Capítulo 10 ও

Jungkook entró bruscamente en el aula de donde salía el aroma de Jimin, y su corazón se encogió totalmente cuando vio al omega llorar en posición fetal contra una pared.

El pelinegro avanzó oliendo a la vez los aromas que allí habían impregnados gracias a su fino ofalto.

Entonces pudo distinguir el aroma de Sehun y Jay, pero a los otros dueños de los aromas no los reconoció.

Así que sin prestar más atención a ello, se acercó cauteloso y jodidamente cabreado a Jimin, aunque se quedó paralizado cuando de repente sus propias feromonas pasaron de ser tranquilizantes a otras llenas de amenaza.

Es por ello que hubo de emitir de nuevo feromonas tranquilizantes, ya que Jimin le miraba como una cría que temía de ser dañada de nuevo.

Y jodidamente Jeon daría una lección a los cuatro chicos por haber atemorizado tanto al menor.

No sabían dónde cojones se habían metido, ya que Jungkook normalmente solía pasar por desapercibido por ser alguien supuestamente tranquilo.

No obstante, cuando tocaban a Jimin su paciencia se iba a la mierda más remota desde que su Alfa había identificado a aquel Omega como su destinado.

Era hora de demostrar que nadie tenía ni el más mínimo derecho a acosar a Jimin, porque se las verían con él de la peor manera.

Dejó de lado sus destructivos pensamientos y pronto se acluclilló con suavidad frente al tierno omega para no asustarle. No sin antes haberle dado cautelosamente sus gafas que habían dejado tiradas en el suelo.

A lo que Park en seguida se las puso.

Entonces el omega le miró por unos escasos segundos a sus ojos oscuros, y ahí el corazón de Jeon se saltó un latido cuando vio toda la tristeza que aquellos destilaban, estaban acuosos y las gafas del menor estaban empañadas anunciando que pronto rompería a llorar con más intensidad.

Y el alfa no sabía qué cojones hacer más que tranquilizarle con sus feromonas.

Cosa que funcionó porque pronto la respiración de Jimin se ralentizó, aún así su aroma levemente agrio anunciaba que aún estaba afligido. Es por ello que en ningún momento Jungkook dejó de emitir feromonas tranquilizantes.

—¿He hecho a-algo mal? —El omega interrumpió el silencio a la vez que dejó de mirar a Jungkook para centrar su mirada en sus rodillas cubiertas por sus pantalones negros, al instante lágrimas cayeron de sus ojitos para manchar los cristales de sus gafas.—¿M-merezco tanto odio? —Cuestionó con la voz rota y oprimiendo un sollozo.

A lo que el corazón de Jungkook se ralentizó y se tensó en seguida al escuchar lo extremadamente abatido que había sonado el menor.

—No has hecho nada malo Jimin. —Contestó con urgencia Jeon con su profunda voz.

En seguida los ojos del omega se expandieron con sorpresa y su boca hizo una pequeña O.

Así que al instante alzó su mirada y totalmente impresionado habló.

—¿C-cómo te sabes mi n-nombre? —Cuestionó tan rápido que sus palabras se enredaron en su boca.

A lo que Jungkook respiró hondo y apoyando sus brazos en sus fuertes rodillas, se inclinó un poco hacia delante.

—Te lo diré si dejas de llorar. —Musitó con suavidad Jungkook a la vez que miró los ojos llorosos tras las gafas del menor.

—Ah, pues no me lo digas e-entonces... —Respondió el menor con un pequeño puchero en sus labios.

Jimin no quería confesarlo, pero ahora mismo se sentía fatal por estar llorando en frente de Jeon.

Simplemente se sentía más pequeño de lo que era, pero toda la mierda que sufría diariamente estaba acabando lentamente con él.

—¿P-puedes irte por favor? —Preguntó Jimin quitándose sus gafas para luego tapar su rostro con sus pequeñas manos.

No quería que el azabache frente a él siguiera viéndole en ese estado tan deplorable, simplemente quería desaparecer y dejar de ser un estorbo para todas las personas que le rodeaban.

