Duodécimo Idilio
Wenas
⠀⠀La noche del día siguiente se hallaba frente a él, presentándose agradable como una mezcla de melancolía y tranquilidad producida por el frío de la nevada. Aun cuando estaba fuera del alcance del rocío nocturno y se encontraba relativamente cálido dentro del local, el frío de su corazón era lo que le impedía encontrarse a gusto.
⠀⠀Durante el transcurso de ese día JiMin había seguido su nueva rutina, ayudando a SeokJin a limpiar las mesas y demás antes de abrir. Justo a las siete de la mañana, el ascensor se había abierto repentinamente, dejando ver al azabache por primera vez después de lo que se habían sentido como meses e incluso años. Había desayunado ahí, mas su charla fue increíblemente limitada a pesar de que se esforzó por parecer normal.
⠀⠀La tensión lo estaba volviendo loco, y podía notar que no era el único. YoonGi parecía obligarse a apartar sus ojos de JiMin, y él hacía exactamente lo mismo. Eran como dos imanes dentro de su campo de atracción que eran orillados por una fuerza externa a mantenerse alejados el uno del otro.
⠀⠀Se había terminado por despedir de SeokJin una hora después con un cálido abrazo y un beso en el cachete como agradecimiento por la deliciosa comida, pero todo lo que él recibió fue un ademán de su parte.
⠀⠀Desde entonces, no lo había vuelto a ver.
⠀⠀-JiMin, querido -llamó Jin detrás suyo, provocando que diera un salto por la sorpresa.
⠀⠀-Sí, ¿dime? -preguntó parpadeando varias veces, dejando de lado sus pensamientos.
⠀⠀-¿Podrías llevarle la comida a YoonGi? -inquirió, mientras se metía tras el mostrador y se ponía los guantes con los que manipulaba el dinero frenéticamente-. Lo haría yo mismo, pero estoy algo concentrado aquí y si se lo llevo más tarde no comerá. YoonGi olvida que tiene que comer.
⠀⠀-¡Oh, claro! Seguro, seguro -se apresuró a aceptar. A pesar de su nerviosismo no quería implicar a Jin aún más en los problemas entre ellos dos, y no podía negarse a hacerle ese pequeño favor cuando él se hallaba tan ocupado-. ¿Cuál es su habitación?
⠀⠀-Recuerda que te dije que era la última. Solo aprieta el botón rojo si no quieres subir las escaleras.
⠀⠀-Ehm... ¿Dónde está exactamente el botón?
⠀⠀-Es el que está hasta arriba, el que no tiene número -guio antes de expresar una maldición en voz baja. Alguien lo había llamado.
⠀⠀Por otro lado, YoonGi permanecía recargado en la barandilla de la terraza, observando la iluminación parisina con fascinación y al mismo tiempo, frustración. El humo del cigarrillo entre sus manos lo hizo estremecerse acusatoriamente, mas le dio una larga calada en un pobre intento de callar a su subconsciente.
⠀⠀Alzó su rostro inquisitivo para observar el enorme cielo nocturno cubierto de brillantes estrellas, esperando por una respuesta que sabía que no llegaría. Nunca se había sentido tan fuera de lugar. Y entre tantos objetos brillantes sentía que estaba comenzando a apagarse.
⠀⠀Poco tiempo después la fría brisa escoció en su piel dolorosamente, los vestigios de agua que hacían cosquillas mostrándole a través de la banal sensación que aún podía sentir, que su corazón latía.
Pero no se sentía vivo.
⠀⠀Frotó sus manos antes de meterlas a sus bolsillos, brindándose inútil calidez que desapareció tan solo unos segundos después. Su mano arrugó el pedazo de papel que había ahí, y tras dar otra calada su rostro se endureció.
⠀⠀Por primera vez en tanto tiempo, se sintió atrapado y asfixiado, lo que lo dejó a la deriva de sus inexpresivas emociones que se manifestaban a través de frustración creativa.
⠀⠀La luna creciente que se reflejaba en sus fanales, era lo único que brillaba en ellos.
⠀⠀-¿Fumas? -preguntó una voz dudosa a su lado. JiMin.
⠀⠀El pintor se sobresaltó, pero el muchacho de ojos azules no lo notó y simplemente de quedó estático mirando el cigarrillo en sus manos. YoonGi tomó otra lenta calada.
⠀⠀Montones de preguntas surgieron en su mente, y al mismo tiempo se ahogaron ante la tensión entre ambos.
⠀⠀No sé atrevió a mirarlo.
⠀⠀-Supongo que sí -expresó con simpleza, permitiéndole a sus pulmones descansar tras una exhalación-. Es lo único que me calma en los ratos de tensión -dijo apretando el vicio entre sus dedos.
⠀⠀Esperó algún reclamo o comentario de JiMin sobre eso, sin embargo, no llegó en ningún momento y permanecieron en un cómodo silencio durante un largo rato.
⠀⠀-Te he traído la comida -dijo JiMin. YoonGi escuchó el sonido de una bolsa moverse.
