Capítulo 15 ও
La burbuja entre ellos dos estalló finalmente cuando Jimin dejó de bailar y moverse debido a que un gran mareo se hizo con su persona.
Al instante el rellenito omega parpadeó desconcertado cuando todo le dio vueltas, y de repente sus ojos tras sus lentillas se sintieron sensibles ante la potente luz de neón de la discoteca.
Y tan sólo unos segundos después, ni siquiera le dio tiempo a inclinarse hacia delante cuando se vomitó encima.
Jungkook abrió sus ojos impresionado y rápidamente sujetó con suavidad pero firmemente al omega de sus hombros para que no se cayera.
—Vale sí, has bebido demasiado, joder Jimin. —Musitó cuando vio que el pobre se había vomitado encima.
Y después se fijó en el desastre que los dos habían formado en el suelo, entre que a él se le habían caído los dos vasos antes, y que ahora el omega había vomitado, aquello era apotéosico.
Pero aquello por supuesto era lo que menos le importaba en ese mismo momento con muchísima diferencia.
Rápidamente y algo nervioso, Jungkook vio como el vomito estaba sobre la propia sudadera del omega.
Así que en seguida habló.
—Estás de bajada, por la Luna. —Pronunció Jungkook, aunque el castaño no le hizo caso.
A Jimin el alcohol le había subido de golpe y el pelinegro debió haberle frenado de beber tanto, sin embargo le vio tan bien que no creía que le pegaría tan duro.
Pero sí lo hizo.
Jungkook no se creía que había cometido ese fallo de no haber frenado de beber a un primerizo como el omega lo era, qué desastre. Así que se sintió terriblemente mal, aún así ahora le ayudaría lo mejor posible.
Pronto miró a su alrededor y al ver que nadie estaba pendiente de ellos, tomó la mochila del menor colgándosela en uno de sus hombros y le ayudó a moverse hasta el baño de la discoteca.
Una vez allí, entraron al baño de omegas, que aunque Jeon no tenía el derecho a entrar, lo hizo porque entrar en un baño de alfas sería más peligroso, ya que muchos estaban borrachos y podrían querer sobrepasarse con el omega, y entonces ahí Jeon explotaría de manera agresiva, así que prefería hacerlo así para evitar problemas.
Pronto posó a Jimin contra uno de los lavamanos que se encontraban allí e ignorando a los otros omegas que se estaban arreglando frente al espejo o incluso drogándose, abrió uno de los grifos para mojar su mano y pasarla por la frente sudorosa del castaño para refrescarle.
—Jimin, inclínate hacia delante para enjuagarte la boca. —Jeon habló en voz alta para que le escuchara.
Entonces el omega le hizo caso y aún con bastante mareo, se enjuagó la boca en el lavamanos con la ayuda del alfa.
Cuando Jungkook vio que más o menos Jimin estaba recompuesto, volvió a hacerse cargo del cuerpecito del castaño y con él, se metió en un cubículo del baño para cerrar la puerta con pestillo evitando que nadie se colara y en seguida, Jimin se sentó sobre el váter debido al mareo que tenía encima todavía.
—Te has vomitado encima, te voy a dar mi sudadera. —Dijo Jungkook porque no había oportunidad de lavar la sudadera del menor, ya que si la mojaba, Jimin pasaría frío, además de que el vomito era bastante desagradable y en los baños no había jabón.
Tras decir aquello, el mayor se quitó su propia sudadera que era negra con llamas de fuego estampadas de la marca Thrasher y una vez Jungkook se quedó en camiseta corta, apoyó la sudadera en uno de sus hombros, tras ello se acercó al menor que estaba sentado y con suavidad tomó con sus manos los bordes de la sudadera del menor.
Aunque las manitas del omega le frenaron antes de que él pudiera subir la tela.
—Jungkook, tú... ¿q-quieres saber mi secreto?, n-no te va a gustar. —Balbuceó el menor con sus ojos mirando suplicantes al azabache.
Jungkook no entendió bien a lo que el otro se refería. Así que habló suave sintiendo la música de la discoteca hacer eco en el cubículo aún y cuando la sala principal, se encontraba relativamente lejos.
