Me asomo por la ventana para ver quién está afuera y, al reconocer a Max, abro la ventana y le permito entrar.

-¿Qué haces aquí?; mientras me dispongo a cerrar la ventana por precaución.

-Max: "Tranquila, me aseguré de que nadie me viera. ¿No te alegra verme?"

En respuesta, lo abrazo y él me rodea con su brazo alrededor de la cintura, acariciando suavemente mi mejilla.

Nuestras miradas se entrelazan con una intensidad que solo nosotros entendemos. El suave roce de su mano en mi mejilla envía escalofríos por todo mi cuerpo. En ese momento, el mundo exterior parece desvanecerse, dejando solo espacio para nosotros dos.

Max acerca lentamente su rostro al mío, sus labios rozan los míos en un beso suave y apasionado. El calor de su abrazo y la ternura de sus labios me hacen sentir como si estuviera en un sueño.

El tiempo se detiene mientras nos perdemos en ese beso, olvidando todo lo demás que nos rodea. Nuestra conexión es más profunda que las palabras.

- Max: "Solo con verte de nuevo, estoy perdiendo la noción de mis sentidos. Me estas matando lentamente"

Lo abrace fuertemente y suspire:

-...Max, por favor, no vuelvas a exponerte así. Estoy agradecida que fueras por mí, pero te arriesgaste a ser castigado por los infernales y si descubren nuestra relación podrías ser...

Con un tierno beso en la mejilla, musitó:

-Max: "Cariño, no pasa nada, no te preocupes y aunque nuestro amor es prohibido... Mírame ahora no tengo dudas, te prometo que te amare hasta el fin de los tiempos"

Él tenía la habilidad de decir las palabras más vergonzosas y románticas que siempre me calmaban. ¿Será por eso que quede locamente enamorada de este hombre y solo quiero hacerlo mío?

Al final, bese los nudillo de su mano, mientras decía...