió al baño para tomar tiritas y betadine para volver a su habitación.
Y bajo la atenta mirada de Jeon, le curó con sumo cuidado.
Mientras, Jungkook miró las tiritas que el menor comenzó a ponerle y no pudo evitar acordarse de la imagen con los brazos desnudos de Jimin que ayer vio.
Tragó saliva nervioso por saber aquello y cuando el otro terminó, no fue tan valiente como para confesarle que sabía su secreto.
Sólo se limitó a agradecerle que le curara con su voz aún grave.
—M-muchas gracias por haberme ayudado Jimin, hasta el lunes. —Mencionó el pelinegro.
El castaño se pronunció aún con sus mejillas sonrojadas por haber estado curando su piel y parpadeó suavemente a la vez que guardó las cosas de nuevo en el botiquín.
—De nada, gracias a ti y nos vemos el lunes Jungkook. —Su voz sonó mansa.
Y aunque a Jimin le habría gustado preguntar por lo que pasó en la discoteca y si estaba bien el quedarse con su sudadera, no dijo nada.
Ya que muy en el fondo temía la respuesta.
Aunque lo que más le daba miedo era que realmente Jungkook hubiera descubierto sus heridas que tanto empeñaba en ocultar a los demás, aún así se mantuvo en la negación de que el alfa las hubiera visto, ya que aquello le haría sentir demasiado vulnerable frente al alfa.
Tras mediar algunas palabras más, Jungkook finalmente salió de la casa del menor y tomó un taxi para volver a su casa.
Sin saber que sus padres estaban esperándole.
—Hasta que te dignas a llegar. —La voz gruesa de su padre resonó en el lujoso salón sobresaltando al alfa.
Pronto Jungkook subió su mirada y sintió el aire abandonar su cuerpo cuando su padre le miró cabreado.
—Llevas una. —Amenazó el alfa mayor.—No querrás que vuelva a castigarte como ya hace tiempo hacía, porque tú no quieres volver al sótano, ¿verdad Jeongguk? —Cuestionó fríamente con voz profunda.
Y los vellos del menor de los Jeon se pusieron de punta cuando el patriarca mencionó el sótano y luego su nombre formal.
—Hijo, ¿dónde has pasado la noche? —Esta vez fue su madre la que habló con un tono de voz muy lejano a lo amable.
A lo que Jungkook hubo de mentir.
Ya que estaba seguro de que si decía que había pasado la noche con su omega destinado, sus padres incluso le cambiarían de instituto.
Ya que ellos querían que se casara con una alfa y no un omega.
Cosa que jamás permitiría que ocurriera.
Porque no se imaginaba un futuro sin Jimin.
Estaba jodido, aún así lucharía.
⸙
Holi, ¿os parece si en el próximo capítulo lo enfoco a Taehyung y Yoongi? Para así poder desarrollar más el trío secundario y descubrir cosas de Yoongi... :'( preparad pañuelos.
Creo que Yoongi va a comenzar siendo el Bully de Taehyung, ¿sugerencias?
Y bueno, Hoseok... él es un trocito de pan.
Aunque la pareja del Kookmin es la principal♡.
Aviso/insisto: cuando los dos se han besado tanto Jungkook como Jimin estaban en su racionalidad humana y estaban completamente conscientes de los besos como humanos, ya que los supresores anularon las feromonas de celo de Jungkook y también sus efectos del celo.
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