—Tienes la sudadera entera vomitada, sólo quiero ponerte la mía. —Aseguró Jungkook creyendo que el menor estaba tan borracho que ya desvariaba.
—V-vale. —Murmuró resignado con un pequeño puchero.
El azabache tiró finalmente de la sudadera manchada del castaño pero con cuidado de que la camiseta del mismo no se subiera también.
Una vez listo, dejó la sudadera manchada del castaño en su otro hombro, escondiendo por adentro la parte sucia, y cuando fue a ponerle su propia sudadera se quedó totalmente estático.
Los ojos del alfa se expandieron y su boca se entreabrió cuando vio ahora al omega en camiseta corta.
Ante esa reacción, Jimin tartamudeó de nuevo por su borrachera primeriza.
—T-te lo he dicho a-alfa tonto, que no te gustaría m-mi secreto. —Gimoteó agobiado intentando esconder sus brazos tras su espalda.
Sin embargo un mareo se hizo con él y dejó de lado su cometido de esconder sus brazos tras su espalda, para pronto posar sus manitas en sus rodillas sintiendo su estómago doler por el alcohol ingerido.
Así que sus brazos quedaron de nuevo a la vista del mayor.
Por otro lado, los audaces ojos del alfa se volvieron a enfocar en los brazos del menor apesar de las tenues luces del baño.
Fue ahí cuando pestañeó aturdido.
Y más cuando Jimin contrajo su carita de manera que sus cejas se fruncieron en un gesto lastimero, sus abultaditos labios dibujaron un puchero tembloroso y tras ello, comenzó a llorar.
Jungkook respiró hondo y tragó saliva nervioso, ver así al omega le estaba doliendo muchísimo.
Por ello, rápidamente emitió feromonas llenas de tranquilidad a la vez que suavemente se acuclilló frente a Jimin para tomar entre sus grandes manos la carita del menor.
Entonces el olor a flores y manzanilla de Jimin llegó a él, sin embargo se notaba que las feromonas de tristeza estaban impregnadas en el aroma del castaño.
Así que en seguida se pronunció a la vez que suavemente con sus dedos pulgares, acarició las mejillas ruborizadas y salpicadas de diminutas pecas del omega.
—No llores florecita, no me hagas esto, te ayudaré, ¿vale? —Musitó Jungkook viendo los ojos llorosos del menor.
A lo que Jimin emitió un lastimero sollozo y aún abrumado por su primeriza borrachera, se sintió realmente mal porque su amor platónico hubiera descubierto su secreto. Aquel que ni siquiera Taehyung sabía.
Ambos se miraron cuando Jimin observó con tristeza al pelinegro que aún estaba de cuclillas frente a él y sosteniendo con suavidad sus mejillas.
Jimin tenía su rostro lleno de lágrimas y mocos, mientras que Jungkook se encontraba con su semblante lleno de preocupación.
Ahora lo único que se escuchaba en el baño era el eco de la música, gritos de personas que estaban pasándolo muy bien y golpeteos en las puertas de personas que querían entrar con urgencia en los baños que estaban ocupados.
Pronto emitió más feromonas de tranquilidad causando que los sollozos de Jimin se convirtieran poco a poco en hipidos suaves, las lágrimas poco a poco se disiparon de su bonita carita. Por ello, Jeon limpió con la zona limpia de la sudadera de Jimin su rostro.
—Suena. —Dijo Jungkook cuando posó la zona de la tela que estaba limpia en su pequeña nariz de botón.
Jimin obedeció expulsando sus mocos y Jungkook pellizcó varias veces para que se sonara mejor.
Y sí, estaba sonándole los mocos a Jimin, si eso no era amor, que venga la diosa luna y lo vea.
Cuando terminó, Jungkook notó como la puerta del cubículo donde ellos dos estaban de repente fue duramente golpeada.
—¡Eh!, ¡puto alfa!, ¡¿qué estas haciendo en el baño de omegas?!, ¡abre o voy a decírselo al segurata! —Amenazó una voz muy enfadada.—¡Te estoy oliendo, eh!, ¡sal de ahí cobardeee! —Chilló el omega que golpeaba insistente y con sus manos hechas puños la puerta.
Y entonces Jungkook gracias a su desarrollado olfato, pudo oler a través de la puerta ese olor tan característico a mandarina y azúcar.