⠀⠀-¿No es mucho? -preguntó al analizar los platos de reojo.
⠀⠀-Jin estaba muy ocupado, realmente no sabía qué traerte así que... traje un poco de todo. -Se encogió de hombros. YoonGi asintió lentamente y extendió sus manos.
⠀⠀JiMin le facilitó el recipiente, pero YoonGi en su descuido lo tomó incorrectamente, destapando por error el chocolate hirviendo que salpicó en sus manos y luego se regó en el piso.
⠀⠀Gimió por el dolor y su primer impulso fue ocultar la parte afectada, pero rápidamente JiMin se hallaba a su lado examinándolo.
⠀⠀-¡¿Estás bien?! -exigió saber exaltado. La blanca piel se tornó roja por la quemadura, pero YoonGi no parecía afectado en lo más mínimo, su expresión en blanco mientras miraba el preocupado y bello rostro de su mayor-. ¿YoonGi? -preguntó. Pero el silencio se prolongó durante un largo tiempo en el cual solo se miraron a los ojos, perdiéndose en el otro.
⠀⠀-No sabes cómo me muero por besarte una vez más -confesó casi sin aliento, dejando a sus sentimientos gobernar sobre su razón-. Lamento haber actuado así. No supe manejarme antes.
⠀⠀Un silencio lleno de palabras no dichas creó un ruido simbólico que de extendió a lo largo de sus entumecidas extremidades. YoonGi desvió la mirada hacia la puerta, pero antes de que pudiera disculparse por su atrevimiento, JiMin tomó tímidamente su mano, observándolo a través de aquellas largas pestañas que escondían en un barrido de tentación sus índigos ojos.
⠀⠀-¿Vamos a tu casa? -evadió-, me gustaría... ya sabes. -Acarició el lugar de su mano en el que se había quemado.
⠀⠀Más que dolor, sintió una agradable sensación recorrerle a lo largo de su espina dorsal. Él apretó la pequeñita y regordeta mano, envolviéndola, receloso del rocío que podría llegar a tocarla.
⠀⠀Ninguno dijo gran cosa respecto a la situación sin resolver entre ellos, actuando como si nada hubiese pasado en un intento por mitigar la inusual incomodidad entre los dos.
⠀⠀-Camina con cuidado -pidió, JiMin-. No veo muy bien y podría resbalarme.
⠀⠀El castaño se preguntó a sí mismo qué demonios estaba haciendo, pero obligó a apartar esa pequeña voz molesta lejos de sí.
⠀⠀-Puedes confiar en mí -reconfortó sonriendo. Un calor agradable llenó el pecho de JiMin, sintiendo como el pesar en el ambiente cesaba poco a poco.
⠀⠀Lo sé.
⠀⠀Cuando llegaron a la puerta del apartamento, YoonGi giró el picaporte y una oscuridad inquietante y aterradora motivó a JiMin a retroceder, mas el agarre tranquilizador en su mano lo sedujo a seguir adelante.
⠀⠀Pisó algo y se sobresaltó antes de darse cuenta de que era un simple papel. Cuando YoonGi encendió la luz su visión de aclaró un poco, pero de cierta manera continuaba siendo inútil.
⠀⠀-Lamento el desorden -dijo en un murmullo.
⠀⠀JiMin estudió lentamente su entorno, acomodando sus gafas. Su sonrisa se borró conforme sus ojos reconocían cada objeto. Cuadros a medio hacer yacían descansando sobre el manchado caballete, que a pesar de la pesada combinación de colores eran extrañamente armónicos para cualquier persona.
⠀⠀Menos para JiMin.
⠀⠀-¿Ocurre algo? -inquirió YoonGi ante la falta de reacción.
⠀⠀-No... Es solo que, no esperaba este panorama.
⠀⠀-Perdón por el desorden. -Soltó una leve risa vacía-. Estoy atravesando un bloqueo.
⠀⠀El castaño negó lentamente, con una mirada taciturna mientras se acercaba a él y tomaba la pomada que tenía entre sus manos. Se sentaron en un sillón y en silencio comenzó a frotar en círculos la roja piel, la cual él veía como un matiz de su propia incapacidad.
⠀⠀Todo se volvió oscuro durante un momento. Una luz cegadora iluminó el ambiente y se reflejó en sus lentes. YoonGi se apresuró a tapar sus oídos, y se sorprendió tras escuchar un fuerte rugido del cielo enmarañado que empezaba a llorar furiosamente.
⠀⠀-La luz es más rápida que el sonido.
⠀⠀Las manos antes situadas en sus oídos lentamente descendieron por su delicado rostro, acariciando con la delicadeza que solo tendría un artista hacia una perfecta obra. El lienzo en blanco ante sus ojos parecía perplejo por sus acciones, y, sin embargo, le dedicó una mirada de tristeza pura.
⠀⠀-Lamento haber actuado de esa forma ese día -YoonGi habló primero, reanudando lo que había dicho fuera-. Fue muy inmaduro de mi parte irme así de la nada.
