Capítulo 13 ও

Unos días más tarde, Jungkook ya lo había pensado todo más fríamente.

Se había dado cuenta de que si quería acercarse más a su destinado, debía ponerse las pilas y debía superar su timidez que le frenaba continuamente de mostrar sus sentimientos hacia Jimin.

Es por ello que ahora mismo estaba frente a la puerta de la clase donde el club de ajedrez se desarrollaba.

Y aunque no tenía ni la menor idea de jugarlo, se vio obligado a enfrentar su actitud tan tímida con su destinado.

Así que no vio otra opción más inteligente que esta.

Respiró hondo y tras ello tocó en la puerta, para después abrirla.

Una vez estuvo abierta sus ojos se enfocaron rápidamente en Jimin y luego, lo hicieron en los demás alumnos que habían allí.

Entonces notó como los allí presentes excepto Jimin y Taehyung, le miraron con sorpresa y... miedo.

Así que algo incómodo por las miradas asustadizas sobre su persona que sabía perfectamente que eran porque a lo mejor creían que el balonazo que le dio accidentamente a Jimin, en realidad fue intencionado.

—Vengo a unirme. —Su voz sonó más grave de lo normal, lo que causó que los omegas allí presentes se estremecieran.

Por otro lado, cuando Jimin vio a Jungkook entrar en su club de ajedrez, al principio creyó que era un espejismo.

Sin embargo cuando el alfa dijo que se quería unir, rápidamente se emocionó, ya que ya hacía mucho tiempo que alguien llegaba nuevo al club.

Aún así, aunque el castaño no fuera partidario de juzgar, no veía a alguien tan popular como Jungkook allí metido, no obstante no hizo otra cosa que acercarse al mayor y decírle que pasara.

Tras ello, Jungkook miró a su alrededor y sonrió levemente cuando Jimin tomó su gran mano con una de sus manitas para guiarle a una mesa.

Una vez allí, Jimin habló a los demás para ver si alguien se prestaba a enseñar al recién llegado, sin embargo todos se negaron con miedo.

Mientras que Taehyung pasó del tema no queriendo enseñar a Jungkook.

Así que Jimin se resignó, debía ser él el que enseñara al mayor.

—Bueno, yo seré el que te enseñe. —Habló finalmente sentándose a un lado de Jungkook a una distancia prudente.

Entonces Jungkook sonrió ampliamente al ver que su destinado le enseñaría, y con esa sonrisa sus prominentes colmillos salieron a la luz.

Lo que provocó que Jimin le mirara algo asustado, y Jungkook carraspeó un poco nervioso dejando de sonreír tan ampliamente para esconder los colmillos.

Tras ello él pronto se limitó a asentir y a mirar curioso las piezas de ajedrez que se repartían sobre el tablero que Jimin usaría para enseñarle.

—¿Es la primera vez que juegas? —Preguntó Jimin tocando fugazmente sus gafas ya arregladas en un gesto nervioso.

A lo que Jungkook asintió con su cabeza.

—Nunca he jugado con estas cosas raras. —Se sinceró mirando las piezas.

A lo que Jimin tragó saliva sonoramente a la vez que mordisqueó su labio inferior.

—N-no son c-cosas raras... —Susurró decaído, temía que Jungkook hubiera ido para simplemente burlarse del ajedrez.

Y aunque no veía al alfa como una mala persona, ya sabía perfectamente que no debía fiarse de nadie.

—No he querido decir eso, lo que pasa es que no me sé los nombres de las piezas. —Dijo tenso tras haber notado el repentino cambio de actitud de Jimin, además de haber olido feromonas que denotaban cierta tristeza.

A lo que el de gafas se vio algo más animado tras su aclaración.

—En ese caso, te diré cómo se llama cada pieza y después de eso te mostraré algunas jugadas para principiantes, ¿te parece? —Cuestionó tiernamente emocionado.

A lo que el azabache asintió con una pequeña sonrisa.

Y los dos comenzaron con ganas.

No obstante una hora después... Jungkook todavía no se había quedado con el nombre de ninguna pieza.

A lo que Jimin respiró hondo intentando seguir siendo lo más paciente posible, ya que aunque le decía a Jungkook los nombres de lo que era un peón y una dama, el mayor seguía confundiendo las piezas.

—C-creo que esto no es lo tuyo Jungkook, es mejor que te centres en tu club de fútbol y no pierdas tu tiempo aquí. —Jimin habló recostando su pequeña espalda en la silla donde estaba sentado.

Ahora los dos estaban completamente solos en el aula debido a que los demás del club ya hace media hora se habían ido a casa.

Ya que este día el club de ajedrez tenía horario de tarde.

—Jimin, necesito hacer esto por algo que aún no puedo decírte. —Dijo no queriendo decírle la verdadera razón por la que lo estaba haciendo.

Porque el menor era su destinado.

A lo que Jimin giró su cabeza y parpadeó suavemente tras sus gafas cuando vio al pelinegro.

—Te prometo que si me ayudas más seré el mejor. —Aseguró el mayor.

A lo que Jimin suspiró.

—¿Y tú c-club?, sabes que para aprender a jugar a este arcade hay que saber muchísimas normas y no se aprende de un día a otro. —Insistió Jimin.

A lo que Jungkook se mordió el labio inferior.

