Aviso: Esta novela está en proceso de edición, por lo que si estas releyendo la historia quizás en los próximos capítulos habrán algunos detalles nuevos/escenas que no hayas leído antes (no demasiadas, pero sí las necesarias creo que para mejorar la historia) Te invito a que vuelvas a comentar la historia! Y si eres nuevo/a ¡Bienvenido! Espero que disfrutes la historia de principio a fin y te enamores tanto de los personajes como yo.

Esta historia NO tiene contenido +18. Si estás buscando ese tipo de historia, ésta no lo es. Pero si encontrarás mucho mucho amor <3

Janelle observó por última vez el candado que tenía grabado sus nombres y que ambos cerraron juntos entre la gran multitud que ya había, sellando de aquella forma su amor.

Miró por última vez al resto de personas que cruzaban por el Pont des Arts y finalmente se decidió por abrir la caja que tenía justo en sus pies, frente al candado.

Suspiró cuando la tuvo entre sus manos y comenzó a romper el papel de regalo con el que estaba envuelta la caja.

Cuando terminó de hacer aquello, la abrió, encontrándose con un libro. Lo agarró entre sus manos, sin importarle el dejar caer la caja al suelo.

Era un libro de tamaño mediano, aunque más bien llegaba a ser pequeño. Estaba compuesto por muchísimas hojas, ya que era bastante grueso. Su portada estaba basada en tonos pastel, con una foto de una chica de espaldas con el pelo al viento y completamente alborotado, dejando apreciar por el fondo de la chica que la historia estaba relacionada con Francia. Y en el centro, había un gran letrero con el nombre de 'Janelle'. Y justo debajo del título su nombre: Eric Brown.

Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. No supo reaccionar de otra forma hasta que abrió el libro y pasó unas cuantas hojas, encontrándose con el prefacio de la historia.

''Ella no era como las demás. Oh, realmente no lo era.
La forma en la que echaba su cabello hacia atrás cuando los mechones empezaban a estorbar por su cara: la forma que tenía de caminar meciendo las caderas ligeramente hacia los lados, sin ser consciente de que se convertía en el centro de atención por esto; la forma en que cruzaba sus brazos cada vez que cogía algún berrinche por alguna tontería; la manera en que hacía un pequeño puchero con su labio inferior cada vez que quería conseguir algo; la forma en la que sus ojos te hipnotizaban, hasta el punto de atraparte con aquella mirada color café, que llegaba a hacerte sentir tantas cosas que nunca antes habías experimentado; la manera en que sus labios se movían con delicadeza al hablar, dejándole pronunciar cada palabra correctamente, pero a la vez moviéndose de una forma irresistible para mí ; La fuerte melodía de su risa era capaz de trasladarte a otro planeta y sus besos te hacían sentir como si tocases el cielo con la punta de tus dedos. Ella era capaz de sacar el lado bueno de las personas, de hacerte sentir bien, de hacerte sentir libre.

Ella era inocente y juvenil como la primavera; cálida como el verano; entrañable como el otoño y fría como el invierno.

Su apariencia era seria, introvertida, insegura de sí misma, callada y dura.

Pero su interior era débil, tan débil que los pedazos rotos de su interior podían romperse aún más en cualquier momento.

Era frágil, tan frágil como un vaso de cristal cayendo al suelo.

Era dulce, tanto como el gusto de un caramelo al saborearlo.

Y era fuerte.

Tan fuerte, que amaba con el corazón roto.''

Agarró el libro con una de sus manos y con la otra se secó todas las lágrimas que pudo. Volvió a agarrar bien el libro y al moverlo una nota cayó del interior de éste.

''Esta copia de mi libro es para ti.

Quiero que lo guardes bien y que lo leas una y otra vez, reviviendo nuestra historia y sintiendo cada una de las cosas que yo sentí por ti y no siempre pude demostrarte.

Y te preguntarás... ¿No podías encontrar un mejor sitio para dejarme mi regalo, que frente al candado que dejamos en el Pont des Arts? No, no podía hacerlo.

¿Y sabes por qué?

Porque en aquel candado grabamos nuestros nombres, pero en el puente se quedó grabada nuestra historia.

Felices veintidós, petite.''