Quería irse lejos para no volver.

Porque el meter siempre en problemas a Taehyung debido a que éste le defendia le mataba de angustia.

Y el tener de amor platónico al alfa que estaba frente a él y que nunca en su patética vida le haría caso, le rompía el corazón.

Sin embargo su Omega se comunicó con él:

Jungkook te ha tranquilizado con sus feromonas, él es bueno Minnie.

Pero Jimin sabía que el pelinegro sólo había hecho aquello por pura caridad.

Así que el menor esperó que el mayor se fuera, pero no lo hizo. Jeon se quedó allí a distancia prudente frente a su cuerpo que aún estaba en posición fetal con sus brazos rodeando sus rellenitas piernas.

—¿De verdad quieres que me vaya? —Cuestionó Jungkook suavemente.

Jimin lo pensó mientras se limpió con la manga de su sudadera las lágrimas que surcaban sus mejillas y se puso de nuevo sus gafas empañadas.

Y pronto Jimin rompió más en llanto para finalmente negar con su cabeza a la pregunta de Jungkook. Simplemente no quería quedarse solo.

Acto seguido Jungkook suspiró.

—Si necesitas hablar, adelante Jimin. Llora, desahogate y dime lo que necesites, después de todo los sentimientos han de liberarse para sentirnos mejor. —Dijo a la vez que se sentó a un lado de Jimin apoyando su ancha espalda contra la pared.

—Me da v-vergüenza contarte porqué se meten conmigo, a-aún así ya te lo puedes imaginar. —Dijo Jimin apoyando su barbilla en sus manos que ahora estaban sobre sus rodillas.—¿S-sabes cuál es la canción In the end de Linkin Park? —Cuestionó.

A lo que Jungkook emitió un sonido afirmativo.

—Yo... siempre me he sentido muy identificado con ella, ya que habla de una persona que ha hecho de todo por conseguir algo, y una vez que lo tiene, literalmente dice: "al final ni siquiera importó el conseguirlo". —Comenzó.— A-así me siento yo, por mucho que me esfuerce estudiando para ser el mejor, ser amable con los demás incluso dejando mis apuntes a personas que ni siquiera acuden a clase, al final nada importa, porque aunque yo sea bueno con los demás, hay p-personas que me tratan mal. —Explicó sumido en sus palabras sin ni tan siquiera darse cuenta de que estaba contándole todo aquello a Jungkook tanta naturalidad.

—Jimin, te entiendo bien. —El pelinegro bufó hastiado y esta vez él habló.—Yo hago todo lo que puedo para mantener a mis padres contentos, pero al final del día a ellos jodidamente no les importa una mierda todo lo que he conseguido, porque entonces ya me están exigiendo para el mañana. —Dijo sincero.—Nunca es suficiente, nada importa más que el dar lo máximo de mí hasta el punto de lo insano, pero después de todo ya estoy acostumbrado a ello desde pequeño. —Finalizó.

Acto seguido Jimin dibujó una pequeña sonrisa meláncolica en sus pomposos labios y giró su cabeza para apoyar una de sus mejillas sobre sus manos que aún descansaban sobre sus rodillas flexionadas contra su pecho, para así mirar al pelinegro que ahora estaba de perfil por estar sentado a su lado.

Jimin se sentía feliz.

Mucho.

Ya que Jungkook se había abierto con él contándole también parte de sus sentimientos.

Jimin en ese momento se sentía especial por tener el placer de compartir unas palabras con ese alfa tan admirable.

Siguió mirándole en silencio tras sus gafas, pero en seguida sus ojos se desviaron a una tirita que se encontraba en la mano del mayor.

—¿Q-qué te ha pasado en la mano? —Cuestionó curioso.

A lo que Jungkook dejó escapar una pequeña risita sarcástica.

—Si supieras... —Mencionó el pelinegro.

Entonces Jimin suspiró sabiendo que no se lo diría, aún así se quedó totalmente embelesado viendo lo perfecto a la vez que atractivo que Jungkook se veía desde tan cerca. Simplemente no se acostumbraba a esa cercanía y sería difícil hacerlo para no mentir.