Y quería decírle a Jimin que quería estar más cerca de él porque sabía que era su destinado, y que la mordida que tenía en su mano era de su lobito. Sin embargo tenía miedo de que el menor se enfadara con él por haber entrado en su forma lobuna a su habitación... y encima cuando estaba en celo.

Temía que el menor se lo tomara fatal, porque joder, haber entrado en su casa había sido una locura.

—Me las arreglaré. —Contestó finalmente.

Jimin bufó.

—Eres un cabezota Jungkook. —Contestó el omega, pero en seguida abrió sus ojos mucho ante lo atrevido que había sido.—P-perdón, no quería decir eso.

Al instante Jungkook sonrió levemente y le restó inportancia.

—Jimin, ¿vamos juntos a un sitio?, quiero darte las gracias por el esfuerzo que has hecho hoy por enseñarme. —Propuso.

Entonces Jimin se incorporó sobre su sitio y totalmente emocionado miró al mayor.

—¿A dónde? —Cuestionó con voz más aguda por la emoción.

—De fiesta. —Dijo el mayor.

Al instante Jimin parpadeó y frunció sus labios.

—Entonces... n-no creo que sea buena idea. —Rechazó.

Y Jungkook se quedó callado pensando otro lugar a donde llevar al omega, sin embargo cuando Jimin habló de nuevo, en seguida le miró.

—Jungkook, am, no quiero ser cotilla... pero, ¿e-es cierto que estás cortejando a un omega? —Preguntó cautelosamente Jimin, ya que si eso era cierto, se veía en la obligación de no aceptar una salida con el pelinegro.

Jungkook mojó sus labios y decidió arriesgarse.

—Jimin, esa mordida que había en mi mano era de tu lobo. —Soltó sintiendo como un gran peso había abandonado sus hombros.

Entonces la boca de Jimin se enteabrió y jadeó por la sorpresa.

—¿C-cómo? —Cuestionó impresionado.—Pero... ¿cuándo?, yo... p-perdona, no sé cuándo te he podido morder, es qué- —Comenzó a hablar tan rápido que Jungkook hubo de interrumpirle.

—Fue cuando estabas en tu celo, ese día me convertí en lobo para salir a correr, éste buscó tu aroma hasta que llegó a tu habitación y entonces al ver a tu pequeño lobo, le llamó provocando que tu animal le dejara entrar en su habitación. —Comenzó para en seguida seguir con la historia.—Y una vez dentro, tu lobo inclinó su cabeza mostrando su cuello para que el mío lo marcara, sin embargo yo lo impedí y me convertí en humano. —Hizo una pequeña pausa para pronto continuar.—Luego, como yo estaba desnudo, necesitaba tomar ropa tuya prestada, pero sin querer tomé una camiseta de tu cama y tu lobo me mordió, ya que no me dí cuenta de que era tu... nido. —Dijo finalmente.

Y entonces Jungkook se impresionó cuando el menor repentinamente saltó de su sitio y se quedó de pie mordiéndose las uñas.

—J-Jungkook, yo... lo siento, mi lobo te mordió pero yo no recuerdo nada, entonces, ¿eso significa q-que yo soy el omega al que supuestamente has cortejado?, pero... u-uy, no me lo creo, qué fuerte, qué vergüenza, qué... —Dejó de hablar abruptamente y se giró rápidamente para mirar al alfa con ojos grandes.—M-muchas gracias por no haberme marcado, eso sí, no vuelvas a ir a mi habitación, i-imagínate que en vez de mi forma lobuna hubiera estado en mi forma humana desnudo, dios, qué vergüenza, ay... —Entonces se quedó callado cuando el alfa también se puso de pie y suavemente tomó su rostro entre sus manos.

—Jimin perdóname porque mi lobo haya hecho aquello, es que hubo un momento donde anuló completamente mi racionalidad humana, y sólo pude resurgir cuando tu lobo quiso que le marcara. —Explicó.

A lo que Jimin asintió suavemente sintiendo sus mejillas completamente sonrojadas por el tacto del mayor en su piel.

—Entonces, ¿aceptas a ir conmigo de fiesta? —Preguntó mirando a los ojos castaños del menor.

Jimin quiso decir que no, porque temía manchar la reputación de Jungkook porque los demás le vieran con un omega gordito.

Aún así su Omega interior casi le ordenó a aceptar, mirando por el bien propio a la vez que el de su humano, ya que Jimin también quería hacerlo.

Así que aceptó.

—C-claro, aunque será la primera vez que vaya de fiesta. —Susurró como si aquello fuera un vergonzoso secreto.

Jungkook sonrió ladeadamente aún teniendo las tiernas mejillas del menor sostenidas suavemente entre sus grandes manos.

—Mejor, soy experto en fiestas, así que te lo vas a pasar muy bien. —Aseguró.

Por otro lado Jimin pensó en lo tonto que el amor le hacía, ya que hace tan sólo cuatro días había casi rechazado el ir a una fiesta con Taehyung, y ahora que se lo había propuesto Jungkook había aceptado con más facilidad.

Una vez ambos salieron del club, notaron los pasillos del instituto desiertos y cuando salieron de allí, tomaron un autobús hasta llegar a la zona de discotecas más popular de Seúl.

Lo que no sabían los dos, es que aquella salida iba a ser un poco caótica.

No sé la verdad, ¿qué os está pareciendo?

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