Así que pronto se giró hacia la puerta cerrada y habló en voz alta para que el otro le escuchara.
—¡Yoongi, soy yo!, ¡déjame un momento! —Gritó de vuelta con su grave voz.
A lo que el omega que estaba vestido entero de negro como siempre, abrió sus ojos sorprendido. Yoongi no había podido identificar el olor de Jungkook debido a que todos los olores que estaban mezclados en la discoteca de parte de los alfas y omegas que estaban allí presentes habían anulado su fino olfato, aunque supo que Jeon sí pudo olerle al instante porque era un alfa puro.
Así que pronto habló.
—¿Jungkook?, ¿qué mierda haces aquí?, nosotros acabamos de llegar, porque... ¿sabes que todo el jodido equipo de fútbol está fuera, no? —Cuestionó Yoongi en voz alta sabiendo que si Jeon estaba en ese baño, se encontraba seguramente con un omega.—¿Con quién estás?, no puedo oler al omega, estás bloqueando su olor. —Dijo extrañado.
Extrañado debido a que bloquear el olor de un omega solamente lo podía hacer el destinado del mismo.
Por tanto... Yoongi supo que Jungkook estaba en el interior del baño con su destinado.
El alfa respiró hondo por su nariz y se puso de pie.
—¡Dame cinco minutos!, ¡ahora salimos! —Respondió alto y claro.
Pronto y nervioso de ver ahora a Jimin con la mirada perdida, volvió a fijarse en sus brazos.
Y entonces sintió sus ojos aguarse al ver con más detenimiento lo que habían en ellos, más concretamente en sus antebrazos.
Tiritas de colores pasteles tapaban lo que parecían ser cortes, además de que pálidas cicatrices finas ya curadas estaban al descubierto.
Por la diosa luna.
Jungkook respiró hondo, realmente le estaba doliendo muchísimo ver lo que Jimin escondía y su lobo gimoteaba agobiado en su interior al ver lo que su omega se hacía en su delicada piel.
Y es qué, si una persona trasmutaba a su forma animal y luego volvía a ser humano, las heridas desaparecían.
Sin embargo aquellas que eran autoinfringidas por el propio humano no se curaban, seguían ahí, por ello Jeon supo que esas heridas se las había hecho el propio omega.
Su destinado se hacía daño a sí mismo.
Jeon se quedó perplejo y aún sintiendo su pecho apretado por la imprensión a la vez que malestar de ver al menor tan vulnerable, con parsimonia le colocó su propia sudadera.
Y lo hizo con mucho cuidado de no hacer daño a los brazos del omega, que de hecho ahora estaba cerrando sus ojitos por el aroma de Jungkook que le estaba adormeciendo debido a las feromonas tranquilizadoras que seguía emitiendo, sin duda alguna, éstas impregnadas del aroma a madera cálida, cedro y ámbar eran un verdadero deleíte para el castañito.
Así que Jungkook una vez terminó de colocarle su sudadera, hizo una bolita la sudadera sucia de Jimin ya que ahora la intentaría limpiar un poco, y también tomó la mochila del mismo.
Tras ello espabiló a Jimin diciéndole que tenía que llevarle a casa, y el menor asintió medio dormido a la vez que con un gran dolor de cabeza.
Pronto Jungkook pasó su brazo izquierdo sobre los hombros de Jimin para que se apoyara en él, ya que aún seguía alertargado, y tras unos segundos, Jungkook abrió el cubículo.
Entonces se encontró de frente con Yoongi, y éste en seguida se fijó curioso en quién era el omega que estaba con su amigo.
Fue ahí cuando su boca se entreabrió al ver al omega que estaba apoyado en Jungkook.
Park Jimin era el destinado de Jungkook.
A lo que Yoongi casi dio saltos de alegría porque eso significaba que Taehyung no era destinado de Jimin, así que aquello le dio esperanzas para cortejar al alfa estudioso.
Aunque debía cortejarlo junto a Hoseok... ya que los dos ya habían trazado un pequeño plan para acercarse más a Taehyung.
En seguida Jungkook cruzó algunas palabras con Yoongi, y antes de salir del baño limpió como pudo el vomito de la sudadera de Jimin, teniendo al dueño de la misma colgado de su hombro. Después, ambos salieron del baño.