Y no pudo evitar sonreír levemente como un tonto enamorado a la vez que sus mejillas ardieron.

Jungkook le había calmado.

Se había tomado el tiempo de calmar a él y su lobo con sus feromonas.

Y se sentía increíblemente bien.

No obstante, Jimin salió de su ensoñación cuando el pelinegro se pronunció.

—Oye Jimin. —Dijo mirando al frente sin mirarle.—Esto sólo lo he hecho para devolverte el favor de que el otro día hubieras usado conmigo tus feromonas tranquilizantes cuando estaba peleando. Así que ya te he devuelto el favor. —Mencionó finalmente para terminar mirando al menor con una sonrisa de boca cerrada.

A lo que al instante Jimin sintió un gran vacío en su pecho.

Sus ilusiones se apagaron.

Y hubo de forzar una temblorosa sonrisa fingiendo que estaba bien.

—C-claro, ¿por qué otra cosa lo harías entonces? —Dijo intentando fingir que no estaba dolido.

A lo que Jungkook con su respuesta supo que Jimin aún no sabía que ambos eran destinados.

Fue ahí cuando el timbre que daba por finalizado el recreo sonó.

—Bueno, vámonos a clase. —Dijo Jeon, a lo que el otro asintió.

Ambos salieron del aula y Jimin se secó las lágrimas, para seguidamente seguir al azabache. Percatándose entonces de lo alto que Jeon era a su lado.

Aunque se quedó atrás cuando finalmente éste encontró a sus amigos del equipo de fútbol y entonces escuchó algo que rompió su corazón.

—¡Por fin! —Se carcajeó un alfa del equipo que había conseguido quitarle la misteriosa tirita de la mano de Jeon.—¡Un mordisco de Omega!, ¡Jeon está enamorado! —Gritonearon y entonces sus amigos corrieron lejos de Jungkook, ya que éste último quería pegarles por el bochorno que sentía.

Por otra parte cierto Omega rellenito sintió sus ojos llenarse de lágrimas.

Jungkook ya tenía a una o a un omega.

Y entonces sintió su pecho hundirse en angustia a la vez que frunció su ceño, no iba a llorar por esa tontería.

Menos cuando justo a su lado alguien chocó con él bruscamente, y se impresionó cuando vio a Yoongi haber empujado a un omega de la otra clase llamado Hoseok.

—Y-Yoongi perdón. —Dijo el omega asustado, a la vez que rápidamente se giró para disculparse con Jimin por haberse chocado con él.

Sin embargo el problemático omega que siempre vestía de negro gruñó hastiado hacia ahora los dos omegas.

—No entiendo qué puto problema tienen las personas con no respetar lo que es mío.

—Yo... no puedo evitarlo, es mi Omega el que me manda. —Susurró Hoseok centrándose en el rubio malhumorado, a lo que éste le fulminó con la mirada.

—Bueno, me da igual, si quieres lo que me has dicho sólo tengo una condición. —Gruñó.

Hoseok en seguida asintió.

—Las cosas se harán como yo diga. —Mencionó finalmente.

A lo que Jung tragó saliva sonoramente, esa era la condición  de Yoongi para llevar a cabo una relación de tres, y sintiéndose acorralado, Hoseok aceptó. Ya que su Omega se sentía atraído por los aromas de Taehyung y Yoongi.

Mientras, Jimin se hallaba confundido tras Hoseok sin entender nada.

Así que cuando los otros dos se fueron finalmente a clase como si nada hubiera pasado.

Jimin no pensó en otra cosa que el hecho de que Jungkook ya tenía a su destinado.

Y por supuesto a la vez que era de esperar, él no lo era.

Cosa que dolía y aceptaba.

Porque al final de todo, Jungkook se merecía alguien mejor que él.

¿Qué os está pareciendo? Ayuda por favor dñodjdjsjampqkd. Os leo.

Sugerencias:

Yoongi de esta historia (aunque es rubio):

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top