✾ ‧₊˚ ‣ CAPÍTULO 77 🌙
━━ En donde ella aprende sobre el ciervo, el perro negro, el hombre lobo y la rata 𖧧

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EL DESAYUNO, COMO SIEMPRE, fue un asunto ruidoso, y como todas las mañanas siguientes. Pero finalmente, después de que comieron la variedad de alimentos (principalmente las partes deconstruidas de un plato inglés completo como salpicado de pasteles, frutas y tostadas), Harry encontró a todos separándose para realizar diversas actividades, incluidas la limpieza y la tarea, y aprovechó la oportunidad para alejar a Jane.

Una vez más, estaban sentados en su cama, ahora prolijamente hecha; Kreacher, a pesar de sus fallas, obedeció todas las órdenes que le gritaron, pero en lugar de sentirse cansado y poder quedarse dormido al instante, Harry estaba sorprendentemente despierto, recuperando su varita de la mesita de noche, golpeándola en sus rodillas cruzadas como si fuera una baqueta.

—Cierto... ¿así que llegué al final del segundo año? ¿Apuñalar el diario de Tom Riddle con el colmillo de basilisco que me había dado eso? —Jane ya estaba localizando la cicatriz que permaneció incluso después del cuidado constante de Madam Pomfrey durante todo el día después de que él y Ginny fueran salvados de la Cámara de los Secretos. Había una cosa que la magia no podía hacer, y era borrar el pasado. Sin embargo, a partir de la historia que Jane estaba a punto de escuchar, el pasado podría alterarse con la misma facilidad.

—Correcto. Lo del basilisco. Ya sabes, he oído hablar de ellos en algunos de mis libros de mitología europea —un ceño cruzó su rostro—. ¿Qué tan grande era exactamente?

—Demasiado grande para describir —Harry negó con la cabeza, sintiendo una ligera punzada en la cicatriz al pensar en ello—. De todos modos... comencé este año haciendo estallar a mi tía, pero no fue a propósito... la odiarías, y ella estaba diciendo cosas sobre mis padres y sabes que la magia es incontrolable a veces, así que realmente no lo hice.

Y así, Harry le contó sobre la firma del formulario de Hogsmeade prometida por parte del tío Vernon, sobre cómo se había escapado después de hacer estallar a su desagradable tía Marge y los comienzos de él viendo un gran perro negro en todas partes, un espectáculo que desapareció rápidamente una vez que llegó el autobús noctámbulo... fue entonces cuando se enteró por primera vez de Sirius Black, y después de que se bajó y, afortunadamente, Cornelius Fudge no lo expulsó (de quien Jane se sorprendió bastante al escuchar que había sido amable una vez), más tarde se enteraría una vez más cuando escuchó una conversación entre el señor y la señora Weasley, y Harry descubrió que Sirius Black buscaba vengar la muerte de Voldemort terminando lo que empezó.

La cara de Jane no tenía precio. —Tienes que escucharlo completo —Harry vio como las emociones en conflicto brillaban en sus ojos—. Te lo prometo, Sirius no estaba detrás de mí, pese, y tampoco mató a doce muggles.

Con un asentimiento vacilante, Harry pasó a informarle sobre los Dementores en el tren, provocando un escalofrío incómodo que recorrió la espalda de la pobre niña cuando recordó sus propios recuerdos con las criaturas, y luego siguió con la reunión de Remus Lupin, quien estaba enseñando sus clases de Defensa Contra las Artes Oscuras ese año. Y resultó que Remus era el mejor maestro de todos. Hagrid no era necesariamente tan bueno, pero hizo lo mejor que pudo y no fue su culpa que después de que Harry montara a Buckbeak, Draco Malfoy procediera a ir en contra de todos sus consejos. Trelawney tampoco era una gran maestra, ya que predijo la muerte de Harry a los pocos minutos de conocerla, pero Potter se abstuvo de expresar su disgusto por su tema debido a la mirada de interés en los ojos de Jane, quien, una vez preguntó.

