✾| diecisiete
Abril Anderson
Tomé el autobús en camino a donde Taehyung me avisó que estaría junto a los demás. Las señales que emitía el autobús, hizo que me diera cuenta de que habíamos llegado. Me bajé y caminé un poco, arreglé mi cabello para no lucir tan descabellada literalmente. Ahí estaba él, girando sobre sus talones y cruzando su oscura mirada con la mía.
—Perdona la tardanza.
—No, está bien. Acabo de llegar.
Esbocé una pequeña sonrisa y miré a sus lados, no estaban los demás. Volví a ver sus ojos que aún me miraban y me hacían sentir más pequeña de lo que era.
—¿Y los demás?
—No pudieron venir —Tomé mi bolso algo nerviosa. Debía verme estúpida. ¿A dónde fue toda esa confianza Abril? ¿Me gustaba tanto así para volverme tímida cuándo me miraba?—Teníamos planeado que nos acompañaras a grabar un video. Como no se puede ¿Quieres que sigamos con la salida o...?
—Podemos seguir.
Dije casi en un susurró. Él resopló con una sonrisa de oreja a oreja, ¿me miré tan tonta? Asintió y se acercó a mí —Pues vamos, el coche está por ahí.
Tomó mi mano y mi cuerpo se tensó al sentir por primera vez lo pequeña que lucía ante Taehyung. Él parecía ir sonriendo por delante, casi tirando de mí y yo siguiéndole a pasos torpes, mirando como nuestras manos estaban juntas, como sostenía la mía con tanta delicadeza, como desaparecía entre la suya.
Al llegar al coche, me soltó y sentí un pequeño vacío. Subimos, nos colocamos el cinturón de seguridad y emprendimos camino hasta donde quedaba la torre namsan. Con mi otra mano, empecé a acariciar la otra, la cuál había tomado Taehyung y bajé la vista para verla, qué sensación tonta podía sentir, ¿era tonta? tengo tantas preguntas ahora mismo. Una canción empezó a sonar. Taehyung me miró con una sonrisa y poco a poco mostró sus dientes. Le daba pequeños golpecitos al volante con sus dedos, siguiendo el ritmo de la canción.
—¿La has escuchado? Es de Grabriel Tajeu —Asentí. En verdad la había escuchado un par de veces y puedo decir que me la sabía. Acarició sus labios con una sonrisa mientras tarareaba. Estaba por llegar al final y miré su emoción por cantar— ¡And Yeah! —Chilló un poco alto a la vez que la canción y sonreí por sus gestos— ¡That 's what i want! ¡And Yeah! ¡She 's all i want!
Solté una carcajada al final. Giré un poco para verlo, me sentía muy animada en ese momento y otra canción sonó. El camino se transformó en un karaoke que disfruté mucho.
Al llegar al lugar, él estacionó y yo empecé a caminar. A los segundos sentí como llegaba hasta mí. Pasamos comprando unas botanas y en el camino empezamos a comer. En el transcurso, recorrimos un parque, añoraba estos tipos de partes en donde se puede apreciar la naturaleza. El sol estaba decayendo y las luces de los faros aparecían. El camino se adornaba de árboles a su costado y de nosotros dos caminando mientras hablábamos una que otra cosa. Tomé la botella de agua y la tiré en un bote de basura que estaba cerca, miré a mi alrededor y no miraba a Taehyung. Encaminé un poco donde él se pudo haber ido, doble a una esquina y aparecía otro camino con escaleras al final. Troté un poco hasta llegar donde él, algo en mí deseo tanto tomar su mano, tal vez era por inercia ya que lo hacía también con mi padre.
Al final de las escaleras, ya se podía apreciar la torre Torre N Seúl. Empezamos a juguetear. Él se ofreció a tomarme una foto, en donde en el fondo se miraba la torre y a los costados se adornaban los faros con luces tenue que alumbraban el camino. Luego de varios minutos, llegamos y tomamos más fotos. Nos detuvimos en una parte donde la gente se hacía fotos, pasaba el rato y se disponía a comer. Entramos a un restaurante que vendía comida para llevar y salimos a tomar algo a unas bancas del lugar.