⠀⠀-No lo fue. Tenías razón en estar enojado; el inmaduro aquí fui yo -se lamentó en voz baja-. Tuve que haberte frenado desde el primer momento. Haberme frenado a mí.
⠀⠀-JiMin, yo...
⠀⠀-No debes involucrarte conmigo -advirtió, frenándolo-. Estoy roto, lleno de problemas y te haré daño.
⠀⠀-Ya estoy involucrado contigo -protestó-, tanto que deseo probar tus labios una vez más, sin importar las consecuencias que pueda traer... -Los acarició, delineando cuidadosamente aquella tentativa cereza-. Y sé que tú también lo haces. Desde ese momento no te podido dejar de pensar en ti. Ésta conexión, JiMin. Niégala, y te dejaré en paz.
⠀⠀-Tengo miedo, YoonGi. -Su mirada terminó perdiéndose en el oscuro suelo.
⠀⠀-Nunca me niegues la mirada, por favor. -Acarició su barbilla-. ¿Hay acaso otro hombre en tu vida? -formuló por fin. Temía a la respuesta, sin embargo, era necesaria.
⠀⠀JiMin se mordió los labios, indeciso por la repercusión que podría tener su respuesta en YoonGi, o, incluso, en él mismo. Pero estaba reacio a la idea de seguir ocultándolo. Era la primera vez que el azabache se había atrevido a preguntar directamente sobre su vida personal. Lo menos que podía hacer era ser honesto.
⠀⠀-Sí, YoonGi -confirmó. El nombrado no pareció sorprendido por la declaración, aun cuando cerró los ojos durante un momento y tomó aire. Era como si se lo esperase ya-. Estoy casado y vine aquí a parís para celebrar la luna de miel de mi renovación de votos.
⠀⠀JiMin pensó que eso sería todo. Esperó enojo, ira de parte de YoonGi. Incluso decepción o llanto, pero no.
⠀⠀-No te merece -rebatió inmediatamente.
⠀⠀-No lo conoces...
⠀⠀-Conozco el dolor que hubo en tus ojos el día que te encontré -dijo-. Cualquier persona que te cause dolor no te merece.
⠀⠀-Nos hemos conocido durante muy poco tiempo, YoonGi -refutó-. No puedes saber eso.
⠀⠀-Y a pesar del poco tiempo, puedo reconocer cuánto vales. -Se acercó más-. Y me tomo el atrevimiento de afirmar que más que él.
⠀⠀-YoonGi, no es así...
⠀⠀-Tu esposo no te ha llamado, no hay anillo en tu mano ni dicha en tu expresión al pensar en volver con él.
⠀⠀-No pretendas saber de mí -reprochó. Su tono de voz elevado le dio a entender a YoonGi que le había herido, y se sintió basura por ello.
⠀⠀-Nene. -Trató de tocarlo, pero JiMin huyó de él.
⠀⠀-No. -Se levantó-. Agradezco la ayuda que me diste en un principio a pesar de ser un total desconocido y la ayuda que me sigues dando, pero no te voy a dar ilusiones de nuevo a algo que no puede pasar. No quiero seguirte lastimando. No mereces involucrarte con alguien como yo y por ende pongo un alto en nuestra relación.
⠀⠀-No estoy tratando de aprovecharme de ti a través de mi amabilidad. Y esas palabras me hacen quererte más. Eres una persona de corazón dulce, JiMin.
⠀⠀-No encajaríamos.
⠀⠀-Lo hacemos. Lo hicimos -se corrigió-. De lo contrario, no actuaríamos con tanta naturalidad alrededor del otro. De lo contrario, los sentimientos que tenemos por el otro no serían tan fuertes.
⠀⠀ -Somos de mundos totalmente distintos. -El menor se acercó a él, su cuerpo pareciendo inusualmente llamativo a través de los destellos de luz que entraban por el gran ventanal.
⠀⠀-El arte no siempre sale de una mezcla armónica -discutió, abrazando al castaño que a pesar de su negativa anterior no se apartó-. Pero soy alguien de principios, así que puedo respetar tu decisión, aunque no esté conforme con ella.
⠀⠀-YoonGi...
⠀⠀-Pero lo que no quiero permitir es que haya más tristeza en tu mirada. -Sus ojos se conectaron, reflejando la luz en ellos-. Déjame acercarme a ti, así no sea de forma romántica. Por el tiempo que quede. Solo como amigos.
⠀⠀-No debemos...
⠀⠀-No se trata de deber. -Mordió sus labios-. Se trata de querer. ¿Tú quieres?
⠀⠀Durante un largo tiempo, todo lo que se escuchó fue el sonido de la lluvia combinado con sus respiraciones acompasadas. El calor de sus cuerpos reconfortándolos y protegiéndolos del mundo exterior.
⠀⠀La respuesta de JiMin, fue acompañada por un suspiro.
"Sueño con pintar, y luego, pinto mis sueños."
-Vicent Van Gogh
Ay, como me encantó escribir éste capítulo. La tensión entre estos dos es ✨✨✨
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top