Decimoquinto Idilio
⠀⠀ El viento fresco de la mañana golpeaba fuerte en su pálido rostro. El adormecimiento de sus dedos, el ruido del auto avanzando por el asfalto y la sensación de ligereza en su cuerpo hacían juego con el constante silbido proveniente del silencio.
⠀⠀De lejos, fue consciente del escándalo de los demás coches intentando transitar aquella avenida.
⠀⠀El taxi iba realmente rápido, o quizá, era él quien lo sentía de esa forma debido al constante maquineo de su mente. La melancolía se asentaba cada vez más en sus entrañas conforme se veía más y más lejos de Caramel Macchiato, la sensación de perdida acentuándose hasta que le fue difícil respirar.
⠀⠀Entonces, finalmente llegó a su destino.
⠀⠀La casa frente a él se alzaba imponente y preciosa. Recordaba haber tenido una mala impresión de ella el primer día que la vio, pensando que, definitivamente, sería un inusual lugar en el que quedarse para sus “paradisíacas” vacaciones.
⠀⠀Y luego, había escapado, sin esperarse que su vida fuera a cambiar para siempre debido a ello. Porque sí, con todo el dolor de su alma reconocía que, a pesar de que se iba a ir, YoonGi dejó en él una huella permanente que le iba a impedir olvidarlo, estuviese dónde estuviese, pasase el tiempo que pasaste.
⠀⠀—We arrived —avisó el hombre tras notar que JiMin ni siquiera sé había inmutado.
⠀⠀Las frías manos del castaño se juntaron para crear fricción, produciendo un calor inútil que desapareció al paso de los segundos. Sin embargo, en esa pequeña sensación, JiMin buscó confort.
⠀⠀—Thank you. Please, keep waiting here for me. I’ll pay you for the wait.
⠀⠀—Sure.
⠀⠀Mientras se bajaba del auto y caminaba hacia la puerta, se cuestionó el por qué de su tranquilidad, impropia de él. No obstante, dejó que ésta guiase cada una de sus acciones y pensamientos. Ahora, solo era su cuerpo actuando bajo coacción de su cerebro.
⠀⠀Una vez se halló frente a la casa JiMin simplemente suspiró, agachándose para alzar la alfombra. Efectivamente, ahí estaba la llave que abría la entrada principal de la casa. La puerta rechinó al abrirse y JiMin no titubeó al entrar.
⠀⠀JaeWook no estaba en la sala. Tampoco en la cocina, comedor o baño. En silencio, JiMin pudo escuchar algo de ruido venir de la habitación matrimonial en la que habían tenido sexo por última vez.
⠀⠀Circunspecto, caminó hasta la habitación, viendo, conforme se acercaba, la espalda de su marido. Tocó tres veces el marco de la puerta, buscando alertar su presencia.
⠀⠀—JiMin —nombró escuetamente, sin siquiera voltear a verlo. Estaba acomodando su traje caro. Miró su reloj—. Prepara tus maletas y vístete. El vuelo sale en tres horas, pero tenemos que estar dos antes.
⠀⠀Lleno de incomodidad, JiMin hizo caso a lo que su esposo le decía, tratando de ignorar la opresión en su pecho causada por la excesiva consciencia de sí mismo. No pudo evitar pensar entonces, que YoonGi lo hubiera recibido con un beso, un abrazo, o un comentario inteligente.
⠀⠀Reflexionó, dándose cuenta de que la dirección que estaban tomando sus pensamientos era inadecuada. Pero no pudo evitarlo. La imagen de la fría despedida que se dieron el día anterior a ese se proyectó en su mente, haciéndolo anhelar nuevamente aquel banal contacto.
⠀⠀Con pesar, se obligó a mantener su mente en blanco. Debido a ello, fue más consciente de su entorno. Mientras empacaba su ropa y objetos personales repartidos por la habitación, se dio cuenta de que había una inestable atmósfera de tensión entre ellos dos. Nada parecida a la sensación superflua de complicidad que habían compartido por tanto tiempo.