Entonces... todos los del equipo de fútbol le vieron salir del lugar junto a Jimin, sin embargo el líder ni siquiera se paró a saludarles, ya que ahora mismo tenía una cosa mucho más importante que hacer, el dejar al menor sano a salvo en su hogar.
Por ello, tras haber salido del club, el alfa pidió un taxi y mientras esperaba, se sentó en un banco que había cercano a una calle un poco alejada de la agitada zona de fiestas.
Aquella donde ahora se encontraban, estaba iluminada de farolas y además estaba muy tranquila.
Entonces quiso poner al castaño sentando a su lado, sin embargo no se lo esperó cuando el omega se puso a horcajadas sobre él para seguidamente abrazarle y meter su carita en su cuello.
Las piernas de Jimin en seguida quedaron flexionadas sobre el banco de manera qué, sus rellenitos muslos estaban rodeando las caderas del mayor y sus rodillas estaban apoyadas en la madera del mismo, por ende su trasero quedó sobre el regazo del alfa.
Ante la acción, al instante el pelinegro sintió su rostro tornarse completamente rojo y su corazón comenzar a latir con fuerza dentro de su pecho.
No sabía si estar de esa forma era correcto o demasiado atrevido, sin embargo no tuvo el mal corazón de apartar al castaño cuando notó la respiración ralentizarse contra su cuello, Jimin se había quedado dormido con su mejilla apoyada en su hombro izquierdo.
Por lo que Jungkook suspiró enternecido y acomodó mejor al omega contra su pecho permitiendo que éste durmiera sobre él durante el tiempo que estaban esperando al vehículo que le llevaría al hogar del menor.
Además de que el calor que emanaba Jimin era exquisito, y más teniendo en cuenta que estaba en manga corta por haberle dejado su sudadera. Y... su aroma le volvía loco a la vez que avivaba muchísimo a su Alfa. Era un deleíte y el alfa se permitió disfrutar del precioso olor del omega.
Tras diez minutos el taxi llegó y Jungkook hubo de cargar a Jimin en sus brazos y contra su pecho porque le daba pena despertarle.
Entonces entró en la parte trasera del vehículo colocando como pudo a Jimin en el asiento del lado y le puso el cinturón, luego se lo puso a él mismo, y recordando a la perfección el día que fue en su forma lobuna a la casa del que ahora estaba tiernamente dormido, le dio la dirección al conductor.
Una vez allí, pagó al hombre y salió del vehículo cargando a Jimin aún durmiendo contra su pecho.
Entonces tuvo que despertar al menor para que sacara las llaves de su casa para entrar.
—Umh... —El castaño se quejó cuando dejó de sentir la cercanía del mayor y hubo de ponerse de pie para escuchar al azabache.
—¿Dónde están las llaves de tu casa?, ¿o hay alguien que pueda abrirte? —Cuestionó el mayor sintiendo su cuerpo pesado, ya que aunque era bueno tomando alcohol, ya su cuerpo estaba comenzando a resentirse.
Por otro lado el omega negó con su cabeza a la segunda pregunta y en seguida descolgó torpemente su mochila del hombro del mayor y rebuscó con letargo la llave en el bolsillo pequeño de su mochila.
Entonces cuando escuchó el sonido metálico de las mismas rió levemente divertido.
Ahora al bajo le parecían las cosas muy graciosas y no sabía porqué, ya que el sueño le ponía de mala leche.
Así que debido al alcohol el omega estaba experimentando muchas sensaciones dispares.
Cuando el menor le pasó las llaves al alfa, éste último abrió la puerta, ayudó a Jimin a entrar y pronto cerró. En seguida encendió la luz del recibidor para ver y fue buscando más interruptores, que después apagaba porque el omega no paraba de quejarse por la luz.
Una vez en la habitación y tras haber acariciado bastante la pared en busca del interruptor, el alfa encendió la luz y tras haber ayudado al menor a llegar a su habitación, le aconsejó que se pusiera un pijama para que se durmiera.
Pero antes, ambos fueron al baño que se encontraba en una puerta dentro de la habitación de Jimin y con ayuda de Jungkook, el omega se limpió bien los dientes y luego se enjuagó con oraldine para quitarse el rastro de vomito. Mientras que Jungkook aprovechó y usó parte del locutorio para también quitar el sabor amargo del alcohol en su boca.