Estiré mi cuerpo en el lugar. Miré a Taehyung que aún seguía comiendo y fue inevitable tomarle fotos. Me hacía mucha gracia la manera en la que movía sus mofletes y sus labios se volvían pequeños al masticar. Me empecé a reír por lo lindo que se miraba. Él acababa de comer, tomó agua y me miró extrañado. Aquí fue donde empezó una pelea por mantener aquella foto que le tomé, él quería eliminarla y yo conservarla.
Correteamos tanto, como niños pequeños hasta llegar a un lado de la colina, había césped y una pequeña valla, no le presté atención y entré. Taehyung venía detrás de mí y me atrapó en sus brazos. Hice fuerzas para soltarme, entre risas y mi móvil se cayó. Lo empujé y tomé el móvil. Caí al suelo exhausta mientras que él se sostenía en sus rodillas, sonriendo por la derrota.
—¿Me vas a ayudar a levantarme o me quedarás mirando para siempre?
Dije en el suelo y el negó. Hice un pequeño berrinche en el césped. Con ayuda de mis manos, me apoyé y cuando me iba a levantar, él se acercó, tomó mi brazo y me ayudó a levantarme.
—¿Quieres algo de beber?
Moví la cabeza en señal de aceptación, estaba cansada. Volvimos a la torre y entramos. Sacamos dos bebidas de una máquina expendedora y nos acercamos al teleférico.
—¿Bajamos por ahí?
—Si me cargas hasta la cabina, sí —Sonreí y él me miró ofendido. La puerta se abrió, pagamos y nos subimos a la cabina. Mis gestos eran de asombro, la ciudad de Seúl era hermosa de noche y más desde aquí arriba. Abrí mi boca maravillada y luego miré a Taehyung que ya me estaba mirando— Es realmente hermoso.
—Sí, es muy hermosa.
Dijo casi en un susurro pero no le presté atención. Coloqué mis manos en la barandilla y sonreía como una niña pequeña. La cabina empezó a bajar y se podían empezar a ver más cosas. Me di la vuelta y lo miré señalando algo, él estaba detrás de mí sentado, mirando lo tonta que seguro me miraba. No quería ahogarme con mis pensamientos obsesivos, sólo debía disfrutar el momento como amiga de él y del hermoso paisaje.
Habíamos llegado a donde estaba el final del teleférico. Volví a darme vuelta y miré como Taehyung ya se había levantado, parecía ver bien el lugar. Me acerqué a él con una sonrisa en mis labios, sus ojos parecían tan perdidos en algo, por primera vez lo había notado distante, tal vez así como fui yo con él al principio.
Ya estábamos en el coche, en camino al campus. La verdad la había pasado tan bien. Miré como sus manos se movían para sostener el volante y tragué la saliva quitando mis pensamientos, pero inevitable pensar que deseaba que volviera a tocar mi mano, que volviera a rozar su piel en mi rostro. Era demasiado patética, si me gustaba en verdad, era una basura. No quiero convertirme en alguien tan tonta por enamorarme. Sacándome de mis pensamientos, él me habló, siendo neutro igual a la canción que sonaba en la radio.
—Este viernes hay un evento, luego de eso saldremos de fiesta con unos amigos ¿quieres venir?
—Claro, con gusto.
Acepté sin pensarlo. Esta vez de regreso, no hablamos. No sé qué había pasado, creo que tal vez era una señal de la vida, talvez estaba viendo señales donde no habían. Me estaba pasando un poco con mis acciones y debía comportarme como siempre, debía lucir seria y saber cuándo reírme, mostrar los sentimientos podría hacer mucho daño, no quiero salir lastimada.
—Adiós —Dije cuándo detuvo el coche enfrente del campus. Él sonrió dándome a entender que también se despedía. Me bajé y me dirigí hasta el edificio de habitaciones.
Entré a mi habitación y Dahyun me notó. Dejé mis zapatos en la entrada y me adentre más, me tiré al sofá y recosté mi cabeza.
—¿Cómo te fue? —Se sentó al lado mío al verme
—No lo sé —Miré mis manos— Los demás no llegaron.
—¿Solo Tae y tú? —Asentí y ella apretó sus labios para no sonreír —¡Eso fue una cita!
Levanté mi cabeza y la miré. Ella seguía asintiendo por su confesión y le pegué en el hombro. Necesitaba cambiar de tema porque no quería sentir ningún tipo de presión.
—Mencionó que tendrá un evento y me invitó a ir a una fiesta que tendrán luego.