⠀⠀Mientras observaba a JaeWook moverse aparentando indiferencia, se dio cuenta de que había algo roto en él. ¿Y cómo no? Si una infidelidad no era algo que tomar a la ligera.
⠀⠀Él le había hecho daño, y eso hizo que una oleada de desolación lo recorriera, desestabilizándolo. Atrás quedó su máscara de indiferencia, la cual solo había sido producto de su contención y resignación.
⠀⠀—JaeWook —habló al fin JiMin, su tono repleto de cansancio. Pero el hombre mayor parecía absorto en sí mismo—. JaeWook —volvió a intentar, siendo ignorado olímpicamente de nuevo—. ¡JaeWook! —Aquel grito pareció traerle de vuelta a la realidad, pues solo entonces se giró para enfrentarlo.
⠀⠀Su expresión atormentada causó estragos en JiMin. Solamente había visto su rostro así una vez, y fue tras enterarse de la muerte de su primera esposa.
⠀⠀—¿Qué pasa, JiMin? —preguntó, inestable. Era obvio que su presencia le afectaba—. ¿Por qué no estás listo aún? —Observó su ropa, sus ojos brillantes—. Llegaremos tarde.
⠀⠀—Jae —susurró, mordiendo sus labios, igual de triste que el hombre—… lo siento.
⠀⠀Era una disculpa vacía, lo sabía. No arreglaría lo que había causado solo diciendo eso, pero sentía que, de alguna forma, se lo debía.
⠀⠀—¿Por qué lo sientes? —inquirió, volteándose y acomodando su ya impoluto traje, a falta de algo mejor en lo que ocuparse—. Si no ha pasado nada —negó—… termina de vestirte, amor. Hablé con tu mamá, y está ansiosa por verte.
⠀⠀—Detente —ordenó, llamando la atención del mayor—. Solo, detente.
⠀⠀—¿Detener qué? Si no estoy haciendo na-
⠀⠀—Para de hacerte esto, JaeWook —pidió—. Te fui infiel. —JaeWook negó, pero JiMin asintió, contradiciéndolo—. Pensé que podría hacer esto, pero estaba equivocado. Me duele verte así. No puedo mentirte, fingir que nada pasó y herirte más.
⠀⠀—¿A qué…? —carraspeó—. ¿A qué te refieres?
⠀⠀—Vine aquí porque pensé que era lo correcto —dijo—. Ese fue mi primer error, y recién ahora me doy cuenta. Vine aquí, porque pensé que era lo correcto —repitió—. Pero no era lo que yo quería. No era lo que yo sentía correcto. No es justo venir aquí y darte la cara, fingiendo que estoy arrepentido cuando no lo estoy. —Una lágrima resbaló por sus mejillas—. En realidad, no lo siento, JaeWook. No siento haberte engañado.
⠀⠀—No —refutó—. Estás confundido, Minnie. Tú me amas, m-me amas más que a nadie. P-Por eso vinimos a París, porque queríamos…
⠀⠀—Vinimos porque yo quería avivar la llama de nuestro matrimonio —confirmó—. Pero esa llama nunca existió. Vine porque quería mejorar nuestra relación. Pero no pasó, y en su lugar, empeoró. Por ambos, pero más por mi culpa.
⠀⠀—Podemos arreglarlo —dictaminó—. Solo debemos… debemos…
⠀⠀—No, no podemos. —Su labio inferior tembló—. Desde un principio debimos saber que no se podía. Los sentimientos no funcionan así —suspiró inestable—. Pensé que esto era bueno, porque me daría cuenta de que te seguía amando. Pero la realidad fue otra, y lo siento.
⠀⠀—¿Qué…? —JiMin se levantó, sus piernas inestables sosteniendo a duras penas su peso.
⠀⠀—Aún te quiero muchísimo. Me di cuenta de eso —dijo, acercándose a él. Luego, acunó su rostro entre sus manos, su entrecejo se arrugó y él formó una sonrisa triste—. Pero no te amo.