Tras ello, ambos volvieron a la habitación del menor.
—Bueno, me lo he pasado bien hoy, el lunes nos vemos en el instituto. —Jungkook habló mirando al bonito omega estando ya sentado sobre su cama.
Aunque éste miraba hacia un punto fijo en el aire.
Jungkook estuvo a punto de salir, no obstante la aterciopelada voz de su destinado se pronunció.
—N-no te vayas, qui-quiero como antes. —Balbuceó no expresándose tan bien como debería debido a que estaba borracho.
A lo que el alfa sintió su corazón acelerase de nuevo.
¿Se refería a que quería dormir como minutos antes contra su pecho?
Pronto negó con su cabeza y no sintiéndose tan valiente como para volver a acercarse al menor, dejó la mochila del mismo en una esquina de la habitación y la sudadera del omega la dejó doblada en un rinconcito del escritorio blanco que estaba en la habitación.
Y justo cuando iba a salir no haciendo caso a lo que quería el castañito, sus ojos se expandieron en demasía cuando notó feromonas con olor a manzanilla y flor de azahar tornarse agrias.
Jimin estaba triste.
Y aquello se confirmó cuando a sus espaldas escuchó un pequeño sollozo.
—J-Jungkook n-no quiere a Minnie. —Pronunció lastimero.
A lo que el pelinegro rápidamente se giró y cuando vio al menor comenzar a llorar de nuevo, sintió su pecho encogerse por tercera vez en la noche. Joder.
Era muy débil ante el omega, aún así no podía irse dejando de esa forma al menor.
Oprimió sus labios entre sí y rápido se acercó al castañito hasta que quedó frente a él.
—Shh. —Gesticuló suave.—No llores, e-eres importante para mí, ¿vale?, no digas tonterías, venga, tírate en la cama y estaré aquí hasta que te duermas. —Ofreció con voz calmada.
El omega estaba muy torpe y el alcohol estaba causando que nuevos mareos llegaran a su cabeza. Pero bajo la atenta mirada de Jeon, se dirigió a su espejo para quitarse algo inconciso sus lentillas, con cuidado de no dañarse.
Así que cuando el pelinegro notó eso, se acercó al menor y con el dorso de su mano limpió por segunda vez las lágrimas al menor de sus mejillas.
Le ayudó a volver a su cama y seguidamente dio suaves golpecitos con la palma de su mano derecha en la espalda.
—Ya no voy a dejar que bebas tanto, todo esto ha sido culpa mía por no haberte frenado. —Musitó Jeon preocupado.
Y tras unos minutos, los brazos de Jimin se abrieron y con un tierno gesto en su rostro donde sus labios se abultaron ligeramente, pidió silenciosamente con sus ojitos que Jungkook le abrazara.
Así que Jungkook no pudo seguir resistiéndose.
Y aquello desembocó en el alfa apoyando su ancha espalda contra el cabecero de la cama y Jimin estar acurrucado contra su pecho y a horcajadas sobre él tal y como habían hecho en el banco.
Y los dos se quedaron tiernamente dormidos totalmente hechizados por los deliciosos aromas que ambos emitían y que al ser destinados, era un deleíte tanto para el Alfa interior del mayor, como para el Omega interior del menor.
Flor de azahar del naranjo, manzanilla y tenue vainilla combinado con madera, cedro y ámbar. Una delicia muy bonita y exótica.
Se complementaban perfectamente...
Aunque vendrían problemas.
Y el primero tenía que ver con los estrictos padres de Jungkook, ya que él se había olvidado de avisar de que no dormiría en casa por estar tan embelesado con su precioso omega destinado.
Después de todo... Jimin ya estaba comenzando a hacer jaque al alfa.
⸙
¿Qué pensáis? Os leo.
¡Gracias por leer! Saraslifes
Aclaración: lo que pongo en mi fanfic, como por ejemplo lo de que un alfa sólo puede bloquear el olor de su destinado, son cosas que estoy desarrollando en mi imaginación, la verdad es que no sé si eso es real o no, pero bueno, lo pongo igualmente♡.
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