—Pero dime ¿Qué hicieron? Cada vez que suelen salir, no me interesa, pero esta es la segunda vez que salen los dos solos, esta vez quiero saber algo —Suspiré.
—Cantamos en el coche, caminamos mucho también para llegar hasta donde se encontraba la torre namsan, comimos botanas, jugueteamos hasta caer en el césped, nos subimos en un teleférico y eso fue todo.
—Que gran día. Lo que pasa que nadie quita que fue una cita.
—Que no.
—Que sí.
—Mejor acompáñame a la fiesta este viernes.
—El evento ese que dicen, es uno casi privado donde irán famosos, luego alguien organizó una fiesta donde iremos algunos famosos. Creo que deberías venir también al evento como nuestra invitada.
—Sí es así, por supuesto. Sabes, eso me dará más ganas porque volveré a ver a tus compañeras.
Al parecer, las que estaban en el grupo de música de Dahyun, también irían a la fiesta, pero no todas, era una lástima.
El día de la fiesta; Viernes
Estaba en el lugar donde se realizaría el evento. Según me dijo Dahyun, era su invitada pero me senté en el público. Hacía mucho calor, agradecida de haberme venido con un vestido corto, no tan revelador ya que no me gustaban. Miré como todos aquellos famosos cantaban y también los chicos.
Pasaron las horas, y parecía que las pocas personas de público iban saliendo. Yo me quedé ahí hasta que Dahyun empezó a buscarme con la mirada. Salí de donde estaba para ir hasta ella.
—¡Abril!
Sana me abrazó sin dejar de sonreír. Estábamos en lo que era ahora el estacionamiento para ir a donde sería la fiesta. Tenía mucho tiempo desde que no las veía, quería pasar rato con todas, pero la mitad de ellas se irían a casa. Nos subimos a la camioneta y emprendimos camino.
Varias camionetas llegaron, casi en sentido de que nadie mirara. Nos bajamos y empezamos a entrar al edificio. Subimos el ascensor hasta un piso, habían muchas personas ahí. Todo era tan amplio y a donde mirara había mesas y muebles, parecía casi una discoteca. Seguimos caminando por un pasillo, hasta llegar al final. Se abrió la puerta de par en par y nos dejaron pasar. Era un inmenso salón, en verdad parecía una discoteca, llena de colores, la música no tan fuerte pero si lo justo, era algo agradable. Un chico nos dirigió hasta una mesa, y pronto dejaron tres botellas de alcohol y 6 vasos.
—¿Quieres un poco de soju? —Negué de inmediato.
Vaya que eran unas alcohólicas. Me gustaba mucho ver cómo se divertían. Había una gran variedad de personas en este lugar. Me sentía incómoda por el hecho de que no conocía a nadie y unos chicos no paraban de mirarme. Me levanté para ir al baño, pero delante de mí se colocaron Taehyung y Hoseok, haciendo que me detuviera.
—Hola —Hizo una reverencia, mientras que las chicas que estaban detrás de mí lo devolvieron—. Te vimos en el evento de antes, nos alegra que pudieras venir —Dijo Hoseok alegre— Nuestra mesa está cerca de donde sirven las bebidas ¿Vamos?
Asentí con obviedad. Me di la vuelta para tomar mi pequeño bolso, Dahyun me miró y me hizo una mirada confidencial, le diría algo pero me daría vergüenza. Al llegar a nuestro destino, la mitad de los chicos se encontraban en la barra mientras que los demás andaban en su respectiva mesa, cerca de ahí. Los saludé.
—¿Quieres una copa? —Negué de nuevo. Al hacerlo, Jimin encogió sus hombros y se sirvió para él.
—Pareces que nunca has salido de fiesta. Vamos a bailar
Tomó mi mano jalándome hacia la pista de baile, que estaba cerca de la mesa en donde estaban los chicos. Solté mi bolso dejándolo en la barra, luego miré como Jin lo tomó y lo dejó en un asiento cerca de ellos. Hoseok me hizo señas de que me sintiera libre de hacer algo.
Miré a mi alrededor, había algunos que bailaban con fuerza y emoción, pero si yo hacía eso, tenía el miedo de que la falda de mi vestido se levantara. Sonreí al mirar como Hoseok se liberaba y trataba de dejar espacio entre los demás y nosotros dos, para que me sintiera cómoda. Entonces, fue cuando empezó una canción de Bruno Mars, ¿Cómo se suponía que bailaría?
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