⠀⠀—No es cierto. —Para ese momento, JaeWook también soltó sus primeras lágrimas, envolviendo las manos pequeñitas en las propias—. No digas cosas que no son ciertas…
⠀⠀—Es cierto. —Su sonrisa tembló—. Me estaba negando a verlo. Pensé que debía volver contigo, porque eras mi esposo, por lo larga de nuestra relación y por nuestra vida en corea. No porque yo lo quisiera —sollozó—. P-Pero no quería hacerte más daño. Porque a pesar de todo, sé que eres un hombre bueno. No haces daño buscando hacerlo. Y siempre te preocupaste por mí y fuiste sincero.
⠀⠀» Es por eso que me di cuenta de que no podía hacerte esto. Pensaba volver, fingir que nada había pasado y continuar con nuestra relación. Pero no puedo. No puedo hacerte creer que te amo, cuando mi corazón está en otro lado. Te mereces algo mejor que yo.
⠀⠀JaeWook no dijo nada durante un tiempo en el que ambos permanecieron llorando. Cuando entendió lo que JiMin implicaba con sus palabras, solo pudo deformar su rostro y llorar. Con inmensa tristeza, abrazó al más joven, buscando consuelo. JiMin no tardó en corresponder su abrazo, también llorando.
⠀⠀—Me estás dejando, ¿verdad? —Su voz sonó tan pequeña y ahogada, que JiMin no pudo responder con palabras.
⠀⠀Escondido en su hombro, asintió, sintiéndose como un bastardo.
⠀⠀—Lo siento —susurró, falto de aliento—. Lo siento.
⠀⠀Lo siento por no poder elegirte. Lo siento por no amarte.
⠀⠀JaeWook sabía el verdadero significado de esas palabras, pero no agregó nada más al respecto, asintiendo miserablemente.
⠀⠀—Solo quiero pedirte una… una cosa —sollozó.
⠀⠀—¿Hmm?
⠀⠀—Cuida bien de YoonGi. —Mordió su lengua—. Él merece ser feliz.
⠀⠀—¿Lo sabías? —cuestionó, sorprendido.
⠀⠀—Vi la foto. Podría reconocer a mi propio hijo en cualquier lado. —Su voz llena de orgullo opacó su tristeza momentáneamente—. YoonGi es un buen muchacho, que ha sufrido mucho injustamente. Por favor, cuídalo por mí.
⠀⠀—Lo haré —prometió.
⠀⠀JaeWook se separó de él, rompiendo el abrazo. Cuando sus miradas se encontraron tuvieron un diálogo silencioso, y luego cada uno tomó su propio camino. JiMin tomó sus maletas y JaeWook se sentó en la cama, pensativo.
⠀⠀Cuando el más joven tomó la perilla de la puerta, una voz lo detuvo.
⠀⠀—Y, ¿JiMin?
⠀⠀—¿Sí?
⠀⠀—Te estoy dejando ir, porque no quiero cometer el mismo error dos veces. Aún te amo. —Sus ojos aguados, le sonrieron—. Por favor, se feliz.
⠀⠀JiMin no podía prometer tal cosa. Era presuntuoso de su parte asumir el futuro, pero entendía lo que el hombre estaba tratando de decirle. Así que solo pudo devolver la sonrisa, y en lugar de prometerlo, solo dijo:
⠀⠀—Un paso a la vez.
⠀⠀Cuando salió, sintió el rocío del viento en su rostro. Se tomó un tiempo para percibirlo. Aquello disminuyó la sensación de pérdida que se había instalado en la boca de su estómago.
⠀⠀Mientras subía las maletas al auto, se preguntó si había tomado la decisión correcta, pero fue inútil. No podía responder a algo como eso.
⠀⠀Solo el tiempo podía decírselo.
⠀⠀Y la primavera llegó a él como una combinación de emoción, melancolía y esperanza.
“El arte no es una cosa. Se trata de un camino”
—Elbert Hubbard.
JaeWook es uno de mis personajes favoritos, porque en él reflejo problemas como la falta de responsabilidad afectiva y la crueldad inconsciente que a veces los humanos podemos llegar a tener. No quiere ser cruel, al menos no a propósito. Él es un cachorro pateado que no sabe cómo hacerlo mejor, y siempre la riega no importa cuánto lo intente.
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