Pero las capacidades de Remus como maestro solo se demostraron aún más el día de la visita a Hogsmeade, cuando Harry se encontró sin amigos ese día y lo invitó a su oficina para una conversación amistosa. Sin embargo, Halloween no terminó tan bien cuando se descubrió que Sirius Black había intentado irrumpir en la Torre de Gryffindor. Una semana después, Harry estaba cayendo a muchos pies del cielo como resultado del ataque de Dementor en el campo de Quidditch mientras Gryffindor jugaba con Hufflepuff.

Continuó siendo acosado por los Dementores, Lupin se acercó a él con la idea de aprender a defenderse de ellos después de Navidad, a lo que accedió. Y después de que Harry se coló en Hogsmeade y descubrió la verdad sobre la amistad de Sirius Black y James Potter, gracias al robo de primer año de Fred y George y a que su padre y sus mejores amigos eran bromistas notorios y por lo tanto crearon el Mapa de los Merodeadores, la Navidad vino y se fue y comenzaron las lecciones.

No pensó que mencionar varias cosas valdría la pena. Por mucho que disfrutaría verlo, Jane enterarse de que Lucius Malfoy se había asegurado de que Buckbeak fuera a juicio por algo que hizo su hijo no sería algo discreto. Además, realmente no importaba hasta más tarde, considerando que estaba en una habitación en el piso de arriba. Tampoco mencionó la Saeta de Fuego, ya que eso no significaría tanto para ella como para alguien como Ron.

A fines de febrero, Harry había recibido su nueva escoba y asistió varias sesiones con Lupin y estaba tratando de producir un patronus. También fue en un partido de Quidditch a principios de febrero que Malfoy intentó sabotear a Harry vistiéndose como Dementores y fue esa misma noche que Ron se despertó con Sirius Black parado sobre él con un cuchillo. Pero desde entonces, todo estuvo bastante tranquilo hasta el comienzo de sus exámenes, que nuevamente, no fueron tan emocionantes hasta el último examen de Harry, en el que fue testigo de que la profesora Trelawney hizo una predicción que nunca olvidaría. Era complicado.

Era complicado explicar lo que había sucedido la noche siguiente, pero después de intentar seguir algún tipo de narración lineal sin dibujar ningún detalle adicional, logró llegar al final de Sirius volando en el hipogrifo definitivamente no ejecutado, y Harry siendo dejado por su nuevo padrino una vez más.

—¿Entonces me estás diciendo que el señor Lupin tuvo que irse porque era un hombre lobo? —los ojos de Jane se abrieron con horror—. ¿Por qué? No fue su culpa que lo fuera, y si se ha creado una poción para evitar que sea peligroso, entonces no veo el problema.

Harry la miró por un momento. Si tan solo hubiera más gente así en Hogwarts, entonces quizás él no tendría tanto problema.

—¿Eso es lo que te llevaste de eso? —las cejas de Harry se dispararon hacia arriba con sorpresa—. No es que haya viajado en el tiempo... logré salvar a Buckbeak y Sirius, noqueé a mi profesor de Pociones y descubrí que fue Pettigrew quien mató a todas esas personas y vendió a mis padres a Voldemort y luego se escondió como la rata de mi mejor amigo.

—Bueno... ese es un buen punto —Jane sonrió—. Lo siento... se me vino a la mente. Pero me alegro de que fuera Pettigrew quien vendió a tus padres y no Sirius. Es bueno que tengas familia. Porque no tienen que ser parientes consanguíneos. Legalmente, soy la hija de Flora, pero no tengo ningún parentesco con ella. Y también tienes al señor Lupin.

—Sí. Los tengo —Harry asintió, sintiendo que su garganta se espesaba. Las palabras se quedaron allí, se obligó a no llorar ante la idea. A veces le resultaba difícil pensar en la amistad que sabía que existía entre su padre y los dos hombres del piso de abajo—. Y... y... te tengo a ti —agregó.

Jane solo sonrió.

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